San Froilán.

Buenos días a todos, con tantos días de guardar, uno ya no sabe ni en que día vive, pero se intentará ser lo mas congruente posible con el objeto que ocupa el post, antes como no, un pequeño exordio histórico.

Hoy hace 1101 años murió San Froilán, nació en Lugo, a los 18 años abandonó el hogar paterno para dedicarse a la vida de ermitaño, en las montañas leonesas del Bierzo y del Curueño. Su lugar de instancia fue la cueva de Valdorria, donde se le construyó una capilla, para llegar a ésta, hay que subir una escalinata con tantos escalones como días tiene el año, como no, también pasó por la Virgen del Camino. El rey Ordoño II y su esposa Elvira, donaron el valle del Cesar, para que se construyese allí un monasterio en honor a éste santo. San Froilán colaboró en labores de repoblación tras la reconquista de los primeros territorios ocupados por los árabes en la península ibérica. En el año 900 fue nombrado obispo de León, escena que consta en el retablo mayor de la Catedral de León. Llegó a predecir el día y hora de su muerte. Hoy, sus restos descansan por mitad en nuestra catedral (León) y en el monasterio de Moreruela, y se celebran romerías en distintos sitios, vinculados directa o indirectamente con el santo, en el día de su muerte, hoy 5 de Octubre.

La verdad es que yo personalmente esta festividad la conozco como la fiesta de las avellanas, claro, no era muy sonoro llamar en el calendario a este día Santa avellana, y se ha quedado con el nombre que ya sabéis. Aquí en León tenemos la tradicional romería de la Virgen del Camino, a la que acudimos casi todos los leoneses, cuan ovejillas siguiendo a un pastor o a un ovejo hermoso, en busca de nuestro kilo de avellanas, digo yo que esto en los tiempos que corren es tan solo un decir, el kilo de avellanas en esta romería ha alcanzado un precio desorbitado, entre 8 y 10 euros aproximadamente, con lo que la gente ha optado por comprarlas en Carrefour los días anteriores, guardarlas debajo de la cama, y enseñárselas radiantemente a la vecina este día, presumiendo de que son avellanas de la Virgen del Camino, y que se ha pagado por ellas dicha cantidad.

Mis queridas hermanas además, le han sacado otra utilidad a ésta festividad. Todos los años voy con ellas a la Virgen del Camino andando, que oye, desde León hay un buen cacho, a pesar de que uno no lleva un podómetro, que no pedómetro, incorporado. ¿A comprar avellanas?, no, no, que mas quisieran mis espaldas, a comprar mantas de Padua, ahí es nada. Yo la verdad es que no se si serán de Padua, pero pesan la hostia las condenadas, y claro, uno que es tan buen hermano y ve sufriendo a sus hermanitas empujando por las mantitas, pues para aliviar su peso, moral, claro, les da ánimos, eso si, sin sacar las manos del bolso que ya empieza a estar fresquillo en ésta época, con lo que me gano las cariñosas imprecaciones de mis hermanas.

Aunque tengo que decir que es mucha la gente que va andando, mi padre es el primero que dada la saturación de coches y la escasez de aparcamientos, opta por coger el transporte público, pero es que no os imagináis cómo está éste, si las sardinas hablaran en las latas de conservas…os haríais una idea de lo que os digo. Yo nunca he ido en bus a la romería, pero tiene que ser inaguantable, el compartir espacio vital con 50-60 personas, ávidos de avellanas y tocamientos inconsentidos con traseros ajenos a sus propias pasaderas, además ya os comenté lo de las mantas, ni que decir que son tan grandes, que el autobusero nos cobraría billete a parte por las mismas.

Con esto y un bizcocho…nada que me acabó de levantar, ayer no ligué, como todos los días anteriores que he salido, no bebí, bueno un poquito si, y estoy cansado igualmente porque se ha salido de fiesta durante la semana y ya está aquí otra vez el fin de semana, si es que así no se puede, necesito un tiempo de recuperación, a este ritmo no llegamos a viejos…pero que nos quiten lo bailado ¿no?, un saludo a tod@s .