Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

Correspondencia: fjsgad@gmail.com
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Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

31 mayo 2011

Si no es por no ir, si no le gustan no tengo otros, pero hombre, hombre

Las discusiones que nacen de una reflexión inmadura, cercana y, por tanto, inacabada, tienden a recorrer un camino corto, aunque abrupto, en el que es ciertamente difícil, cuando no imposible, llegar siquiera renqueante a algún puerto relativamente favorable. Nacen revestidas de una frondosa capa de prejuicios, y de razones dudosamente loables, que hacen irreconocible el fondo que en ellas subyace, silente, indigno, latente bajo una perceptible y apreciable superficie que, aun siendo mera apariencia, acapara focos, alcanza sentidos y conmueve variopintas sensibilidades. Por ello, el concurso en lides dialécticas, la participación en tan nobles contiendas, y su exhibición pública e impúdica, mueve por igual al escepticismo, a la irritabilidad, a la ingenuidad, o a un general y desacostumbrado contento. En líneas generales, podríamos decir que la cuestión pierde de vista su iter previsto, connatural, idóneo y, sin duda, preferible, para terminar arrumbando por derroteros incómodos y desconocidos en los que bien a la par reina la incertidumbre, encuentra no poco acomodo el caos, y se huele un familiar y general fastidio. No hay polémicas en las que no se sepa cómo y en qué punto empiezan, pero vaya, y he aquí lo verdaderamente preocupante, desconcierta inexorablemente no saber cómo y en qué punto terminan. ¿Causan efecto? No el deseado; ¿Convencen? No del modo previsto; ¿Puntúan? Siempre por debajo; ¿Ganancias? El futuro es inescrutable; ¿Ridiculizan? La duda ofende; ¿Afirman? Hay chistes carentes de gracia.


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“En el fondo, más allá de nuestra imagen y la personalidad propia que cultivemos, somos lo que creemos. Nuestro fondo de resistencia, de lo que daba en llamarse el honor, sólo puede medirse por lo que somos capaces de sacrificar en su defensa”.


Don Hermann Tertsch, en su columna de hoy.


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¡Oh, la moda! ¿Lo mejor de ir a la última? Sus infinitas, inagotables posibilidades. Viendo la web de la tienda donde compra Pippa Middleton, ese dechado de buen gusto, por ejemplo, me encuentro con una "bonita" camiseta colección LG para hombre, que ofrece como maravillosa combinación unos pantalones con tirantes, un coqueto bolso, y unos lindos zapatitos amarillos...

Sinceramente, no sé si es un homenaje a la inspiradora de la línea, o es que quieren definitivamente acabar con todos nosotros.

24 mayo 2011

Resumiendo

“O sea, que subir los impuestos, subir el gasto público, subir la deuda pública, promover las variantes más extremas del nacionalismo, facilitar el aborto, remover las tumbas so capa de una supuesta memoria histórica, hostigar a la Iglesia católica, perseguir a millones de fumadores, prohibir los toros en Cataluña, acosar a multitud de conductores perfectamente inocentes, sonreír a o aliarse con dictaduras de pelaje variopinto, todo esto es típicamente liberal”.


Doctor Carlos Rodríguez Braun, como un Rubén Darío, para más señas poeta nicaragüense, cualquiera, en su columna del lunes.

23 mayo 2011

Comienzos

Sobre las 21:00 horas de ayer. Paseo corto. Parece que las previsiones electorales son más fiables que las del tiempo. Algunos, y con razón, cantan victoria antes de todo el recuento. Me acerco a la sede del PP leonés, a ver si tiran caramelos. Se ve luz dada, y mucho movimiento: si no fuera imposible se diría que estaban trabajando. Pasan coches entonando con el claxon un conocido soniquete glorioso-deportivo: la política, hoy día, es una aproximación real y dolorosa a un encuentro futbolístico en el que cada vez cuesta más advertir la diferencia entre árbitro e hinchada. Observo que llega más gente, y me largo: no vaya a salpicar la ilusión. De vuelta a casa. Algunas parejas jóvenes pasean despreocupadas sus perritos por barrios de igual antigüedad: resulta muy parecido gozar del cariño de una mascota al placer de ir a la moda. Encuentro con viejos conocidos, algo molesto: la conversación, en contra de mi costumbre e incluso de mis principios, deriva en el tiempo. Descubro en la misma que hace calor, que los días son más largos, que da gusto sentarse en una terracita a dar buena cuenta de una caña (remacho: y no como en Enero). Llego a ese sitio dulce. En la tele, no se lo van a creer, hablan de las elecciones. Veo un mapa de España color azul cielo, a unos políticos muy contentos, y a otros, desde luego, bastante tristes. No en vano, el estado de ánimo de los políticos nunca ha sido un misterio. Por lo demás, creo que es la primera vez que escucho de la boca de los propios afectados que han perdido unas elecciones. Otras veces, y no me digan cómo se las apañaban, nadie salía derrotado. En cualquier caso, espero que el personal, la gente de bien, el pueblo mayúsculo y soberano, no haya terminado muy fatigado con el guateque electoral, porque... no se harán ni una pequeña idea de lo que nos espera.

20 mayo 2011

Escéptico convencido

-¿No tendríais que estar estudiando? ¿O es que en la Universidad han evolucionado tanto que han decidido prescindir de los exámenes?

-¿Y tú que sabrás?

-Mira, encanto, te podría dar una tunda dialéctica más que considerable; pero no lo voy a hacer, entre otras cosas, porque para mi desgracia no la ibas a entender. Actualmente, no eres más que una jovencita que aún no ha superado su etapa-pavo, ni creo que lo vayas a hacer precisamente con nota; sin embargo, al ser universitaria, te crees más lista que la media sólo por ostentar tal condición. Afortunadamente, sobre todo para tu entorno inmediato, esta fase de irreal refulgencia sin par termina pronto, y una vez despiertes de tu privilegiado sueño, vas a ver la cruel realidad de un modo muy, muy distinto. Dicho lo cual, creo que eres una criatura preciosa, y que yo no te resulto del todo indiferente, con lo que si nos abandonásemos a la llamada de la carne, teniendo a la genética tan de nuestra parte, la lógica me dice que tendríamos una descendencia realmente hermosa… (y, desde luego, muy abundante)

-¿Pero qué dices, tío? ¿De qué vas?

-¿Me he equivocado en algo?

-No me gustas, nada

-¿Sólo me he equivocado en eso? En fin, creo que no es equiparable al descubrimiento de América afirmar que la dignidad de las mujeres, a partir de una determinada edad, les impide reconocer su atracción por un hombre concreto, con lo que se conforman, simplemente, con insinuarlo. Ya sabes, ese sugerir pero no mostrar tan desgastado por los publicistas más lumbreras del momento...


Elijan finales:


F.1: Oye, creo que deberíamos vernos otro día

F.2: Me caigo de la cama, me desperezo; pero vuelvo a ella con premura y la angustiosa certeza de no poder retomar la historia

F.3: Viene el novio, un tipo robusto cual armario ropero y cara de pocos amigos: cari, este tío me está diciendo unas cosas muy raras…

F.4: ¡Espera!, ¿dónde vas corriendo con mis braguitas…?


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Esta modélica y ejemplar juventud, que está asombrando a propios y a extraños por su espontaneidad, sus firmes valores y su voluntad inquebrantable al grito de Democracia Real Ya, desprende un cierto tufillo a porro, ¿no?


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Elecciones municipales:


PSOE. Prometieron sanear las cuentas del Ayuntamiento. Sin embargo, las deudas han seguido aumentando. Prometieron hacer una plantilla más equilibrada, más reducida, más eficiente. Bien está. Pero echaron a obreros de mil euros. Y metieron a mucho personal de libre designación, es decir, de su entera confianza, que cobraban bastante más. Reclaman como propias obras que empezaron otros gobiernos, y las que han sido subvencionadas en parte con fondos europeos o de la Junta afirman que son de su entera ejecución y reconocimiento. Obras locales, pocas. Acaso más en este tramo final, porque habrán pensado que al tenerlas más recientes, el electorado iba a ser más agradecido e indulgente con el alcalde y su comparsa. El IBI lo han subido una auténtica barbaridad. Los autónomos rechazan obras, pedidos y demás servicios cuando la factura la ha de pagar el Consistorio, ¿por qué será?. Han aumentado las plazas de aparcamiento de pago. Los jardines están más descuidados. Las piscinas abren menos tiempo. Las fiestas de mal en peor. De las luces navideñas mejor no hablamos…


PP. Pero qué pena, oigan. Uno ya no puede identificarse en esta vida casi con nada, y desde luego absolutamente con nadie. Estos señores, hasta hace bien poco, por no tener, no tenían ni candidato. Pero no pasa nada. Porque debían de pensar que la gente les iba a votar aunque pusiesen como tal a un perrito faldero. No obstante, se han sacado uno de la chistera. Uno, además, con cara de simpático. Y, nada más abrir la boca, como quien no quiere la cosa, sin que se ruborizase su inmaculado rostro ni se le cayese un solo pelo de la cabeza, puso sobre la mesa 200 propuestas. ¡Pero madre de Dios! Se nos ha llenado España de Zapateros, me dije. Huelga decir que no me he molestado en leerlas. Porque, es evidente, no va cumplirlas. Otro demagogo más que piensa que la gente es tonta del haba y que, además, esto es Jauja. Y, por si fuera poco, me he visto superado en mi capacidad calificativa por mi amado padre que, leyendo el periódico en el que presentaba formalmente su programa el candidato popular, exclamó: ¡menudo cantamañanas! Es lo que hay. Pero Mariano, Mariano, ¿por qué nos has abandonado?


UPL. Qué gracia. Al mismo pertenecen eximios catedráticos. Pero estos eximios catedráticos, con el debido respeto, escriben como mi sobrino de seis años. Defienden tesis históricas peregrinas, infundadas y, sin duda, demasiado optimistas con su causa. Piden una autonomía leonesa que, realmente, quieren cuatro gatos, pero que pregonan como si se lo rogásemos todos los leoneses y, además, nos fuese la vida en ello. No habiéndome quedado más remedio que pensar que todo esto no es más que un gran negocio para visionarios, para trepas, y para demás ralea que no tiene otro medio aún más indecente para ganarse la vida. Y a esto del leonesismo, encima, se han unido una pléyade de dudosos intelectuales y escritorzuelos de medio pelo que a la vera del partido y sus arengas crecen en palmito lo que disminuyen en su consideración de profesionales serios.



Y, bueno, respecto de los componentes secundarios de las listas de todos los partidos, nada que decir. Son las sobras, los despojos de un nutrido grupo de politicuchos que ya ha repartido previamente el mejor pedazo de pastel a quien haya acariciado el lomo con más fundamento, haya dispensado más lisonjas, o sea de una consanguinidad o afinidad más próxima. ¿Mérito y capacidad?, todo en la vida es relativo. Pero en general, y salvo excepciones, que las habrá, aunque yo no las conozca, son gente sin carisma, sin mucha inteligencia, con una oratoria de verdulero que no engatusaría ni movería a un entusiasmo moderado ni a adorables ancianitas (claro que, vaya usted a engañar a éstas), y, probablemente, sobre todo los más jóvenes (oh, el futuro), muchos no hayan abierto un periódico en toda su vida.

Así es la vida y, por desgracia, así se la estamos contando.


Buen fin de semana. Gracias por leerme.

18 mayo 2011

Pesimistas mal informados

Míchel, otro entrenador con querencia por los jerséis de punto (además de por la gomina, porque puede) cree que ser pesimista es de mediocres. Por lo tanto, debe de creer que el señor José Luis Rodríguez Zapatero, un prejubilado más, es un tipo verdaderamente estupendo. Además, se crece: “habría que ver a Mourinho o a Guardiola entrenando al Getafe”. Bueno, el míster portugués ya ha declarado que si se fuese del equipo blanco no irían a parar sus huesos, sus libretas y sus relojes a Málaga, como un Pellegrini cualquiera, con lo que, a mi entender, no hay motivos para pensar que viese en el Getafe algo especial. Otra cosa, claro, es la eterna justificación de los optimistas. Con Míchel de entrenador, el filial del RM bajó de categoría. La dirección del club consideró que dadas las circunstancias debían prescindir de sus servicios técnicos e incluso tácticos. En los días siguientes, Michel se presentó en las oficinas del club para exigir explicaciones. Ay, esas obviedades escurridizas. Pero en fin, ya saben que haber, “hay gente pa to” (como dijo el Guerra que, al igual que Franco, no se había metido en política). Más evidencias: dado que ZP se marcha antes de que lo echen, ya lo estoy viendo afirmar que a él nadie lo ha echado, que nadie lo ha derrotado, que con los de León no hay quién pueda, y que si te quieres casar con las chicas de aquí, te tendrás que venir a León a vivir, a León a vivir, a León a vivir, si te quieres casar con las chica de aquí. Vaya, porque él lo vale. Porque él lo merece. Porque no se hacen ni una pequeña idea de lo que lo quiere todo el mundo. Y, por supuesto, vaya usted a explicarle a una persona obstinada que no sólo se equivoca ahora sino que, probablemente, lo ha hecho durante toda su vida. Y que las cosas no son como él las ve o, al menos, no son como él las cuenta. Que creerte tus propias mentiras en principio no es peligroso; salvo, claro, que seas el presidente del Gobierno.

Al parecer, la gente optimista, además de confianza, tiene mucho morro.

Hay que fuckyourself.

17 mayo 2011

De prestado

“Ni qué decir tiene que las mujeres le adoraron y que esa pasión devota del público femenino fue el resultado de la admiración casi religiosa que despertó siempre en ellas la imagen controvertida de un tipo infiel, trasnochador y mujeriego que sin embargo resultaba en cualquier caso un hombre de fiar”.

(…)

“Estar un rato en el corazón de Sinatra y salir luego en camisón por la escalera de incendios era para muchas mujeres un objetivo más digno y agradable que asegurarse hasta la muerte la pegajosa lealtad de cualquier otro hombre”


Don José Luis Alvite, un respeto, oigan.


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Leyendo el blog de Quiñonero, que es la mejor forma de conocer París sin haberlo pisado, me encuentro en uno de los comentarios a uno de sus retratos instantáneos con un lector culto y exquisito que tiene la extraordinaria delicadeza de transcribir un párrafo de las Confesiones de San Agustín. Cuando lo leí me impresionó tanto que se lo mandé a una buena e inteligente amiga, además de sufrida lectora de este blog, a la que gustó el pequeño texto al menos tanto como a mí, y que, ahora, con muchísimo gusto y poquísimo tiempo, les cuelgo:


"Era, pues, yo bien miserable. ¡Y con qué violencia hiciste que sintiera mi miseria aquel día en que me preparaba yo a recitar un panegírico del emperador en el cual muchas mentiras iba a decir para ganarme el favor de quienes sabían que mentía! Con este anhelo pulsaba mi corazón, encendido en la fiebre de pestilenciales pensamientos, cuando al pasar por una callejuela de Milán vi a un mendigo, borracho ya según creo, que lleno de jovialidad decía chistes. Al verlo se me escapó un gemido. Empecé a hablar con los amigos que me acompañaban sobre los pesados sinsabores que nos venían de nuestras locuras; pues con todos aquellos esfuerzos y cuidados como el que en ese momento me oprimía (pues estimulado por mis deseos iba cargando el fardo de mi infelicidad, que se aumentaba hasta la exageración) no buscábamos otra cosa que conseguir aquella descuidada alegría y que aquel mendigo había llegado ya a donde nosotros acaso no lograríamos nunca. Esa especie de felicidad temporal que él había logrado con unas pocas monedas habidas de limosna andaba yo buscando por largos rodeos y fragosos caminos".


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Y la columna de hoy de Ignacio Camacho, esa pluma incombustible y privilegiada.

16 mayo 2011

Casticismo

Esto es un francés y un italiano. Dominique Strauss-Kahn, el gabacho. Menester reconocer que el poder no puede corromper lo ya corrompido. De casta le viene al galgo, que dicen. ¿Presunción de culpabilidad? Sin duda. Y sumo amigos. Inevitable, desde mi punto de vista, el recuerdo a otro macho-alfa: Silvio Berlusconi, Il Cavaliere. He aquí a dos hombres cuyo epicentro reflexivo parte directa e inevitablemente de sus respectivas entrepiernas. Si no tuviesen la categoría y poder que ostentan, parece evidente, no serían más que dos papanatas de barrio con ínfulas de proxeneta. Dos hombres, casi provectos, renuentes a abandonar la viagra, sus gustos de adolescente putero, y esa soberbia innata, inicua, y asaz arraigada. Describir no es vituperar. Hablar de hechos públicos, notorios, y de común conocimiento como algo injurioso, sería casi un chiste malo. Pero vamos con la literatura, que me aburro. Para el español de a pie, después de escandalizarse con la contemplación de las tetillas de Marisol, desnuda, joven, y entiendo que muy fresca, sólo quedó en pie el mito de las suecas, aunque la mayoría fuesen alemanas. Era una época, y hay que comprenderlo, en que observar a una mujer fumando y que no evitase con la habitual humildad la mirada del gaznápiro, aun teniendo las piernas ciertamente velludas y gozando de no poco mostacho, ponía mucho al mozalbete de natural siempre tan espabilado que poblaba estos lares. ¡Pero qué mujer!, iban repitiendo con mucho contento luego al pueblo. En cualquier caso, ya que nada es eterno, la época, y no sé si afortunadamente, pasó, y con la llegada del color, el Seat uauuu y, posteriormente, los pantalones de pana, se llegó a la feliz conclusión de que habría que conformarse con la vecina, la hija del afilador, o esa mocita casadera del pueblo con pinta de no haberse perdido una misa en toda su vida. Vamos que, como lo de aquí, se llegó a decir e incluso a pensar, nada. Sin embargo, el macho ibérico, esa especie tan de la tierra como el jamón de pata negra, y siempre tan preocupado por los asuntos de suma importancia en el sostenimiento de la economía casera, o sea, el chato, la partida y la querida, no reparó en que la hembra también tenía sus particulares gustos. ¿Pues a ver si nos habíamos creído que con cachaba en mano, mondadiente en comisura, y boina en testa teníamos el cupo de deslumbramiento femenino ya cubierto? Y así, ellas, aunque en privado, en el confesionario o en la cola de la pescadería, también hablaban de lo bien que lucían los señoritos franceses e italianos. Pero qué labia, qué clase, qué elegancia. Estos sí que son hombres, y no como mi Manolo, que si no fuese por el retrato de boda ya no reconocería al hombre apuesto y gallardo con el que me case. Vamos, ni yo, ni la madre que lo parió. Pero el hombre, ¡nuestros hombres!, nada, a lo suyo. Sin entender a sus parientas ni, por supuesto, intentarlo. Y no es precisamente por presumir, vaya; pero, estando el país lleno, como está, ha estado y estará, de testarudos, baladrones y presuntuosos, no me digan que no hemos llegado lejos. Y, además, sin tener la imponente presencia de franceses e italianos que, con tanto descaro, tan poco decoro y durante tanto tiempo, han poblado los anhelos oníricos de nuestras paisanas. Los franceses, así como las francesas, siempre han sido, o así les hemos considerado, como muy liberales; pero, entiéndanme bien, no en el sentido político-económico, sino en su acepción alegre, libertina y despendolada. Vamos, que son virilmente promiscuos (válgame la redundancia –alguna se enfadará-). Como los italianos. Y es que aquí, aunque haga sonreír el tinte provocador de Arcadi Espada, lo que no pinta nada es la socialdemocracia. Y, por pintar, no pintan nada ni las mujeres que ambos se han tirado a lo largo de su alocada y desenfrenada existencia, ni la forma en que lo han hecho. Pues a ver si ahora vamos a juzgar dónde empieza y dónde acaba el inveterado juego amoroso de la pareja, más no habiendo habido nunca instrucciones. No. Aquí, lo relevante es lo identitario. Delimitar claramente nuestra pertenencia a un grupo, a un país, a una raza de sementales descarriados, a un terruño ignoto, minúsculo y un punto por encima de lo ridículo. Definir lo esencial. Enumerar lo diferencial: aquello que nos hace especiales como exclusivos e irrepetibles miembros de una estirpe que pretenden claudicar con este afán tan estúpidamente igualitario y globalizado que les ha entrado a y en todo el mundo. Y, después, claro, comportarnos con dignidad. Con la dignidad que el peso de la tradición y las circunstancias merecen. Y es que al final, me va a quedar pena de no ser parte del chiste.

10 mayo 2011

Siempre hay algo que contar

El plácido día en el pueblo, rodeado de silencio, florecillas y todas esas cosas de las que supongo hablaran los muchachos de seis años estos días al hacer sus redacciones en el cole. Todo discurre según lo previsto. No hay nadie y a nadie espero. Luce el sol y además hace calor. El estudio espera a la sombra de un manzano. Zumban unos mosquitos a lo lejos, casi en lontananza, pero la preocupación no es tal hasta que las distancias se acortan. Acaso, sin embargo, perturbe un poco mi sosiego la llegada del panadero y su conocido claxon, tan temible desde todos los puntos de vista.

A la hora de comer llega mi tía con pastel casero de cabracho. Y la tarde toma un rumbo absolutamente inesperado...

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Correspondencia/ Iván Bahillo

09 mayo 2011

Pues eso

Correr bajo la lluvia, placer libidinoso, apto sólo para renglones torcidos. La duda paraliza cualquier felicidad instantánea. Ese machista incauto que ve muslos acogedores por todas partes. La campaña llega a la ciudad con cara de foto. Las obras hablan por lo que de los silencios se entiende. Amar es ese placer instintivo, tan animal. En primavera, aun a la luz del día, todas las tetas son pardas. La mujer, su dignidad, lo evasivo. Inexistencia de lo no definido. Leer movimientos, la estrategia del mal táctico. La montaña no puede ir nunca a Mahoma. Agua que no cesa, sed que no sacia. La música despierta a aquel que duerme. El que no tiene ojos para ver, no tiene oídos para escuchar. La voluntad, pendiente de políticas redistributivas. La pose hace al hombre. Arcano maravilloso: nacer con una admirable propensión al talento que jamás podrá adquirirse en un aula, y apreciarlo en un pequeño miembro de la familia. Ver sólo desde un punto de vista supone ser ciego en un país ya de por sí bastante lleno de tuertos. Bagatelas que hieren susceptibilidades. Mujeres que estropean noches antes de que comiencen. Vestir para la ocasión que no fue. Llorar lágrimas secas. Camuflar penas con semblantes alterados. La puntualidad no es joven. Camarera ideologizada dilata entrega de copas por presunta apariencia. Un grupo de muchachos que no comprenderá más tarde que la vida iba en serio. La risas y carcajadas ocupan el lugar de los argumentos. Aquí ponen las mejores copas, a pesar de que eso no las convierte en buenas. Otra camarera, fantasía de una parte nada desdeñable del recinto. Copas: aplicable adagio latino de los antiguos relojes. Si…tampoco son tan malas (aunque lo parezcan). Expedición mermada a causa de fortuito encuentro con yeguas hambrientas, un ejemplo de indudable caridad humana (y lo que no les cuento pero se imaginan). Se podrá hablar con una vieja amiga sin apartar los ojos de una dirección nada ambigua, no digo que no. La chica del ropero te mira, te saluda educadamente, e incluso te acoge, ¡pero no a ti sólo! Las mujeres de la barra buscaban diversiones fáciles, ¿pero qué es la vida sin complicaciones? Buena chica, mejor amigo, no eran horas, la multitud del trío. El día da vueltas. La tarde cobra cierto sentido. La esperanza del hombre enfermo pintada en su rostro nos recuerda la relativa importancia de nuestras preocupaciones más vitales. Ver fuerza donde ya no habita es un ejemplo a seguir al despojarnos de nuestros eternos ropajes de cobarde. Zapatero entrevistado por una feligresa, se descubre como humano: recibe propaganda y llamadas confundidas que llegan a quien nadie se podría imaginar (salvo él, claro), cobra por trabajar, tutea cuando hay complacencia, hablan y piensan a la misma velocidad todos sus egos, y todos nos quedamos sin saber si su candidato/a tendrá barba. Hay ciertos duelos de ingenio que me sofocan. El de anoche hizo que me retirase exhausto a la cama.

05 mayo 2011

Con miradas y con sonrisas

-¡Qué sentimiento más extraño se experimenta cuando un hombre le pide a una en matrimonio! Es como si entre los dos se rompiera un dique –manifestó Dolli con una sonrisa pensativa.

Se acordaba de sus esponsales

-Dígame, mamá: ¿Cómo le pidió papá relaciones?

-De la manera más sencilla del mundo –respondió la princesa, radiante de felicidad al evocar aquel acontecimiento de su vida.

-Pero bueno, supongo que usted le amaría antes de que le diesen permiso para hablarle.

Kiti se sentía orgullosa de poder ahora abordar con su madre, como con una igual, aquellos temas tan importantes en la vida de las mujeres.

-¡Y tanto que le amaba! Venía al campo a vernos.

-¿Y cómo se decidió aquello?

-Pues como siempre: con miradas y con sonrisas. ¡A ver si te crees que vosotras habéis inventado algo nuevo!

-Con miradas y con sonrisas –repitió Dolli-. Exacto. ¡Qué bien lo ha expresado usted, mamá!


Anna Karénina, Lev Tolstói

04 mayo 2011

Cogitaciones vespertinas

Fútbol. Xavi, antes del empacho de clásicos, aseguró que ganarían si el árbitro les dejaba hacer su juego: no debe, pues, tener motivos de queja. Alves ha dicho que el Madrid no sabe perder: juega en un club que evita celebraciones del rival con ayuda de los aspersores. Al Real Madrid le anularon un gol legal, es una evidencia: daba gusto oír las (no) explicaciones de los comentaristas de la televisión de todos, y mucho más gusto ver a Mascherano retorcerse de dolor por la supuesta patada que le habría propinado Cristiano Ronaldo. Calderón, el antiguo presi del RM, ve inaceptable el comportamiento de Mou: lo dice alguien que metía a sus amiguetes a falsear el resultado de las juntas y luego decía que no los conocía de nada, a pesar de las diversas fotos de familia y dichos “desconocidos” jugándose amistosamente unos hoyos. A eso en mi barrio se le llama tener mucho morro, y encima no darse por apercibido. Los entrenadores de todo el mundo claman al unísono contra Mou: lo están haciendo más grande, si cabe. Dicho lo cual, el RM perdió estas semifinales en su propia cancha: por falta de coraje, de ritmo, de aptitud, y sobre todo de fe en sí mismos. Además, sí, con ayuda de quien ya saben, pero al final se ha terminado repitiendo la historia de todos los años, aunque sea en distinta fase. Se suponía que el miedo escénico estaba para asustar el equipo visitante, ¿no?


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Políticos. Seres adorables, sin duda. Dotados, todos ellos, de una inteligencia realmente desproporcionada, prodigiosa, casi molesta. Y hay que ver lo bien y lo mucho que hablan. Y qué seguridad nos transmiten. Y cuánta cultura y cuántos libros deben haber leído, con todas esas citas literarias, poéticas y filosóficas que utilizan siempre, y con las que nos hacen a todos la existencia mucho más llevadera. A todos ellos se les llena la boca con grandes y ampulosas palabras, entiendo a todas luces que a falta de grandes remedios. Por eso a mí me llama la atención que repitan machaconamente que hay que respetar las sentencias de los Tribunales. Como si, además, hubiese otra opción. O como si fuesen mejores por decir tamaña evidencia en voz alta. No obstante, se equivocan. Las sentencias hay que respetarlas en cuanto a su acatamiento porque lo dicen las leyes, las leyes de leyes, y todas esas pomposas e inútiles Declaraciones Universales y Europeas tan obscenamente clonadas unas de otras. Y, también, claro, porque si no esto sería un desmadre de agárrate y no te menees. Y ya sin pararnos a hablar de las consecuencias del incumplimiento, por supuesto. Pero, en fin, nunca porque lo diga un político en particular. Ni porque ese fallo judicial sea respetable per se. ¿Es respetable un injusto y manifiesto error judicial? ¿Puede ser respetable la resolución de una persona que no lo es y actúa en consecuencia? Pues no, miren por dónde. Los jueces tienen acreditados sobrados conocimientos jurídicos, pero hombre, pueden errar en su raciocinio: la falibilidad es humana, y ya decían los clásicos que nada de lo humano nos es ajeno. Con lo que respetables, puede; pero discutibles, sin duda alguna. Porque a veces da la impresión que cuando pronuncian dicha fórmula, tan manoseada, nos quieren decir a todos que chitón, que no se hable más, que esto es así porque no podría ser de otra manera, y que ¿a ver si ahora va a haber que discutir y relativizar todo? Pues claro sí, faltaría más. Y, yéndome a la capa superior, dado que los jueces son los aplicadores (aunque no meros aplicadores) de la ley, si esta no es respetable, y tampoco lo son quienes la han confeccionado, ¿se puede respetar la interpretación de la misma? Y las preguntas obvias, que ya se hacían esperar: ¿qué y quiénes son respetables? ¿en base a qué baremos y a qué principios?

Por otra parte, aunque todo esté tan íntimamente relacionado, es de sobra conocido que elegimos democráticamente a nuestros representantes: señoras y señores encopetados, muy serios ellos, bien educados, y desde luego con una oratoria muy lúcida y repleta de retruécanos y calambures. Dan por hecho que, dado que les escogemos, pensamos absolutamente igual que ellos, pero ¿es así de veras? ¿Está el votante de izquierdas de acuerdo con todas las políticas que alumbran estos iluminados de la neosocialdemocracia? Y, ¿el de derechas? ¿Está este colectivo formado sólo por encarnizados capitalistas o también hay en él familias nada pudientes de una indudable mentalidad conservadora? Y el reaccionario, ¿es diestro o siniestro? Vivimos en un país en el que impera la separación de poderes adoptada directamente de la época de las Revoluciones románticas. Ello es muy bueno para evitar despotismos y abusos varios, y dado que el poder está tan disperso, a priori no debería haber motivos para creer que vaya a corromperse. Pero claro, para que ninguno de estos Grupos, Cuerpos, o Castas (llámenlos equis) aglutinase demasiado poder, o al menos un poder de última instancia, en su día se crearon mecanismos que con el tiempo yo he venido en llamar de copulación (sí, en el sentido del fornicio, la coyunda, o el ayuntamiento carnal). Y de ese modo tan pintoresco y enrevesado, ahora la separación de poderes ya no está tan separada, sino bastante junta, aunque no demasiado revuelta. Por consiguiente, ese término acuñado por la doctrina de todos los tiempos, tan rimbombante, checks and balances, queda en papel mojado, en un brindis al sol, en un gesto para la galería, en humo de pajas. Tratándose, a fin de cuentas, del pervertimiento completo, complejo y continuo del andamiaje estructural sobre el que se sustenta todo el sistema.

Es decir que, para salvaguardar la independencia de unos, se ha terminado acabando con la de todos.

Es brillante, no me digan.


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Gracias por leerme

03 mayo 2011

Para incooltos


“Nunca nos vemos como somos, sólo los demás conocen nuestro verdadero rostro que refleja las inquietudes y los demonios interiores”


Ernesto Sábato

02 mayo 2011

Omnes vulnerant, postuma necat

La CIA americana, ese dechado de tecnología punta y los agentes mejor preparados del mundo, en tan sólo diez años, ha conseguido dar caza a su máximo, y tan escurridizo, objetivo: Osama Bin Laden, ya es historia (con minúscula). Sin embargo, todo hay que apuntarlo, este gran suceso no ha salido precisamente gratis: sobre todo en términos humanos, económicos e incluso anímicos. Aunque ahora sólo se escuchen elogios varios y felicitaciones múltiples, haciéndonos dudar a tantos entre los ecos, las voces, y alguna otra cosa que paso a precisar a continuación.

En primer lugar, cabe preguntarse por la utilidad del muerto. Pues es sabido que la muerte no entiende de jerarquías, ni tan siquiera prácticas. Y, en segundo lugar, esa señorona con guadaña, capa oscura y rostro incierto, digamos que tampoco es que tenga un manejo de los tiempos verdaderamente admirable. Y me explico. La única necesidad real de atrapar a ese señor barbudo no era hacer justicia (qué poético), sino conseguir información: nombres, lugares, fechas, propósitos. Es evidente que no iba a cantar así como así, pero qué quieren que les diga: que le hubiesen pellizcado un huevo. Lo que está claro es que, de momento, la ciencia no ha conseguido que los muertos declaren, confiesen o testifiquen. Vamos, que sólo ayudan los vivos. Así que, cuando menos, creo que esa búsqueda y captura del villano “vivo o muerto”, además en ese léxico tan de John Wayne, debería calificarse de poco apropiada, de poco inteligente y, sin duda, de poco afortunada. Aunque, bueno, no vamos empezar ahora con lo del viaje y las alforjas, porque el asunto se alargaría y se complicaría bastante.

¿Y en cuanto a la época en que se han cobrado la pieza? Pues hombre, después de tanto tiempo, salvo para el propio pueblo americano, por razones obvias, globalmente ya no causa la misma sensación que habría causado en su momento ni en el manido ámbito simbólico. ¿Han esperado deliberadamente a estos momentos de inestabilidad y revolución en los pueblos árabes para dar el golpe de gracia? Quién sabe, como ahora el foco de atención lo ocupan otros, no sería descabellado opinar que en este puntito del tiempo el suceso levanta menos polvareda: disminuyendo así el efecto mártir, y, cómo no, el temido efecto represalia.

En cualquier caso, y ya para acabar, me gustaría recordar el dicho de la venganza y su inmejorable sabor cuando es servida como plato frío: aunque, sinceramente, yo nunca lo he entendido, pues tengo la fuerte sospecha de que todos la preferimos bien caliente.

01 mayo 2011

Nucleares sí (y aquí nos quejamos del nivel)

Leyendo un número atrasado del suplemento Empresa, me encuentro con esta joyita sin precio, soltada por el ministro de Energía turco, tan equivalente, al menos en ocurrencias, al que sufrimos por estos pagos en la misma cartera:


«Las enfermedades coronarias reducen la esperanza de vida en 2.100 días, fumar en 2,3 años, la pobreza en 700 días y el alcohol en 130 días», dijo recientemente en una entrevista, mientras que «la gente que reside cerca de una central nuclear sólo vive de media 43 minutos menos que alguien que no lo hace», aseguró, sin explicar de dónde había sacado dichas estadísticas. En cambio, «la esperanza de vida de un soltero es seis años menor que la de alguien casado», lo que, según el ministro, implica que los efectos sobre la salud de una planta nuclear son muy inferiores al peligro de quedarse soltero. Con o sin terremotos".


Lógica aplastante, no me digan.

Nada más, continúen disfrutando de esta acuosa tarde de domingo.