Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

18 mayo 2010

Visca, Arcadia, convivencia, ajajá

Respecto al último campeón de liga tal vez convendría aclarar ciertos aspectos que consolidan la imagen y reputación de un grande:


La mezcolanza de deporte y política es hórrida, y además escandalosa si el objetivo es encumbrar a nivel personal a un trepa.

Las formas, los pequeños detalles, conforman siempre la diferencia: la verdadera talla nunca se mide a ojo.

Un estilo de juego elegante, rápido y atractivo es ideal y sumamente elevado, pero no ha sido esa la pauta general durante todo el año.

La prensa deportiva deja bastante que desear, y no sólo por la distribución de las comas (que diría Albert de Paco). Minutos antes de la semifinal en Milán, en la radio hablaban de un equipo formado por dioses y de un argentino al que se refirieron con el apelativo de su majestad. Entiendo que las babas de los reporteros les impidieron cuajar un buen encuentro.

En el partido de vuelta, y habiendo perdido el objeto de sus anhelos en el único lugar donde podían haberlo ganado, empero, todo fue más humano. La ira y la envidia, concretadas en Valdés y los sofisticados aspersores del campo (en funcionamiento aún no se sabe si por mano humana o perversidad divina), trazaron un somero bosquejo de la filosofía incardinada en su curioso libro de estilo.


Por lo demás, es un placer ver los partidos de fútbol del equipo del gobierno. Y lo que esa categoría al parecer conlleva.


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“Quien desee que casta su esposa sea,
antes será fiel, pues fiel a fiel apela;
luego, será tal que de él sea digna ella;
siempre entero, la honrará si persevera.

Ningún devaneo, ni rigor sin causa;
ni pensamiento inquieto, ni razón negada;
ni secreteos ni espìas, ni ciego a las fallas;
nada de mano dura, nada de rienda larga.

Lejos de toda falta, de toda experiencia vana,
ha de aplicarse uno, y el otro subyugarla:
permitir buenas compañías, alejar las malas
y huir de las malas lenguas, que en el vicio se solazan.

Hecho esto, nada más hagas, y deja el resto
a la naturaleza, la fortuna, el vino y de la mujer la falda”


Philip Sydney


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Es una gran pena, una enorme desgracia que no consten las personas de intermitentes y de carriles las aceras


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Este artículo excelso, que nos regalaban a primeros de Mayo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

He leído el artículo de Guy Sorman.Casi me caigo de la silla...debe ser que la Unión Europea que yo conozco es otra. No se que entenderá el Sr Sorman por liberalismo económico, lo de Mercado Común debe sonarle a globalización y por tanto a capitalismo, otra no le veo. ¿Son liberales los principios de la Política Agraria Común? Existe desde 1960, y siempre supuso casi la mitad del presupuesto total de la CEE. No se que hay más intervencinista que se compren excedentes para que suban los precios o que se den ayudas a la producción o a la no producción según convenga, a eso se le llama mercado dirigido. ¿Los famosos fondos estructurales de ayuda al desarrollo? Cuántas autovías se han hecho en España con dinero europeo...incluso el parque del Bernesga se hizo en su día con dinero de los FEDER...Tampoco creo que sea un ejemplo de liberalismo. Este hombre habla de la Europa de los mercaderes que tanto se ha criticado desde algunos ámbitos precisamente por no seguir los principios fundacionales de la CEE. La creación de la CECA fue el primer paso de la Europa federal, no era el objetivo último en si misma, el Mercado Común es el primer instrumento, utilizado para tejer los primeros lazos, la idea de la CEE iba un poco más lejos.

El Estado del Bienestar ,de inspiración socialista como dice Sorman surgió tras la 2ª Guerra Mundial con el obejtivo de ser un instrumento estabilizador de la sociedad, para crear una abultada clase media alejada de extremismos que llevaran a un nuevo enfrentamiento causados por la necesidad de unos o por la avaricia desmedida de otros. la intención era evitar el resultado del capitalismo exacerbado que dio lugar a la posterior crisis de los años 30 y a la radicalización de sociedades como la Alemana hacia el fascismo, o como la española hacia la república de izquierdas que termino como todos sabemos.

¿El socialismo destruye Europa? La socialdemocracia moderna (la de verdad, no la socialdemocracia rosa que sufrimos) es un invento europeo adaptado a las necesidades europeas, al igual que el democristianismo. Sorman es admirador del capitalismo estadounidense, pero aquí no vale, aquí la sociedad, sus problemas, el contexto, son diferentes. Al otro lado del Atlántico tienen sus liberales y sus conservadores adptados a sus necesidades y su contexto.

Como no podía ser de otra manera en los tiempos que corren, la especulación ideológica, se ve, también está de moda. Aprovechar la actual situación para hacernos comulgar con una u otra ideología a través de la manipulación informativa no me parece excelso, por muy de acuerdo que se esté con la ideología que toque, más bien, es de una bajeza moral desmedida.

Un saludo.

miércoles, 19 mayo, 2010  
Blogger Javi said...

Oiga, amigo, tan excelso me pareció en su momento el artículo de Sorman como excelente me ha parecido su comentario recién acabado de leerlo. Aunque, si le soy sincero, desconocía el origen del estado del bienestar que usted ha expuesto. Suponía que tras los conflictos bélicos internacionales, como la situación era tan caótica y trágica, tanto a nivel nacional como individual, los estados vencedores se habían reunido para llevar a cabo una positivación de derechos fundamentales que, en los totalitarismos, se habían visto reiteradamente conculcados; de ese modo, los estados se habrían visto legalmente constreñidos a procurar el mayor bienestar del individuo, además de una mayor protección. Pero esta es mi opinión, claro. Por eso no comparto su postura al respecto.

Y, hombre, la razón de que triunfasen los nazis en Alemania, como sabe, fueron las duras condiciones que los vencedores de la Gran Guerra impusieron a los rubitos: les ahogaron; les asfixiaron. No creo que tuviese nada que ver el capitalismo que usted sataniza e identifica con la avaricia.

Por otra parte, yo creo que el Mercado Común no sólo fue el primer instrumento sino un objetivo primigenio y también posterior. Es ahora cuando se contempla una idea más amplia, no entonces, y se la llama tan románticamente Unión Europea. Y entiendo que con el evidente fin de competir con Estados Unidos. Cuando la criatura comienza a dar sus pasos uno nunca puede estar seguro de a que paraje van a llevarla. Y que haya habido a lo largo de su historia comportamientos no liberales, desde luego, no la eximen de sus apellidos.

Y en cuanto a la especulación ideológica, ¡hombre, hombre! Ahora con esta crisis salen nuestros queridos comunistas hasta de debajo de las piedras para recordarnos las malicias del mercado (como también hace usted, claro). Sin recordar quien ha llevado a las sociedades a su situación de mayor prosperidad, simplemente por haber conseguido mayor riqueza. Sí, claro que se especula.

En cualquier caso, si le soy sincero, me gustaría de veras que existiese un partido político ecléctico. Hay cosas de la izquierda que, como es natural, me interesan y me importan: políticas sociales, una mejor redistribución de las riquezas, el amparo a ciertas minorías olvidadas… pero, es evidente que la competitividad del mercado (y de la vida) es necesaria para crecer, avanzar y mejorar. Yo suelo explicárselo a mis amigos de un modo muy sencillito con el que probablemente usted no estará de acuerdo: la derecha hace crecer la tarta y la izquierda la reparte. Por eso suelen sucederse gobiernos de distinto signo. Para crear una cierta compensación.

Supongo que aún me hacen falta muchas lecturas, y muchos más años para asimilarlas. Pero creo que todos deberíamos ver relativamente absolutamente todo. Aquello de los cristales de Campoamor…

viernes, 21 mayo, 2010  

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