Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

12 septiembre 2008

Habrá pocas cosas en esta vida que produzcan tanto gozo, felicidad y placer inefable como la música. Decía el dicho, sobre la misma, que amansa a las fieras. Ni lo niego ni lo confirmo, pues no lo he probado con ninguna; pero, en cambio, sí puedo afirmar que funciona con las mujeres, aunque no con todas. Qué le vamos a hacer. No todo iba a ser perfecto. En cualquier caso, desconozco la explicación que aclare por qué determinadas melodías nos tranquilizan, otras nos exasperan, algunas nos alegran el día y otras motivan nuestras aptitudes. Podría afirmarse que tiene que ver con razones culturales, pero la música, como expresión artística, y aunque la mente también juegue un papel importante, se escucha, se toca y se siente con el corazón, aunque suene a topicazo. La música une almas dispersas, dulcifica nuestros sufrimientos, fortalece amistades y nos muestra a quien nos rodea. Se trata de uno de los instrumentos más precisos que existen para averiguar las afinidades con otras personas. En ocasiones, nos dice más acerca de quien tenemos al lado que todo lo que esa persona nos haya podido contar. La música, en fin, mide la salud, el vigor y la fortaleza de nuestro espíritu. De ahí que conozcamos, en número no desdeñable, a jóvenes en su senectud y a ancianos bisoños.



M-Clan, les tengo dicho que soy un hombre de debilidades, es uno de esos grupos cuya música tiene la virtud de tocar al personal deliberadamente la fibra. Bien sea por el fantástico nivel musical de sus componentes, la sencillez de sus letras o la extraordinariamente buena elección de los acordes utilizados, la armonía resultante de sus canciones es un auténtico bálsamo para el espíritu, un acicate para salir hacia delante. Su cantante, Carlos Tarque, tiene una voz íntima, especial, muy delicada; como el suave tacto de la piel sobre la seda. Y en ocasiones, el eco de su voz, quiere recordarnos el timbre de Fernando Olvera, cantante de Maná. Aunque sin lugar a dudas, el fuerte del grupo es ese sabor latino, acústico y sensiblón, que hace saborear con verdadero placer cada uno de sus temas. Les dejo con uno que tiene nombre de mujer. Me encanta. Pasen un buen fin de semana. Y gracias por leerme.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Todavía recuerdo la primera vez que oí su canción "Miedo". Fue una conmoción. No me canso nunca de escucharla.Sencillamente, inolvidable.

viernes, 12 septiembre, 2008  
Blogger Javi said...

Hola Anay, casi nada, "Miedo". Menudo temazo. Y qué letra, ¡qué letra!; en fin, una suerte contar con su música.

Buenas tardes.

viernes, 12 septiembre, 2008  

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