Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

18 mayo 2009


Gobierno de España. Publicitar humo de pajas, variados brindis al sol, políticas ciertamente inanes, gestos vacuos tan cargados de pragmático simbolismo en su influencia en el pensamiento ciudadano como fútiles en su evaluación real, abundancia de fotos oportunista-electorales y si fuera menester, llegado el caso, a nosotros ni nos miren que esto ya estaba así cuando hemos llegado.

Desde que en el año 2004 el marido de Sonsoles se instalase en La Moncloa, los españoles no sé si somos más felices, pero sin ninguna duda estamos mucho mejor informados. Sabemos, por ejemplo, las muchas y muy buenas cosas que papa Estado hace, como es natural, por su prole; que el presidente siempre está preocupado por nosotros; que sus habituales escapaditas a los parques naturales son necesarias, supongo, para inculcar a las clases progres de nuevo cuño un ideal de vida a seguir, con un estilo marcado propio y diferenciado del pijoterío facha que se debe de practicar dominicalmente en los numerosos campos de golf de las cities; que la antañona y denostada moral católica ha sido sustituida, por lo bajini, por una retahíla de principios contemporáneos y rimbombantes para hacer frente a esa necesidad vital de vivir de las apariencias. Y que, en fin, la deontología humana ha sido delimitada por unos mojones que separan lo correcto, lo genuino y lo verdadero, de lo falso, lo vituperable y lo incorrecto desde un punto de vista social, democrático y moderno: y hasta donde yo alcanzo, nadie sabe quién ha dotado a estos hombres y hombras de esa necesaria sabiduría para realizar tales designios.

Sin embargo, saber venderse también tiene un precio, oigan. Un precio que puede y debe destinarse a otras cosas. Porque si no se puede llegar a la conclusión, nada disparatada, de que en los tiempos que corren, buenos cada vez para menos cosas, no es políticamente correcto hacer lo que verdaderamente es correcto pudiendo hacer, como se hace, todo lo contrario.

La vida es cuestión de ejemplos. Tómenlos. O déjenlos.