Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

Correspondencia: fjsgad@gmail.com
Mi foto
Nombre:
Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

27 noviembre 2012

Impresionante asunto




Últimamente leo en muchas columnas el nombre de Moisés asimilándolo nada menos que a Artur Mas. No me parece una comparación feliz. Cataluña ya está en la tierra prometida. El pueblo catalán no ha sido sometido a ninguna clase de sevicia o esclavitud encubierta por ningún tipo de ente. Aunque, eso sí, aguante estoicamente la abultada ineptitud de sus dirigentes. La figura de un patriarca que vela por el bienestar y seguridad de su pueblo no es precisamente análoga a la de ningún político actual (ni dentro, ni fuera de Cataluña). Y, pese a quien pese, nuestros dirigentes no son otra cosa que una casta privilegiada, inmune a las estrecheces de la ciudadanía, que no desempeña ejemplarmente el oficio por el que son remunerados.


Dicho lo anterior, se propone:

  1. Supresión del aforamiento especial. Nada de ser juzgados por un TSJ, o por el TS. Que sean juzgados donde todos y como todos. O sea, que para evitar el colapso de las Altas Instancias nuestra justicia, con su inefable ministro al frente, se ha vuelto a efectos prácticos irrecurrible. Y estos señores encorbatados que, en muchos casos, se expresan como un pobre hombre sin estudios ni cultura, son juzgados ante encopetados Magistrados que, sin llegar a ser algo excepcional, para más INRI, les bailan el agua. Qué poca vergüenza. Todo ello, se supone, para fortalecer las instituciones democráticas: ¿de veras? ¿No serán ellos los únicos beneficiados de tan cuestionada prerrogativa? Qué saca la ciudadanía otorgándoles ese desmesurado trato de favor, ¿hacer más patentes las diferencias?
  2. Presunción de culpabilidad. En derecho penal no existen las presunciones. ¿Y la famosa presunción de inocencia? Pues la famosa presunción de inocencia no es presunción en sentido estricto. Se trata de un principio constitucional. En virtud del mismo, todas las personas somos inocentes hasta que queda demostrada nuestra culpabilidad en un juicio con todas las garantías. ¿Todas las personas? Unas más que otras. Voy a cargarme nuestro inmaculado Estado de Derecho con una propuesta novedosa. Dado que el art.14 de nuestra Carta Magna establece la igualdad y no discriminación de las personas. Y que ello supone que todos debemos recibir el mismo trato ante la ley cuando nos encontramos en la misma situación. Como nuestra clase política no está en igualdad de condiciones respecto a nosotros, y tienen gracias, concesiones y potestades a tutiplén, propongo que para ellos no haya presunción de inocencia. ¿Entonces? Bueno, vale, que la tengan; pero que sea con matices. Procesalmente, quien alega prueba. Este principio se altera en ciertos casos: cuando para una parte es más dificultoso probar su alegato, cuando una parte es más débil que la otra, cuando estamos ante un colectivo especialmente frágil y vulnerable que la justicia quiere particularmente amparar, guardar, cuidar y proteger en sus loables funciones tuitivas... Pero, ¿es precisamente la clase política un colectivo indefenso? Pido, pues, humildemente, un desplazamiento de la carga de la prueba para ellos.

Bien, lo anterior parece un brindis al sol; y sin embargo, ¿hay algo imposible?


Éxodo 14:21: “Moisés extendió su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirara por medio de un recio viento oriental que sopló toda aquella noche. Así se secó el mar y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron en medio del mar, en seco, y las aguas eran como un muro a su derecha y a su izquierda”


Este pasaje, hasta la fecha susceptible de entender en clave de metáfora, parece que tiene su base real. Un científico, llamado Carl Drews, realizó un estudio en el que revela que la fuerza del viento, y no tanto la vara de Moisés, sí pudo producir verdaderamente el fenómeno descrito en la Biblia. (Revista Muy Historia, número 44, página 13). ¿No es más increíble la versión científica que la milagrosa? ¿No supera, acaso una vez más, la realidad a la ficción? Tengamos fe, entonces: puede que todo aquello por lo que estamos pasando sirva para situar a muchos en el lugar que verdaderamente les corresponde.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Querido bloggero:
El nuevo Moisés es el simpático Mariano,que levantó el brazo sobre las sentencias de los jueces y concedió casi quinientos indultos en once meses.¡Olé mi Mariano! Paz y bien amigo

lunes, 03 diciembre, 2012  
Blogger Javi said...

De Mariano y compañía no tengo palabras. Venga o no cuento, como están haciendo absolutamente con todas sus medidas, supongo que buscarán cierto amparo justificativo en el manido déficit.

Salud y suerte (y por ese orden).

lunes, 03 diciembre, 2012  

Publicar un comentario

<< Home