Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

Correspondencia: fjsgad@gmail.com
Mi foto
Nombre:
Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

19 abril 2008

La izquierda, sus medios y sus acólitos tienen una extraordinaria forma de mostrar su antipatía, su orgullo y su envidia; esta última, definida por Napoleón Bonaparte siempre como una declaración de inferioridad. El problema, y principal escollo a salvar, radica en que la gente no lee, no lee lo suficiente o no lee lo que debe. Es decir, no contrastan, y, por tanto, ven una realidad sesgada, parcial e inexacta. Es necesario comparar publicaciones de las distintas ideologías para, entre todas las mentiras de una y otra acera, formarse una idea más o menos aproximada; pero al menos pura, limpia, sin envenenamientos. Y esto lo digo, sobre todo, para aquellos que se empapan exclusivamente de la prosa editorialista de El País creyendo ver en sus dictados una postura ecléctica, correctamente argumentada y sin visos de fisura que los hagan desplomarse por su propio y falaz peso. De lo contrario estaremos defendiendo posturas equivocadas. Y además, existirá el riesgo de tomar en cuenta las opiniones de personajillos con más de 30 años de carrera profesional a sus espaldas, como Daniel Anido (director se la cadena SER), y que aún no han aprendido a escribir correctamente, sentando doctrina y dogmas de fe irrefutables.

Hace unos días señalaba en un post la desvergüenza de muchos autoproclamados intelectuales paseando su ignorancia por las salas de conferencia de nuestras queridas y cultivadas ciudades. Pues bien, sólo para que mi distinguido público tome nota sobre el hecho de que no sólo vitupera Federico Jiménez Losantos, y por tanto, no sólo él es un gilipollas (y quiero dejar constancia de que Losantos, para mí, no lo es): aquí les cuelgo el texto de todo un hombre de izquierdas:

La baba en la pluma. Por Daniel Anido.

"Cuando fluye la baba y el periodismo se acojona la tiniebla va cubriendo el espacio vacío; un territorio abandonado que ocupan pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados, con nombres y apellidos. Son de ilustres burgos, ansones, losantos, pejotas, usias y alguna que otra schlichting, pero segregan ese líquido viscoso y corrompido por la comisura de sus parpados, acentuando el asco que desprende su mirada. Tenemos que mirar sus caras, seguir con atención el recorrido; ver como avanza ese residuo pútrido que desciende por los pliegues hasta la boca, como carcome gota a gota su lengua relamida; como la inunda y luego la desborda, para proseguir su camino hasta la mano pegajosa que sostiene la pluma y derramar allí toda su miseria. Cuando fluye toda esta baba compartida y el periodismo se acojona, estos mirones clandestinos, estos fetichistas de la mugre, se proclaman profetas con derecho de pernada, levantan púlpitos con barrocos tornavoces, apoyan sus falanges en el antepecho, despliegan su abyección más tenebrosa y corrompen el espacio compartido. Cuando el periodismo se acojona delante de estos usurpadores del oficio, la cloaca extiende su dominio, se adueña de la plaza pública y construye allí su pasatiempo favorito: el juego delictivo del insulto, donde prevalece y se premia la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como pueden ser la orientación sexual, la fe o falta de ella, la ideología, la gestación, la edad, el nombre o el apellido. Cuando el periodismo se acojona delante de estos mediocres, que confunden la baba con el intelecto, nuestra profesión pierde el futuro; los ciudadanos, su libertad, y la democracia, el sentido. El periodismo tiene que hacer frente a la contaminación que desprenden estos exhibicionistas de la baba en la pluma, a la perversión que esconden bajo el necesario paraguas de la libertad de expresión. Son previsibles. Se plantan delante de sus víctimas y abren con rapidez sus gabardinas, dejando ver su desnudez intelectual. Pero, son cobardes. Si les plantamos cara, mirando fijamente sus despojos orgánicos, señalando con el dedo su minusvalía y mostrando nuestro desprecio con una sonora carcajada, que al tiempo alerte al resto de la ciudadanía, salen corriendo a esconder sus complejos y sus colgajos... en el fango. (A ellas, que sufren estos días el maltrato de quienes quieren robarnos el oficio: disculpas.)"

Más opiniones al respecto aquí, aquí o aquí. Gracias por leerme. Buen, y seguro que merecido, fin de semana.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the Impressora e Multifuncional, I hope you enjoy. The address is http://impressora-multifuncional.blogspot.com. A hug.

sábado, 19 abril, 2008  

Publicar un comentario

<< Home