“El Madrid encerró a la Juve toda la segunda parte”, aparece esplendorosa y mentirosa la portada del diario As, siempre tan optimista. Aparte de la hilaridad que me provoca su lectura, estas palabras hacen que me pregunte qué partido vería yo ayer por la noche. Juro por la honestidad de Dios, y también, aunque menos, por la de Javier Moreno, que, en apariencia, parecía el Real Madrid. Pero en fin, la vista, a ciertas edades, ya no es lo que era. El partido, salvo 15 minutos, ¡15 minutos!, buenos tirando a regulares del equipo blanco (no me atrevo a ponerle nombre) fue un tostón de tomo y lomo. Si los merengues (será por nombres) piensan de esta guisa ganar la competición europea van muy, pero que muy, muy finos. Pero habrá que vender periódicos, claro. De algo tienen que hablar quienes levantan España. Y, por cierto, ¿es que a nadie le parece dolorosamente redundante la prensa deportiva? Dolor de alma me entra; a ver cómo se lo explico al médico.
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Ayer eché un vistazo por primera y seguramente última vez al blog de Martín Lobo, del diario El Mundo, Diario de un gay, y su entrada titulada Los penes más grandes del mundo. Entré un momento por pura curiosidad, como ustedes comprenderán. Pues entrar en este blog, leer entero uno de sus post y no salir de él con cierto complejo con el epicentro en la pilila es cosa complicada. Había dos ilustraciones; hoy, sólo una. La segunda, la suprimida, era la de un hombre con una pieza de charcutería, sólo podía tratarse de eso, entre las piernas; con una pose muy natural, como de tipo cojonudo. Este delicado blogmaster calificó a nuestra castiza y orgullosa media nacional de 13,58 centímetros de miseria biológica, y no contento con eso, la aderezó, además, con otra serie de metáforas alimenticias que, desde luego, ahora no vienen a cuento. Bien es verdad que la media en España la hemos aupado cuatro, pero, en fin, esto, sobre todo esto, no debería de ser motivo suficiente para que el señorito menosprecie el lugar donde sin duda alguna radica la virilidad del hombre, la auténtica medida de su ego, y el más hipócrita de los halagos utilizado por la mujer para satisfacerlo. Por lo demás, el post, en general, está lleno de ricas figuras literarias: “A lo largo de mi volcánica trayectoria sexual…he observado, amamantado y hasta poseído cientos de penes”; “la Humanidad guarda sorpresas maravillosas entre las piernas”; “no hay nada mejor que una buena ración de pollas para explotar de envidia...o morir de amor”…y todo así; joder, el maricón.
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Esta entrada ha sido escrita bajo los efectos que provoca la música de pata negra. Juntos para siempre, nuevo disco de Bebo y Chucho Valdés, padre e hijo, grandes ambos, zurrándose, sin piedad, sin vergüenza de ser tan, tan buenos. Escuchen una muestra de lo que son capaces de hacer el palo y la astilla, de otro disco, Cuba Jazz, en que también colaboraban Paquito de Rivera, Dave Samuels…en fin, unos musiquillos:
Y escuchen, por último, Tres palabras:
Buenas tardes.
2 Comments:
Hola guapetón. Simplemente quería saludarte, para que veas que no me olvido de ti. Este finde voy pa la tierra asique habrá que zorrear...Un besote guapetón.
PD: He vuelto a leer el post que me dedicaste. Muchas Gracias!! Eres un grande
Buenas Alejandro, cuánto tiempo sin tenerte por aquí. Sin duda eres un maestro ocupado. Habrá que catar esa capi algún día de fiesta, para que sepan como nos las gastamos los leoneses. Por cierto, tú has vuelto a leer aquel post para ver de nuevo la foto de Mijatovic, ¡eh, pillín!
Un abrazo, nos vemos el fin de semana.
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