Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

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Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

30 noviembre 2007

"Nuestra naturaleza...nos obliga a conocer porque nos angustia la ignorancia. No obstante, es esa misma naturaleza la que nos convierte en petulantes endiosados que se ponen por encima de los demás en cuanto creen saber alguna cosa. Contra la jactancia solo hay un remedio: aceptar que somos insignificantes, efímeros, fugaces". Azúa excelente, como siempre. Artículo entero aquí.

29 noviembre 2007

De un paseo se pueden y, lo que es más importante, se deben, sacar ciertas conclusiones. La de hoy hace referencia a la copiosa e inútil señalización de una ciudad. El grado de una civilización no sólo se mide en la cantidad y calidad de sus normas, sino también en su correcta aplicación y su lógica –en teoría, por supuesto- obediencia. Que atravesar una carretera para bicis conlleve hacerlo por un paso de cebra situado a medio kilómetro de la dirección que uno lleva tiene bemoles. Que un servidor se levante con el pie cívico, tenga un día homónimo, y vaya, efectivamente, a ese paso de cebra ubicado en desiertos lejanos o en montañas remotas, preocupa. Que una vez llegado al mismo el único coche que pasaba no quiera respetarlo, lleva a una ofuscación psicopatológica –como la descrita con maestría en los artículos que ayer os colgué y que sé que todos, todos, todos, os leísteis hasta la última hoja- inevitable, casi de indignación con uno mismo y su desconsiderado entorno. Pero que ese coche, además, sea de una autoescuela y vaya conducido por uno de sus monitores, o sea, un profesional de la conducción vial, genera ineluctablemente una inefable sensación de descarga, de evacuación, de deposición, de…en fin, ciscarse, en sentido mayúsculo, en la madre que lo condujo a este mundo. Nada más, me sigo con el RD 84/2007. A gusto he quedado, oigan.

El desvarío de Carl.

La originalidad de las campañas electorales, aquí. Porque la vida puede ser maravillosa.

28 noviembre 2007

Un poco de dos maestros. Disfrutenlo. Aun así, dado que la vida es cuestión de prioridades, si tienen que ver El Tomate o algo de importancia análoga, si es que hay tal, dejenlo.

Recién acabo de leer el artículo de Dragó que ayer publicó El Mundo. Habla de España, los españoles y sus sacrosantas costumbres. Nos eleva a un pedestal. A nada de lo expuesto por Fernando hizo ayer referencia nuestro cultivado Ministro de Cultura en una entrevista. Cuando comenzó la misma, diome la impresión de que había sido fagocitado por el espíritu de Zapatero: la misma velocidad en la exposición de sus ideas –luego me di cuenta de que en el caso del Ministro se debía, es un suponer, a que frecuenta la poesía y se le ha pegado su cadencia-; la misma honradeZ y sensateZ que su presidente. Por ejemplo, reconoció que si alguien merecía el cargo de Ministro de Cultura ése era él, pues había pasado por todos los sustratos que, según su opinión, deberían de anteceder al cargo de Ministro de la cosa culta; calificó nuestro cine, no el cine, de obra maestra. Al menos, antes de que me empezasen los retortijones intelectuales, me quedé con una frase suya que en cierta medida salvó la media hora de obviedades y sandeces que soltó el ilustrísimo: la persona se educa durante toda su vida. Nuestra vida es un continuo proceso de aprendizaje. Vale, eso también es evidente. Pero es que en España hay mucha gente que podría ser Ministro de Cultura, ZP dixit. Mutatis mutandis, claro.

Y se nota.

26 noviembre 2007

Oportunista. Sin duda. La vi en Cara a Cara. Y vi el inexpresivo gesto de San José al formular sus preguntas. La ética, la estética y, el parné, claro. Los matrimonios son un gran negocio hoy día. El protagonista del libro ha declarado que “no estaba al corriente de la gestación del libro, de su temática…”. La autora, en cambio, en el programa citado dijo que su marido había afirmado “que escribía con más garra que él”. Las hay que se regalan los oídos. Justo es reconocer la humildad cuando se abusa de ella:"como periodista, no podía moralmente dejar de contar esta gran historia que ha venido a buscarme". La sociedad y sus valores. Ardid del periodista, lo llaman. O tempora, o mores.

25 noviembre 2007

El genio de Vinci aún vive.

Me ha gustado.

23 noviembre 2007

Hay y no hay. Por Luis Rivera.

Personas hay que se sienten acosadas; hay personas que no saben que acosan; otros son acosados y no se enteran, tal es su idea acerca de la naturaleza de la vida: otros saben que acosan y son felices haciéndolo, tal es su idea acerca de la naturaleza de su vida.
No todo el mundo sueña lo mismo cuando sueña: no todo el mundo sueña; muchos sueñan unas veces si y otras no; hay quien nunca ha soñado; tal vez existan en el mundo dos personas que sueñen lo mismo al mismo tiempo, pero nunca lo sabrán.
Hay quien siente nostalgia de su infancia; hay quien odia su infancia; hay quien no la recuerda; hay quien no cree que la infancia sea una edad feliz, por encima del todo: yo, por ejemplo.
Una calle conduce a un solo lugar para quien la transita, cuando la transita: en otra ocasión conducirá a otro lugar; una calle te lleva a una aventura de amor; otra a vivir una desgracia; alguna a ningún sitio y sin embargo deambulas por ella: estás perdido, estás perdida.
Hay personas que nunca te dirán que te quieren; pero te quieren. Hay personas que nunca te dirán que te odian: tal vez intenten destruirte. Hay personas que te quieren y te odian al mismo tiempo. Hay quien nada, te desconocen, o son los indiferentes, que nunca te ven aunque tanto te conozcan.
Hay traiciones. Hay olvidos. Vuelven a haber traiciones. En la memoria queda un sabor amargo: la memoria es como un paladar. Perplejidad ante uno mismo.
Hay ciudades que se conocen sobradamente; que nunca se han pisado; donde nunca se irá: Nueva York por ejemplo, Manhattan, Queens, la Quinta, Tiffanys. ¿Para que ir si hemos estado allí con Audrey Hepburn? Me hice una foto en la fachada de Tiffanys y la perdí. ¿Para qué guardarla?
Hay libros que nunca están donde deben. Otros están siempre delante recordándonos que no nos hemos dignando visitarlos. ¿Para qué? Son como un familiar molesto; no le damos conversación para que no nos abrume; bastante es que viva con nosotros. Hay libros que hemos perdido entre viajes y mudanzas pero nos da lo mismo, los tenemos guardados. Tom Sawyer, por ejemplo.
Hay amores que nunca sucederán: podrían ser los mejores.
Hay amores que de los que se debería haber desistido mucho antes: acaban siendo un engorro, fomentan el complejo de culpa; pero ¿de quien de los dos? ¿O de un tercero?
Hay horas en las que uno no está. Hay horas en las que uno está. Hay horas en las hay demasiada gente.
Hay quien te mira; hay quien no te mira. No se tiene el mismo saludo para los dos. Suele suceder que el más cordial sea para el segundo. ¿Seducción? ¿Hastío? ¿Juego?
Hay creencias y supersticiones que son la misma cosa. Hay creencias que no justifican el creer en ellas. Hay supersticiones que son divertidas. Otras, creencias y supersticiones (casi todas diría yo) son detestables.
Hay quien dice "te quiero" demasiado a menudo; hay quien nunca. Los dos suelen dejar a otra persona en desasosiego.
Tenemos un cajón de la memoria lleno de mensajes que nunca hemos entregado al receptor. Queda el mensaje y el receptor se ha ido, definitivamente.
Mañana no es nunca lo que debiera ser, porque acaba siendo hoy.
Hay días de mañana. Hay días del ayer. Un solo día es el de hoy y ese es el comprometido. Ninguno más.
Nada vale más que una verdad. Cierto. Nada vale más que una mentira. Cierto. Sobre el mismo asunto, verdad y mentira pueden ser inciertas.
Cada segundo que pasa no tiene entidad alguna; no es posible sentirlo; es tiempo sin acción. Si me quedara un segundo de vida me moriría.
Hay personas que aman. Hay personas que son amadas. Hay personas que aman y son amadas. Hay personas que no aman y son amadas. Hay personas que aman a otro que no les ama y son amadas por otro al que no aman. Hay personas que lo son todo a un tiempo. Otras son muchas cosas durante mucho tiempo. Algunas nada, nunca.
Hay vida, hay tiempo. Luego ya no, ni la una ni lo otro.
Hay noches en que no se que escribir y me sale esto. Hay noches en que no se que escribir y me copio a mi mismo. Hay noches en que no se que escribir y escribo, a veces bien. Otras no.
Encontrado en este blog. Gracias Clarice.

El otoño, la mujer y sus piernas.

Ha llegado el Otoño sin apenas avisar. Como si de él dependiese el tránsito perenne estacional. Como si la importancia fingida de su color y temperatura avocara la genuflexión mayestática, silente y luctuosa de sus amputados días –esos grandes damnificados por los designios de Chronos -. Con el Otoño, también por designio divino, se va algo más importante desde el punto de vista de la percepción sensorial que, la luz cegadora de nuestro astro, su calor tórrido y torrencial, y el verdor fresco y sugerente de nuestros parques. El destape provocado por el angustioso sofoco veraniego, que ennoblece el paisaje si acaso más que la propia estación, llega a su fin. La mujer como parte del paisaje estacional, quizá el más bello, finito, elaborado y, por ello, admirado. Se pliega bajo sus ropajes. Y esperará la época en que desplegará sus aquilatados encantos y, desbordará, esa sensualidad que con la estación que nos ocupa, quedará sin remedio aletargada, lacia, desvanecida y como deslucida. Sin ese hechizo o embrujo del que se jacta cuan Narciso vanguardista.

Hablar del tiempo es baladí. Todos lo ven. Todos lo perciben. Todos lo notan. Pero el perfume otoñal que impregna inexorablemente nuestras calles con sus efluvios húmedos, plúmbeos y lóbregos nos empobrece. Y eso si es una realidad reseñable no tan evidente ni evidenciable. Las miserias de la vista, como las humanas, son pródigas en llantos y berreos inconsolables, y, el tiempo que acompaña, nos quita la sagaz posibilidad de observar miserablemente ese je ne sais quoi de la mujer: sus piernas.

Es una certeza categórica que la mujer vive tiempos de gloria. Atrás quedaron aquellas antañonas e incoloras épocas en que la mujer vivía en el silencio propio y ajeno. En la penumbra. En la clandestinidad. La mujer vivía por y para su familia. A ella se debía en cuerpo y alma. La mujer era como un sagrario, un templo, un santuario improfanable e inquebrantable nada más que por su marido. Cuestión que llevó a éste a apropiársela: creerse con derecho de plena disposición sobre sus riquezas corporales y sensoriales; ser dueño de su mirada; su cabello; la suavidad de su piel; la voluptuosidad de sus pechos o la redondez de su trasero –en algunos casos-. De todo esto hoy apenas quedan vestigios, lo que favorece el papel preponderante y prominente de la mujer en la sociedad, lo cual, a mi entender, no tenía por qué haberse visto reñido con la renuncia al glamour de la mujer.

Hoy, con la igualdad discriminativa de nuestra sociedad, la mujer pierde sus esencias, sus señas de identidad, sus armas más peligrosas. Sus cualidades naturales quedan al socaire de un intruso feo y acartonado llamado pantalón. Esta sociedad que ha querido equiparar a sus vástagos, ha descuidado el aspecto y porte majestuoso con que la mujer alineaba al hombre a su paso y lo seducía y lo hipnotizaba y lo hacía fácil presa de sus deseos.

La llegada de la minifalda marcó un hito que difícilmente se repita en el devenir histórico. Aquellos pomposos culitos que principiaban a verse en color. Aquellos jugosos y dorados muslos que se cimbreaban al vaivén de las caderas femeninas. Y, ah, las piernas: carentes de imperfecciones pilosas, autopistas al infierno gozoso, dignidades de marquesas feas, ostentadoras de lujuria paladina y fuente de pócimas pecaminosas. ¿Qué haría el hombre, eterno vagabundo del placer, sin su visión? La mujer en falda era femenina, grácil, delicada. Una visión casi legendaria. La figura y esbeltez de la mujer se complementaba con un porte aristocrático en la llevanza de ésta prenda. Las piernas matizaban, definían y delimitaban el aura mágica, fantástica, casi divina que, ya de por sí, desprendía la mujer.

Pero la falda ha claudicado. El pantalón ofrece otras visiones, no desmerecedoras, en la analítica del encanto femenino. Aunque no son lo mismo, claro.

“El hombre es una criatura presumida, la mujer vanidosa. El hombre necesita impresionar a sus congéneres o a las mujeres contando lo mucho que sabe o lo mucho que ha hecho. Mientras que a la mujer la importan más su apariencia física, sus vestidos…ellas no se jactan, esperan ser elogiadas”. Javier Marias.

22 noviembre 2007

A pesar de la total falta de tiempo por todo el día de hoy: ¡Feliz día de Santa Cecilia a todos los músicos!. Sería una falta de educación -incluso de ética, perteneciendo al gremio-, no dedicar al menos unas líneas. Espero que mis compañeros de grey tengan un buen día. El año pasado dejé aquí su historia, ilustrense.

21 noviembre 2007

Lo veía venir.


La lencería que llega con el frío no la encuentro seductora, precisamente. Vean la colección completa.

Fuente de inspiración perpetua.

20 noviembre 2007

Los españoles tenemos rey. Es evidente, diáfano, notorio, de Perogrullo. El silencio otorga interpretaciones. Pero el habla, no alberga duda alguna. Puede establecerse un amplio abanico de conjeturas por las que el rey no habló cuando lo llamaron republicano. Se debería razonar que entendió la quema de sus fotografías como muestra fogosa de libertad de opinión. Cuestiónense, incluso, la incredulidad de su alteza sobre el hecho de que su hijo y Letizia yazcan tal y como los plasmó Guillermo pues, la lascivia real, no admite desenfrenos en los tiempos que corren, su silencio, entonces, puede querer decir que respiremos tranquilos, que se sosieguen las profundidades de nuestro espíritu, que se calmen nuestros anhelos insatisfechos, que se aquieten los recónditos y asilvestrados parajes de nuestro pensamiento…pues nuestra Letizia, mantiene puras y lozanas sus posaderas, si acaso, algo sonrosadas. Escuchar su habla antes del tradicional mensaje navideño, es para sentirse llenos de orgullo y satisfacción, si no más. No entiendo a que viene tanto alboroto. ¿Por qué no se callan?

No apto para mujeres. Lean el primer capítulo. El hombre en busca del rol desplazado o del que nunca se ha sentido propietario. El machismo de la mujer reivindicado. Los hombres ni son ni serán lo que fueron. Y ellas lo saben: “El hombre ya no tiene derecho a desear, ni a seducir, ni a tirar los tejos. No puede hacer otra cosa que amar".

18 noviembre 2007

El análisis de Espada sobre el libro de Suso: sublime; Leerlo a las dos y media de la madrugada después de horas de estudio y asimilamiento procesal: reconfortante; Para una madre, que su hijo se haya quedado a solas –a esas horas de la noche- con el ordenador y, se despierte sobresaltada por el repentino, y escandaloso, ataque de risa de su retoño -al que se vio sometido tras la lectura del mismo-: es preocupante.

“Cuando tengo tiempo, y si no, lo busco porque soy muy disciplinado para prescindir de las cosas secundarias o que son aplazables, pues dedico mucho tiempo a pensar. Suelo pensar tranquilamente. Pocas veces con un papel o con un ordenador, porque me encanta retarme a mí mismo con la memoria, esto sí reconozco que es un defecto”-José Luis Rodríguez Zapatero dixit-. Extracto sacado del blog de Arcadi. Vendimiado, a su vez, del libro de De Toro. Nunca la mala uva dio tan buen vino. Consuman con moderación.

16 noviembre 2007


Por eso necesito
Aunque sé que es un exceso
Que tus ojos me digan
Algo así como de acuerdo,
Estoy aquí a tu lado
Para que no tengas miedo
Al miedo de estar solos
Solos en el universo.


Aute: Dos o tres segundos de ternura.

15 noviembre 2007

Imposible.




Improbable.




14 noviembre 2007

Queda menos para las elecciones. Los medios controlados por el grupo PRISA están cambiando el tono, la forma, el fondo. Todo ello paulatinamente, por supuesto. No son ajenos a la sensibilidad del ciudadano, hastiada por una legislatura crispada, y a una oposición mal enfocada.

El mandato socialista ha sido pródigo en cambios de chaqueta. El problema entre Sogecable (PRISA) y Mediapro, acarició el límite del aguante socialdemócrata. Es meridiano: pueden tener convicciones firmemente consolidadas y arraigadas en los más altos valores sociales, históricos, políticos e ideológicos que, como se crucen intereses económicos, hay cierta posibilidad de que no pongan la otra mejilla.

Hubo temporadas en las que uno podía llegar a confundirse al leer los editoriales de El País. Incluso a inquietarse. Su analítica era justa, meliflua y conmiserativa con los yerros de la oposición, siempre tan comprensiva . Pero no duró mucho, claro. Ser objetivos es su sino desinteresado, ya saben. Javier Moreno, su director, implantó la revolución diacrítica, y le dio un nuevo aire al periódico y al periodismo que, yo aún, no he percibido. Cuestión de matices, supongo. En cualquier caso, el periódico global no tendría por qué dejar de ser independiente.

Un poco de glamour.


Renee Olstead. Qué guapa es esta niña y cómo canta. Les recomiendo: Summertime y What a difference day. Con sólo 18 años. No abundan las pelirrojas, no.

13 noviembre 2007

La pequeña muerte de la mujer. Encontrado aquí. Que tengan un buen día.

En la Roma imperial, los estándares de belleza masculina estaban muy claros: el romano ideal debía ser alto y musculoso, con largas piernas, abundante y espesa cabellera (pero no muy peludo), frente alta y despejada (signo de inteligencia), ojos grandes, cejas marcadas, nariz fuerte de perfil recto, boca pequeña y mandíbula poderosa. Los mayas, en cambio, consideraban bello el estrabismo; hasta el punto de que las madres ponían dos vasijas ante los ojos de sus bebés, para desviar sus ejes visuales. En la antigua caligrafía china, el ideograma de “hermosura” se escribía mezclando los pictogramas de “oveja” y “corpulencia”…Desde que en el siglo VI antes de Cristo, Pitágoras de Samos estableciera una conexión entre la belleza y las matemáticas, los seres humanos han tratado de definir y poseer esa cualidad inaprensible, “ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica” (Borges dixit).
…las claves de la belleza humana a través de los siglos: su búsqueda y recreación; pues no otra cosa es el arte, el único intento realmente conseguido de hacerla perdurar en el tiempo.
Revista Muy Historia nº13. La belleza a través de la historia.

Éste es el lascivo editorial de José Pardina, director de Muy. Sugerente, evocador, atrayente, lozano, irresistible, delicioso…definitivamente, estoy hecho para el pecado.

12 noviembre 2007

Leyendo los editoriales de El Mundo me encuentro una reseña de Le Figaro: "Un rey no deja de ser hombre". Gabachos, ya saben.

11 noviembre 2007

Desliz.

Cuando la naturaleza se abre paso sin pedir permiso.

Arcadi, el talento personificado.

09 noviembre 2007

Alejandro.


Ahí lo tienen. Rindiendo a sus encantos nada más y nada menos que a Pedja Mijatovic.

Conocí a Alejandro siendo ambos unos chiquillos barbilampiños, enmadrados y, un tanto mojigatos. El lugar de encuentro fue, cómo no, nuestro adorable, coqueto y encantador barrio. Por aquel entonces, el barrio estaba dividido en pequeñas cuadrillas de retoños con rodillas mugrientas y mejillones en las uñas de los dedos. Alejandro, a pesar de vivir en la calle de al lado, no pertenecía a mi pandilla, Los Rompehuesos, él, siempre fue más afín a otro grupillo vecino que tenía su “sede” en un parque cercano recién abierto con césped y caballitos que, hipocorísticamente, denominábamos Los Cesáreos. Dicho apodo, se debía al nombre de uno de sus componentes que, era y es, nada me hace pensar que cambie, un buen chaval.

Alejandro era, pues, miembro de un grupo rival al mío, lo cual no obstaba para que no nos conociésemos, más bien, todo lo contrario. En cualquier caso, todavía pasarían unos años hasta que comenzara a fraguarse la sólida amistad de la que hoy, y esperemos que siempre, todavía disfruto.

El flechazo surgió –se ruega no hacer interpretaciones gays-, como todos, una tranquila y calurosa tarde de verano. Nos hallábamos sentados él y yo y, no recuerdo si algún otro más, en un portal de la calle –los cuales hacían las veces de bancos donde, muchas veces, tenían lugar las más elevadas confidencias- y ahí fue cuando comenzó nuestro particular affaire.

Comenzamos a insultarnos reiteradamente, pero no se crean que con el ánimo de faltar –animus injuriandi que decimos los juristas- o hacernos daño, que va. Por aquel entonces, la retahíla de improperios era considerada un derroche de ingenio y, como tal, un signo de inequívoca e incipiente inteligencia, cualidad ésta, que mi amigo Alejandro derrocha por los cuatro costados, sea dicho humildemente y con toda sinceridad, aunque mi fingida prepotencia de cara al público, muchas veces camufle la verdadera admiración que siento por él -esta prepotencia, no es más que un mecanismo psicológico para contrarrestar mi verdadera inseguridad, y a él, creo que no me equivoque, le pasa igual-. Aquella tarde, marcó el comienzo de muchas otras con un denominador común, aparentemente, vituperarnos el uno al otro, pero inconscientemente, en nuestro interior se iba gestando una relación de afinidad, empatía e hilaridad que desembocaría en una de las amistades más duraderas que he tenido y que hacen de Alejandro, sin duda alguna, uno de mis mejores amigos.

Alejandro siempre ha sido una persona juiciosa, ha sabido lo que tiene encima de los hombros y, lo que es más importante, cómo utilizarlo. No sé si esta cualidad se debe a que es Libra, signo ecuánime y virtuoso desde la perspectiva aristotélica, pero es una de las características que hacen de Alejandro una persona especial, está claro. Me honro en haber sido depositario de sus problemas y sentimientos durante todos estos años, porque si en algo destaca Alejandro, es en ser muy amigo de sus amigos. Alejandro vive hasta el extremo la amistad, el amor…no puede reprimir ni disimular lo que siente en un momento dado. Su cara, es un espejo nítido de lo que siente a cada instante. Cuando tiene un problema, es incapaz de esconderlo y necesita sentirse arropado por los suyos para superarlo, lo cual, para mí, es reflejo del cariño que siente por la gente que ha conformado su entorno.

Alejandro y yo hemos pasado por toda clase de situaciones. Esos momentos que nos pueden parecer irrelevantes a primera vista pero que, de alguna manera, nos marcan de por vida y son la simiente de la persona que seremos el día de mañana. He pasado muy buenos momentos en su compañía: todavía recuerdo los chistes que me contaba en clase de filosofía –alguno de ellos, como el del indio gorrón, aún triunfan en nuestros ya escasos botellones-; con él, a la vuelta del instituto, comentaba el desmesurado tamaño de los pechos de una chiquilla del barrio que tuvimos a bien en llamar miste –contracción de mis tetas-; con él, admiré y contemplé las antecitadas cualidades en Olga, vecina de la carnicera del barrio; él, me apoyó logísticamente en el trago del primer amor; con él, comenzaba muchas mañanas mi periplo universitario en el bus, el cual, alguna vez, terminaba en un mus en la cafetería del Campus…en fin. Son tantas las anécdotas, que podría escribir no un post sino un libro entero.

La vida ha echado a andar y los pasos de cada uno nos arrastran inevitablemente a distintos puertos. Ya no sé quién dijo que la vida no es cómo sucede sino cómo se recuerda y, éste ha sido mi recuerdo para Alejandro, con el que he compartido parte de mi vida. Mis felicitaciones por haber colmado tus aspiraciones cum laude. Estoy seguro de que serás un maestro estupendo y que nunca te olvidarás de la gente que ha caminado contigo. Espero que te haya gustado Alex, en algunos párrafos, recordando, no he podido evitar que se me humedezcan un poco los ojos, no sé si me habrá salido bien o, si habré podido transmitir lo que de verdad siento, pero este post no ha sido escrito con la cabeza…ya sabes.

07 noviembre 2007

Los velatorios. Por Enrique San Francisco.

Buenas noches.Vengo de un velatorio… Se ha muerto el abuelo de un colega y le he acompañado al tanatorio… Y la verdad es que el tanatorio es un sitio curioso… Hay hasta bar, que por cierto, tiene mucho ambiente, porque es el único que no cierra en toda la ciudad…
Lo primero que te encuentras al llegar allí son un montón de coronas de flores… ¡Qué digo yo…! ¿Por qué le llamarán a eso “corona”? Yo no he visto nunca a un muerto con eso en la cabeza… Más que una corona parece un salvavidas, que hay que tener mala leche para regalarle a un muerto un salvavidas.
Y los mensajes que llevan, son para leerlos: “Tus nietos no te olvidan”, “Tus compañeros de oficina no te olvidan”. Que tu piensas…, pero, ¿a quién se lo dicen? ¿al muerto…?. Los muertos no parecen muy aficionados a la lectura. Y además, ¿cómo que “no te olvidan?”. Pero hombre, ¡si se acaba de morir! ¡Cómo para olvidarse!:- Oye, ¿qué hacemos aquí en el tanatorio?- Pues no sé, no me acuerdo muy bien, ¡creo que se ha muerto el abuelo!- ¡Vamos a preguntarle al camarero!
Yo creo que el bar es la clave del tanatorio. Porque si no fuese por las copas que se toma el personal no se entiende todo lo que pasa allí: Para empezar, el negocio se llama ¡Pompas fúnebres!. ¿Qué falta de respeto es esa?… ¡Pompas fúnebres!, parece la marca de un champú para difuntos:“Pompas fúnebres, ¡el champú que no irrita los ojos!”.Y después de lavarle la cabeza al muerto con el champú “pompas fúnebres” nos vamos de marcha…, de “marcha fúnebre”… ¿Marcha fúnebre? ¡Esto ya es cachondeo! ¡Seguro que irse de marcha fúnebre es ir a mover el esqueleto!
Pero menos sentido todavía tienen las conversaciones de la gente. De repente llega un tío y dice: “No somos nadie!”. Pero ¿cómo que no somos nadie? ¡No serás nadie tú! ¡Yo soy un tío de puta madre! Y otro suelta… “Hoy estamos aquí y mañana estamos allí”. Hombre, mira, eso es lo bueno de tener coche…
En los velatorios te das cuenta de que si quieres que hablen bien de ti, no hay como morirse. Si por ejemplo, tú eras un ludópata, la gente dirá… “No tenía nada suyo”… Y si tenías muy mala leche… “Parecía que se comía el mundo y luego no se comía a nadie…”.
Y aquí la cosa se anima y salta uno: “Y hablando de comer, ¡cómo le gustaba el pollo!. ¿Os acordáis de aquella vez que se comió cinco pollos de una sentada…?”. Y otro: “¿Y la vez que tiró un tabique con el hombro?. Que me van a perdonar, pero si se comía cinco pollos seguidos y tiraba tabiques con el hombro, lo raro es que no se hubiera muerto antes.
Y con estas anécdotas del muerto a la gente le da la risa floja y de repente uno dice: “¡¡Aaaaaaay!!… si no nos reímos, ¿qué vamos a hacer…?”. ¿Cómo que qué vamos a hacer? Pues llorar, cojones, ¡qué para eso estáis en un velatorio!
Y entonces se crea un silencio incómodo, hasta que a alguien se le ocurre algo original que decir… “Pues mira, ya ha dejado de fumar…”. Bueno sí…, el muerto ha dejado de fumar, pero los demás no paran… Que se forma allí un ambiente que sólo falta que salga Michael Jackson bailando el Thriller… Yo creo que en vez de ponerle velas al ataúd le deberían poner faros anti-niebla… ¡Es que es muy fuerte! Los muertos se van al otro barrio ahumados, como los salmones. Vamos, que si llegas tarde piensas… “Coño, ¡qué los familiares ya lo están incinerando por su cuenta!”.
Pero a mi las frases que más me impresionan son las que se dicen en el “pésame”… “Te acompaño en el sentimiento…!”. O esa otra que dice… “Ha pasado a mejor vida”, que en eso sí que tienen razón… Porque toda la vida con muebles de aglomerado de Ikea y cuando te mueres te meten en un ataúd de roble macizo… Y a lo mejor te has pasado la vida conduciendo un Opel Corsa y ahora te vas al otro barrio en un Mercedes de puta madre… ¡Y con chófer! ¡Muy bien!. ¡El coche más seguro del mundo! ¡A buenas horas!.
En fin, yo no tengo claro lo que quiero que hagan conmigo cuando me muera. Había pensado en la incineración, pero no me convence. Porque van los familiares con las coronas de flores y el ataúd, y al rato salen con una copa de cerámica y claro, entre las coronas y la copa parece que han ganado la vuelta ciclista a España.
Por eso estoy pensado en donar mi cuerpo a la ciencia. Así ni velatorio ni nada. Las orejas las donaría al museo de cera, con un tapón mío hay cera para hacer los Tres Tenores… El corazón a Anne Igartiburu, para que haga: “Hola, corazones… Hoy tenemos Corazón Golfo”… Y el hígado que se lo den a J.B., que se lo han ganado.”

Fuente: El Club de la Comedia


Qué barbaridad. Sobrecoge la imagen. No tanto como el negocio pretendido, claro. Me surge una duda sobre si en nuestro ordenamiento habría tenido los derechos que se le suponen a toda persona.

Art.30CC:"Para los efectos civiles, sólo se reputará nacido el feto que tuviere figura humana y viviere veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno".

¿Qué quiere decir nuestro cuerpo jurídico-privado decimonónico con figura humana?

"¿Cómo se dice eyaculación precoz en japonés? Yatá. ¿Y mujer insatisfecha? Omoqueyatá. ¿Y eyaculación precoz en suahili? Eyá culé. ¿Y en español? Te juro que es la primera vez que me pasa".

06 noviembre 2007

Arcadi.

Leo en el blog de Arcadi Espada: columnista de El Mundo –aunque creo que no necesita presentaciones-; uno de los más egregios intelectuales de España –tampoco hay muchos-; sempiterno (esperemos) endilgador de lindezas a nuestros queridos socialdemócratas…lo siguiente:

“…la matanza de Madrid no se ejecutó para acabar con el gobierno de Aznar. Como máximo, y aceptando por leve instante metodológico que el terrorismo los tenga, el triunfo socialista habría sido un efecto colateral imprevisto…”

“…el Partido Popular se niega a admitir que los errores del presidente Aznar y del candidato Rajoy en la gestión de la crisis, y la hábil e inmoral instrumentalización política que hizo la izquierda de los errores y del crimen sancionaron una suerte electoral que quizá ya estaba enunciada...”


Los párrafos corresponden a los artículos, publicados en El Mundo con su impronta, del Viernes y el Sábado respectivamente. Imposible no estar de acuerdo con él. Salvo en lo relativo al famoso aserto latino de Julio César politizado para la ocasión. Además, por si hiciera falta, subrayo su valor. Esto mismo, sin alardes estilísticos, lo podría haber dicho cualquiera. Pero no en cualquier sitio. No todo el mundo tira piedras al tejado donde se cobija. Muy claro lo ha tenido que ver Arcadio –es un suponer- para dar este paso. Al menos, esperemos que no cambie de tejado. Aunque con goteras…nunca se sabe. Porque llega un momento, ya saben, en que un intelectual hace lo que tiene que hacer. Vamos, como el hombre.