Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

11 octubre 2008


Mujer, René Magritte



La vida y sus enseñanzas. Dejando de lado el sexo, se podría llegar a la conclusión de que una de las sensaciones más placenteras en el hombre provocada por la conducta de una mujer, es, sin lugar a dudas, ese agradable estado anímico, a veces fugaz, producido al escuchar el sonido de su risa. Ustedes coincidirán conmigo, en que es el sonido de un logro; se suele dar con menos frecuencia de la deseada. De hecho, si no fuera por esa búsqueda insaciable de proximidad y posterior contacto carnal, el hombre se contentaría con dicho objetivo. Pero estamos hechos de carne, dicen. Y así el hombre coqueto tiene la creencia, arraigada como una madre, de que una simple mirada por parte de una mujer, aun no sostenida, es motivo fundamental y fundamentado para asegurar ante los de su sexo los declarados deseos que su presencia provoca en ese ánimo ajeno. Mi madre, precisamente, asegura que todos los hombres somos coquetos. Es más, reitera, somos bastante peor que las mujeres, al respecto. El hombre brusco, con modales de aldea, tiende a buscar primero el contacto. Y luego ya, si es que se da la extraordinaria ocasión, quizá incluso hable con ella. Curiosa e inexplicablemente, hay muchas mujeres que no solo consienten este tipo de comportamiento, sino que se sienten en plena sintonía con él. Inexplicablemente, por esa certeza impepinable de que la mujer es, ante todo, un ser comunicativo. Y la carne no habla, sugiere. Por eso es absolutamente sensacional observar el esfuerzo de la gente, a través de sus cuerpos, por establecer un nuevo sistema de comunicación.

En cualquier caso, es verdaderamente frustrante, además, no conseguir ese estado de felicidad efímera también en la mujer. No hacer reír, es fracasar. Y conseguirlo con demasiada frecuencia, ni siquiera deja una amarga duda: que las razones del éxito no se deban a una cara bonita.