La jovencita Emma Watson, esa brujilla. Todos la hemos visto crecer. Se ha hecho casi una mujer en la gran pantalla, a base de pócimas, encantamientos y alguna que otra escoba voladora. Pienso que será, hoy todavía es un proyecto, una mujer guapa, elegante y con clase: y espero sinceramente que, como tantas, no se quede sólo en la pretensión. A su tierna edad, diecinueve añitos, muestra cierto gusto por la lencería deportiva, siempre tan elástica. Y han querido pillarla en sus correrías, pero qué malos, en algún renuncio de veteranos. Pues al parecer de Rosa Belmonte, mi ídola, hay una rara tendencia a que cuanto más brillan en el firmamento las estrellas, y no por su luz propia, más se acentúa su propensión a olvidarse en casa las bragas. Descuidos, que tienen unas…
.
Ateísmo y esoterismo. En el siglo pasado, y parece que fue ayer, me daba por las lecturas raras, pintorescas, exóticas. Y así, un hermoso día, cayó en mis manos un ejemplar de El oro de los dioses, del suizo Erich von Däniken. El autor, que en mi modesta opinión estaba como una chota, aseguraba que la especie humana es el producto, el resultado, no sé si deliberado, de un experimento extraterrestre. Según su teoría, vendríamos (todos nosotros y no sólo él) de un caldo de cultivo primigenio muy, muy peculiar. Luego, claro, uno crece, madura, lee El País y escucha La Ser todos los días, llega a ser presidente del gobierno, y casca, noche sí noche también, a su santa, que hay que ver la cantidad de españoles que podrían veranear en Doñana. Pero volviendo al esoterismo doméstico, del de andar con calzones por la casa, que me lío, me ha hecho como mucha gracia leer a dos de los grandes de las letras españolas, sobre cosas ciertamente tan trascendentes (luego, lo sabré yo, habrá quien considere un grande a Ruiz Zafón, pero en fin, no pretendan que me ponga a discutir en serio con esa persona): Raúl del Pozo y Fernando Sánchez Dragó. Ambos, por sabios y por viejos, con la pluma ya muy gastada por esto tan común a todos que llamamos la vida. Dice el hombre de la coqueta melena plateada, en descripción a lo Arcadi Espada, y dirigiendo su ingenio a eso que todo hombre en alguna infausta ocasión ha prometido bajar a una mujer: “Corría el año 1969 y tal día como hoy estaba yo en Cabo Cañaveral junto a un grupo de lectores del diario Pueblo. Presencié a menos de dos metros cómo los tres astronautas se iban a la epopeya por un pasillo de plástico. La hazaña costó 25.000 millones de dólares y hay aún contribuyentes que dicen que el prodigio nunca ocurrió, pero sí creen que era la Virgen María la mujer de un agrimensor inglés que para secarse las ropas de la lluvia se descalzó y se subió a un pequeño roble en Portugal”. Llama la atención la relatividad del escéptico, que como las risas, y no digamos los lloros, va por barrios. Y también la llama, pero mucho más, que el artículo del señor Dragó de hoy, quitando el episodio egocéntrico-sexual-italiano que como él mismo dice de tantas otras cosas si non e vero, e ben trovato, lo podría haber rubricado el jinete que monta el Caballo de Troya.
.
Ignacio Camacho nos explica de un modo pormenorizado, y serio, que es como hay que explicar las cosas para que el personal se las crea, qué es un pagafantas. Aunque ya les aviso que el iter de la columna va de un modo agradecido del qué al quién, sin advertencia previa. Y es posible que haya quien no pille el nexo. Pues vivimos en un país verdaderamente extraordinario.
4 Comments:
Me encanta pasear por internet y encontrarme con imbéciles como tú: pedantes, mediocres, sin gracia y con aires de listo. Sólo podías ser opositor, macho. Es agradable descubrir que incluso en los peores momentos siempre hay alguien mucho más tonto que tú, y que encima se las da de enterado.
Escuche, joven. A mí me agrada que me haya hecho el comentario utilizando de un modo correcto los signos de puntuación, de veras. A veces, uno se siente tan solito...Pero no vuelva a utilizar el insulto, o me veré obligado a eliminar su comentario. La discrepancia siempre es saludable. Y si se guardan las formas, sea bienvenida.
Siga paseando, seguro que encuentra un sitio a su medida.
Buenos días.
Ahí Javichi!! Dale duro.
PD: Hace mucho que no te leo, intentaré reengancharme a ti ;)
Hola Alex, pues si que hacía, si...:-)
Publicar un comentario
<< Home