Jorge.
Si, jorge, hoy el post va para ti. Ayer, día 2 entre las 18:30 y las 18:45, en medio de una trepidante partida de mus, recibiste la que puede ser una de las llamadas de tu vida, en cuanto importancia, ni cotejable a que te llame una chochi para que le revises los fondos sexuales, ni a irte de fiesta a un remoto lugar donde te permitan ir a la disco en chancletas o llevando tu propio cachi de plástico de Chinatown. Tu reacción, no podía ser menos, una alegría incontenida en forma de unas lagrimillas que asomaron detrás de esos ojos, que hasta la fecha habían mostrado, al menos en mi opinión, total inmunidad a cualquier percepción sensorial acaecida. ¡Felicidades Jorge, ya eres funcionario! De verdad, yo seré una de las personas que mas se ha alegrado de ésta noticia, tanto porque se que te lo mereces, pues éste es el premio a un arduo y duro camino, como porque ya tendrás tu vida resuelta y podrás justificar esa curva de la felicidad que en estos meses se te había acentuado debido al estudio y hombre, quizás el embutido también tendría algo que ver ¿no?
Conocí a Jorge cuando estaba haciendo el bachillerato, me lo presentó el que por entonces era uno de mis amigos, “el albondiga” (no os lo imaginéis). Jorge había nacido en Canarias, y después había vivido unos 15 años en Valladolid, su padre es funcionario de prisiones, la misma categoría que alcanzó ayer Jorge tras la llamada, el primer día que le vi, allí estaba él, con sus vaqueros, su cigarrillo en la mano y su pose de chulete que las trae locas.
Pero Jorge no es una de estas personas de las que se sacan conclusiones de él tras un café, no, para saber lo que es Jorge hay que catarlo de fiesta, si, ese es su ámbito, donde se mueve como un pez en el agua y donde no le hace sombra ni el tato. No se pierde una, allí donde hay una fiesta, allí está Jorge, allí donde las chiquillas miran algo con aire disimulado y picarón, es que Jorge se ha agachado a por las llaves o se está insinuando poniendo su redondillo culo a disposición de las miradas de las jovenzuelas (esto no me lo toméis como un comentario gay).
Es uno de mis mejores amigos, no sabe él, vamos, ni se lo imagina, lo que le voy a echar de menos, aunque a veces discutiésemos por alguna tontería. Cuando pasa algo parecido a esto, es cuando uno se da cuenta del significado de aquella canción, “algo se muere en el alma cuando un amigo se va…”. Con los años he aprendido a apreciar lo que de verdad vale este moreno, aunque siempre nos llevamos bien, en un principio no había ese feeling que caracteriza a los grandes amigos, porque claro, yo siempre he sido el rarito del grupo, el mas introvertido y el que mas le ha costado amoldarse a la fiesta, aunque algunas de esas cosas han cambiado sustancialmente en mi, je,je.
Jorge es una de las personas que mas he admirado desde que le conozco, lo que pasa es que uno nunca dice estas cosas y solo las piensa, y es que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que nos falta. Detrás de su aparente aspecto de chico duro e impasivo se encuentra un verdadero mazapán, un verdadero amigo que siempre ha estado ahí cuando se le ha necesitado y siempre ha mostrado su apoyo cuando de verdad era necesario, uno casi se emociona escribiendo estas líneas y recordando todo lo que hemos pasado juntos.
Una de las anécdotas que con mas gracia recuerdo, y que la cuento varias veces, aunque me llamen cansino y pesado, que me lo llaman muchas veces, se trata de una novia que tuvo, no debió de salir mucho tiempo con ella, ya no lo recuerdo, pero se que el primer día que salió con ella, la fue a buscar a su casa, vivía en el Húmedo, la llevó a una cervecería donde estábamos dando cuenta de una Hoegaarden, nos la presentó, la dió una vuelta a la manzana y la volvió a llevar para casa, y después se volvió con nosotros de fiesta, resumiendo, el puto jefe, es así.
Nada Jorge, que me podría pasar aquí mucho tiempo tecleando sobre ti, ya lo sabes, pero es mejor así, tamaño estándar para que lo lea todo el mundo, habrá que aprovechar bien estos meses que te quedan por la zona, para que te lleves un buen recuerdo, que sin duda creo que te lo llevarás.
Conocí a Jorge cuando estaba haciendo el bachillerato, me lo presentó el que por entonces era uno de mis amigos, “el albondiga” (no os lo imaginéis). Jorge había nacido en Canarias, y después había vivido unos 15 años en Valladolid, su padre es funcionario de prisiones, la misma categoría que alcanzó ayer Jorge tras la llamada, el primer día que le vi, allí estaba él, con sus vaqueros, su cigarrillo en la mano y su pose de chulete que las trae locas.
Pero Jorge no es una de estas personas de las que se sacan conclusiones de él tras un café, no, para saber lo que es Jorge hay que catarlo de fiesta, si, ese es su ámbito, donde se mueve como un pez en el agua y donde no le hace sombra ni el tato. No se pierde una, allí donde hay una fiesta, allí está Jorge, allí donde las chiquillas miran algo con aire disimulado y picarón, es que Jorge se ha agachado a por las llaves o se está insinuando poniendo su redondillo culo a disposición de las miradas de las jovenzuelas (esto no me lo toméis como un comentario gay).
Es uno de mis mejores amigos, no sabe él, vamos, ni se lo imagina, lo que le voy a echar de menos, aunque a veces discutiésemos por alguna tontería. Cuando pasa algo parecido a esto, es cuando uno se da cuenta del significado de aquella canción, “algo se muere en el alma cuando un amigo se va…”. Con los años he aprendido a apreciar lo que de verdad vale este moreno, aunque siempre nos llevamos bien, en un principio no había ese feeling que caracteriza a los grandes amigos, porque claro, yo siempre he sido el rarito del grupo, el mas introvertido y el que mas le ha costado amoldarse a la fiesta, aunque algunas de esas cosas han cambiado sustancialmente en mi, je,je.
Jorge es una de las personas que mas he admirado desde que le conozco, lo que pasa es que uno nunca dice estas cosas y solo las piensa, y es que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que nos falta. Detrás de su aparente aspecto de chico duro e impasivo se encuentra un verdadero mazapán, un verdadero amigo que siempre ha estado ahí cuando se le ha necesitado y siempre ha mostrado su apoyo cuando de verdad era necesario, uno casi se emociona escribiendo estas líneas y recordando todo lo que hemos pasado juntos.
Una de las anécdotas que con mas gracia recuerdo, y que la cuento varias veces, aunque me llamen cansino y pesado, que me lo llaman muchas veces, se trata de una novia que tuvo, no debió de salir mucho tiempo con ella, ya no lo recuerdo, pero se que el primer día que salió con ella, la fue a buscar a su casa, vivía en el Húmedo, la llevó a una cervecería donde estábamos dando cuenta de una Hoegaarden, nos la presentó, la dió una vuelta a la manzana y la volvió a llevar para casa, y después se volvió con nosotros de fiesta, resumiendo, el puto jefe, es así.
Nada Jorge, que me podría pasar aquí mucho tiempo tecleando sobre ti, ya lo sabes, pero es mejor así, tamaño estándar para que lo lea todo el mundo, habrá que aprovechar bien estos meses que te quedan por la zona, para que te lleves un buen recuerdo, que sin duda creo que te lo llevarás.
2 Comments:
caguen diez! muxo jorge muxo jorge pero no mencionas para nada kien fue el q le llamo!! por q fui yo e!! i kien le enseño a ligar?? porq eso no se kien fue, pero fijo q ligo io mas! jajaja. de toas maneras dice q gracias por tus palabras. Raf:) futuro funcionario! xDD
Buenas Rafa, que tenga que aprobar tu hermano las oposiciones para que te animes a escribirme algo tiene sus bemoles ¿no?, nada que tambien gracias al que dió la noticia, en cuanto a lo de ligar, no se, te vemos nosotros los abuelosun poco verde, te vamos a tener que dar unas clases:) un saludo.
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