Abogados

No, no os asusteis con el título, el post de hoy es meramente anecdótico, yo tengo un tio gallego, al que apenas veo tres dias en todo el año, cuando él era mas joven, era tratante de ganado , lo que conllevaba, según él, bastantes pleitos . Un dia me contó una anécdota-chiste, que según he oido, ni era propia de él, con lo que no le paso a ningún conocido suyo, ni de nadie, tan solo un "chiste"sobre chupasangres, que se les aplicaba a los abogados en antaño, supongo que para resaltar esas cualidades innatas en los mismos, en las siguientes lineas trato de plasmar fielmente la anécdota, espero que os guste, además de graciosa , no tiene desperdicio práctico para futuros clientes, mucho ojo.

Manolín tenía una vaca, ésta estaba a punto de dar a luz a un ternero, lo que sucedió, es que en el momento de dar a luz, la vaca de Manolín se escapó (se entiende que un poco antes, no en el mismo momento vamos) del fundo de Manolín, y dió a luz en el fundo de un vecino de la zona, Pepín. El problema que se planteó fué el siguiente, evidentemente, Manolín reclamaba el ternero como suyo, pués la vaca que dió a luz era suya, pero Pepín también reclamaba el ternero como suyo, pués el ternero había nacido en un fundo de su propiedad, ante tal elemento controvertido, los dos ganaderos pleitearon por la propiedad de dicho ternero, y acudieron al abogado del municipio (ambos al mismo, pues solo había uno, pero en momentos distintos).

Primero fué Manolín, el propietario de la vaca que había dado a luz al ternero, (y recordemos que eran epocas en que no habia abundancia de medios ni para subsistir, ni para pagar determinados compromisos que pudiesen surgir), y le expuso el problema al abogado, el abogado con gran tranquilidad le dijo: no se preocupe, usted es dueño de la vaca que dió a luz al ternero y por lo tanto, el ternero es suyo. Manolín salió tranquilizado del despacho del abogado( que por entonces era una habitacion de su vivienda, no un lujoso o acomodado bufette, a como actualmente nos tienen acostumbrados).

Unos dias mas tarde, fué Pepín, el que realizó la visita al abogado, al igual que sucedió con la visita de Manolín, Pepín le expuso el problema, desde la perspectiva de propietario del fundo donde había acaecido el alumbramiento del ternero, al terminar de escucharle, el abogado dijo a Pepín: tranquilo, el ternero es suyo, pués el fundo es de su propiedad. Pepín, al igual que Manolín dias antes, salió tranquilizado.

Poco después de marcharse Pepín, entro en el despacho del abogado su mujer, que había estado escuchando la solución que su marido había dado a los dos hombres, y le dijo: cariño, hay algo que no entiendo, les has dado la razón a los dos, ¿de quién es el ternero?, el abogado soltó una carcajada y le dijo: caya tonta, el ternero es nuestro.

Entretenida ¿no?,espero que os haya gustado, a lo mejor hasta ya la habiais oido en alguna parte, en defensa del oficio decir, que los abogados no son tan malos como los pinta esta historia, tan solo son unos profesionales, que tratan de defender de la mejor manera posible los intereses de sus clientes, evidentemente la historieta narrada, queda un tanto obsoleta, pero no deja de ser entretenida.

Un saludo a tod@s.