La buena educación.
La verdad es que hay dos formas de pasar por la vida, una es pasar por pasar, que es lo que corresponde al común de las personas, la otra es pasar, pero dándose cuenta de que se pasa. Me explico, en el primer caso tenemos a todas aquellas personas que les mueve su egoísmo, su interés personal, su apatía respecto de los males ajenos y de todas aquellas circunstancias que rodean a nuestra sociedad, y solo les preocupa su malestar, su aspecto para consigo mismo (que creen que es el mismo que tiene para con ellos la sociedad), y un cúmulo de situaciones que en cualquier caso no tienen una trascendencia mayor que el propio circulo individual de la persona.
En la segunda situación, entrarían todas aquellas personas que se preocupan por su entorno, que se afligen ante males sociales, nacionales y universales, en resumen, buenas personas a las que no les es indiferente su entorno y se preocupan por su no corrupción, pero como digo, estos son los menos, y es mas común al resto de los mortales, la primera situación.
Con este pequeño proemio quería resaltar las tan altas cualidades que aprecio en la gente que observo cuando voy caminando por la vida, como Melendi. El saludo, digo yo que no será pedir mucho que la gente salude ¿no?, observo que es un hábito, que aunque básico en un mínimo de educación, se está perdiendo. Si, a la gente le cuesta cada vez mas saludar, y se lleva aquello de “hacerse el tonto, el loco, el despistado…”, si quieren o les interesa saludar que saluden ellos ¿no?, y esto ¿porqué?, ¿acaso tiene miedo la gente de salir al día siguiente en la página de sucesos del periódico local por semejante afrenta?, realmente no alcanzo a comprender porque la gente se comporta de esta manera, ¿porqué hay personas que cuando se las saluda y te devuelven el saludo, te miran como si te hubiesen hecho el favor de tu vida? ; no se, pero a mi me parece que no es mas que un primer paso en la perdida de la comunicación entre nosotros, si, porque saludarse no solo denota educación, también es una forma de comunicarse con el resto de personas de nuestro entorno y mostrar así cierta empatía con el resto de las personas que conocemos, y fijaros en el matiz, digo que conozcamos, vamos, que ni se le ocurra a alguien saludar a quien no conoce, que a pesar de ser un acto completamente inofensivo nos tildarían de locos, desalmados, sacrílegos, apóstatas…
Se observan también “buenas conductas” en la conducción, uno cuando saca el carné lo ha pasado tan mal ( o tan bien según los casos ) que para en todos los pasos de peatones, respeta las normas mas elementales de tráfico como dar el intermitente cuando se cambian de carril, no pitar a monumentos hechos mujeres ( u hombres según los casos también ), o no hurgarse en las narices cuando el semáforo se pone en rojo… pero cuando uno ya es veterano…no se, nuestro alter ego se transforma en algo irreconocible, hay estudios que demuestran la enorme relación entre la forma de conducir de una persona y su carácter,¿esto que quiere decir?, que dado que nadie para en los pasos de cebra a los peatones, no respetan la prioridad diestra en el paso en ciertas calles, se saltan semáforos, compiten unos con otros como si estuviesen participando en una carrera y se insultan mutuamente entre si, porque claro, saludar nunca se saluda a un desconocido, ¡pero cómo se me ocurre! , pero lo que es insultar y faltar el respeto al personal… aquí la gente es pura confianza oye, que si hijo p…(omito el improperio por si me leen menores, que ya bastante les pervierto cuando hablo de sexo), que si su padre es un borracho…(claro sin tener ni la mas remota idea de quién es su padre)…pues con un mínimo de lógica se diría que toda la gente tiene un carácter emocionalmente inestable, con un cariz agresivo y sobre todo, todos están muy faltos de cariño, de ahí que los insultos mas comunes sean, ¡que me la chupes hombre!¡que te follen!¡que te den por culo!, como veis todo muestras sobradas de cariño para con el prójimo.
La conversación, debía ser una de las piedras angulares de nuestro comportamiento social ¿no?, dado que nos movemos en grupo, salimos de fiesta en grupo, comemos en grupo y tenemos fantasías eróticas en grupo (no digo en común, sino con el común)…a la gente le encanta quedar en una cafetería y charlar y contarse sus cosas…,¿ pero como lo hacen?, pues el resumen elemental sería lo siguiente, si es que se llega a escuchar lo que dice el otro interlocutor, se está esperando la mas mínima oportunidad para interrumpir el curso de lo que el otro está exponiendo con los problemas que a esa persona le atañen, lo que demuestra que no se estaba escuchando, que no le interesaba lo mas mínimo lo que estaba contando y que para el es mucho mas importante que se le escuche lo que él tiene que decir. Vivimos en una sociedad en la que no se escucha, si, ya se que es la disculpa por excelencia que nos ponen las mujeres a los hombres, pero la verdad es que es mucho mas general, esto se puede extender a todo el mundo y claro, luego llegan malos entendidos, rupturas de relaciones amistosas o algo mas…un consejillo, aunque va a caer en un gran saco roto, escuchar a los demás, respetar sus opiniones y tratar de entenderos a través del diálogo, y os dejo para acabar un aforismo que creo que era de Séneca “ el que de verdad lleva razón, no encuentra motivos para alterarse”.
Un saludo a tod@s, como siempre podía haber tratado de muchos mas temas, pero no quiero anestesiar a la concurrencia, que ya bastante habéis hecho hoy con aguantar el sermón, lo siento, me asentaron mal las magdalenas del desayuno.
En la segunda situación, entrarían todas aquellas personas que se preocupan por su entorno, que se afligen ante males sociales, nacionales y universales, en resumen, buenas personas a las que no les es indiferente su entorno y se preocupan por su no corrupción, pero como digo, estos son los menos, y es mas común al resto de los mortales, la primera situación.
Con este pequeño proemio quería resaltar las tan altas cualidades que aprecio en la gente que observo cuando voy caminando por la vida, como Melendi. El saludo, digo yo que no será pedir mucho que la gente salude ¿no?, observo que es un hábito, que aunque básico en un mínimo de educación, se está perdiendo. Si, a la gente le cuesta cada vez mas saludar, y se lleva aquello de “hacerse el tonto, el loco, el despistado…”, si quieren o les interesa saludar que saluden ellos ¿no?, y esto ¿porqué?, ¿acaso tiene miedo la gente de salir al día siguiente en la página de sucesos del periódico local por semejante afrenta?, realmente no alcanzo a comprender porque la gente se comporta de esta manera, ¿porqué hay personas que cuando se las saluda y te devuelven el saludo, te miran como si te hubiesen hecho el favor de tu vida? ; no se, pero a mi me parece que no es mas que un primer paso en la perdida de la comunicación entre nosotros, si, porque saludarse no solo denota educación, también es una forma de comunicarse con el resto de personas de nuestro entorno y mostrar así cierta empatía con el resto de las personas que conocemos, y fijaros en el matiz, digo que conozcamos, vamos, que ni se le ocurra a alguien saludar a quien no conoce, que a pesar de ser un acto completamente inofensivo nos tildarían de locos, desalmados, sacrílegos, apóstatas…
Se observan también “buenas conductas” en la conducción, uno cuando saca el carné lo ha pasado tan mal ( o tan bien según los casos ) que para en todos los pasos de peatones, respeta las normas mas elementales de tráfico como dar el intermitente cuando se cambian de carril, no pitar a monumentos hechos mujeres ( u hombres según los casos también ), o no hurgarse en las narices cuando el semáforo se pone en rojo… pero cuando uno ya es veterano…no se, nuestro alter ego se transforma en algo irreconocible, hay estudios que demuestran la enorme relación entre la forma de conducir de una persona y su carácter,¿esto que quiere decir?, que dado que nadie para en los pasos de cebra a los peatones, no respetan la prioridad diestra en el paso en ciertas calles, se saltan semáforos, compiten unos con otros como si estuviesen participando en una carrera y se insultan mutuamente entre si, porque claro, saludar nunca se saluda a un desconocido, ¡pero cómo se me ocurre! , pero lo que es insultar y faltar el respeto al personal… aquí la gente es pura confianza oye, que si hijo p…(omito el improperio por si me leen menores, que ya bastante les pervierto cuando hablo de sexo), que si su padre es un borracho…(claro sin tener ni la mas remota idea de quién es su padre)…pues con un mínimo de lógica se diría que toda la gente tiene un carácter emocionalmente inestable, con un cariz agresivo y sobre todo, todos están muy faltos de cariño, de ahí que los insultos mas comunes sean, ¡que me la chupes hombre!¡que te follen!¡que te den por culo!, como veis todo muestras sobradas de cariño para con el prójimo.
La conversación, debía ser una de las piedras angulares de nuestro comportamiento social ¿no?, dado que nos movemos en grupo, salimos de fiesta en grupo, comemos en grupo y tenemos fantasías eróticas en grupo (no digo en común, sino con el común)…a la gente le encanta quedar en una cafetería y charlar y contarse sus cosas…,¿ pero como lo hacen?, pues el resumen elemental sería lo siguiente, si es que se llega a escuchar lo que dice el otro interlocutor, se está esperando la mas mínima oportunidad para interrumpir el curso de lo que el otro está exponiendo con los problemas que a esa persona le atañen, lo que demuestra que no se estaba escuchando, que no le interesaba lo mas mínimo lo que estaba contando y que para el es mucho mas importante que se le escuche lo que él tiene que decir. Vivimos en una sociedad en la que no se escucha, si, ya se que es la disculpa por excelencia que nos ponen las mujeres a los hombres, pero la verdad es que es mucho mas general, esto se puede extender a todo el mundo y claro, luego llegan malos entendidos, rupturas de relaciones amistosas o algo mas…un consejillo, aunque va a caer en un gran saco roto, escuchar a los demás, respetar sus opiniones y tratar de entenderos a través del diálogo, y os dejo para acabar un aforismo que creo que era de Séneca “ el que de verdad lleva razón, no encuentra motivos para alterarse”.
Un saludo a tod@s, como siempre podía haber tratado de muchos mas temas, pero no quiero anestesiar a la concurrencia, que ya bastante habéis hecho hoy con aguantar el sermón, lo siento, me asentaron mal las magdalenas del desayuno.
2 Comments:
Hoy te tocó emitir verdades como puños. Soy de los que todavía tengo la costumbre de saludar (siempre que no vaya absorto, que alguna vez me pasa), y saludo a quienes conozco, saludo cuando entro en un lugar público, saludo cuando me voy, etc., etc. Y manteniendo estas conductas es como uno se da cada vez más cuenta de que suben las estadísticas del grupo de los que no devuelven el saludo, frente a la reducción del número de miembros del grupo que todavía conserva algo de educación.
Si pasamos del saludo a cosas más "complejas", las sorpresas ya son patentes, y no sólo en el mundo de la circulación vial, sino en todos los ámbitos (en mi pueblo hay aceras pequeñas, y es fácilmente constatable quien tiene serias carencias de educación, y diría más, del más mínimo civismo, dado que cuando se aproxima una persona mayor impedida, en muletas y con bolsas de la compra y ves a un grupo de una decena de adolescentes que desplazan a la mujer a empellones al centro de la carretera... ¡en fin!). Y cosas peores he visto.
Este clima general de ausencia de respeto por los demás y de guardar las debidas formas, sirve sin embargo para una cosa positiva: distingue a las personas, y hace que podamos ver quién conserva un mínimo de civismo y quién de persona casi sólo conserva la fachada. Hace poco pudimos presenciar un ejemplo, y ya sabrás a quien me refiero.
No se si era de Séneca la frase que enuncias, yo siempre he oído que quien pierde las formas pierde también la razón, y creo que es una verdad como un templo. Tuve este verano el placer de presenciar en Santander una obra de teatro que representaba las conversaciones entre Galdós, hombre progresista, y Pereda, conservador allá donde los haya, y que conversaban a menudo como buenos amigos que eran y que, aunque pensaban diferente completamente, nunca perdían las formas al conversar. Por desgracia cada vez abundan menos las personas que son capaces de separar su cerebro de las vísceras al conversar, y así se dan los resultados a que cada vez más acostumbrados nos tienen.
Menos mal que se que con gente como tú nunca me faltarán interlocutores que piensen distinto, pero con los que poder debatir hasta la extenuación sin que ninguno de los dos pierda la compostura y mucho menos falte al otro.
Saludos, y ya me contarás qué tal te fue con los exámenes, espero que hayas empleado toda la suerte que te deseé y que eso unido a tus esfuerzos te haya dado buenos resultados.
Buenas Roberto, por supuesto que se a quien te refieres y ni que decir que mi post de hoy en parte, digo en parte porque este tema tiene influjos de muchos ambientes, se debe a lo que leí en tu blog. No se, supongo que cuando alguien se siente acorralado y no tiene otra escapatoria dialectica, razonable...le empiezan a asomar las verdaderas carencias de las que adolece, por que ya sabes que por mucho que alguien disimule o intente demostrar una personalidad que no es la suya, tarde o temprano como decía mi sabio abuelo, la cabra tira al monte, y ya ves tiro de lo lindo. Situaciones como la que se dio en tu blog, son las que hacen a uno reflexionar sobre el nivel personal de nuestra sociedad, e incluso plantearse la cuestion de si se nace con un minimo de educacion y civismo ( asi pensaba mi abuela, quien es bueno, es bueno, por lo que el que tenga que cambiar, si no estan bueno, cambiara por si solo y si es malo,no hay nada que hacer) o no.
Yo soy de la opinion de que todo el mundo puede cambiar y "hacerse", por que realmente creo que una de las cosas a las que estamos llamados todas las personas es a crecer y realizarnos como personas, pero claro, eso no es flor de un dia.
Un saludo Roberto.
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