Mamones, haberlos haylos.
Muy buenas a tod@s, hoy os voy a hablar de una especie que, creía yo, en peligro de extinción. Pero claro, una cosa es creer y, otra muy distinta, que sea de esa forma todo lo que uno cree. Tenemos ejemplos de esto en ésta gran cosa de todos que venimos llamando la vida. Se puede creer en sus majestades los Reyes Magos, ya de chico. Así pues, uno, aunque no tiene ribetes de niño malcriado, caprichoso, picajoso, indolente…se pone a pedir y a pedir, total, cómo los Reyes no tienen problemas para llegar a fin de mes, porque son magos ¿verdad? Pero como todos sabéis, uno crece y eso se acaba. Por otra parte, uno puede creer en todas esas cosas que la tele, las revistas rosas, los culebrones de pro, ensalzan y subliminizan hiperbólicamente, que es el amor a primera vista, el gran amor de tu vida, el hombre/mujer de tu vida…pero estamos en las mismas, al final todo se resume en un buen polvo y en fumarse un pitillo tras el acto, al menos eso me han dicho, porque ya me contaréis a mi que se puede entender por un buen polvo, las revistas de féminas modernas y sofisticadas nos ponen en un compromiso continuamente. Uno, para ser el hombre de la vida de alguna, tiene que cumplir no sólo con todos los cánones de su santa, sino con los que estipula taxativamete Mariclaire o Cosmopolitan. Que uno tiene juanetes en los pinreles, ya os podéis ir despidiendo de dar un paseo por la playa o por la piscina con vuestra chica/o, porque claro, que pensarían las amigas de Maripuri si se enteran que el novio/a que os habéis echado tiene los pies feusquillos, amorfos, deformes, ya no os digo nada si además de no tener belleza, vuestros pies cantan. Que no, cirugía estética ya, yo mismamente quiero los pies de Brad Pitt, lo que iba a ligar con esos pies…
Pero vamos con el fondo del post, que me desvío irremisiblemente y, luego a ver quien endereza esto. El mamón, si, parece mentira que en los tiempos que corren haya gente de éste calado. Uno, antes de ponerle título a este post, se fue a mirar el diccionario de la RAE a ver si constaba el mismo en nuestro ilustre cuerpo léxico, además, tenía la recóndita y nimia esperanza de que, junto a la definición, apareciese una foto de ese sujeto, ya sabéis, para enfocar mejor el asunto, por aquello de que vale mas una imagen que mil palabras y, esto vale para todo, la belleza, el horror, el mamón…pero nada, o mejor dicho, algo si, pero no era lo que buscaba. Yo buscaba algo así como sinvergüenza, caradura, desgraciado, apijotado, parásito…y no, que mama, mama mucho y una especie de árbol, por el que o se llora o no se mama, como todo en la vida.
Escribo el post con indignación y displicencia, estaba tranquilamente viendo la tele, vivo en un primero, he sentido el ruido de un motor de coche pararse en la calle, no le di importancia, me hubiese asomado si hubiera sido el afilador –de cuchillos, que no de sables- el cual anuncia su llegada con esa especie de silbato característico que se está perdiendo con el pasar de los años, o yo que sé, si hubiese sido la cabra, no ella misma, sino la cabra y su grupo, compuesto por una cabra, preferiblemente blanca y chuchurría, sin pánico escénico y con cualidades innatas de baile o ejercicios equilibristas encima de una silla vieja o una escalera oxidada, un gitano que interpreta como le sale del pairo un pasodoble en un organillo amplificado por un altavoz de sonido Dolby sin Surround y, como no, una gitana pispa, desgarbada y fresca, que pasa la bandeja a los que se asomen a ver el espectáculo.
Pero en esta ocasión no era nada tan esperpéntico, del coche debió de salir un joven –léase mamón- aunque esto no lo se, porque por el acto que acaeció a continuación, me extraña que lo hiciese el sujeto desde dentro del coche o, con el mismo en marcha, y lanzó contra la luna de mi portal un bote de Coca Cola lleno, lo cual hizo añicos los cristales de la puerta. Por supuesto, los sujetos se dieron a la fuga y, cuando nos asomamos los vecinos y yo, sólo llegamos a ver un coche oscuro que ya estaba doblando la esquina. Lo que mas me irrita no es el valor pecuniario de los daños, el cual es mínimo y además lo cubre el seguro, sino que podía haber sido mucho peor. Verbigracia, haber pasado cualquier persona en ese momento y haberla ocasionado daños corporales, un niño pequeño, al que el golpe le podía haber causado mayores secuelas, por no hablar de los cristales que se le podían haber metido en los ojos, en fin, que estoy frito y enfadado con esos energúmenos y espero que no vuelvan por aquí y, si vuelven, a ver si con un poco de suerte les cogemos la matricula o el careto de mamones para que no hagan mas daño. Si es que no hay mas que mamones. Lo sé, menudo post chusco me ha salido, pero es que no pensaba escribir nada, estaba descansando del estudio asiduo cuando ha ocurrido todo esto, si tengo un ratín en el fin de semana os escribo algo decente, prometido. Aunque me voy a marchar en breve para el pueblo y dudo que cumpla mi promesa.
Un saludo a tod@s.
Pero vamos con el fondo del post, que me desvío irremisiblemente y, luego a ver quien endereza esto. El mamón, si, parece mentira que en los tiempos que corren haya gente de éste calado. Uno, antes de ponerle título a este post, se fue a mirar el diccionario de la RAE a ver si constaba el mismo en nuestro ilustre cuerpo léxico, además, tenía la recóndita y nimia esperanza de que, junto a la definición, apareciese una foto de ese sujeto, ya sabéis, para enfocar mejor el asunto, por aquello de que vale mas una imagen que mil palabras y, esto vale para todo, la belleza, el horror, el mamón…pero nada, o mejor dicho, algo si, pero no era lo que buscaba. Yo buscaba algo así como sinvergüenza, caradura, desgraciado, apijotado, parásito…y no, que mama, mama mucho y una especie de árbol, por el que o se llora o no se mama, como todo en la vida.
Escribo el post con indignación y displicencia, estaba tranquilamente viendo la tele, vivo en un primero, he sentido el ruido de un motor de coche pararse en la calle, no le di importancia, me hubiese asomado si hubiera sido el afilador –de cuchillos, que no de sables- el cual anuncia su llegada con esa especie de silbato característico que se está perdiendo con el pasar de los años, o yo que sé, si hubiese sido la cabra, no ella misma, sino la cabra y su grupo, compuesto por una cabra, preferiblemente blanca y chuchurría, sin pánico escénico y con cualidades innatas de baile o ejercicios equilibristas encima de una silla vieja o una escalera oxidada, un gitano que interpreta como le sale del pairo un pasodoble en un organillo amplificado por un altavoz de sonido Dolby sin Surround y, como no, una gitana pispa, desgarbada y fresca, que pasa la bandeja a los que se asomen a ver el espectáculo.
Pero en esta ocasión no era nada tan esperpéntico, del coche debió de salir un joven –léase mamón- aunque esto no lo se, porque por el acto que acaeció a continuación, me extraña que lo hiciese el sujeto desde dentro del coche o, con el mismo en marcha, y lanzó contra la luna de mi portal un bote de Coca Cola lleno, lo cual hizo añicos los cristales de la puerta. Por supuesto, los sujetos se dieron a la fuga y, cuando nos asomamos los vecinos y yo, sólo llegamos a ver un coche oscuro que ya estaba doblando la esquina. Lo que mas me irrita no es el valor pecuniario de los daños, el cual es mínimo y además lo cubre el seguro, sino que podía haber sido mucho peor. Verbigracia, haber pasado cualquier persona en ese momento y haberla ocasionado daños corporales, un niño pequeño, al que el golpe le podía haber causado mayores secuelas, por no hablar de los cristales que se le podían haber metido en los ojos, en fin, que estoy frito y enfadado con esos energúmenos y espero que no vuelvan por aquí y, si vuelven, a ver si con un poco de suerte les cogemos la matricula o el careto de mamones para que no hagan mas daño. Si es que no hay mas que mamones. Lo sé, menudo post chusco me ha salido, pero es que no pensaba escribir nada, estaba descansando del estudio asiduo cuando ha ocurrido todo esto, si tengo un ratín en el fin de semana os escribo algo decente, prometido. Aunque me voy a marchar en breve para el pueblo y dudo que cumpla mi promesa.
Un saludo a tod@s.
2 Comments:
Está el mundo cojonudo... Ayer me describía un colega cómo un coche cargado de personas de sospechosa apariencia perseguía dando vueltas a la concurrida rotonda de la Junta a otro vehículo, llegando a cruzarse delante de él en una maniobra de película, y haciéndolo parar, bajaron los tres ocupantes del vehículo perseguidor e increparon y agredieron al conductor del perseguido. Y esto sería a las 7 de la tarde con la zona llena de gente...
Esta la juventud un poco alterada (al menos una parte, porque yo me incluyo en la otra).
Un saludo.
Muy buenas Roberto, para acojonarse o coger el palo, que diría mi abuelo. Ya te digo, como está el mundo. Luego ya se puede decir eso de que dos no pelean si uno no quiere, que como te quieran buscar las vueltas...ya me contarás.
¡Ay!juventud, divino tesoro...jejeje. Un saludo roberto, yo también me incluyo en la otra juventud.
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