Suavidad inusitada.
Hoy si que no os pensaba escribir nada, así que tan solo os van unas líneas, y es que uno no gana para sorpresas, tenía un ligero picorcillo de narices y me levante a por un pañuelo de papel, y ¡¡surprise,surprise!!, son pañuelos con crema hidratante, el no va mas en mi casa.
Todavía me estoy regocijando y poniendo cara de cachondo, mientras me estoy tocando las napias, que suavidad, que maravilla, se acabó ir con las narices encetadas, como dicen en mi casa, cuando se coge una congestión de caballo, ahora mismo tengo las narices como el culito de un bebe.
Claro, diréis que a éste tío se le va, pues si, se me va bastante, pero es que para mi estos pañuelos con crema hidratante son la caña. Hace tan solo algunos años que deje los ortodoxos pañuelos de toda la vida, si los de tela, y diréis lo que queráis, que si eran poco higiénicos, que si ni siquiera eran bonitos, que están completamente en desuso…pero eran mucho mas suaves que estos de papel.
La única pega que les veía a los pañuelos de tela, a parte de que ibas con los mocos ahí consolidándose y fosilizándose en tu bolsillo durante un mes y encima seguías aprovechando el pañuelo, era su diseño. Si, su diseño, diréis que qué chic ¿no?, pues nada de eso, por culpa del diseño, en mi caso por lo menos, ya no se utilizan éstos pañuelos, porque claro a mi me daba igual que estuviesen desfasados, eran mas suaves para mi delicada nariz y me la traía al pairo que no estuviesen de moda, pero esos dibujos a rayas azules, o con cuadrados marrones…¡que no!, que no se podían sacar delante de señoritas, que se reían de uno. Así cuando llegaba a un semáforo y me caía el moquillo, yo no tenía mas remedio que aguantarme y tratar de disimular, hasta que se volvía a poner en verde (me estoy refiriendo a uno de peatones ¡eh!) y entonces ya si, sacaba el pañuelo legado de mis abuelos y con todo gusto metía allí las narices, tan confortable, como el soldado curtido que se metía en el lecho de su amada después de meses en campaña sin gozar del calor de su mujer. También contribuyó el que mis queridas compañeras de clase me miraron como un bicho el primer día que saque esta clase de pañuelos, con lo que éste cúmulo de circunstancias me compelieron ineluctablemente a cambiar de moqueros.
Un saludo a tod@s, hoy toco en el barrio San Pedro detrás de la catedral, voy a pasar mas frío que un mono depilao, la verdad es que ya debía haber tocado hace una buena temporada allí, pero se suspendió por motivos de lluvia, curiosidades del destino, hoy está lloviendo de lo lindo ¿tocaré?, solo el tiempo, a sensu lato, lo dirá.
Todavía me estoy regocijando y poniendo cara de cachondo, mientras me estoy tocando las napias, que suavidad, que maravilla, se acabó ir con las narices encetadas, como dicen en mi casa, cuando se coge una congestión de caballo, ahora mismo tengo las narices como el culito de un bebe.
Claro, diréis que a éste tío se le va, pues si, se me va bastante, pero es que para mi estos pañuelos con crema hidratante son la caña. Hace tan solo algunos años que deje los ortodoxos pañuelos de toda la vida, si los de tela, y diréis lo que queráis, que si eran poco higiénicos, que si ni siquiera eran bonitos, que están completamente en desuso…pero eran mucho mas suaves que estos de papel.
La única pega que les veía a los pañuelos de tela, a parte de que ibas con los mocos ahí consolidándose y fosilizándose en tu bolsillo durante un mes y encima seguías aprovechando el pañuelo, era su diseño. Si, su diseño, diréis que qué chic ¿no?, pues nada de eso, por culpa del diseño, en mi caso por lo menos, ya no se utilizan éstos pañuelos, porque claro a mi me daba igual que estuviesen desfasados, eran mas suaves para mi delicada nariz y me la traía al pairo que no estuviesen de moda, pero esos dibujos a rayas azules, o con cuadrados marrones…¡que no!, que no se podían sacar delante de señoritas, que se reían de uno. Así cuando llegaba a un semáforo y me caía el moquillo, yo no tenía mas remedio que aguantarme y tratar de disimular, hasta que se volvía a poner en verde (me estoy refiriendo a uno de peatones ¡eh!) y entonces ya si, sacaba el pañuelo legado de mis abuelos y con todo gusto metía allí las narices, tan confortable, como el soldado curtido que se metía en el lecho de su amada después de meses en campaña sin gozar del calor de su mujer. También contribuyó el que mis queridas compañeras de clase me miraron como un bicho el primer día que saque esta clase de pañuelos, con lo que éste cúmulo de circunstancias me compelieron ineluctablemente a cambiar de moqueros.
Un saludo a tod@s, hoy toco en el barrio San Pedro detrás de la catedral, voy a pasar mas frío que un mono depilao, la verdad es que ya debía haber tocado hace una buena temporada allí, pero se suspendió por motivos de lluvia, curiosidades del destino, hoy está lloviendo de lo lindo ¿tocaré?, solo el tiempo, a sensu lato, lo dirá.
3 Comments:
Jajaja. Nunca dejarás de sorprenderme en los temas que por aquí tocas... y hoy tocó la industria de la celulosa orientada a usos de recogida de secreciones mucosas (esto queda más fino que decir que estamos hablando de moqueros, y ahora que me dan fundamentos de medicina... pues los aprovecho).
Comparto el alivio que supone que ya no se nos pele la nariz cada vez que pierde el grifo nasal, y también es un alivio el destierro al baúl de los recuerdos de los pañuelos del ramo textil, que como dices y recalca Juancho, eran una cerdada. Pero a mi, en lo que a la celiulosa destinada a usos en contacto con el cuerpo se refiere, lo que más preocupación me causa es lo relativo a la celulosa destinada a usos higiénicos -a limpiarse el orto del aparato digestivo, léase tercer ojo- porque , además de que cada vez la variedad también es mayor, en olores,texturas, diseños, grosor, etc., lo cual es muy postivo, la parte negativa y que me preocupa viene por el papel higiénico del que se suelen proveer en los edificios públicos en general... Está muy bien que sea reciclado, que así no se talan tantos árboles, pero lo que es inadmisible es que realmente la sensación que produce al contacto con la piel es la mismo que si te pasaras precisamente por ahí -por el Abismo de Hell-, un papel de lija. Espero que se evolucione en el sentido de hacer un papel barato y reciclado para los edificios públicos, pero que no sea un trillo de células epiteliales.
Quien no sepa de lo que hablo, le invito a que vaya a deponer en los servicios de la Facultad de Derecho de León.
Añado pues, esta preocupación a tu post dedicado a los nuevos usos del papel.
Un saludo.
Buenas Jose, ¡¡con colonia de nenuco y de diseño!! eso si que es acojonante, que barbaridad, ¿seguro que no eran de tela y venían en un envase de papel? es la leche, lo que iba a fardar yo en el barrio.
Tienes razón, son antihigiénicos los pañuelos de tela y ademas te irritan mucho las narices, pero tienes que reconocerme que cuando empezaron a venir los pañuelos de papel, la gente se mostraba bastante reticente a su uso, y costo mucho trabajo que las personas sustituyesen sus antiguos moqueros por estos, yo el primero, pero al final ha triunfado el sentido común y una menor irritacion de las napias de uno,jejeje, un saludo.
Buenas Roberto¡¡ pues pensaba dedicarle un post entero al papel higiénico,jajaja, pero ya que lo mencionas pues si, si los hiciesen de un material mas suave, nos lo iban a agradecer nuestras posaderas de lo lindo. No he tenido el placer de deyeccionar en los roca de la facultad, por que cuando no lo hago en mi casita, rodeado de toda la familiaridad y tranquilidad a la que mi recto se ha acostumbrado y se merece, no me...ya sabes, que supongo que con el tiempo tendré que acostumbrarlo, pero ahora mismo le permito el capricho,jejejeje, un saludo Roberto, espero que lo hayas pasado bien en este fin de semana que volvias a tu patria chica, espero que vuelvas este tambien y coincidamos por ahí.
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