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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

09 agosto 2006

El vuelo de la mente

Hoy vamos con un poco de literatura, después del "fructífero" post de ayer, el título de la entrada de hoy, hace referencia a uno de los últimos libros que he leido. Su autor es Charles Nicholl, y nos da una visión muy humana del maestro del renacimiento, Leonardo di Ser Piero da Vinci, desglosando su nombre tenemos, su nombre de pila, Leonardo; su primer apellido , di Ser Piero, que nos indica que su padre se llamaba Pedro, por cierto, a pesar de que Leonardo llevó casi siempre una vida bohemia y precaria, su padre era, nada mas y nada menos que notario, si bien, no estaban tan bien considerados como en la actualidad, e incluso se relacionaban con ciertas conductas latrocínicas; su segundo apellido, da Vinci, probablemente, uno de los apellidos mas acharolados de la historia, que nos indica que nació en Vinci, un pueblecito de Florencia, y no en la propia Florencia como asi se creía que fué.

En relación con los apellidos, me gustaría hacer una pequeña reseña, aunque no esté relacionado directamente con el post, y quizás ya sabíais lo que os voy a comentar. Primero, los apellidos de oficios ( como el de nuestro actual presidente del gobierno, Zapatero), son de origen judío, estudios recientes consideran que son de ascendencia judía (como regla general). Segundo, los apellidos que derivan de un nombre propio, se llaman patronímicos, y también tienen una connotación de ascendencia, verbigracia, Rodriguez-Rodrigo; Suárez-Suero...

Volvamos a Leonardo, se crió como dije en Vinci, en la casa de su tio, Leonardo era bastardo y por lo tanto, como que daba mala imagen para su padre el tenerlo en casa. Esta circunstancia, llevaría a que Leonardo, a pesar de ser reconocido, nunca tendría buenas relaciones con su padre. Comenzó su carrera artística en el taller de Verrocchio, otro ilustre pintor de la época (como ya sabréis, antiguamente los oficios se aprendían de este modo, nada de estudios en escuelas y un sinfín de años, que en el ámbito práctico de poco sirven, si se tenían medios, lo normal era aprender un oficio de artesanía, con lo que el padre, ya a edad temprana, ponía a su vástago a las ordenes del maese (maestro), hasta que podía valerse por si mismo, para ganarse la vida, los mas avezados, conseguían mantenerse en el taller de su maestro), y ya desde muy joven demostro unos dotes para la pintura sobre todo, impresionantes. Dotaba a sus cuadros de una sensibilidad pasmosa, su tremendo perfeccionismo, desembocaba en un realismo cuasitaumatúrgico.

Ya cuando era considerado maestro, abrió su propio taller. La verdad, es que haciendo honor al dicho de que nadie es profeta en su tierra, Leonardo no estuvo nada afortunado en Florencia, su taller prácticamente estaba en quiebra, a pesar de que era reconocido como un gran artista y tenía encargos de cierta relevancia. Es probable, que se debiera a su parsimonia, que muchas veces desembocaba en trabajos inacabados, de seguro, el artista se tomaba su tiempo por su perfeccionismo, pero esto, la gente coetánea a Leonardo no lo comprendía. Tengo que decir, que a pesar de haberlo estudiado en Historia del Arte en el Bachillerato, y ver muchos documentales y tal, fué en este libro donde me enteré, de que el artista acabó poquísimos cuadros. Si ha pasado a la historia como uno de los mejores pintores de todas las épocas de este modo, ¿qué hubiese ocurrido si hubiera acabado sus obras?. Otra posible causa de su paupérrima clientela, podía ser, que corrían rumores sobre su posible homosexualidad, lo cual en la florancia de la época, no estaba muy bien visto, dado que los homosexuales eran sodomizados y vejados en público, incluso se cree que tuvo relaciones homosexuales con alguno de sus discípulos, pero esto, son tan solo conjeturas.

Mucho mejor le fué en Milán, recomendado por los Medicci a Ludovico Esforza, el moro, llegó a Milán como pintor, ingeniero, inventor de artilugios militares y de otra índole, y como artísta; y fué por esta última faceta, por la que pronto se ganó el apoyo del moro, para el que componía el decorado de sus grandes fiestas de palacio, con efectos especiales incluidos (con fuegos artificiales nada menos). Su época en Milán, fué la que le reportó fama y dinero, y por la que volvió a Florencia, digamos, por la puerta grande.

Esto es todo por hoy, me hubiese gustado un poco mas, profundizar en alguna de sus obras, y hablar de la relación que tuvo con otros grandes personajes de la época, como Miguel Angel y Maquiavelo, además del estudio de alguna de sus obras por el padre del psicoanálsis Sigmund Freud, pero ya hablare de ello en otro post, para no hacerlo demasiado condensado y pesado. Un saludo a tod@s .

2 Comments:

Blogger Erayo Peroyano said...

No hace mucho leí una biografía de Leonardo da Vinci, cuyo autor era Richard Friedenthal. Creo que no es tan novelesca (en el buen sentido) como la que tú has tenido el placer de leer, pero lo que sí es cierto es que me la leí de un tirón y me resultó muy entretenida. Son admirables tanto la vida como los milagros de este polifacético y pluriempleado personaje renacentista. Lo triste es que en la actualidad se le conozca más a través de Dan Brown y de las deformaciones de la realidad que suele practicar en sus novelas, que por un estudio directo de su vida y obras a través de biografías suyas o de obras menos concretas como tratados de arte o de historia. Esto sí que es desmemoria histórica...

Un saludo.

jueves, 10 agosto, 2006  
Blogger Javi said...

Tienes razón Roberto, Dan Browm nos está desmemorizando la memoria, se merece que le dedique un post, y lo haré no tardando, él es una de las razones por las que me quede corto en el post de hoy, porque para hablar de su mona lisa y de la última cena, tengo que hacer referencia a unas cuantas obras mas que he leido, y se me iba a hacer muy extenso para un solo post.
La verdad es que este libro se lee tan bien como una novela, pero era un ensayo gordito, con ilustraciones de sus magnas obras, y bocetos de la cantidad de inventos que se le pasaron por la cabeza, algunos llevados a la práctica, y otros que quedaron en el orto de su concienca.
Un saludo.

jueves, 10 agosto, 2006  

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