Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

02 marzo 2007

Juegos para niños.

Yo no sé quién pone las etiquetas en los videojuegos, lo digo en serio. Ayer por la mañana, después de desayunar mis tostadas untadas de queso Filadelfia y mermelada de melocotón, me dirigí a casa de mi hermana a jugar a la Play, pues la de mi hermano se quemó literalmente, si, no sólo porque se pasaba noche y día detrás del aparatillo expendedor de ilusiones a cartucho, sino porque llegó un momento en que además de imágenes animadas, la maquinilla producía cierto tufillo –que no era de mis tostadas- y un buen día se paró, decidió no darnos mas buenos ratos, una lástima. Ahora acudimos raudos, mi hermano y yo, cada vez que tenemos ocasión, a casa de mi cuñado a viciarnos en el buen sentido de la palabra, si es que el término tiene éste sentido.

Entre los distintos juegos que tenía mi cuñado había alguno interesante y, otros que no les di importancia, precisamente por la edad aconsejada o recomendada en los mismos. Evidentemente, cuando en el juego consta una edad recomendada de trece años, yo y mi persona –que no son exactamente lo mismo- nos abstenemos voluntariamente de participar en el mismo. Faltaría mas, no es que me tenga por una persona plenamente madura intelectualmente, mucho menos sexualmente –no en cuanto al crecimiento de mi pito, que ese lo tengo lozano, sino en cuanto a otras cuestiones de índole práctico-coyundal- pero hombre, sin caer en la presuntuosidad o narcisismo inconcuso, creo que para algo mas que un crío de trece años si doy –en cuanto a éste vicio en concreto se refiere-. Con lo que tras reírse picaronamente mi cuñado y decirme -si, si, trece años…tu prueba y luego hablamos- me decidí gallardamente a demostrarle que iba sobrado –craso error la vanidad, la confianza y la infravaloración-.

El juego, que lamentablemente no recuerdo su nombre, consistía en un dragón morado –de color, no de que se haya metido un opíparo menú de príncipes, princesas y lo que se tercie- que cogía diamantes y quemaba al personal que se le acercaba, bueno –pensé-, esto tampoco tiene mayor dificultad –claro, lo mismo pensé con el Príncipe de Persia al principio y luego me dieron “pal pelo”- con lo que llegué a la siguiente pantalla y de ahí ya no pasé. Glorioso destino de fanfarrón, mientras mi cuñado sonreía para sí.

Yo no tengo ni idea de ésta clase de juegos, además de ser un neófito de los mismos. Pero a mi me parece que los tejueladores –los que etiquetan- se pasaron tres pueblos, o cuatro. Esa pantalla no se la pasaba un crío de trece años ni de coña, al menos en las primeras 15 veces de intento, que fue lo que tardé yo en advertir la presencia de otras pruebas que había que superar, encima tienes que conseguirlo en un tiempo exiguo, que no te permite ni rascarte los…un segundín, porque tendrás que empezar de nuevo. Con lo que ahí me teníais, esforzándome por no pestañear, sin moverme un ápice de la postura inicial, con una concentración tal que si en ese momento entrase alguien por la puerta lo mismo me daba algo…que no, que estas cosas no son para mi. Yo soy mas de Dickens, de Victor Hugo…cuyos libros no me producen sobresaltos y, sin embargo, me emocionan. Cuyas páginas no te dan bonos para conseguir mas life, pero te permiten ver la vida de otra manera. Digamos que te sensibilizan, te ablandan, te acomodan a una realidad alejada en el espacio y en el tiempo, sin necesidad de criar callo en los dedos –por cierto, la palabra callo en la acepción cuarta del diccionario de la RAE significa mujer fea, y yo que pensaba que era un vulgarismo-.

Vamos, que no pienso volver a cambiar mi precioso tiempo por estos juegos de marcianitos avanzados, porque esa es otra, el tiempo te lo consume, te lo abrasa, te lo devora y, cuando quieres darte cuenta, se te ha pasado la tarde, la mañana…la vida, no, hacerme caso, salir a pasear y disfrutar de las cosas buenas que la madre naturaleza nos brinda sin necesidad de cargar la partida anterior, yo trataré de hacerlo, un saludo a tod@s, lo sé, el post de hoy ha sido cutre de c…es que hoy estaba espesito, qué queréis. Espero despesarme con la partida que hoy Viernes tengo dentro un rato, después de cenar. Buen fin de semana, ligar mucho. Por cierto, hoy leí en el Diario de León que el Miércoles en el Salón de Actos –creo que se llama así- del Ayuntamiento de León, hay una conferencia de Jose Antonio Zarzalejos –director de ABC-, si tenéis ocasión no faltéis, seguro que escucharle merece la pena, es a las 20:00, entrada gratuita, hasta cubrir aforo limitado.