Perdona, ¿estás ligando conmigo?.

La etología humana, es la ciencia que estudia el significado de nuestro lenguaje corporal; a través de nuestros movimientos, cuando nos relacionamos con las personas de nuestro entorno, desprendemos inconscientemente señales, digamos crípticas, que tienen un concreto significado respecto a nuestras intenciones, para con nuestro interlocutor.

Ya hace algunos años que cayó en mis manos una revista con un monográfico sobre este tema, ni que decir que la leí con avidez desmedida, pues uno que es bastante observador, se siente tentado a conocer los secretos que pueden tener los demás para con nosotros, aunque no caigáis en el error de tomaros lo que os voy a poner a continuación al pie de la letra, por que os volveríais un poco paranoicos, y a veces con una determinada postura no se ha querido decir nada, y es simplemente cuestión de comodidad. Como utilidad, pues nada, si quedáis con una señorita o con un caballero, quizá después de haber leído esto, observéis en él o ella, determinados rasgos en los que no habíais caído.

El hecho de que me haya dado por hablar de éste tema, se debe al magnífico blog de sexo de El Mundo de ayer, en el que mostraba algunas de las conductas que utilizamos los hombres y las mujeres, a la hora de cortejar a nuestro eventual pretendiente, con lo que me permitiré la licencia de copiar alguna de las cosas allí suscritas, mas otras de la revista que os he comentado, como veis fuentes serias, lo que voy a contar no me lo voy a sacar de la chistera. Repito aquí voy a tratar nuestro lenguaje corporal, no otros aspectos relacionados, como que se nos dilaten las pupilas cuando nos sentimos atraídos por otra persona, esto es incontrolable y apenas perceptible, dado que si tienes una cita no te vas a acercar lo suficiente a tu “pareja”, para ver si se le han dilatado o no sus pupilas, por el bien de no llevarte una bofetada, vamos. Tampoco el aspecto relacionado con el olor corporal que desprendemos, que ya os comenté en otro post, escogemos en las distancias cortas, como decía aquel anuncio de colonia, a nuestra pareja por el olfato, de modo que segregamos una sustancia solo perceptible por el otro, a través del cual recibimos información genética de nuestro interlocutor (si es del sexo contrario o del mismo, en el caso de las relaciones homosexuales), y según esta revista, las carencias genéticas que tengamos, coadyuvan para encontrar en nuestra pareja la secuencia genética que nos falta y así obtener una descendencia mas perfecta genéticamente que nosotros mismos, tal cual.

Como os decía, a veces las posturas que adoptamos son solo por comodidad y no tienen que ver con nuestros pensamientos mas profundos, pero aún así, ahí va. El estar cruzado de brazos, muestra un sentimiento de rechazo al contacto físico y no tiene nada que ver con estar o no de acuerdo con lo que está hablando nuestro interlocutor (ésta conducta la tenéis que observar cuando estéis solo dos y uno de vosotros esté esperando al otro, si te recibe así, como dicen en mi barrio, chungo).

Esto no es etológico, pero en una cita preestablecida se suele quedar para explorar la personalidad y la afinidad con la otra persona, si una de las personas observa que no hay feeling, es poco probable que vuelva a quedar con esa persona. Vamos con lo etológico, para las mujeres tocarse el pelo, hacer morritos, o bajar los ojos puede ser una señal de que, seamos informales, hay buen rollo, me entendéis ¿no?; para los hombres, mantenerse erguidos, moverse de atrás adelante o sacar pecho. En cuanto al contacto físico, cuando queremos iniciar el acercamiento, nos inclinamos hacia delante, acercamos un pie o nos tocamos el brazo, como si fuera del otro. Después, si uno de los dos roza al otro o lo toca en el hombro, o en cualquier otra parte del cuerpo, de forma que parezca casual (ejem la de veces que habré hecho yo esto, y no me estoy refiriendo a cuando haces como que te tropiezas, y van a parar tus manos a los senos de una joven despistada, y luego te abofetea delante de tus amigos, no, no me refería a esto), se advertirá en el sujeto pasivo la intención de inmediato, si se inclina en tu dirección y sonríe, o si devuelve el contacto, esto está hecho chaval/a, si no es así, y ya no os digo si os agrede, malo, malo, malo.

Parte de lo que os he expuesto venía en el blog de El Mundo, ahora voy con lo que pone la revista ¿ok?. Cuando pasa una persona del sexo opuesto (o del mismo en las relaciones homosexuales), digamos sugestiva, nuestro tono muscular aumenta, disminuye la flojedad del cuerpo, se retrae el estómago y adoptamos una posición erecta (como mi pito cuando me levanto por las mañanas, lo siento, era para no hacer serio todo el post, no me lo permitiría mi religión). Los hombres nos solemos arreglar invisibles defectos en la ropa, retiramos imperceptibles motas de polvo de la misma, o nos pasamos una mano por el cabello, algunos ponen las manos en sus caderas para resaltar su condición física o sitúan los pulgares en el cinturón o los bolsillos, destacando la zona genital y dando una sensación de seguridad en si mismos, si estamos realmente interesados, sostendremos la mirada una fracción de segundo mas de lo normal.

Las mujeres utilizan técnicas parecidas, se alisan la ropa o se tocan el cabello cuando se muestran interesadas, pero su despliegue, je, je, je, es abrumadoramente mayor. Suelen sacudir la cabeza hacia atrás, exhibir las muñecas lentamente, las palmas e incluso separar ligeramente las piernas, si están sentadas. Si andan, acentuaran la ondulación de sus caderas. Suelen echar miradas de reojo y se humedecen los labios.

Esto es todo por hoy, espero que os haya resultado interesante, y no os mostréis preocupados por estas líneas, aunque a la persona que queréis agradar esté enterada de éstas cosas, si el sentimiento es mutuo, ella o el, tampoco podrá controlar sus movimientos, repito, aunque conozca estas cosillas, dado que son movimientos involuntarios, los haremos queramos o no, y el tratar de corregirlos sobre la marcha, pienso yo, que sería todavía mas evidente para la otra persona, pasarlo bien y ligar mucho el fin de semana, yo haré, o mejor dicho, trataré, de hacer lo propio, perdón por la extensión, no he podido sintetizarlo mas, mañana quizá no pueda estar con vosotros, toco en Zamora, pero volveré con mas ganas si cabe el Domingo.