Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

24 septiembre 2006

Chucho Valdés

Si, ya se que os colgué hace un rato un post de política y esas cosas que ocupan a los hombres de serias preocupaciones, como el encontrar en el super el tinte para el pelo mas adecuado para las canas, claro, eso quién tiene la fortuna de tener pelo y no tiene que comprarse un peluquín para disimular su carencia. Pero, para mis queridos lectores de León, creo que ya os habréis dado cuenta de la que está cayendo, con lo que no está el dia para pasear, ni hacer deporte (mas bien ver como lo hacen otros), ni siquiera para bajar al bar a echar una buena partida de mús, y ya probé a subir al tercero a pedirle sal a la vecina, por aquello que pasa en las películas, ya sabéis, “ pasa y ponte cómodo…” y eso que subí con el tanga y todo, pero ella no lo debió de notar, esto de las indirectas no funciona, va a haber que enseñar el pito directamente.

El caso es que con este tiempo, además de echar una siestesilla como buén español en breve, y empezar una novela que me dejo hace una temporada una buena amiga, me he dado una vuelta por la web de uno de mis músicos favoritos, el gran Chucho, no, no me estoy refiriendo a un perro del tamaño de un caballo, que podría, me estoy refiriendo a uno de los mejores pianistas del mundo, Jesús Chucho Valdés, el prestigioso pianista cubano, hijo del también gran pianista, todavía en activo, Bebo Valdés.

El padre de Chucho fue considerado el mejor pianista del mundo en su día, además de gran pianista era el director del famoso Show Tropicana, si esa especie de teatro al aire libre en el que actúan grandes artistas del mundo de la música, ya sean músicos, cantantes, espectáculos de cabaret…y que supongo que sabréis que está en la Habana y es uno de los grandes reclamos turísticos para Cuba.

El caso es que con las credenciales de su padre, el hijo no podía salir de otra manera, y claro, el ver hoy a Chucho Valdés es algo inefable. Me impresionó este verano en el festival de jazz de San Javier, (no tuve la fortuna de verlo en directo, me conformé con verlo por la tele, pero aún así…) , allí estaba él, con sus casi dos metros, con ese andar lento y parsimónico que caracteriza a los cubanos, que denota que el estrés no lo huelen ni a kilómetros, con su camisa por fuera… cualquiera que le vea por primera vez y no tenga un mínimo de nociones musicales, puede llegar a pensar que incluso es malo, pero para alguien que de verdad entienda, la música que desprende Chucho es algo inalcanzable para el resto de la humanidad que no está tocada con una barita mágica como él.

En el festival de jazz, en mitad de la actuación “examinó” a sus músicos, dijo algo así como: “bueno, voy a hacer un examen a los músicos que me he traído, a ver si tocan algo…” je,je,je que sarcástico el tío ( bueno la verdad es que todos los cubanos lo son, en la biografía de Paquito D´Rivera que leí hace ya algunos años, describía como veía él a los cubanos : “ bueno, cuando cualquier persona va a un museo y ve un cuadro o una obra de arte escultórica… dice, que buen pintor, que bueno es, fabuloso el cuadro, la obra, la escultura…un cubano en cambio dirá, a mi no me dio por la pintura), ni que decir tiene que llevaba consigo músicos de primera, y el examen consistió en que los músicos, un baterista (como así llaman en Cuba a los baterías) y un contrabajista, interpretasen la misma secuencia que Chucho con el piano, ahí es nada, lo que aconteció después fue un verdadero prodigio para los sentidos y para la naturaleza emotiva de cualquier persona, los músicos a la perfección realizaron la misma secuencia que el gran pianista, que como ya pensaréis no era nada sencilla, levantando al público de los asientos y dejando sin palabras al cariacontecido comentarista.

Os animo a que os deis una vuelta por su web, www.valdeschucho.com , no tiene desperdicio, y ya si tenéis tiempo, veis uno de sus videos de muestra, os recomiendo el primero, en el que interpreta La Comparsa, creo que del maestro Ernesto Lecuona si no me falla la memoria, actuación que aconteció en el Teatro Opera de Argentina, en esa pieza además de interpretarla magistralmente, como no podía ser de otra manera, lo que llama la atención son sus improvisaciones, en las que mezcla música tradicional cubana, con obras clásicas como la Marcha Turca de Mozart o la Quinta Sinfonía de Beethoven.

Un saludo a tod@s y espero que os aproveche la recomendación si es que decidís darle uso.