Voy caminando por la vida.
Buenas a todos, la verdad es que ayer os pensaba escribir algo, pero ya cuando estaba a punto de finiquitarlo hubo un apagón de luz en mi casa, con lo que deje el escrito para mejor ocasión, nada, que el destino no quería que ayer os escribiese nada, y no me voy a oponer yo a los designios divinos. Ayer después de la partida me disponía a realizar uno de mis paseos, pero una gran cantidad de relámpagos me dijo que se aproximaba una tormenta (estudiar 5 años derecho para llegar a esa conclusión) con lo que también decidí posponer mi inocuo paseo, al final no hubo tormenta, con lo que ya habréis llegado a la conclusión, de que os escribo estas líneas acojonado por si pasa algo de aquí al final del texto.
Hoy por la mañana retomé mi inconcluso paseo de ayer, con lo que me di un homenaje de unos 9 Km a pié, al finalizar tenía los pies flacidillos, y otra cosa que no os digo, pero me sentí satisfecho, uno que quiere tonificar sus tapitas del bar y no hay nada mejor que pasear y ver paisaje de todo tipo. Una de las cosas que me llamó la atención, fue ver a una anciana de unos 78 años, colgada de un hierro, y elevando su propio peso con la fuerza de sus minúsculos brazos, una de sus amigas la miraba y daba ánimos desde abajo, yo no pude mas que sonreírme por el vigor y vitalidad de dicha anciana, si yo muchas veces hasta me trago documentales de grillos marsupios por no levantarme a por el mando que se me quedó en la otra esquina de la habitación.
Ya cuando estaba acabando el paseo, vi a una de mis profes del bachillerato, que tiempos aquellos, su nombre, Cañón, Maria Antonia Cañón, le he dado ésta connotación de agente 007, por que la profesora lo merece. Yo que llegaba de un colegio de monjas, de dármelas de listo en mi clase de provechosos estudiantes de ESO, me encontraba ahí, con tan solo un conocido, sin saber como eran los profesores, ni como me tenía que comportar en todo un instituto, vaya salto, del colegio al instituto…. el caso es que Toñi, como hipocorísticamente la llamábamos, era mucha Toñi, nos daba clase de lengua y literatura, y por aquel entonces, a parte de no entender casi ni papa de lo que nos decía, nos parecía tremendamente exigente y muy cansina en sus discursos deontológicos caseros, con lo que después de sufrirla el primer año, estábamos un tanto aliviados pensando que ya no nos la íbamos a topar…¡Craso error, muchachos!, el primer día de clase de segundo de bachillerato, cuando nos dieron el listín de profesores que nos iba a tocar, allí estaba ella, para disgusto y sorpresa de la concurrencia.
El caso es que luego no era tan mala como la pintaban, y además de ser una de las mejores profesoras del instituto, se aprendía mucho con ella, tanto profesional como personalmente. Una de las cosas que mas me llamaban la atención de ella, es que a pesar de tener cierta edad y no tener un cuerpo muy vistoso que digamos, esto no era obstáculo para que ella llevase transparencias, y allí estaba ella cuando llegaba la primavera, con sus modelitos ligeros e insinuantes, que no penséis mal, a mi no me insinuaba nada, la miraba solo con ojos profesionales, como mi amigo Alejandro a Isabel, nuestra tutora y profesora de latín en el bachillerato.
Recuerdo que una compañera nuestra, que la llamábamos con todo el amor de nuestro coraçao, la tiburcio o tiburón, estaba obsesionada con Toñi, no se, uno cuando es joven quiere parecerse a sus ídolos, un torero famoso como el Cordobés, una cotizada cantante como Tamara seis dedos (¿o es la madre la que tiene un dedo de mas?), un famoso albañil como Bustamante…pero ¡¡a Toñi!!, que no, que no cuadra, si hasta llevaba botellines de agua como la profe y los sacaba delante de ella cuando la profe bebía, yo creo que Toñi estuvo una temporadilla un tanto preocupada con esta chiquilla, pero al final creo que lo asumió y siguió con sus trascendentales preocupaciones literatas.
Esto va a ser todo por hoy, aunque no os lo aseguro, por que todavía no he leído la prensa y a lo mejor me llevo alguna sorpresa que tiene que constar aquí ineluctablemente, un besillo a tod@s, estoy un poco cansadillo porque vengo de una comida con los compañeros de carrera, hablando todo el rato de sexo, ¿curioso no?, ni una sola mención a la ley o a algún artículo, ¡¡y yo no saque el tema!!.
Hoy por la mañana retomé mi inconcluso paseo de ayer, con lo que me di un homenaje de unos 9 Km a pié, al finalizar tenía los pies flacidillos, y otra cosa que no os digo, pero me sentí satisfecho, uno que quiere tonificar sus tapitas del bar y no hay nada mejor que pasear y ver paisaje de todo tipo. Una de las cosas que me llamó la atención, fue ver a una anciana de unos 78 años, colgada de un hierro, y elevando su propio peso con la fuerza de sus minúsculos brazos, una de sus amigas la miraba y daba ánimos desde abajo, yo no pude mas que sonreírme por el vigor y vitalidad de dicha anciana, si yo muchas veces hasta me trago documentales de grillos marsupios por no levantarme a por el mando que se me quedó en la otra esquina de la habitación.
Ya cuando estaba acabando el paseo, vi a una de mis profes del bachillerato, que tiempos aquellos, su nombre, Cañón, Maria Antonia Cañón, le he dado ésta connotación de agente 007, por que la profesora lo merece. Yo que llegaba de un colegio de monjas, de dármelas de listo en mi clase de provechosos estudiantes de ESO, me encontraba ahí, con tan solo un conocido, sin saber como eran los profesores, ni como me tenía que comportar en todo un instituto, vaya salto, del colegio al instituto…. el caso es que Toñi, como hipocorísticamente la llamábamos, era mucha Toñi, nos daba clase de lengua y literatura, y por aquel entonces, a parte de no entender casi ni papa de lo que nos decía, nos parecía tremendamente exigente y muy cansina en sus discursos deontológicos caseros, con lo que después de sufrirla el primer año, estábamos un tanto aliviados pensando que ya no nos la íbamos a topar…¡Craso error, muchachos!, el primer día de clase de segundo de bachillerato, cuando nos dieron el listín de profesores que nos iba a tocar, allí estaba ella, para disgusto y sorpresa de la concurrencia.
El caso es que luego no era tan mala como la pintaban, y además de ser una de las mejores profesoras del instituto, se aprendía mucho con ella, tanto profesional como personalmente. Una de las cosas que mas me llamaban la atención de ella, es que a pesar de tener cierta edad y no tener un cuerpo muy vistoso que digamos, esto no era obstáculo para que ella llevase transparencias, y allí estaba ella cuando llegaba la primavera, con sus modelitos ligeros e insinuantes, que no penséis mal, a mi no me insinuaba nada, la miraba solo con ojos profesionales, como mi amigo Alejandro a Isabel, nuestra tutora y profesora de latín en el bachillerato.
Recuerdo que una compañera nuestra, que la llamábamos con todo el amor de nuestro coraçao, la tiburcio o tiburón, estaba obsesionada con Toñi, no se, uno cuando es joven quiere parecerse a sus ídolos, un torero famoso como el Cordobés, una cotizada cantante como Tamara seis dedos (¿o es la madre la que tiene un dedo de mas?), un famoso albañil como Bustamante…pero ¡¡a Toñi!!, que no, que no cuadra, si hasta llevaba botellines de agua como la profe y los sacaba delante de ella cuando la profe bebía, yo creo que Toñi estuvo una temporadilla un tanto preocupada con esta chiquilla, pero al final creo que lo asumió y siguió con sus trascendentales preocupaciones literatas.
Esto va a ser todo por hoy, aunque no os lo aseguro, por que todavía no he leído la prensa y a lo mejor me llevo alguna sorpresa que tiene que constar aquí ineluctablemente, un besillo a tod@s, estoy un poco cansadillo porque vengo de una comida con los compañeros de carrera, hablando todo el rato de sexo, ¿curioso no?, ni una sola mención a la ley o a algún artículo, ¡¡y yo no saque el tema!!.
4 Comments:
Pués si chiquillo tu te reirás, pero Isabel tenía un culo bastante apretado y además, con esos vaqueros que llevaba...Lástima que le faltaran tetas y que de cara no fuera muy agraciada, pero oye para un apuro...jeje
Por otro lado no entiendo por qué hablas de la toñi y de Isabel, y te dejas en el tintero a dos grandes profesoras, cuya didáctica siempre admiraré como son Amor y Elena (la andaluza de plástica).
Una vez dicho esto creo que te voy a dejar ya, porque yo no soy de enrollarme tanto como tu, aparte de que tengo que ponerme a estudiar
Besines
Buenas alex, lo primero gracias por tu comentario, que no solemos tener el placer de tenerte por aquí muy a menudo, en su plasmación por escrito me refiero, ya se que eres un lector asiduo y agradecido (lo de agradecido me he tomado la libertad de ponerlo).
Lo primero decirte, que llevas razón, Isabel para su edad no era nada desdeñable, y creeme si te digo que no has visto a su hija, un dia estabamos en la calle Cervantes Jose Vicente y yo, y estaba con su hija tomando un cafe, un bomboncito de verdad; en cuanto Elena, que voy a decir, tenia un moreno cautivador, lastima que me pillase muy joven para ella, que si no...
No he hablado de todas las profesoras, porque ya le dedicare en un futuro no muy lejano un post al instituto en general, con lo que ya me cebare con todas y cada una de ellas.
Un saludo y estudia mucho, opositor¡¡ jejeje.
No conocí yo a vuestra Toñi... pero lo de sus transparencias me ha recordado a una profesora que tuve en la ESO y bachillerato que llevaba medias que se transparentaban y dejaban ver desde su estructura translúcida que sólo se depilaba las piernas por la parte de alante. Imagínate el susto y las naúseas cuando nos dimos cuenta de que esa especie de delgaditos gusanillos negros que se repartían por la superficie de los pantys no eran su dibujo, sino el vello de la señora... Es un trauma que me acompañará toda la vida.
Por lo demás, y por mi experiencia, puedo decir que muchos de los profesores a los que considerábamos los más duros, exigentes y de peor carácter, luego se demostró que eran, casi en la totalidad de los casos, los más capacitados en cuanto a conocimientos que atesoraban, y en cuanto a la no menos importante capacidad de transmitirlos a través de nuestro casi inexpugnable muro craneal. Aunque también tuve profes del tipo "majetes" muy competentes... si es que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Sobre la serranía de los cuerpos de tus profes no puedo opinar porque no he tenido, que sepa, el placer de conocerlas.
Un saludo.
PD.: He vuelto a escribir en el blog tras esta semana de sequía, lo que no se si podré repetir hasta el fin de semana. Te lo notifico porque se que no estas puesto en lo que es la sindicación de blogs que te notifica automáticamente las actualizaciones. Un día con una caña delante te explico.
Buenas Roberto,jajajajaja, lo siento pero me estoy imaginando a tu profesora ahora mismo, y es una visión desagradable, no tan desagradable como la mia, porque esa si que la conocí en persona, y aunque me esfuerce no se me va de la memoria, pero desagradable aún así. Asi que lisa por delante y rugosa por detrás ¿eh? Jajajajaja, manda narices, si es que no se si quieren que las recordemos así, o será que nosotros tenemos la mirada sucia y pervertida y no podemos mirar a una profesora de otra manera, no se, jaja. Un saludo Roberto, y gracias por compartir tu visión del profesorado femenino pretérito por el que hemos pasado, jajaja.
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