Mi primer amor (hoy me puse tierno).
Yo tenía entre trece y catorce años, aquel verano se presentaba como los demás, si bien, con una pequeña diferencia. Yo era adolescente, iniciaba la pubertad con todos los problemas inherentes a esa difícil edad, cualquier dificultad la tornaban mis instintos en un problema de difícil solución, estaba el mundo y luego yo, era como si formase parte de él pero éste no me comprendiese, me consideraba un alma solitaria e incomprendida, buscaba apoyo en la inconmensurable probidad de mis hermanas, como todo cachorro busca comprensión, apoyo, empatía y filantropía consanguínea, en sus semejantes, pero tan solo encontraba felonía cainita en sus enhiestos e hirsutos caracteres.
Llegó el verano, y con él, se despertaron todas las sensaciones que acompañan a la estación más calurosa, y que se hacen mas evidentes en un retoño que está empezando el largo y tedioso camino que le queda por recorrer. Yo era joven, no había descubierto los placeres de la carne, ni la atracción por las señoritas de mi entorno, las miraba como a un compañero mas, a las que sin remilgos se las pedía que participasen en los partidos de fútbol o en las guerras de globos de agua.
Las chicas formaban parte de nuestra pandilla, pero como digo, no eran consideradas como tales, alguna incluso mostraban cierta y envidiable habilidad en el manejo del esférico, pero en ningún caso se consideraban mujeres, eran chicos como nosotros, aunque sospechábamos los mas intrépidos y contumaces, que realizaban sus necesidades fisiológicas de un modo distinto al nuestro, pues cuando nos poníamos todos, unos al lado de otros en una pared, a descargar el fluido dorado que reposaba en nuestra vejiga, ellas muy bohemias, se iban a otro rincón del parque donde algunos rumores osados, aseguraban que se agachaban y se bajaban sus braguitas…
El caso es que un día sucedió algo extraño, no se exactamente lo que pasó, pero tanto yo como los queridos amiguitos de mi entorno, empezamos a verlas de otra manera, distintas a nosotros. Empezaron a parecernos guapas, vestían mejor que nosotros, se lavaban mas y mejor que nosotros, y olían tan bien…como decía el anuncio de las galletas “Chiquilin”, pero eso si, no podíamos renunciar a nuestra condición de chicos, el que se acercaba a ellas era repudiado e imprecado con los oprobios mas crueles, sin tener en cuenta que la mayor parte de las veces, este acercamiento no era por tener tendencias preferenciales por sus juegos, sino por estar cerca de la chica que te gustaba, uno por entonces no tenía personalidad, y volvía al lado de sus amigos a jugar a la pelota, y excusándose cuando le preguntaban a ver si es que le gustaba alguna de las chicas, probablemente al que preguntaba también le gustaba, y en la mayor parte de los casos, la misma, que siempre era la mas guapa, pero uno respondía con un rotundo ¡¡no!! ¡¡pero que dices!!.
Pero cuando llegó este verano, ya no solo nos interesábamos por el fútbol y la nocilla, y aparecieron dentro de nuestro intereses mas inmediatos y urgentes, las chicas, ese primer beso, esa primera cita, ese primer rozamiento de dedos ajenos, y esa taquicardia maravillosa que se experimentaba cuando tenias delante de ti, a la que tu creías que iba a ser la mujer de tu vida, el colmo de tus aspiraciones, todos tus anhelos hechos realidad, en una señorita, en mi caso, con coletita (lo que a mi me gusta todavía a estas alturas de mi vida esa forma de peinarse en las señoritas, ejem) y la cara pecosa.
Se llamaba Iria (espero por el bien de mi integridad huevil y mi inmaculada reputación, que ella no lea esto) y estudiaba en Pastorinas, la verdad, es que yo nunca la había visto por el barrio, y eso que uno modestamente por aquel entonces, vivía en la calle, pero un día de esos, en los que estábamos los amigos sentados en un portal, aparecieron ella y una amiga, tengo que reconocer que la que mas comentarios suscitaba era su amiga, dado que por entonces estaba mas desarrollada, mas crecidita y a mi gente les caía como mas en gracia, pero a mi enseguida me encandiló la otra. Ya sabéis, a uno si le preguntan que tipo de chica le gusta, probablemente diga el topicazo de todas, rubias, morenas… pero la verdad es que nadie podría responder a esa pregunta clara y concretamente, simplemente cuando la vemos (o cuando le veis, para las lectoras), sabemos que nos gusta, sin entrar en si luego su personalidad se corresponde con lo que buscábamos o nos parecía a simple vista, que nos encantaría estar mas cerca de esa persona, y que podría ser alguien especial.
Estas dos señoritas acabaron por ser amigas de todos nosotros, y yo encantado, para que lo vamos a negar, empezamos a intimar todos y a ser verdaderos amigos, un amigo y yo, incluso nos habíamos repartido estos encantos, para mi la que me gustaba, para él la otra que tantos comentarios suscitaba como os dije, y para otro colega nuestro la que sobraba. Por supuesto este reparto se hizo sin conocimiento de las interesadas, y sobre el papel todo era perfecto ¿no?, una para cada uno y aquí paz y después gloria, pero claro cuando pasamos a la práctica esto resulto ser un poco mas complicado, y eso que no éramos unos jóvenes especialmente presuntuosos o vanidosos, pero aun así fallo nuestro plan.
El único que vio colmadas sus aspiraciones, fue el coleguilla que se había quedado con la que sobraba del alícuoto reparto. Desde mi perspectiva personal, voy a tratar de recordar, con la mayor exactitud que me permita mi frágil memoria, como aconteció todo aquello, ahí va.
Después de un buen tiempo, yo ya había delatado mis verdaderos sentimientos, pero no a la interesada, sino a mis queridísimos colegas, los cuales ya se habían encargado de propalar con gran diligencia tamaño secreto. El caso es que llegó el día en que yo se lo debía decir personalmente, ella fue la última en bajar de su casa aquel día, ya estábamos toda la pandilla esperándola, cuando bajo nos repartimos en dos grupos, el de chicas adelantándole los acontecimientos que iban a tener lugar en breve y en mi opinión, creo, que animándola a que aceptase y tal, que era un buen chico, graciosillo, no tenía un peinado fashion, y entraba a duras penas en unos vaqueros ajustados que no me hacían un culo precisamente redondillo…pero por lo demás, no estaba mal (no vamos tampoco a ser muy descriptivos ¿no?); el de los chicos, arengándome como Julio César a sus tropas antes de entrar en batalla, dándome ánimos, que la cosa estaba hecha, que la cogiese, la arrinconase y se lo soltase ahí todo a bote pronto, y ella aceptaría ineluctablemente y encantada.
Pero la realidad fue muy distinta, nos dejaron solos en un paraje que es conocido como la chopera, antes de llegar al lugar en el que yo iba a realizar el primer acto de fe de mi vida, andábamos solos ella y yo, yo nerviosísimo, me rebullían las ideas y las palabras con las que tenía que afrontar tan difícil empresa, la miraba, ella agachaba la cabeza y no decía nada, yo pensaba, ¿dirá que si?, ¿dirá que no?, si me dice si, ¿me dejará besarla?, ¿me dejará tocarle las tetitas? ¿de que color llevará las braguitas, me dejará su madre vérselas?... como veis, todo preguntas trascendentales a la causa. Llegamos a un banco en el que ella se sentó en su respaldo y me miró, con una mirada candida, sencilla, honesta… yo me estaba haciendo pis encima, no sabía como mirarla, empecé a tartamudear y a adoptar posturas extrañas, la miré, respiré hondo y me dije…allá va, “veras yo he pensado que tu y yo podíamos…” y justo cuando lo iba a soltar, no me dejó, me dijo un tranquilo, reposado y lacónico, “no te molestes, ya se lo que me vas a preguntar”, y yo, ¿si? (es evidente que no la iba a preguntar por el paradero del tesoro del Rey Salomón, ni del Santo Grial, pero aún así adopté tono despistado), y ella dijo, “si, pero he pensado que no me gustas como novio, que te prefiero como amigo”, a que os suena esta frase, pero a que esta otra ¿no?, va y me dice, “no es porque seas tu”, aquí ya en mi cerebro bullían todo tipo de conjeturas sobre lo que ella podía pensar sobre mi, pero algo tenía ya seguro, la aventura había terminado, definitivamente, no, no sería mi churrina.
Lo gracioso de la cuestión, gracioso ahora, como comprenderéis en su momento a mi me pareció de una crueldad inusitada, es que me dijo que no pensara que se iba a liar con otro al día siguiente ni nada por el estilo, y que quedábamos como mas amigos que antes si cabe….resumiendo, que no volví a hablar con ella en años, que precisamente al día siguiente se lió con otro, que por cierto, sin resquemor, tenía cara de tonto, y creo que ha mejorado esta cualidad con el tiempo, y que tuve que ir al cine a ver Airbag, si la de Arguiñano, con tan buena compañía, eso si, sin perder nunca la sonrisa.
Un saludo a tod@s, espero no haberos hastiado con mi voluptuoso relato, pero con éste día que tenemos pasado por agua, no tenía otra cosa mejor que ofreceros, todo lo aquí narrado es rigurosamente cierto, puede dar fe de ello algún coleguilla que tengo, que se que me lee con avidez y alegría, hasta pronto.
Llegó el verano, y con él, se despertaron todas las sensaciones que acompañan a la estación más calurosa, y que se hacen mas evidentes en un retoño que está empezando el largo y tedioso camino que le queda por recorrer. Yo era joven, no había descubierto los placeres de la carne, ni la atracción por las señoritas de mi entorno, las miraba como a un compañero mas, a las que sin remilgos se las pedía que participasen en los partidos de fútbol o en las guerras de globos de agua.
Las chicas formaban parte de nuestra pandilla, pero como digo, no eran consideradas como tales, alguna incluso mostraban cierta y envidiable habilidad en el manejo del esférico, pero en ningún caso se consideraban mujeres, eran chicos como nosotros, aunque sospechábamos los mas intrépidos y contumaces, que realizaban sus necesidades fisiológicas de un modo distinto al nuestro, pues cuando nos poníamos todos, unos al lado de otros en una pared, a descargar el fluido dorado que reposaba en nuestra vejiga, ellas muy bohemias, se iban a otro rincón del parque donde algunos rumores osados, aseguraban que se agachaban y se bajaban sus braguitas…
El caso es que un día sucedió algo extraño, no se exactamente lo que pasó, pero tanto yo como los queridos amiguitos de mi entorno, empezamos a verlas de otra manera, distintas a nosotros. Empezaron a parecernos guapas, vestían mejor que nosotros, se lavaban mas y mejor que nosotros, y olían tan bien…como decía el anuncio de las galletas “Chiquilin”, pero eso si, no podíamos renunciar a nuestra condición de chicos, el que se acercaba a ellas era repudiado e imprecado con los oprobios mas crueles, sin tener en cuenta que la mayor parte de las veces, este acercamiento no era por tener tendencias preferenciales por sus juegos, sino por estar cerca de la chica que te gustaba, uno por entonces no tenía personalidad, y volvía al lado de sus amigos a jugar a la pelota, y excusándose cuando le preguntaban a ver si es que le gustaba alguna de las chicas, probablemente al que preguntaba también le gustaba, y en la mayor parte de los casos, la misma, que siempre era la mas guapa, pero uno respondía con un rotundo ¡¡no!! ¡¡pero que dices!!.
Pero cuando llegó este verano, ya no solo nos interesábamos por el fútbol y la nocilla, y aparecieron dentro de nuestro intereses mas inmediatos y urgentes, las chicas, ese primer beso, esa primera cita, ese primer rozamiento de dedos ajenos, y esa taquicardia maravillosa que se experimentaba cuando tenias delante de ti, a la que tu creías que iba a ser la mujer de tu vida, el colmo de tus aspiraciones, todos tus anhelos hechos realidad, en una señorita, en mi caso, con coletita (lo que a mi me gusta todavía a estas alturas de mi vida esa forma de peinarse en las señoritas, ejem) y la cara pecosa.
Se llamaba Iria (espero por el bien de mi integridad huevil y mi inmaculada reputación, que ella no lea esto) y estudiaba en Pastorinas, la verdad, es que yo nunca la había visto por el barrio, y eso que uno modestamente por aquel entonces, vivía en la calle, pero un día de esos, en los que estábamos los amigos sentados en un portal, aparecieron ella y una amiga, tengo que reconocer que la que mas comentarios suscitaba era su amiga, dado que por entonces estaba mas desarrollada, mas crecidita y a mi gente les caía como mas en gracia, pero a mi enseguida me encandiló la otra. Ya sabéis, a uno si le preguntan que tipo de chica le gusta, probablemente diga el topicazo de todas, rubias, morenas… pero la verdad es que nadie podría responder a esa pregunta clara y concretamente, simplemente cuando la vemos (o cuando le veis, para las lectoras), sabemos que nos gusta, sin entrar en si luego su personalidad se corresponde con lo que buscábamos o nos parecía a simple vista, que nos encantaría estar mas cerca de esa persona, y que podría ser alguien especial.
Estas dos señoritas acabaron por ser amigas de todos nosotros, y yo encantado, para que lo vamos a negar, empezamos a intimar todos y a ser verdaderos amigos, un amigo y yo, incluso nos habíamos repartido estos encantos, para mi la que me gustaba, para él la otra que tantos comentarios suscitaba como os dije, y para otro colega nuestro la que sobraba. Por supuesto este reparto se hizo sin conocimiento de las interesadas, y sobre el papel todo era perfecto ¿no?, una para cada uno y aquí paz y después gloria, pero claro cuando pasamos a la práctica esto resulto ser un poco mas complicado, y eso que no éramos unos jóvenes especialmente presuntuosos o vanidosos, pero aun así fallo nuestro plan.
El único que vio colmadas sus aspiraciones, fue el coleguilla que se había quedado con la que sobraba del alícuoto reparto. Desde mi perspectiva personal, voy a tratar de recordar, con la mayor exactitud que me permita mi frágil memoria, como aconteció todo aquello, ahí va.
Después de un buen tiempo, yo ya había delatado mis verdaderos sentimientos, pero no a la interesada, sino a mis queridísimos colegas, los cuales ya se habían encargado de propalar con gran diligencia tamaño secreto. El caso es que llegó el día en que yo se lo debía decir personalmente, ella fue la última en bajar de su casa aquel día, ya estábamos toda la pandilla esperándola, cuando bajo nos repartimos en dos grupos, el de chicas adelantándole los acontecimientos que iban a tener lugar en breve y en mi opinión, creo, que animándola a que aceptase y tal, que era un buen chico, graciosillo, no tenía un peinado fashion, y entraba a duras penas en unos vaqueros ajustados que no me hacían un culo precisamente redondillo…pero por lo demás, no estaba mal (no vamos tampoco a ser muy descriptivos ¿no?); el de los chicos, arengándome como Julio César a sus tropas antes de entrar en batalla, dándome ánimos, que la cosa estaba hecha, que la cogiese, la arrinconase y se lo soltase ahí todo a bote pronto, y ella aceptaría ineluctablemente y encantada.
Pero la realidad fue muy distinta, nos dejaron solos en un paraje que es conocido como la chopera, antes de llegar al lugar en el que yo iba a realizar el primer acto de fe de mi vida, andábamos solos ella y yo, yo nerviosísimo, me rebullían las ideas y las palabras con las que tenía que afrontar tan difícil empresa, la miraba, ella agachaba la cabeza y no decía nada, yo pensaba, ¿dirá que si?, ¿dirá que no?, si me dice si, ¿me dejará besarla?, ¿me dejará tocarle las tetitas? ¿de que color llevará las braguitas, me dejará su madre vérselas?... como veis, todo preguntas trascendentales a la causa. Llegamos a un banco en el que ella se sentó en su respaldo y me miró, con una mirada candida, sencilla, honesta… yo me estaba haciendo pis encima, no sabía como mirarla, empecé a tartamudear y a adoptar posturas extrañas, la miré, respiré hondo y me dije…allá va, “veras yo he pensado que tu y yo podíamos…” y justo cuando lo iba a soltar, no me dejó, me dijo un tranquilo, reposado y lacónico, “no te molestes, ya se lo que me vas a preguntar”, y yo, ¿si? (es evidente que no la iba a preguntar por el paradero del tesoro del Rey Salomón, ni del Santo Grial, pero aún así adopté tono despistado), y ella dijo, “si, pero he pensado que no me gustas como novio, que te prefiero como amigo”, a que os suena esta frase, pero a que esta otra ¿no?, va y me dice, “no es porque seas tu”, aquí ya en mi cerebro bullían todo tipo de conjeturas sobre lo que ella podía pensar sobre mi, pero algo tenía ya seguro, la aventura había terminado, definitivamente, no, no sería mi churrina.
Lo gracioso de la cuestión, gracioso ahora, como comprenderéis en su momento a mi me pareció de una crueldad inusitada, es que me dijo que no pensara que se iba a liar con otro al día siguiente ni nada por el estilo, y que quedábamos como mas amigos que antes si cabe….resumiendo, que no volví a hablar con ella en años, que precisamente al día siguiente se lió con otro, que por cierto, sin resquemor, tenía cara de tonto, y creo que ha mejorado esta cualidad con el tiempo, y que tuve que ir al cine a ver Airbag, si la de Arguiñano, con tan buena compañía, eso si, sin perder nunca la sonrisa.
Un saludo a tod@s, espero no haberos hastiado con mi voluptuoso relato, pero con éste día que tenemos pasado por agua, no tenía otra cosa mejor que ofreceros, todo lo aquí narrado es rigurosamente cierto, puede dar fe de ello algún coleguilla que tengo, que se que me lee con avidez y alegría, hasta pronto.
14 Comments:
Desde luego no se como lo hago pero casi siempre que escribo en tu blog es para dar fe de alguna peripecia de tu vida (creo que pasamos demasiado tiempo juntos).Si, me siento muy identificado con tu post de hoy, más que nada porque yo era el otro que se rifaba a la amiga (Tamara), y ni que decir tiene que no me comí ni los mocos...Tiempo después me enteré por boca de Mónica que la tenía rota pero como Tamara era tan tímida no se atrvió a decirme nada, y como yo sabes que soy un bobón muy tímido...jeje.Bueno di que tu tranqui porque a todos nos han dado calabazas alguna vez.Mi primera vez fue en un campamento y tendría 13 años más o menos.La vida es así, larga y dura, o no era la vida...bueno el caso es que a pesar del tiempo seguimos conservando nuestro sex - appeal, y un culo bastante apetecible (yo si tu NO).
Bueno sin más miramientos me piro que uno es aplicado y tiene que estudiar.Un besín y a pasarlo bien
Buenas Alejandro, tienes razón voy a tener que nombrarte notario oficial del blog, a ti, y a algún otro que de fe pública de que lo que cuento es verdad. Pues si, efectivamente para quien lea esto que se entere de que la otra persona era Alex y que su tímida pretendienta en potencia, realmente era muy tímida, vamos, en esta época, poco después tanto ella como las amigas se volvieron unas golfas de no te menees, pero en este momento exacto que describo, de vergüenza que tenía la querida de Alex, no daba besos, y en vez de poner como disculpa un dolor de cabeza que es la disculpa oficialmente aceptada para el género femenino, decía que la dolían los dientes,jejeje, lo que es la vida, no sabía eso que te acabas de marcar tu ahora referente a lo del campamento, ya me contrás, ya...
Un saludo estudiante, por cierto, desde aquí hago un llamamiento para que no hagais ni puñetero caso a este hombre en lo referente a mi culo, tengo un pequeño pero bonito culo, aunque no sea redondillo, y se pone contento (mi culo) cuando le recitan poemas de amor.
Joe!! Me vas a hacer llorar, que cruel! Nada tu trankilo que esto se arregla este fin de semana! jejeje.
Ahhh y recuerda el tema de los derechos de autor!
Un abrazo
Buenas Juli¡¡no problem eh!! que esto ya paso hace mucho tiempo, y por desgracia la tia sigue estando buena.
Me da que va a ser dura la negociación sobre los derechos de autor,jejejeje, hasta el fin de semana, a ver ese apoyo logístico como se da,jajajajaja.
Un saludo.
Ahora entiendo tu comportamiento con el sexo opuesto,tu adolescencia fue cruel,querido amigo javi.
Si es que las mujeres son lo peor que hay...pero las necesitais tanto....
Os lo pasais bomba contando batallitas sobre el día que conseguisteis.. bueno eso, como si fueramos un trofeo, discerniendo la calificación que merece cada una.Insensibles!!!!!!!!
Pero que os creeis que somos? juguetes?????
Las cosas cambian, y la realidad es bien distinta,hoy disfrutamos como enanas jugando con vosotros, que no veis mas alla de dos tetas y un tanga!!!! ESPABILAR CHIKILLOS!!!!
Ejem, Vanesa, y yo que al leer que tenía un mensaje de Vanessa esperaba apoyo y comprensión, y voy y me encuentro con ésta prédica feminista??
A ver mi niña, lo primero de todo, es que nos necesitáis tanto vosotras a nosotros como al revés, vale? por que lo mismo hasta os creéis que solo de vosotras depende una u otra cosa en este tema, y no es así. Y si, nos interesa que nos veáis como buenos, inocentes y sumisas mascotillas, pero ni que decir tiene que eso no es para toda la vida, o que os creéis, en mi humilde opinión, y no quería entrar al trapo, pero me has hecho decir estas cosas, pecáis de ingenuas, os creéis que no podríamos hacer nada sin vosotras y no es así, luego os creéis el centro del universo, porque un tío os haga un poco de caso, y ya os creéis que esta como un perrito, y no es así, el tío como la tía, busca sus objetivos y trata de conseguirlos del mejor modo que el o ella cree, pero de ahí a estar perdidamente enamorado y todas esa patochadas... y luego no voy a entrar en lo que os creéis por que algún gilimemo (perdón por utilizar una de tus expresiones favoritas) os diga que si sois guapas, que si se encuentran a gusto con vosotras.... nada a ver si abrís los ojos que me parece a mi que os lo creéis todo.
Lo siento por el acaloramiento Vane, pero es que en ningún momento quería enfocarlo tal y como tu lo dices, encima de que cuento uno de mis mas estrepitosos fracasos, no vas, y encima nos pones a caldo, pero jodida, si yo he sido lo mas sincero que he podido, es que manda narices como sois las tías, no me extraña que ahora duren tan poco los matrimonios, si es que no hay quien os aguante.
Un saludo Vane y un tirón de orejas, si, tuve una infancia muy dura, ejem.
Muy buenas Jose, yo también conocía tu historia, me da que nos machacamos continuamente con el pasado, vamos a tener, pero de verdad, que hacer borrón y cuenta nueva.
Eso de que tú no estabas a su altura lo dirás tú, entiendo yo que al no preguntárselo, son tan solo conjeturas tuyas, un colega mio tiene una curiosa teoría, que aunque yo se que no es así me parece interesante exponerla aquí, según él, se ven por la calle tias de nivel con hombres que no las merecen ni los zapatos, por que los que las merecen, no se han atrevido a decirles nada, asi segun el se explicaria el mal repartimiento que nos tiene a ti, a mi y a él, al paro afectivo, al menos no me negaras que no es una disculpa, algo es algo.
Por otra parte lo que la experiencia te ha dicho a ti de esa "señorita", viene a confirmar mis sospechas de que hay mucha golfa por ahi suelta, sin animo de ser machista ni sexista, ni nada que se acerque a estos terminos.
Un saludo jose, contaba como no, con tu participación en este post.
me gusta verte mosqueadillo,ya era hora no? tu descripción de tu adolescencia ha sido la leche, no lo dudo,pero te falta el respeto al hablar de tus intenciones con aquella pobre chica,que si querias verle las bragas,que si te dejaría su madre verle las tetas...etc...no demuestras ser mas que un salido que busca lo que buscais todos (la mayoría) los tios.
Por cierto,yo no empleo la palabra gilimemo,pero si tu lo dices....
Tiron de orejas recibido,besos querido javi!!!
No Vane, la descripción de mis intenciones no era esa, esas eran las preguntas que me hacía en mi aturullada y atrofiada cabeza cuando me disponía a dar el paso, y hombre, yo era un adolescente, y estaba deseoso de hacer eso que pongo, pero a mi no me parece malo, si es con el consentimiento de la chiquilla por que no voy a poder... ya sabes. No me parece una falta de respeto, me parece un acto de sinceridad, no, mejor decir, que solo quiero pasear e ir a dar de comer a los patos al parque cogidos de la mano, Vane por favor, seamos serios, que eso tampoco funciona que también lo he probado.
Y lo de gilimemo, no es que la utilizases en el comentario, es que me la sueles llamar, doy fe, venga Vane un besillo, a ver cuando conozco a tus compañeras de piso, con el mayor de mis respetos, para charlar y tal,jejejje, no seas tan feminista Vane, que es igual de malo que la vertiente contraria.
Joer Javi, gracias a tu post, y también, por qué no decirlo, a que a mi cena la acaba de acompañar una botella entera de Ribera del Duero, me he retrotraído a aquellos tiempos en los que aún podía ponerme nervioso la cercanía de una mujer (de aquella más bien niña), provocándome esa taquicardia que tan bien describes, y provocando también que solo supiera que tartamudear estupideces... pero no se por qué, a mi eso me funcionaba bastante bien, y que quede claro que no lo hacía a drede, que los nervios eran de verdad... Ahora ya veo aquello con cierta nostalgia... pero no lo echo de menos, no... ¡qué mal se pasaba!. Yo los mayores problemas los tuve porque pa dos veces que me arrejuntaba... siempre habia una tercera en discordia... y la cosa siempre acababa con las dos féminas contra mi pobre persona... y lejos de disfrutar el doble, como te aventurarás a conjeturar no disfrutaba ni la mitad, primero por la guerra sin cuartel entre ambas ansiosas, y luego porque las dos, se ponían de acuerdo con que todo era culpa mia... desde las bombas nucleares de hirosima y Nagasaki hasta el que se caducaran los yogures en la nevera del supermercado... y así me quedaba yo... a verlas venir. ¡Qué tiempos más turbios!, menos mal que llevo más de seis años de deliciosa estabilidad... que no creas, casi derivan al principio en una situación como las descritas.
Con mis mejores deseos, un saludo... y a ver si un día de estos encuentras a la mujer de tu vida, que te haga olvidar todas las averías antecedentes.
Buenas Roberto, jejejeje, te voy a contestar con envidia, yo nunca he tenido a dos féminas que se peleen por mi, es mas, ni siquiera creo que haya una sola que lo haga, digi lo de pelearse, desear este cuerpo serrano que dios me ha dado...eso no se, pero de ahí a llegar a los pelos, digo a los palos, jajajajja, es una de mis fantasias mas íntimas, como me sobra imaginación, aunque no lo haya vivido por lo menos me lo imagino, y a lo mejor hasta se desnudan y todo en esa pelea, jajajaja, por soñar... total es gratis.
Un saludo Roberto, espero verte este fin de fiesta por aquí si te dejas caer, la mujer de mi vida la deben de estar fabricando a mano,jeje, a mi todavia me dura el tartamudeo, creo que no tiene remedio ya.
javi, puedo contestar a vanesa?
como no me contestas lo hare.
no es que seais trofeos, los trofeos o se cuelgan en la pared o se ponen en la estanteria
vosotras las mujeres, sois como diria yo , como mascotas que tenemos que sacar a pasear, darlas de comer, jugar con ellas...etc.
pero esa no es la verda.
la verdad es que sois malas.
haceis con nosotros lo que os sale por los cojones, cuando y como querais....asi que menos quejas que nosotros hablamos mucho y al final hacemos lo que quereis....en definitiva y unos mas y otros menos son unos calzonazos.
aprender vosotras a tratarnos.
he dicho
Buenas David como ya te dije en tu otro comentario firma la proxima vez que así mola mas, jejejee, ya le diré si la veo que la has contestado, aunque este post como es de hace una temporada igual no se pasa por aquí. Yo me declaro calzonazos, si, y solo si, esta buena la muchacha, he dicho jajajaja.
Un saludo.
Buenas Sei!!! vaya al final hiciste un hueco para pasarte por aquí, es un placer tener a gente de tanta envergadura intelectual por aquí - para quien me lea y no la conozca, yo a ella no se lo digo porque considero que lo sabe de sobra- y me alegra que sea coña el que no conozcas a Iria.
Pues muchas gracias Sei, a una amiga se la puede decir que lea estas cosas sin miedo y no a otras que hay por ahi... que son mu malas con el sexo masculino, que nosotros también sufrimos aunque lo disimulemos mejor.
Un besazo Sei, que me ha alegrado mucho que te hayas pasado por aquí.
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