Mora de Luna

¡¡Buenas a todos!! os escribo estas líneas en pleno proceso de recuperación de un largo y duro fin de semana. Este era el fin de semana del descenso del Sella, en Ribadesella, un evento que mueve masas y hace que el precioso pueblo asturiano se quede pequeño, aunque solo sea durante ese fin de semana. Llama la atención, la cantidad de tiendas de piragüas que hay en un sitio tan pequeño, yo por desgracia, solo lo conocí de pasada y no coincidió con el descenso, pero me dió tiempo a observar el eurítmico paisaje, lo sufiente como para guardar un grato recuerdo del paraje.

Para los que no fueron a Asturias, también era el fin de semana de Marne, como ya sabréis los residentes de una ciudad como León, que no tenéis la oportunidad como el menda de tomaros unas merecidas vacaciones, las fiestas del Condado mueven a mucha gente, desde luego no es cotejable con lo suscrito en el párrafo anterior, pero no es grano de anis (como diría un profesor de derecho administrativo que tuve, que era un poco extravagante) . La fiesta aquí consiste básicamente, en una discoteca móvil, que se pasa zumbando toda la noche, y la gente se aprovisa de un buen botellón; luego el resto de la fiesta viene solo, ya sabéis, desde la perspectiva de los tios, se otea como está el panorama, se comenta entre los amigos las buenas mozas de las que goza el lugar, y unas copas mas adelante, se realizan incursiones, con el fin de desgastar al enemigo (vamos, que se lie contigo la tia por aburrimiento) ; desde la perspectiva de las mujeres, supongo o me imagino que la conversación discurrirá por otros cauces, como que pesao el tio este que se me ha acercado, o siempre me toca el mas feo, o ¡ cómo se atreve al bellaco ! , el caso es que uno, desde su perspectiva masculina se lo pasa bastante bien con la ronda de noes, porque son de lo mas variado, ¿seré masoca? , a lo mejor tengo que cambiar de método, y poner el culo en pompa, como insinuando al personal femenino la belleza interior de mis posaderas, no se, todo se andará y ya os comentaré el resultado.

Para los que no fueron a Asturias , ni a Marne, solo os quedaba una opción, si, ir a Mora de Luna. Un pueblín de montaña, con gente muy maja, en el que tocaba el menda que os escribe. Aunque estuvo bastante fresquillo, se hizo una buena fiesta, desde aquí tengo que dar las gracias a unas 30 personas que estaban de despedida de soltero, que ellas solas , contagiaron su alegría al resto de los concurrentes, lo que hizo que la fiesta se alargase hasta horas intempestivas, en las que las persona de bien, ya hace rato que se deberían de haber retirado con los lunis a la cama. Los despedidores y el despedido iban vestidos como de Celtas, si habéis sido lectores de Asterix y Obelix os podéis hacer una idea, y el novio, una vez subido a nuestro escenario e impulsado por un frenesí exógeno, o porque sería la última vez que podría hacer eso, se bajo los pantalones, no, no se me encalabrine el personal, lo que es el miembro propiamente dicho no lo enseñó, solo los calzones ¿ok? , pero el entusiasmo del público fué en aumento, y a coro toda la plaza pidieron que se bajasen los pantalones los músicos, a lo cual yo me negue efusivamente, dado que tenía al soldadito relajado y no fuesen a pensar las mozas del lugar que uno no daba la talla, ejem.

Como iniciativa, este año, que eramos miembros del jurado del concurso de pasodobles y rumbas que hubo, le dimos el premio a los que peor bailaban, para el goce de la juventud y enojo de los veteranos, con lo que nos ganamos un ronda de caimada que nos alegró a nosotros también un poquito.

Un saludo a tod@s , como siempre espero no haber resultado tedioso, y os animo a que os deis un garbeo por las fiestas de los pueblines de la provincia de León, en las que además de pasaroslo genial vais a ver un paisaje maravilloso.