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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

10 noviembre 2006

Ya podrás de pie, Paola. Por Daniel Samper Pizano (humorista crítico colombiano).

Preguntada por la revista Cromos "¿Qué les envidia a los hombres?", respondió la ex reina Paola Turbay (que cada año que pasa está más atractiva): "Orinar parados".

Has puesto el dedo, querida Paola, en el verdadero riñón, si se me permite la palabra, de la famosa "lucha de los sexos". Ni en la maternidad, el monopolio masculino de los cargos, la diferencia de salarios, las religiones que pisotean a la mujer o los maltratos físicos: la clave del contencioso entre damas y caballeros está ahí, en donde dice Paola. Orinar de pie (para que se entienda, porque "parados" es término equívoco) representa el principal privilegio del hombre sobre la mujer, casi el único. Freud oyó cantar el gallo, pero no supo dónde. Habló de "la envidia de falo", como si fuera problema de hormonas, cuando es "el pique de orinal", un simple asunto de hidráulica.

Yo estoy de acuerdo con Paola. Me parecería afrentoso sentarme en húmedos bizcochos (¡qué frase para un repostero!) expuesto a salpicaduras, contagios e infecciones. Mientras tanto, los varones, muy orondos, con dos movimientos, y a veces con una sola mano --para no soltar el helado o el móvil--, nos aliviamos en el lugar donde nos dé la gana. Utilizaré la perentoria declaración de Paola para desmontar la campaña de mi mujer que pretende obligarme a hacer pipí sentado por aquello de "todos en el suelo o todos en la cama". Un amigo nuestro cedió ante las presiones conyugales en tal sentido, y ahora no puede orinar de pie ni hallándose en un desierto solitario o un baño de gallera. Esas mañanas empiezan contra natura y terminan arraigando.

El caso es que les tengo a Paola y a todas las mujeres que padecen "pique de orinal" una extraordinaria noticia. Se trata de un producto copiosamente anunciado en España pero que, por desgracia, no podrá llegar a Colombia. La publicidad lo describe como "un nuevo dispositivo sanitario desechable que ofrece la ventaja de utilizar los aseos públicos con comodidad, seguridad e higiene". Agrega el aviso en las revistas femeninas: "Permite orinar sin necesidad de agacharse ni sentarse". Lo que querías, Paola: pipí de pie. ¡Y pensar que no llegará a Colombia!

"Ideal para usar en cualquier situación", el ciberfolleto recoge algunas de ellas: restaurantes, discotecas, tren, avión, conciertos, paseos al campo, hoteles, viajes, hospitales, postoperatorios, embarazos y problemas de movilidad. También "cuando vestimos de gala en bodas, bautizos, comuniones" y otros festejos donde "es difícil desvestirse". Se le recomienda como "hipoalergénico e impermeable", pero supongo que debe ser "hipermeable".

Este aparatico español, que jamás será vendido en Colombia, es una pequeña cánula que, llegado el momento, se ubica en la unión de los muslos y cumple las funciones de un tejado: recibe las aguas lluvias y las canaliza hacia una rápida salida. Su pariente más próximo entre los objetos familiares podría ser el pato de hospital, aunque es mucho más pequeño: no llega ni a colibrí. La señora lo lleva en la cartera, como un teléfono móvil, y, apenas percibe el apuro renal, con veloz ademán pone el colibrí en el nido, le dirige el pico hacia el exterior (inodoro, muro, orinal o sembrado de papas) y procede. Como hacemos los señores. Una vez usado, tira el recipiente a la caneca o, si quiere ahorrar, lo lava bien y lo usa de nuevo. Como hacemos los señores.

¿No es maravilloso, Paola? Resulta de veras una tragedia que nunca pueda comercializarse en Colombia. Y la razón es sencilla: a los fabricantes del adminículo no se les ocurrió para él un mejor nombre que el de Uribelle. Tal como lo leen: Uribe + lle. Lo juro por Júpiter.

Yo, como colombiano, me opongo a que una pseudomica, un cuasipato, un evacuador de bolsillo, lleve el apellido del presidente de mi patria. ¿Por qué no le pusieron Zapaterillo, o Aznarete? Tan ofensiva es esta denominación como algunas de las cuñas de venta. "El Uribelle es biodegradable y desechable, se usa una sola vez" (En esto se equivocaron: ya va por la segunda).

No creo que se trate de una mera coincidencia. Aquí hay mala leche. Por eso alude al principal programa del Gobierno: "Siéntete segura en cualquier lugar". Lo peor es la frase final de promoción del producto, donde dice que al "Uribelle lo encontrarás en tu farmacia y parafarmacia habitual". Sé que es una vieja calumnia de las ONG, pero así aparece recogida en http://www.uribelle.com/.

Sepan ustedes, urólogos de pacotilla, que este insulto no lo permitiremos los colombianos. En protesta, Paola seguirá atendiendo funciones renales en posición sedente, y yo más erguido que nunca.

1 Comments:

Blogger Javi said...

Buenas Jose, jajajajaja, que buena la recreación del posible iter inventorium hasta su desenlace final. La verdad es que la sociedad no deja de sorprendernos, yo quiero suponer que con éste invento se acabarían las escenas de ir al baño de dos en dos las mujeres, y las especulaciones oscuras de los hombres sobre que es lo que pueden hacer las mujeres ahi dentro, pero no se hasta que punto si una es de pis facil, compensa, dado que tendrían que llenar el bolso de esos aparatejos y sería la leche que tuviesen un amigo curioson como yo, que se desvive por saber que hay en el interior del bolso de una mujer.
Un saludo Jose, éste artículo lo copie del blog de Amado en el que aparecía y tambien me escojoné como tu,jejeje, que cosas nos pone este hombre.

viernes, 17 noviembre, 2006  

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