¿Os acordáis de...
El post de hoy va dedicado a aquellas series de TV con las que nos criamos los de nuestra generación (20-30 años) y que tanta mella han hecho en nuestra excelsa educación, dando lugar a tan egregias personas. Antes de nada, decir que ya he terminado temporalmente los exámenes con lo que durante una buena temporada trataré de incordiaros lo mejor que pueda.
La primera serie que quería recordar es V, si, la de los lagartos, vosotros diréis lo que queráis pero era una buena serie. A mi me daba su morbillo, ver como degustaban su plato preferido, las ratitas. Daba igual la fachada facial que le pusiesen al alienígena, en cuanto veían a un pequeño roedor se les hacía la boca agua, lo agarraban de la colita y lo introducían lentamente (como en un eventual apareamiento entre King kon y King Kona, os imagináis a dos gorilas gigantes montándoselo ahí en medio de la ciudad, que si un griego, que si un beso negro (en el caso de los gorilas mas negro todavía), que si un “ponme a cuatro y galópame hasta el fondo”…perdón por el receso, Sigmund Freud diría que tengo un problema, y alguna amiga mía también, pero que queréis, llevo una temporada sin ver nada mas que libros y ya me imagino en tanga hasta a Pocholo, esto último que quede entre nosotros) en la boca…y luego estaban esos trajes de motorista-travestido, porque ya me contaréis, un traje de cuero rojo y negro ajustado, con unas botas negras, a la lagarta de la Diana la ponían un escote, que por instantes hacía olvidar al resto de los lagartos su querido manjar…
El Halcón callejero, de esta serie tengo vagas reminiscencias, recuerdo que se trataba de una moto que saltaba, corría a gran velocidad, era negra y el traje del protagonista también era negro, y el protagonista en palabras de mis queridas hermanas, debía estar “como un tren” por que ya en edad madurita todavía seguían teniendo fotos en las carpetas de dicho sujeto (digo edad madurita de mis hermanas, no os creáis que tenían a un personaje ciático con tanga de leopardo, marcando pito, pegado en la carpeta).
El coche fantástico, ¡ah, amigos!, esto son palabras mayores, sin duda una de las mejores series que ha dado la pequeña pantalla, aún hoy, a pesar de que el coche y el protagonista se han quedado desfasados, siguen trayéndome, muy buenos recuerdos. Porque no me negaréis que el protagonista de aquella, como que era chulete y de buen ver, pero hoy da la impresión de tener un implante de bello púbico en la cabeza. En cuanto al coche, hoy visto de lejos, se asemeja mas a un mejillón, antes de que lo metas en la cazuela, que a un prototipo futurista de supervehículo.
El equipo A, buena serie, pero es que nadie se ha preguntado porque siempre les encerraban en lugares previstos de soldador, chapas blindadas de acero, armas de fuego con munición… porque una vez vale, puede ser casualidad, mucha casualidad ¿no?, ¡pero todos los días!, una de dos, o los malos eran tontos, o el verdadero jefe del equipo A era el director de bricomanía ( lo digo por lo mañoso de los chicos, no por la casualidad, ejem).
Y como no quiero aburrir al personal, me voy a ir despidiendo, os he hablado un poco de mis preferidas o de las que marcaron una época. Si, ya se que me dejo en el tintero series inolvidables como Webster (de ésta no os he hablado por no hacer alusión a las orejas del protagonista), como Pumuki, series entrañables como Verano Azul, pues quién levante la mano el que no lloró cuando se murió Chanquete, o el que no babeo cuando el piraña se zampaba esos bocatas de chorizo, o el que no se haya puesto un polo a rayas horizontales…y ahora que me acuerdo, tampoco os he hablado de las series esotéricas de la época, sí, porque también las había, Espinete (según RTVE era un erizo crecidito, pero según informes confidenciales de la CIA que me han llegado, se podría tratar de una especie vegetal metadesarrolada, algo así como una lechuga mutante, vamos), los mundos de Yupi, que en realidad nunca nos enseñaron sus mundos, solo su nave… Epi y Blas, ¿alguien sabe que eran estos dos?, porque está claro que Coco era como las alfombrillas que se ponen encima de nuestros retretes y que nos alegran la cara cuando vamos al excusado, que fino estoy hoy, ya sabéis a que me refiero ¿no?, solo que hablaba y comía galletas, pero Epi y Blas, la verdad es que podrían ser cualquier cosa. Claro hoy de estas cosas se encarga un profesional, que alivio tendrán Alf y ETE, de haber llegado en una época en la que el guante de Iker Jiménez no les pillara…
Un saludo a tod@s, ¡ah!, también me olvidaba de los Power Rangers, pero a estas alturas supongo que ya todos os habréis dado cuenta de que tan solo se trataba de los Upa Dance con el traje de los domingos. Auf widersehen!
La primera serie que quería recordar es V, si, la de los lagartos, vosotros diréis lo que queráis pero era una buena serie. A mi me daba su morbillo, ver como degustaban su plato preferido, las ratitas. Daba igual la fachada facial que le pusiesen al alienígena, en cuanto veían a un pequeño roedor se les hacía la boca agua, lo agarraban de la colita y lo introducían lentamente (como en un eventual apareamiento entre King kon y King Kona, os imagináis a dos gorilas gigantes montándoselo ahí en medio de la ciudad, que si un griego, que si un beso negro (en el caso de los gorilas mas negro todavía), que si un “ponme a cuatro y galópame hasta el fondo”…perdón por el receso, Sigmund Freud diría que tengo un problema, y alguna amiga mía también, pero que queréis, llevo una temporada sin ver nada mas que libros y ya me imagino en tanga hasta a Pocholo, esto último que quede entre nosotros) en la boca…y luego estaban esos trajes de motorista-travestido, porque ya me contaréis, un traje de cuero rojo y negro ajustado, con unas botas negras, a la lagarta de la Diana la ponían un escote, que por instantes hacía olvidar al resto de los lagartos su querido manjar…
El Halcón callejero, de esta serie tengo vagas reminiscencias, recuerdo que se trataba de una moto que saltaba, corría a gran velocidad, era negra y el traje del protagonista también era negro, y el protagonista en palabras de mis queridas hermanas, debía estar “como un tren” por que ya en edad madurita todavía seguían teniendo fotos en las carpetas de dicho sujeto (digo edad madurita de mis hermanas, no os creáis que tenían a un personaje ciático con tanga de leopardo, marcando pito, pegado en la carpeta).
El coche fantástico, ¡ah, amigos!, esto son palabras mayores, sin duda una de las mejores series que ha dado la pequeña pantalla, aún hoy, a pesar de que el coche y el protagonista se han quedado desfasados, siguen trayéndome, muy buenos recuerdos. Porque no me negaréis que el protagonista de aquella, como que era chulete y de buen ver, pero hoy da la impresión de tener un implante de bello púbico en la cabeza. En cuanto al coche, hoy visto de lejos, se asemeja mas a un mejillón, antes de que lo metas en la cazuela, que a un prototipo futurista de supervehículo.
El equipo A, buena serie, pero es que nadie se ha preguntado porque siempre les encerraban en lugares previstos de soldador, chapas blindadas de acero, armas de fuego con munición… porque una vez vale, puede ser casualidad, mucha casualidad ¿no?, ¡pero todos los días!, una de dos, o los malos eran tontos, o el verdadero jefe del equipo A era el director de bricomanía ( lo digo por lo mañoso de los chicos, no por la casualidad, ejem).
Y como no quiero aburrir al personal, me voy a ir despidiendo, os he hablado un poco de mis preferidas o de las que marcaron una época. Si, ya se que me dejo en el tintero series inolvidables como Webster (de ésta no os he hablado por no hacer alusión a las orejas del protagonista), como Pumuki, series entrañables como Verano Azul, pues quién levante la mano el que no lloró cuando se murió Chanquete, o el que no babeo cuando el piraña se zampaba esos bocatas de chorizo, o el que no se haya puesto un polo a rayas horizontales…y ahora que me acuerdo, tampoco os he hablado de las series esotéricas de la época, sí, porque también las había, Espinete (según RTVE era un erizo crecidito, pero según informes confidenciales de la CIA que me han llegado, se podría tratar de una especie vegetal metadesarrolada, algo así como una lechuga mutante, vamos), los mundos de Yupi, que en realidad nunca nos enseñaron sus mundos, solo su nave… Epi y Blas, ¿alguien sabe que eran estos dos?, porque está claro que Coco era como las alfombrillas que se ponen encima de nuestros retretes y que nos alegran la cara cuando vamos al excusado, que fino estoy hoy, ya sabéis a que me refiero ¿no?, solo que hablaba y comía galletas, pero Epi y Blas, la verdad es que podrían ser cualquier cosa. Claro hoy de estas cosas se encarga un profesional, que alivio tendrán Alf y ETE, de haber llegado en una época en la que el guante de Iker Jiménez no les pillara…
Un saludo a tod@s, ¡ah!, también me olvidaba de los Power Rangers, pero a estas alturas supongo que ya todos os habréis dado cuenta de que tan solo se trataba de los Upa Dance con el traje de los domingos. Auf widersehen!
4 Comments:
Jejeje, sí, cuando éramos pequeños cómo molaban esas series. La verdad que las vivíamos, ahora he intentado ver alguna otra vez, y me parecen traperas, jejeje.
Bien, has hecho un recorrido breve de esas series míticas de aquella, nuestra infancia. Pero... sí que te has dejado en el tintero una muy importante para completar la Santísima Trinidad; El Equipo A, El Coche Fantástico y... Mc Gyber. No te olvides lo que puede hacer el hombre con un chicle, que seguro que podía crear una bomba atómica. Jejeje.
En cuanto a dibujos, Los Caballeros del Zodiaco y los consiguientes bocatas de nocilla, Heidi y Marco, series un poco memas, pero ahí nos bombardeaban con ellas, y muchos más.
Bueno, creo que a mi me gustaban más las series de Disney, sobre todo las del pato Donald, jiji.
Bueno, ya no digo más, que siga la gente comentando sus vivencias con las series míticas de 'Aquellos Maravillosos Años'.
Saludos.
Buenas Santi, te agradezco tu comentario, si me acordé de Mc Gyber, lo que pasa es que como tu muy bien dices, lo volví a ver recientemente en estos tiempos,y me pareció muy trapero,jejeje.
En cuanto a los dibujos, no comenté ninguno porque les dedicaré un post especial, y que espero tu participacion como en este, jejejeje, estoy ansioso por meter mano a la saga de Chico terremoto y las bragitas de Rosita.
Nos vemos en la partida.
O tempora!, O mores!. Estas retrospectivas le hacen a uno sentirse viejo con 23 años... ¡Quién pudiera volver a aquellos años!
Pero más que las series yo creo que nos marcaron los dibujos, y eso sí, series ahora las hay que merecen la pena, pero dibujos como los de entonces... Una de dos, o es que hemos madurado tanto que ya no sabemos apreciar unos buenos dibujos -opción descartada, seamos realistas-, o es que de verdad tuvimos la suerte de crecer entre las mejores series de dibujos que se han hecho... y viendo la actualidad anclada en los Pokemon, Digimons, y demás familia... que se harán nunca.
Un saludo.
Buenas Roberto, pues tienes razón no creo que hayamos madurado tanto como para despreciar unos buenos dibujos, por lo que creo que las series con las que nos criamos eran las mejores, aunque no tenian un monton de efectos digitales e informáticos actuales, lo subsanaban dotando a las series de unos valores que indirectamente influian en nuestra educación, como el compañerismo, la amistad, el afan de superacion...hoy dia entre efectos, violencia y cosas tan extravagantes como esos bichos llamados pokemon, que tienen un entrenador y todo nos va a salir una generacion cebolleta perdida, y si no al tiempo, un saludo.
Publicar un comentario
<< Home