Alianzas improbables, males endémicos, regalos
El sabio don Gabriel Albiac nos dejaba esta mañana sin palabras con su excelente y cruda columna, poniendo en negro sobre blanco lo que de verdad importa, que son hechos contantes y sonantes, fielmente descriptivos de una actitud medieval, inhumana, teocrática, y que, por estos lares, más de un intelectual de los que se autodenominan de progreso se empeña en defender y justificar:
“EL Irán de Ahmadineyad ejecutó el año pasado 350 penas de muerte. Casi un asesinato al día. Por los más bárbaros procedimientos —que van de la pública lapidación al público ahorcamiento en grúas— el crimen sigue siendo el espectáculo favorito de los piadosos dirigentes de Qom y Teherán. Porque hablamos de asesinatos. De Estado. Pero asesinatos. Algo más de cuatro mil homosexuales han sido ejecutados por el régimen iraní en sus años de ominosa «revolución islámica». Ocho mujeres y dos hombres aguardan hoy el momento de ser lapidados a muerte por sus impúdicas prácticas sexuales. Veintinueve periódicos han sido clausurados. Ciento treinta periodistas se pudren en cárceles sin garantía alguna; otros sesenta viven desterrados.
No sé qué me horroriza más. Si la barbarie de gentes capaces de desplegar tales dosis de crueldad en el nombre de un Dios genocida, o si la de quienes en Occidente callan”.
Ayer, en el pueblo, metiendo mano a algún suplemento bastante atrasado, que me miraba con cierta nostalgia desde un rincón casi olvidado de la habitación, me encontré con esta maravilla de Irene Lozano:
“Vivimos en Sopa de ganso, y cada vez que Groucho nos pregunta: ¿A quién va usted a creer? ¿A mí o a lo que ven sus ojos?, contestamos: A usted. Los estudios cognitivos confirman que nuestra mente desatiende las informaciones que colisionan con nuestras creencias previas, de modo que es más fácil radicalizar al convencido que persuadir al escéptico”.
Correspondencia/ Anay S.S.
Querido Javi,
Acabo de estar en tu blog, disfrutándolo, tras una jornada agotadora. Gracias. Te envío un enlace a un video que, sencillamente, me parece precioso.
Buenas noches.
Un beso, desde mi Barcelona...
Anay
“EL Irán de Ahmadineyad ejecutó el año pasado 350 penas de muerte. Casi un asesinato al día. Por los más bárbaros procedimientos —que van de la pública lapidación al público ahorcamiento en grúas— el crimen sigue siendo el espectáculo favorito de los piadosos dirigentes de Qom y Teherán. Porque hablamos de asesinatos. De Estado. Pero asesinatos. Algo más de cuatro mil homosexuales han sido ejecutados por el régimen iraní en sus años de ominosa «revolución islámica». Ocho mujeres y dos hombres aguardan hoy el momento de ser lapidados a muerte por sus impúdicas prácticas sexuales. Veintinueve periódicos han sido clausurados. Ciento treinta periodistas se pudren en cárceles sin garantía alguna; otros sesenta viven desterrados.
No sé qué me horroriza más. Si la barbarie de gentes capaces de desplegar tales dosis de crueldad en el nombre de un Dios genocida, o si la de quienes en Occidente callan”.
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Ayer, en el pueblo, metiendo mano a algún suplemento bastante atrasado, que me miraba con cierta nostalgia desde un rincón casi olvidado de la habitación, me encontré con esta maravilla de Irene Lozano:
“Vivimos en Sopa de ganso, y cada vez que Groucho nos pregunta: ¿A quién va usted a creer? ¿A mí o a lo que ven sus ojos?, contestamos: A usted. Los estudios cognitivos confirman que nuestra mente desatiende las informaciones que colisionan con nuestras creencias previas, de modo que es más fácil radicalizar al convencido que persuadir al escéptico”.
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Correspondencia/ Anay S.S.
Querido Javi,
Acabo de estar en tu blog, disfrutándolo, tras una jornada agotadora. Gracias. Te envío un enlace a un video que, sencillamente, me parece precioso.
Buenas noches.
Un beso, desde mi Barcelona...
Anay
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