Los buscadores de conchas. Rosamunde Pilcher.
Este es el nombre de la última novela que he leído, y para ser honesto, tengo que decir que no he leído muchas novelas escritas por mujeres, y la verdad es que esto no responde a ninguna clase de razón sexista, simplemente la mayoría de libros que leo, o son ensayos o novelas históricas, y no es que se encuentren precisamente, muchas novelas de éste tipo escritas por mujeres.
La novela narra la vida de una mujer, Penélope Stern, que es hija de un famoso pintor, aunque el escrito da comienzo ya en los años de ancianita de esta mujer, pronto la novela nos ofrece una mirada retrospectiva de su vida. Ambientada en la época de la Segunda Guerra Mundial, en Inglaterra, nos da una visión del modo de vida que millones de personas tuvieron que adoptar en tiempos de guerra en su quehacer diario, como el racionamiento diario relativo a la alimentación, la convivencia forzada entre los soldados y los civiles en tranquilas aldeas no acostumbradas a éste tránsito, una visión de Londres de la primera mitad del siglo pasado…
El escrito hace referencia a como una mujer tiene que sacar prácticamente ella sola a sus hijos adelante, empujada al matrimonio por las circunstancias de su juventud y a haberse quedado embarazada, Penélope conoce a un soldado, estando su marido en campaña, del que se enamora (después de las veces que he hablado de mi pito en este blog, me siento un poco cursi escribiendo éstas cosas, pero es así) y se da cuenta de que es el verdadero amor de su vida. Pero el destino de ésta pareja es cruel, y éste soldado muere en el día D, 6 de Junio de 1944, desembarco de Normandía (que ya sabéis que fue el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial), con lo que Penélope tiene que volver a rehacer su vida con su marido e hijos, que siempre desconocerán ésta historia de amor que acaeció cuando Penélope era joven.
El título de la novela hace referencia a uno de los cuadros que pintó su padre, el cual le regalo a Penélope por sus nupcias, estos cuadros con el paso de los años han adquirido un tremendo valor. Los tres hijos de Penélope han crecido, y cada uno tiene su vida encaminada, no se han preocupado de su madre mas que últimamente por un amago de infarto, y por parte de dos de sus hijos, por el valor que están alcanzando en el mercado las obras de su abuelo.
Penélope se ve presionada por éstos dos hijos a vender las obras de su padre y darles el dinero en vida a ellos, que es lo único que realmente les importa, pero ella se niega porque es lo único que conserva de su pasado. En el transcurso de la novela aparecen dos nuevos personajes, dos jóvenes que se enamoran y que trabajan para ella, y que además de hacerle compañía, la hacen recordar la historia de amor que vivió en su día, con lo que pronto se encariña con ellos y en el momento de su muerte les legará una fortuna, en forma de unos bocetos de su padre, que con tanto ahínco infructuoso había buscado uno de sus hijos.
Acaba la novela con la muerte de Penélope por un infarto y la lectura de su testamento, que resulta controvertido y chocante para sus herederos, por el hecho de los legados a estos dos jóvenes, que para ellos (para sus herederos) no tenían una importancia aparente en la vida de la anciana.
Esto es todo por hoy, ya hacía tiempo que no os hablaba de literatura, y hoy que tenemos un día lluvioso, me pareció una buena oportunidad, un saludo a tod@s.
La novela narra la vida de una mujer, Penélope Stern, que es hija de un famoso pintor, aunque el escrito da comienzo ya en los años de ancianita de esta mujer, pronto la novela nos ofrece una mirada retrospectiva de su vida. Ambientada en la época de la Segunda Guerra Mundial, en Inglaterra, nos da una visión del modo de vida que millones de personas tuvieron que adoptar en tiempos de guerra en su quehacer diario, como el racionamiento diario relativo a la alimentación, la convivencia forzada entre los soldados y los civiles en tranquilas aldeas no acostumbradas a éste tránsito, una visión de Londres de la primera mitad del siglo pasado…
El escrito hace referencia a como una mujer tiene que sacar prácticamente ella sola a sus hijos adelante, empujada al matrimonio por las circunstancias de su juventud y a haberse quedado embarazada, Penélope conoce a un soldado, estando su marido en campaña, del que se enamora (después de las veces que he hablado de mi pito en este blog, me siento un poco cursi escribiendo éstas cosas, pero es así) y se da cuenta de que es el verdadero amor de su vida. Pero el destino de ésta pareja es cruel, y éste soldado muere en el día D, 6 de Junio de 1944, desembarco de Normandía (que ya sabéis que fue el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial), con lo que Penélope tiene que volver a rehacer su vida con su marido e hijos, que siempre desconocerán ésta historia de amor que acaeció cuando Penélope era joven.
El título de la novela hace referencia a uno de los cuadros que pintó su padre, el cual le regalo a Penélope por sus nupcias, estos cuadros con el paso de los años han adquirido un tremendo valor. Los tres hijos de Penélope han crecido, y cada uno tiene su vida encaminada, no se han preocupado de su madre mas que últimamente por un amago de infarto, y por parte de dos de sus hijos, por el valor que están alcanzando en el mercado las obras de su abuelo.
Penélope se ve presionada por éstos dos hijos a vender las obras de su padre y darles el dinero en vida a ellos, que es lo único que realmente les importa, pero ella se niega porque es lo único que conserva de su pasado. En el transcurso de la novela aparecen dos nuevos personajes, dos jóvenes que se enamoran y que trabajan para ella, y que además de hacerle compañía, la hacen recordar la historia de amor que vivió en su día, con lo que pronto se encariña con ellos y en el momento de su muerte les legará una fortuna, en forma de unos bocetos de su padre, que con tanto ahínco infructuoso había buscado uno de sus hijos.
Acaba la novela con la muerte de Penélope por un infarto y la lectura de su testamento, que resulta controvertido y chocante para sus herederos, por el hecho de los legados a estos dos jóvenes, que para ellos (para sus herederos) no tenían una importancia aparente en la vida de la anciana.
Esto es todo por hoy, ya hacía tiempo que no os hablaba de literatura, y hoy que tenemos un día lluvioso, me pareció una buena oportunidad, un saludo a tod@s.
2 Comments:
Pues deberías de leer más novela histórica escrita por mujeres, por ejemplo, se me viene a la mente el nombre de Margueritte Yourcenar, la de las Memorias de Adriano...
Otra recomendación más a la que espero poder dar curso pronto. Pero como ya le decía a Juancho no hace mucho en mi blog, la lista de lecturas pendientes cada vez se ne engrosa más, y no lo soluciona el leer dos libros por semana. ¡Queda tanto por leer!.
Un saludo. Viene bien esta descontaminación política períodica de los blogs... intentaré ponerla en práctica pronto, lo prometo.
Buenas Roberto, esas memorias me las voy a acoplar yo a mi lista, yo también debería tratar de desconectar respecto a la política por que se me está pegando y esto no hay quien lo saque, estaré ansioso de que nos ilustres con tus lecturas en tu blog, un saludo Roberto, este fin de semana es de guardar.
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