Días de pie torcido.
La verdad es que hay días en que es mejor no levantarse de la cama y quedarse ahí con la modorra y esa pseudofelicidad por los días de los días, acurrucadillo entre las sábanas, sabiendo que nada malo te va a pasar, que el hombre del saco es un bulo que se inventaron nuestros padres para que no demos guerra, no así el de la saca, que está en todas partes, como hacienda. Es pues en estos días, cuando uno se levanta adormilado, desayuna, se refresca la cara y se pone sus pantalones blancos, pantalones que rara vez te los pones, pero que los tienes ahí, tu lo sabes y ellos lo saben, desean que te los enfundes, tu los miras y dices ¿porqué no?, y te los pones, llegas al recibidor de tu casa, te miras al espejo, te das cuenta de que sigues igual que el día anterior, pero eso si, con tus pantalones blancos, y eso son palabras mayores. Entonces te dispones a salir, oyes cerrarse una puerta de un modo especial, es la vecina del tercero, es pija, tonta y desagradable, se cree que está buena, y lo cojonudo es que lo está, pero hoy no tienes el día para hacer la pelota al personal y te marchas casi sin saludar, al pasar por el portal, a ese vecino listillo, jubilado metomentodo, que se afana en sonsacar al cartero rasgos de su vida profesional. Sales a la calle y piensas que eres libre, nadie te va a molestar, estas sólo tu y el destino a donde te dirijas, y te diriges, pero es entonces cuando miras al cielo y lo ves, está lloviendo, bueno, para ser exacto no llueve, cala a los bobos, como dicen en Asturias, pero por si acaso aquí en tierras leonesas se tapa todo el mundo, bobos, no bobos y bobos solemnes. Como no llueve fuerte no le das importancia y continúas tu camino, pero la suerte es aciaga y se ceba con las almas desamparadas, es entonces cuando mas prisa tienes, cuando más justo andas de tiempo, cuando más indispensable se hace que llegues raudo a tu destino, y la pisas, ya se sabe, cuando haces choff ya no hay estoff, digo estop, ¡carayo! Y ya puedes defecarte en todo lo que se menea, que será inútil, al bajar la vista verás como tus pantalones blancos, esos que tanto se han hecho de rogar en el armario y que desgraciado de ti te lo has puesto justo el día que llueve, ya no son tan blancos, han adoptado automáticamente, tras pisar la baldosa, un tono entre negruzco y marrón cake, cake no de pastel sino de caca, pero a lo fino vamos, con lo que no tienes mas remedio que volver a casa y cambiarte, si piensas que el vecino jubilado quisquilloso ya se ha marchado para su casa a ver como hace calceta su mujer estas muy equivocado, porque allí seguirá para preguntarte a ver como es que has vuelto tan pronto, tu le miraras con cabreo, el bajará la cabeza, verá el cerco y te dirá con aire sonriente -llueve ¡¿eh?!- y seguirás tu camino sin contestarle, pensando que quizá su mujer no hace calceta y por eso el le da la calceta a los demás durante todo el día. Si pensabas que la vecina pija como la franela, fina como las bragas de Carmen Sevilla, rubia como lo que no es moreno, se había ido, estarás equivocado, allí estará hablando con la vecina de enfrente, que tampoco te cae bien y sabes que trae a todo el barrio por su boca, pero aún así saludaras a ambas, se fijarán en tu abultada mancha y se quedarán un rato mas hablando, pero ya dará igual, todo dará igual, porque entrarás en casa sano y salvo, fino y seguro, olerás las nubes y las cosas que no huelen, te sentirás contento de ser hombre y de comer paté de pavo de tapa colorá, y cuando vas a llegar a un éxtasis inefable de felicidad, llegará tu madre y no te preguntará si llueve, te dará una torta por no mirar donde pisas, si, ya se, esto en los anuncios de compresas no es así, ¿que queréis? cosas del directo.
Me he cansado, paso a narraros en primera persona que me es más cómodo. A estas alturas me imagino que ya sabéis que volví a salir de casa con nueva muda, cosas del destino o de Montesdeoca, alias Paco, cuando salí parece que ya no llovía, con lo que me encaminé encantado y feliz como una lombriz a dar una vuelta. Curioso, siempre encuentro en mis paseos algo provechoso como fuente de inspiración para poneros por aquí, pero en esta ocasión la verdad es que no vi nada reseñable, bueno, quizá ya cuando volvía , había en mi misma acera una señora de unos 80 años haciendo unas cosas muy raras, yo pensé que estaba haciendo estiramientos o algo así, de verdad, me iba a acercar preocupado y todo a ver que le pasaba a la agradable ancianita, cuando lo oí, prprprprprprp porrom pon pero porrom prprprpr fffffffffffff sssssssssss se tiró un sonoro pedo, joder-me dije- pues si que estaba calentando la paisana de los demonios, ¿será guarra? Yo que me iba a acercar preocupado a ver si le pasaba algo, si me acerco mas me atufa, que fina la tía, si incluso se puso de cuclillas para que la ventosidad saliese silbando, nada que no hay educación, que lo tengo dicho por estos lares y no hay manera.
Anonadado me hallaba por la escena que os he descrito, perplejo, sumido en profundos pensamientos, abatido por el asilvestramiento de los ciudadanos que me rodean decidí volverme para casa, pensando que el paseo no me regalaría mayores sorpresas, pero no fue así, un rato después escuché ladrar a un perro, no le di importancia pero vi que había un señor, coetáneo de Doña Ventera, la “señora” de antes. El señor miraba hacia arriba, el balcón donde se hallaba el perro, bueno-me dije- será su perro y estará observando lo apenado que se queda, pero no, al cabo de un segundo se puso a ladrar, no el perro que ya lo hacía, el señor, de verdad, os lo juro, yo esperaba un “toby, bonito…tranquilo que ya traeré un filetito a mi pequeñín...” pero no, se puso a ladrar ahí en medio de la calle, yo lo contemplaba boquiabierto al igual que la gente que observaba la escena, pero el señor venga a ladrar, y si tengo que ser sincero no se si estaría como una chota, pero ladraba de fábula, ya quisieran muchos perros ladrar como lo hacía el señor, era un ladrido elegante, distinguido, sobrecogedoramente real, era increíble, ladraba mejor que los perros, era una especie de licántropo, pero con cacha, boina, carné de jubilado y un vale por una “ansiuna” desbordante por todo lo que sea público o gratuito.
Esto es todo por hoy, creo que se me ha ido un poco la pinza, pero creerme que lo del paisano que ladraba y la pedorra es verdad. Un saludo a tod@s.
Me he cansado, paso a narraros en primera persona que me es más cómodo. A estas alturas me imagino que ya sabéis que volví a salir de casa con nueva muda, cosas del destino o de Montesdeoca, alias Paco, cuando salí parece que ya no llovía, con lo que me encaminé encantado y feliz como una lombriz a dar una vuelta. Curioso, siempre encuentro en mis paseos algo provechoso como fuente de inspiración para poneros por aquí, pero en esta ocasión la verdad es que no vi nada reseñable, bueno, quizá ya cuando volvía , había en mi misma acera una señora de unos 80 años haciendo unas cosas muy raras, yo pensé que estaba haciendo estiramientos o algo así, de verdad, me iba a acercar preocupado y todo a ver que le pasaba a la agradable ancianita, cuando lo oí, prprprprprprp porrom pon pero porrom prprprpr fffffffffffff sssssssssss se tiró un sonoro pedo, joder-me dije- pues si que estaba calentando la paisana de los demonios, ¿será guarra? Yo que me iba a acercar preocupado a ver si le pasaba algo, si me acerco mas me atufa, que fina la tía, si incluso se puso de cuclillas para que la ventosidad saliese silbando, nada que no hay educación, que lo tengo dicho por estos lares y no hay manera.
Anonadado me hallaba por la escena que os he descrito, perplejo, sumido en profundos pensamientos, abatido por el asilvestramiento de los ciudadanos que me rodean decidí volverme para casa, pensando que el paseo no me regalaría mayores sorpresas, pero no fue así, un rato después escuché ladrar a un perro, no le di importancia pero vi que había un señor, coetáneo de Doña Ventera, la “señora” de antes. El señor miraba hacia arriba, el balcón donde se hallaba el perro, bueno-me dije- será su perro y estará observando lo apenado que se queda, pero no, al cabo de un segundo se puso a ladrar, no el perro que ya lo hacía, el señor, de verdad, os lo juro, yo esperaba un “toby, bonito…tranquilo que ya traeré un filetito a mi pequeñín...” pero no, se puso a ladrar ahí en medio de la calle, yo lo contemplaba boquiabierto al igual que la gente que observaba la escena, pero el señor venga a ladrar, y si tengo que ser sincero no se si estaría como una chota, pero ladraba de fábula, ya quisieran muchos perros ladrar como lo hacía el señor, era un ladrido elegante, distinguido, sobrecogedoramente real, era increíble, ladraba mejor que los perros, era una especie de licántropo, pero con cacha, boina, carné de jubilado y un vale por una “ansiuna” desbordante por todo lo que sea público o gratuito.
Esto es todo por hoy, creo que se me ha ido un poco la pinza, pero creerme que lo del paisano que ladraba y la pedorra es verdad. Un saludo a tod@s.
8 Comments:
Odio esas baldosas que al pisar te ponen perdido... y soy especialista en encontrarlas, por supuesto tras haberlas pisado. Debo de tener aptitudes de zahorí, y el caso es que me han dicho que últimamente están muy solicitados en el mercado laboral... si quieres montamos una sociedad, tu te pones los pantalones blancos y yo los pantalones a los que más aprecio les tengo, y seguro que encontramos aguas subterráneas, que se delatarán acudiendo raudas a estampar la lisa tela.
Si una mujer de 80 años se tira un pedo delante de mi... estoy intentando imaginarme la cara de gilipollas que se me quedaría. No sería capaz de emitir mi pertinente juicio de valor ¡¡¡que cerda!!!
Lo del viejo no me extraña tanto, ya sabes que soy animal de pueblu, y estas cosas se ven más a menudo.
Un saludo.
Creo que un día me apunto a uno de esos paseos, ya que me parecen bastante divertidos,jejeje, a mi no me ocurren esas cosas, bueno...miento lo de las baldosas cuando llueve...a quien no le ha pasado?
P.D. Si los pantalones que estan en el armario no los usas, será por algo. Cuando los uses, algo raro pasara.
Ciao Javi
Eres grandioso.
Sabes que no tengo tiempo para escribir más, soy opositor y eso se nota (tengo que estudiar).
Un besín
Buenas Roberto, pues esa Sociedad hay que madurarla, quizá tenga futuro y todo, porque digo yo que el objeto social sería lo de encontrar agua subterranea, porque encontrar una baldosa suelta no tiene mucha ciencia, al menos aquí en Leon de cada 4 bien puestas hay dos, al menos, que no lo están, asi que imaginate infeliz de mi con los pantalones blancos, un sinvivir, encima debo de tener un sexto sentido y cada vez que llueve me los pongo, de verdad, no falla, va a ser del Polonio, que últimamente se encuentra hasta en la sopa,jejeje.
Lo de la tía verdaderamente es una guarrada, yo pense que esas cosas a una cierta edad ya no se hacían, que con la edad uno va perdiendo gas y fuerza, pero claro, yo pense que se perdia el gas en vigor, no literalmente, y tampoco pensaba que esa sería la "valvula de escape" de ese gas,jejeje, en fin.
Lo del viejo me resulto extravagante, uno que es un clasico y pense que esos sonidos solo los emitian los animales, me estare quedando desfasado, no se.
Un saludo.
Buenas Juli, lo de apuntarte a los paseos ya sabes que cuando quieras, aunque vasta que vaya acompañado para que estas cosas no pasen, ya sabes, a lo mejor se piede el hechizo, jejeje, no es broma, a lo mejor contigo nos violan un numeroso grupo de mujeres y entonces me faltaría espacio en el blog para poner todo eso, jejejeje.
En cuanto a lo de los pantalones, de verdad que no es por ningún motivo especial, no es que me los ponga cuando algo raro pase,solo llueve, pero de verdad no sabes porcentualmente la de veces que me los he tenido que cambiar.
Un saludo.
Buenas Alex, me alegra que a pesar de tu larga, dura y ademas jode...vida de opositor saques tiempo para pasarte por estos sitios.
Un saludo, nos vemos.
Jajajajajajajaja, buenas Jose, siento de verdad el retraso en contestaros a todos, el tiempo es el tiempo, siento que no pudieras lucir como Dios manda tu culo, digo tus pantalones claros, si es que llueve a mala leche, al menos tu te lo tomas como una prueba de esas de decatlon y te pones ahi a sortear obstaculos, recuerdame que te saque una foto, aunque sea de muy mala calidad, con el movil, cuando te pongas al asunto,jejejeje.
Joder Jose tu vision de la paisana me ha resultado casi tan desagradable como la que vivi en primera persona, si es que no hay derecho, encima estas cosas son de esas imagenes indelebles que no las borra ni el tiempo ni nada, nada claro está, a no ser que sea todavía mas desagradable, lo cual es complicado, porque cada vez ponen el liston escatologico mas elevado.
¿Tu también ladras a los perros?, joder, si lo llego a saber te dedico a ti el post, esas cosas se avisan, no sabía yo que se te diesen esas clases de idiomas, pense que tu eras mas de frances, griego..ejem, ya sabes,jajajajaja.
Un saludo Jose.
Jaja no se como llegue hasta aqui pero me gusto,la pena q no escribieras mas amigo.un saludo
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