Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

Correspondencia: fjsgad@gmail.com
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Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

29 marzo 2007

La vida del estudiante es muy jodida.

Buenas a tod@s, el post de hoy va a ser bastante breve. Hoy son las fiestas de Empresariales y Lade. Además es jueves. Que por tradición es la noche golfa. La duda que me queda es, que no se si son las señoritas de a pie las que lo hacen golfo, o éste lo es intrínsecamente. En cualquier caso el resultado mucho no va a variar. Porque salvo yo y, algún otro que esté peor que yo, que nunca se sabe, la gente no suele salir preguntándose éstas cosas.

El post de hoy tiene tintes de despedida. Cambio de formato. Dejo el blog diariamente y trataré de escribiros un artículo a la semana siempre que me sea posible. Hoy fue mi “primer día de oposición”. Bueno, la verdad es que simplemente fui, me presenté a los preparadores, les dije que estaba interesado en preparar esas oposiciones y, me cargaron de fotocopias para el próximo día. Un solo tema y no se ni cuantas fotocopias de Reales Decretos me endosaron, todo ello junto a la LOPJ, magna ella. En fin, que hasta que coja el ritmillo de estudio y, me ponga mas o menos en plan, pasará un tiempo.

Nada mas chatos, pasarlo bien ésta Semana Santa. Estudiar mucho. Os dejo, voy a leer un poco el libro de Paco Umbral, que quería terminarlo antes de ponerme con estas cosas del estudio y ya no va a ser posible.

28 marzo 2007

¿Involución de la obstetricia?.

Buenas a tod@s, ayer leí un artículo muy curioso en El País Semanal (EPS). No es que compre este diario asiduamente, ya sabéis que soy PePero y como Rajoy ha dicho que los chicos de Polanco y, Polanco mismo, han sido unos niños muy malos, pues yo lo he hecho caso, bueno, no del todo, no compro El País, pero lo leo en su edición digital y, en la misma, os encontraréis en la parte de abajo, dentro de Suplementos, un enlace titulado EPS, pincháis en él y os llevará al suplemento de cultura semanal –prácticamente íntegro- de El País.

Pues bien, en dicho suplemento, encontré ayer un artículo que me llamó la atención relacionado con nuestras mujeres y su trámite partero. La verdad es que aunque me considero machista y en ocasiones un poco misógino –lo se, soy una especie en extinción, un hombre de las cavernas y, ¿sabéis que es lo peor? encima de ser todo eso, seguro que voy a ser toda la vida un mandao, un bragas, un calzonazos y, mi futura mujer, probablemente me ponga los cuernos con todo el vecindario, pero bueno, confío en que de aquí a que me case, inventen una especie de Sistema de Posicionamiento Global minúsculo para los clítoris, al menos para el de mi mujer y, de esa forma, dormir mas tranquilo –encima con lo que yo sufro de insomnio-.

El artículo hacía referencia a que el dar a luz en nuestro país no es tan seguro como parece. Me quedé un poco sin palabras, de veras. Repito, aunque me considero todo lo anterior, éste trámite por el que tienen que pasar todas las mujeres que quieren tener hijos, me sobrecoge. Tiene que ser un dolor infinito, tremendo, durísimo, horriblemente bello –si me permitís el oximorón- a la vez que maravillosamente hermoso –si me permitís ahora el pleonasmo. El milagro de la vida es así, desde la noche de los tiempos. ¿Las mujeres el sexo débil?, ¿podría soportar ese dolor un hombre? No se otros, pero yo no quiero ni imaginármelo, sufro lo indecible cuando tengo ligeros retortijones, ya no os digo nada cuando me duele un huevo –normalmente el derecho-. Con lo que de tener que ser nosotros los que pariésemos en vez de las mujeres, no se, pero seguro que lo pasábamos mal.

El caso es que el artículo critica los métodos que actualmente se utilizan para dar a luz un hijo y, en contra de la opinión general, resulta que no son tan seguros ni tan fiables como pensábamos. Ahora resulta, aunque suene un poco contradictorio, que en ciertas cosas era mejor el alumbramiento siguiendo las técnicas antañonas de las matronas, tal y como vinieron al mundo nuestras madres, abuelas…al parecer con tanto medicamento y artificialidad, aumenta el dolor y los riesgos del parto. Curioso ¿verdad? os animo a leer el artículo, en el que además, constan testimonios de personas que se han sometido en clínicas y hospitales modernos a éstas técnicas “obsoletas”.

Yo, soy partidario de que la madre sufra lo menos posible, faltaría mas, y tengo que reconocer, que a pesar de que éstos métodos están avalados por médicos de notoria competencia, me resulta muy extraño que duela menos el parto sin fármacos y técnicas nuevas.

El nuevo método, que ya se está implantando en algunos hospitales, incluiría por ejemplo, dar mas libertad a la madre, digamos que para hacerla mas participativa del fenómeno –eso si, siempre con un quirófano a mano por si hubiese complicaciones y hubiese que intervenir-. Verbigracia, en vez de tenerla postrada en la camilla hasta que alcanza el grado de dilatación óptimo para dar a luz, dejarla que pasee por la habitación hasta que se note preparada, hasta que sienta que ha llegado el momento, incluso entre estas nuevas técnicas se encuentra la de dar a luz estando la madre en posición vertical, con una silla especial para la circunstancia. De este modo, también se evitaría darle a la madre el medicamento –que en la actualidad se le da- que aumenta el número de contracciones de una forma no natural –lo cual, evidentemente, también conlleva riesgos- y evitaría toda clase de intervención a no ser que fuese absolutamente imprescindible.

No se, esto va a ser todo por hoy, os puse éste post porque me pareció bastante curioso, estaba plenamente convencido de que en la actualidad había menos dolor, mas facilidad y, casi casi –que me perdonen las mujeres por la frase que voy a decir-se había convertido esto en un trámite. Pero bueno, yo en estas cosas soy muy partidario de la evolución y el artículo, además, menciona ciertas estadísticas que muestran que en España dar a luz a un hijo, es algo seguro, mas que relativamente, con lo que aunque haya ciertos doctores partidarios de estas técnicas, que mezclan las antiguas mañas de las matronas con la medicina moderna, supongo que éste ámbito en concreto no lo alteren, por si a caso no es tan bueno como lo pintan.

27 marzo 2007

Charlas pías.

Buenas a todos, hoy no pensaba escribir nada, dado que acabo de llegar a casa y pensaba que mi hermano estaría adherido al ordenador, como acostumbra en sus solitarias noches de adolescente engominado, pero no, me equivoqué. Cuán distintas son sus noches de las mías por entonces, en las que teníamos que arremolinarnos toda la familia si o si ante el aparato de televisión y, ni una queja y, ni un comentario subido de tono y, ni siquiera dejar caer que daban una buena peli en otra cadena. Se veía lo que el señor papi decía, gustase o no y, no sólo eso, además, dado que los televisores por entonces carecían de mando a distancia, nuestro padre lo suplía con nosotros mismos, no está mal ¿no? “hijos a distancia”, ¿que te aburría el documental de monos en celo, incardinado en uno de focas prestidigitadoras? Pues, “Javi, levántate y ponla en la primera”, ¿que la cadena que inicialmente se había puesto, había cambiado la peli de Marisol por una en la que se besasen?…”Pili, cambia de cadena, no dan mas que porquería en la tele” Claro, no os digo nada si en las imágenes aparecían directamente dos jóvenes dándole una alegría al cuerpo, para que queríamos mas, “venga, todos para la cama que mañana es día de escuela” eso sí, él, mi padre, se quedaba viéndola. Ya estaba en vigor nuestra Constitución, pero cualquiera le decía que eso no es justo. Así he salido yo, tanto reprimir, tanto reprimir…pues nada, algún día tenía que estallar el asunto, en fin.

Vamos con lo que es el fondo del post de hoy, que siempre me lío con los introitos. Ayer en una de mis vueltas, raro será el día que salga a pasear y no me pase nada, tuve una pequeña charla con dos buenas cristianas. Parece ser que por fin han despertado, fijaros que cosas, han espabilado el sopor que les tenía aletargados. Por una parte me alegro, aunque no me considero creyente, mucho menos practicante, tenía cierta angustia interna porque se estaban dejando comer la merienda, les estaban pisando el terreno otras religiones y, en muchos casos, hasta alguna secta.

Pues si, tú estás en casa tranquilamente –no sé, paseando en pelotas, mirándote el culo en el espejo a ver si ha cambiado respecto al día anterior, poniendo poses ridículos…en fin, lo típico- y llaman al timbre, miras por la mirilla y ves a dos jóvenes bien vestidas, lo que uno piensa en estos casos antes de abrir, es que se trata de los del Círculo de lectores, con lo que una vez te pones una bata para cubrirte las vergüenzas pilosas, abres y respondes sosegadamente, “no quiero libros gracias, ya tengo muchos”. Entonces ellas te miraran con esa cara de cordero degollado, de adolescente recién sufrido su primer desengaño amoroso, de tu madre después de haber sacado a la mesa todos los ingredientes para cocinar una suculenta paella y darse cuenta instantes después de que no tiene arroz, en fin, y te dirán “escucha la buena nueva, Diós está en todos nosotros”. Entonces uno, que todavía está con el run run de que son del Círculo de lectores, les repite ¿seguro que no venden libros? Ellas os miraran con bonhomía, afabilidad, con una piedad y ternura solo comparable a la que se desprende del panadero recién horneados los bollos que sacará a continuación, y os dirán, “Diós está en todos los sitios, únete y verás la verdad”, pero es ya cuando te sacan el folleto de la Atalaya, cuando despiertas y te das cuenta que no te van a vender nada, tú eres la mercancía, entonces, les cerrarás la puerta con malos modos y te iras a recuperar el pose perdido frente al espejo.

Claro, todo esto muy bonito mientras le pillen a uno en su feudo, ¿pero en la calle?, ¿cuando paseas despistado, con aire distraído, pensando en tus cosas? ¿qué hacer? ¿salir corriendo despavorido?, ¿cruzar de acera como cuando nos encontramos a alguien que se dirige hacia nosotros hablando solo? ¿decirles que eres hijo de Satán y estás en misión secreta en la tierra? . Pues sólo hay dos opciones, una de ellas es pasar del tema y despreciar a los “iluminados”, opción desconsiderada, borde, chulesca, prepotente, maleducada. La otra es pararse a razonar con ellos, como ésta no se la esperan, es muy probable que, como a un servidor, sean ellos los que terminen mandándoos al carajo, matizo, al santísimo carajo.

Como os decía, me he sorprendido últimamente. Las dos últimas veces que me han parado eran de religión católica cristiana, vamos, la nuestra, la de toda la vida. Con lo que uno, aunque no me van a hacer cambiar de opinión a estas alturas con lo que sé y he leído, pues se pone a escucharlas. Casi hasta me hacen gracia, he estudiado en un colegio de monjas, tengo dos tías monjas, tuve uno fraile…creo que ya os conté un día, ¿monsergas a mi a estas alturas? van aviados.

Las primeras veces que me paraban –que me paran a menudo, no se si notan mi profunda crisis de fe- yo me esforzaba por argumentar y tratar de sacarles del engaño en el que viven a diario. Como vi que era inútil y que además son de miras bastante estrechas, pues nada, no pensaba volver a parar, pero claro, uno es joven, lozano y lascivo, muy lascivo –diría yo- me pierde la carne, con lo que la primera de las dos últimas veces que me han parado, les seguí el cuento, no porque me sorprendiesen diciéndome que eran cristianas, que también, sino porque eran dos, una señora de la edad de mi madre –minuto arriba minuto abajo- y su maravillosa hija. ¡¡Ufffff!! ¡¡Menudo bombón!! Hubiese llenado dos calderos con mis babas si en aquel momento me los pasan por debajo de la barbilla. Con lo que efectivamente, me paré, mire a la madre con descaro, a la hija con disimulo y desinterés –ya sabéis, haciéndome el duro un poquito, que sé que las encanta- y oí lo que me tenía que decir, que era lo de siempre. Pero mis oídos oían pero no escuchaban, yo asentía a la señora mientras de reojo miraba a su encanto de hija, 1.67 de altura, constitución delgada, de pecho bien –bien dotada se entiende- pelo liso color castaño, media melena, cara redonda, piel ligeramente tostada, a juego con sus ojitos un poco rasgados color miel clara, como puesta al trasluz , si, ya se lo que estáis pensando, una hembra hecha y derecha, y sabéis ¿qué? creo que le gustaba, ay Diós mío, que pones el pecado y la tentación en mi camino a diario, ¿qué te he hecho yo? Si no fuera porque soy un tío educado, racional, inteligente (al menos relativamente), me hubiera bajado los pantalones allí mismo y la habría poseído fogosamente, bueno, eso mismo creo que lo soñé ese mismo día por la noche. El caso es que no saqué nada en claro, no escuché a la señora, no la encarrilé por el verdadero camino del señor y, lo peor de todo, no la pedí el teléfono de su hija –para hablar de teología y esas cosas, malpensados-.

La charla de ayer, supongo que porque no había féminas agraciadas y delicadas para mi exquisito gusto de por medio, fue un poco mas tensa. Realmente nos pusimos trascendentales ambas partes, la cosa se puso seria y, si me apuráis, casi llegamos a las voces y todo. Yo las dije muy amablemente –al menos así me pareció- que estaban equivocadas, que habían vivido en el engaño toda su vida y que no se podía ser tan ingenuo a estas alturas de la vida. Ellas –eran dos monjas o feligresas amonjonadas- a parte de mirarme como a un vil bicho, me dijeron que vivía atormentado en la duda y en la confusión y que el Señor me ayudaría a salir de esto. Entonces ya fue cuando me tocaron los bemoles y las invité a que leyesen un poco –para contrastar mas que nada- y las insinué que no había mal mas grande que la ignorancia, que está por todas partes y el señor no hace nada por erradicarla. Me contestaron indignadas que leían mucho, yo me sonrojé un poco, me disculpé y les traté de explicar que lo que yo las quería decir es que leyesen cosas que pusiesen en duda su inalterable y enorme fe, para que comparasen distintas fuentes, pero nada, Vade Retro. Al final nos despedimos de buena gana unos de otros y para mi que se les quitaron las ganas de predicar en un rato, pero no sé, ya sabéis que los designios del señor son inescrutables y, las de sus corderas, ni os cuento.

Un saludo a tod@s.

24 marzo 2007

Alargaba la mano y te tocaba...

Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia , y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos.....

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cuál era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el tacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle....Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser....¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia....
Y alargaba la mano y te tocaba.

Antonio Gala.

23 marzo 2007

Crónica de mi viaje a Palma. Tercera parte -el negro-.

Buenas a tod@s, siento no haberos dejado nada ayer, uno que está un poco pachucho y de esa forma no hay quién escriba nada decente o, al menos, coherente. Continuo con la crónica de mi viaje, si, hoy voy a hablaros del negro, aunque no entiendo muy bien la expectativa que ha creado la anécdota cuando la conté oralmente, evidentemente no pasó nada, pero bueno.

Era el segundo día que estaba en la isla, nos levantamos tarde, dimos una vuelta por la ciudad y comimos en un turco. Por cierto, un turco turco. Me explico, en mi barrio han puesto una tentativa de turco en lo que antes era un bar –no muy afamado- y claro, no va ni el tato, yo mismo, que no me disgusta éste tipo de comida, ni me acerco a éste establecimiento por los rumores relacionados con apariciones de cucarachas, ya se sabe, cuando el río ruge…pero sin entrar en comparaciones con los establecimientos que ponen en mi barrio, el sitio donde entré en Palma no tenía comparación con ninguno que hubiese visto, al menos aquí en León. El establecimiento estaba lleno de espejos, azulejado en tonos blancos y azules con dibujos romboidales, y los asientos consistían en cojines, con lo que uno prácticamente comía en el suelo, pues la mesa estaba bastante baja y tampoco era ordinaria, en su parte superior tenía una especie de bandeja dorada, grabada con motivos árabes. El kebap me pareció enorme, lo pedimos con pan de pita y mi colega me enseñó un truco para comerlo con mas decoro, es decir, para poder comerlo con una tía, porque como comprenderéis, con los colegas no solemos andarnos con remilgos ¿verdad?, el truco simplemente consistía en pedir un tenedor e ir apretando el contenido del kebap para que no se escurriese del pan, no pringase y manchase menos y, tengo que decir que es bastante eficaz.

Por la tarde fuimos a ver un partido, tras el cual nos acercamos hasta el Decathlon, una gigantesca tienda de deportes, con precios mas que asequibles, sitio del que salió mi colega perfectamente equipado para la travesía montañosa que nos esperaba al día siguiente y que ya os narraré pormenorizadamente otro día.

Por la noche ya sabéis que era el Madrid-Barça, partido trepidante, al que llegamos justitos, para hacer la cena de ese día y la comida del día siguiente –bueno, yo miraba, porque no tengo ni idea de éstas cosas-, pues la misma tenía que quedar preparada, porque salíamos de timba y no era plan de hacer los preparativos de la excursión el mismo día por la mañana. Con lo que entre que nos acomodábamos y poníamos en plan, casi habían marcado ya tres goles, desgracia la mía, que en los últimos instantes del partido metió gol Messi y empató a los míos mientras estaba acicalándome en el baño.

Después del partido nos fuimos de fiesta a la zona de la Lonja, no es la zona típica para salir de fiesta, pero a mi me encantó. Me dijeron que en Titos hay un ambiente muy de niñato y en Art Decó un ambiente mas madurito, con lo que nos quedamos por la Lonja, cuya fiesta se asimilaba mas a la de León, de Pub en Pub y, muy bien, la verdad. Intentamos entrar en el Jazz Voyager, un sitio muy coqueto donde había actuaciones de jazz en directo, pero estaba repleto –había algún despistado que no se había enterado que jugaban el Madrid y el Barça, supongo, y se habían ido a coger sitio al mismo- con lo que fuimos a otro sitio donde también había actuaciones de jazz, aunque éste era mas afín al Blues, también estaba lleno, pero se podía tomar una cerveza tranquilamente. El grupo que estaba tocando, tenía un solista de harmónica tremendamente bueno y el público del Pub estaba bastante animado, la verdad es que la fiesta de Palma estaba a rebosar de guiris, pero se termina uno acostumbrando. Después nos fuimos a otros pub, como digo del estilo de los de León, el Belle Époque, El Puro…no se, la verdad es que no me acuerdo muy bien de los nombres, pero estaban genial. Después de una ronda de cuatro Pubs, le preguntamos al camarero –o dueño, nunca lo sabré- del Jazz Voyager, que se estaba fumando un pitillo en la calle, haber que nos recomendaba a esas horas que estuviese abierto –porque hay que recordar que no estábamos en temporada alta, era Marzo y había por desgracia muchas cosas cerradas- y hubiese buen ambiente, os lo juro, esas fueron las palabras exactas que le dijimos a éste tío. Un pub abierto con buen ambiente, el tio sonrió, no se si es que vio que éramos dos tíos y se llevó a engaño, pero nos orientó hacía una pub que estaba situado a pocos metros de distancia del sitio donde tocaban Blues, con lo que allá fuimos. El sitio tenía dos pisos, ponían música de la que yo llamo “machacona” –un estilo a la del Glam aquí en León, para hacernos una idea- y ya a la entrada me hice una idea del tipo de Pub en el que nos habíamos metido –mientras me cagaba mentalmente en el tipo majo que nos orientó al mismo-.

La primera vista al abrir la puerta fue la de dos jóvenes –“masculinos”- que se estaban dando el lote de una manera descomunal, fogosa, incontenida, no se separaron en todo el tiempo que estuvimos en el Pub, lo que me llevó a pensar que habían adquirido un nuevo mecanismo de respiración o que incluso no respiraban, a mi, persona que estas cosas no las había visto ni por la tele, me impactó bastante, de verdad, y es que en Palma hay mucho Gay, todo sea dicho sin acritud, ya en el primer bus que tomé al salir del aeropuerto fui a preguntar a una miscelánea de tío, tía, metrosexual…que se yo, con deciros que no pude determinar el sexo exacto ni por su voz, ropa o cara, creo que ya os digo bastante, bueno, la verdad es que el timbre de voz era el de “una loca”, muy loca, pero ya os digo, no me mojo.

En éste Pub, además de estos dos jóvenes magreándose impúdicamente, había un par de rubias, con lo que a mi me gustan las rubias, tocándose con una cara de cachondas del demonio, lo mismo se mordían una teta que comprobaban la elasticidad de su tanga con los dientes, y yo allí, mirando, sin poder tocar, sin poder participar –que es lo importante- contemplando a las bolleras. Claro, esto era lo evidente, la punta del iceberg, todo el Pub estaba lleno de gays, lesbianas…Sodoma y Gomorra vamos, y claro, chicos sanos, guapos y de tan buen ver como nosotros no entran todos los días en estos sitios, con lo que no tardaron en vernos, acercarse a nosotros y desplegar sus encantos. A mi colega se le quedó mirando un rubiales de ojos azules, con las pestañas tremendamente largas –creo en mi fuero interno que se implantó vello de la cabeza o del pubis, sino no encuentro una explicación razonable- no era muy alto, de complexión normal y llevaba una camisa de manga corta. Su técnica consistió en mirar fijamente a mi colega, el cual se puso en guardia y me susurró al oído –para regocijo del mamón- que le estaba mirando fijamente –como que yo no lo había notado, lo que se dice discretos, desapercibidos, no eran, no-y no sólo eso, le ponía miraditas caprichosas y le parpadeaba como una perra en celo, esto me empezó a poner nervioso a pesar de que yo no era el destinatario del cortejo, solo faltaba que le llegase a poner morritos, entonces ya, ¡¡sálvese quién pueda!! ¡¡maricón el último!! Pero no, se contuvo y, cuando vio que mi colega resistió su envite se dio la vuelta indignado a hablar con el trucha del camarero, que a pesar de no tener tetas llevaba top y nos enseñaba su ombligo a todo el personal.

Claro, para mi también hubo, no os vayáis a pensar que me iba a ir de rositas. Al mismo tiempo que el rubiales mostraba sus encantos “masculinos” a mi colega, se puso a su lado, ésta vez mirándome a mi, un negro. Un negro, negro, con el pelo de Lenny Kravitz, el cuerpo de Pandoro y el…de Claude Makelele, además bailaba como Kunta Kinte fumando un porro. Era de constitución cachas, creo que tenía musculitos hasta en los pezones, también me miraba fijamente, aunque su mirada no era tan penetrante como la del rubiales y se movía enérgicamente, yo estaba acojonado, pensé que mi culo no salía entero del pub, ambos apretamos nuestros rectos contra la superficie sólida de la barra y les ignoramos, esperando que les pasase el calentón del momento, el cabronazo del pincha cada vez ponía música “mas subida de tono”, yo pensé que se iba a preparar una orgía de no te menees, pero bueno, al final se calmó el asunto, el negro se fue por ahí a ver si chapaba al de la gogotera, el rubio indignado ni nos despidió y, nos fuimos con nuestros culos sanos y salvos para casita, a descansar para la larga y dura excursión del día siguiente, por cierto, teníamos –a pesar de haber preparado ya los bocatas y la ensalada- que estar en pie a las 9 de la mañana, llegamos a casa de timba a las 4:30-4:45 aproximadamente, nos quedamos rajando casi hasta las 6:00, en fin…

Bueno “chatos” :) esto ha sido todo por hoy.

21 marzo 2007

Mascotas.

Buenas a tod@s, siento interrumpir la crónica de mi periplo por tierras mallorquinas, pero pensé que estaría bien variar un poco. Hoy por la mañana fui a tomar un café a casa de una amiga, y me llevé una pequeña sorpresa. La gente se está volviendo exótica, si, o simplemente, original. Cuando os lo explique comprenderéis mi indecisión.

En el salón de la casa, donde solemos poner el televisor de plasma, el sillón donde la abuela se pasa horas y horas de meditación y ganchillo, la mesa comedor o mesita de tomar el café, el mueble bar…no se, lo típico ¿no? pues donde deberían estar todas estas cosas, mi amiga, además de una colección de botellines de Vodka vacíos de distintos colores y, según parece, de distintos sabores, tenía una mascota, pero no una mascota cualquiera, que va.

Las personas refinadas, de bien, esas que miccionan sentadas para evitar los ineluctables salpicones de pis, que llaman excusado al lugar designado para depositar sus evacuaciones, que en lugar de pedos se les escapan suspiros, esas personas, suelen tener perros, a veces con cierto parecido físico a ellos y, si es posible, de la raza Fox Terrier, pues la misma admite mejor los jerseys de punto primavera-verano, de no ser así, se conformarán con un Cocker beis, pues éste ya lleva incorporado el jersey. Las personas sedosas, ardientes, apasionadas, prefieren los gatos, pues la suave textura de los mininos encalabrina las gónadas del personal. Cuando uno mira un gato, no solo ve un animal, una mascota, una compañía necesaria, está viendo un ser fogoso, lascivo, “peligroso”, de ahí que sus dueños presuman de prolífica vida nocturna privada y sus miradas hablen por ellos. Las personas de barrio, como un servidor, tenemos gustos más humildes, nos gustan los pájaros, preferiblemente los canarios o periquitos, no sólo porque nos alegra su cantar y alegre colorido, sino, porque son limpios, sólo ensucian su jaula, beben de un pequeño abrevadero adosado a la jaula y, con un puñadito de pienso, tan contentos. El problema lo pueden dar determinadas razas de pájaros por su infidencia, me estoy refiriendo, como no, a los loros. Para mi, sería todo un despropósito llegar a casa después de un largo y duro día de trabajo y, que el pájaro me chivase, que a mi mujer le “ha colocado el butanero la bombona”, me explico ¿verdad?. A ver como le digo yo a mi mujer que me lo ha dicho un pajarito. Las personas exóticas les va mas lo tropical, así, uno se puede encontrar en el salón de alguna casa una iguana, son como lagartijas pero creciditas, se te quedan mirando como si les estuvieses invadiendo su territorio y te sacan la lengua una y otra vez, no se si por burla o advirtiéndote de que si tuviesen dientes –que no se si los tienen- te ibas sin una oreja para tu casa. Luego tenemos el ejemplo televisivo común u ordinario, en que el típico chaval empollón, feo, que no se come una rosca, es el “margi” de la clase, viste camisa a cuadros y le quitan el bocata en el recreo, suele tener un hamster en casa, con el que establece charlas de filosofía y le hace cariñitos en el rabo.

Todos estos ejemplos, de todos son conocidos. Pero mi amiga tenía algo completamente distinto, algo nuevo, diferente, atrevido…¡¡un conejo!! A simple vista parecía un peluche inerte, incluso al sacarlo de su jaula y soltarlo en el aire, el animalillo se quedaba petado en el suelo, como con ventosas. Pero este no era un conejo cualquiera, tenía la piel a pintas blancas y negras, sus orejas no eran respingonas sino que descansaban caídas sobre su cara y, sus ojitos tristes, le decían a uno que estaría mejor comiendo hierba en el campo o, yo que se, en una cazuela con unas patatas y un poco de perejil, siempre con fundamento. Que diría mi abuela, que criaba conejos en sus años mozos, si le dijera que en los tiempos actuales se lleva tener los conejos por la casa, con comida específica para ellos, que se les lava, enjabona y perfuma e incluso, algunos caprichosos, ocupan el sillón central del salón, en fin. Una de las cosas que más gracia me hacían del conejo –porque éste no era un conejo moliente- eran sus prodigiosos saltos, lo que hizo que perdiera en ciertos momentos mi asidua compostura varonil impoluta y estuviese a punto de chillar como una loca. El jodido conejo era capaz de saltar del suelo al sofá de la casa, se ponía a dos patas…pero lo que de verdad me dejó sin palabras, me suscitó un asombro inefable, me acojonó, fueron sus derrapes, si, el conejo entraba en el salón derrapando, a rassss, frenada larga. Le propuse a mi amiga que lo adiestrara en las artes del salto acrobático a través de un arco ardiendo o algo así, pero me dijo que no fuese vulgar, soez, grosero, adocenado…en fin, que a mi no me engaña, para mi que va a terminar en la cazuela.

Un saludo a tod@s, mañana continuaré con la crónica de mi viaje.

20 marzo 2007

Crónica de mi viaje a Palma. Segunda parte.

Buenas chic@s, retomo la crónica de ayer. No sin antes hacer una pequeña reseña a mi estado de perplejidad. Uno, hace tan solo unos días, se paseaba en mangas de camisa por el paseo marítimo de Mallorca y, ayer por la tarde, admiraba como caían copos de nieve por la ventana, en fin. He pasado en tres días, de 22-25 grados que disfrutábamos en Mallorca, a unos 2 grados que ayer marcaban nuestros termómetros en León, resultado lógico-fáctico causal, tengo una amigdalitis de caballo y, aquí me hallo en casa tomando un antibiótico también de caballo, que me está proporcionando un malestar estomacal, como no, de caballo –como estamos en tiempos de paridad también de caballa, porque lo mismo decir yegua es una distinción de segunda para los sociatas, llegamos a tiempos del absurdo en lo lingüístico, ains-, al tema.

Nada mas bajar del avión, uno no se cogía el petate y se iba andando a la salida del aeropuerto como yo pensaba y, como más o menos, se hace aquí en León, que va. Allí a uno lo van a buscar en bus y, como uno no es ducho en esto de los viajes y, encima, me gasto un despiste de órdago a la grande con tres pitos, pues tengo que recurrir a métodos altamente cualificados importados directamente de las escuelas rusas del KGB, es decir, como no sabía por donde carajo iba a salir mi equipaje, siguiendo los consejos que me dieron los colegas, me quedé con la cara de alguno de los pasajeros del vuelo, por supuesto guardando las distancias y sin que se notase que les estaba espiando, vigilando, acechando, avizorando y, que estaba mas perdido que Paco Martínez Soria en “La ciudad no es para mi”. Así pues, memoricé los perfiles faciales de dos pasajeros, uno de ellos era de constitución fuerte, bueno quizá un poco grueso, hinchado, en fin, que le den a los eufemismos, estaba gordo de cojones, además era calvo, con barba, llevaba una camisa a rayas con los cuellos mal planchados, abotonada hasta arriba y, con un Motorola V3 que utilizaba asidua e impulsivamente –supongo-. El otro pasajero, era una rubia, como no, 1.70 aprox., zapatillas de paseo marca Reebok, pantalón vaquero azul claro bien ajustadito que dejaba entrever un tanga color lila bien metiito, culo redondito y durito, con sus don glúteos sobresaliendo ligeramente –lo justo, como a mi me gusta- haciendo al caminar un balanceo suave, que me evocó irresistiblemente la imagen de la bella Serezade haciendo la danza de los siete velos, llevaba una camiseta ajustadilla –para mi alguna talla mas pequeña que la que le correspondía- lo que hacía resaltar sus redondillos pechos cuyos pezoncillos estaban en alza –con tanto diminutivo vais a pensar que estaba plana, cuando tenía dos tetas como calderos- y en fin, que estaba muy buena.

Los seguí, y recogí mi equipaje sin problemas. La noche anterior casi no había dormido pensando que el equipaje iba a ir por un lado y yo por otro, pero al final, todo salió bien. Como mi colega Oscar salía de currar entorno a la una del mediodía, esperé en la sala de espera –permitirme la obviedad redundante- del aeropuerto. Allí, poco después, pasaron unas 15 suecas, tan rubias, tan despreocupadas, tan jóvenes, tan ajenas a su aspecto de corderillas con liguero…y unos señores muy raros, corriendo de aquí para allá, con un cartel en la mano dando la bienvenida a señores/as de fuera. El aeropuerto de Palma es de 4 pisos, ya os contaré lo que me acaeció mi último día en el mismo, comparado con la T-4 igual se queda en nada, comparado con el de León…imaginaros.

Al salir del mismo tome la línea uno que conducía a Plaza España, en el centro de Palma. Me senté en una terraza a leer el periódico mientras llegaba mi colega. Como no conocía más sitios, me senté en una heladería de allí. La tía era desagradable, no se si estaba hasta el moño de guiris y me tomo por uno de ellos, el caso es que me cobró 2.80 euros una Coca Cola que, encima, era de lata. Por supuesto sin tapa, una de las cosas que mas extrañé y eché de menos por aquellas tierras. Allí tapa si, pero cotizando, sino ni agua.

Al llegar mi colega me llevó a conocer su piso. Un bonito apartamento en el centro de Palma. Era un quinto piso, tenía una enorme terraza con unas vistas preciosas, quizá eché de menos vecinillas de mi edad que ingenuamente me fuesen a “pedir sal o aceite” y yo gustosamente les “haría el favor”, pero por lo demás genial todo.

Comimos todos los días fuera y tuve oportunidad de probar las delicias de la tierra mallorquina y, de otros sitios bastante rentables, en los que por un módico precio se comía muy bien. El primer día comimos en el Lizarrán, una cadena de restaurantes dispersados por toda Mallorca. No recuerdo muy bien el plato exacto que comimos, aunque recuerdo que llevaba salsa de queso cabrales, esto también me llamó bastante la atención. Se cocinaba bastante con salsa de queso y la verdad es que daban un toque delicioso a todos los platos. Por la tarde, después de comer, nos fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad, ocasión en la que ya aproveché para contemplar la belleza de su Catedral y el palacio de la Almudaina, dos edificios emblemáticos de la ciudad, flanqueados por unos jardines de toque mozárabe preciosos. Aquí comencé a darme cuenta de la exótica flora autóctona, por un lado los enormes paseos y avenidas llenos de palmeras por todas partes –árbol que solo había visto en postales y en la tele- por otro, naranjos y limoneros, con el fruto maduro, que daban al conjunto un aspecto casi mágico, una verdadera maravilla vamos.

Después nos fuimos a dar una vuelta por el paseo marítimo, donde además de ver su precioso mar, con esa suave y cálida brisa, observé su puerto. Lo que mas me llamó la atención de éste fueron los yates, una verdadera pasada, eran mansiones descomunales flotantes, a todo lujo, con línea deportiva, clásica, marinera, de competición…pararse a ver el escaparate de una inmobiliaria en la zona, daba a uno una sensación, mas que de pobreza de miseria, había pisos, apartamentos, casas de cientos de millones, incluso de miles de millones –de las antiguas pesetas y en algunos casos en euros, éstas últimas solían incluir con la casa un apartamento para invitados y supongo que incluso para mascotas-, una barbaridad. En ese paseo tuve la oportunidad de probar una verdadera joya en formas de helado italiano, delicioso, sublime, exquisito, no había probado helados tan ricos en mi vida, claro que, con las vistas que me rodeaban, era como si todo me supiese mejor, jeje.

Bueno esto ha sido el resumen de mi primer día, al paso que voy no terminaría en todo el año de resumiros mis vacaciones, con lo que seguro que mañana le doy un avance al tema para trataros otros asuntos que están de actualidad y me están reconcomiendo la conciencia.

19 marzo 2007

Crónica de mi viaje a Palma. Primera parte.

Hola a todos, el Viernes llegué de mis vacaciones, pero por distintas circunstancias no había podido estar con vosotros. Adelanto que, es muy probable que en una temporada vuelva a la asiduidad antes acostumbrada y, ahora, caída en el olvido o en un desuso insólito.

No pretendo poneros los dientes largos con mis pequeñas vacaciones, mas a estas alturas del año que estaréis enfrascados en vuestros compromisos laborales, intelectuales o profesionales, con lo que tan solo haré un pequeño resumen de las mismas en distintos capítulos ;)

Tomé vuelo el día 9 de éste mes. El viaje se fraguó en unos minutos. Mi amigo Oscar recién llegado a Palma de la otra Palma –la de Canarias- enseguida me solucionó los trámites a realizar para embarcarme en el vuelo. Lo que aconteció al día siguiente os lo narré en el anterior post, con lo que empezaré a contaros desde que me metí en el avión. Como era la primera vez que tomaba un avión estaba bastante nervioso, lo se, mi inquietud era infundada, nuestro pequeño aeropuerto de León se asemeja mas a un bar de tapas que a un edificio de los de su especie, pero aún así, yo tenía cierto desasosiego, cosquilleo o gusanillo molesto que inmisericorde, me recorría el cuerpo en la noche de la víspera. Me levanté a las 6 de la mañana a pesar de las insistentes advertencias de Julián, un amigo curtido en viajes, que me repitió hasta la saciedad que en León bastaba con estar 15 minutos antes. Así pues, se levantó toda mi familia a despedirme a esa hora. A pesar de que me iba de vacaciones, como era la primera vez que salía de casa por un tiempo, noté cierto compungimiento en el rostro que normalmente refleja circunspección en mi familia, lo cual me produjo instantes de serena reflexión mientras me embarcaba en el vuelo.

La verdad es que me esperaba mas impresión en el despegue, al menos por lo que yo había oído, pero la sensación apenas difiere de la que se experimenta cuando se va en coche, en una subida-bajada, de una carretera mediocre, con un coche mediocre, normalmente conducido por un conductor mediocre. Además, aunque para la ida no eran asientos numerados, me senté –quizá guiado por una de esas fuerzas misteriosas que a lo largo de nuestra vida nos “obliga” a adoptar decisiones distintas a las que pensábamos tomar, en muchos casos completamente opuestas a lo que instantes antes nos guiaba la razón- en la ventanilla que tenía vistas al ala del avión. Tenía entendido que en esa parte del avión se notan mas las turbulencias, pero como digo, tampoco fue el caso. Antes de que me diese cuenta el avión ya estaba en marcha, poco después se inclinó y, en los instantes posteriores, no había vinculo material entre el suelo que cotidianamente nos sujeta y el avión, salvo la fuerza de la gravedad, que en caso de algún fallo mecánico nos haría caer inexorablemente al suelo como la manzana –ahora que caigo, si me permitís la digresión, estoy empezando a ver la manzana como un fruto “especial”. La manzana de Adán y Eva, por la que nos vimos desterrados a éste mundo de putas remuneradas, tripis de diseño mezclados con Pacharán y, las canciones de Javier Cantero encima de su moto acelerada y calentona. La manzana de la discordia, que provocó la guerra de Troya, pues ya sabéis que la diosa de la discordia no fue invitada al banquete de boda entre Tetis y Peleo y, furiosa, envió una manzana que se daría a la mas bella, Paris, fue el elegido para entregar la manzana, y se la entregó a Afrodita a cambio de que la hermosa Helena se enamorara de él, creo que sabéis cómo sigue ¿verdad?. La manzana de Blancanieves…en fin, que me lío-, ya en el avión comprobé el ínclito servicio de catering de Lagun Air, me dieron un zumo y a elegir –sin ver la elección- entre un bollo de chocolate y una magdalena. Opté por la magdalena, por cierto, era la magdalena mas gorda que jamás había visto, me daba pena meterle el diente, pero me parecía impúdico, lujurioso, casi obsceno, meterme semejante bollo en el bolso, con lo que al final sucumbí a mi concupiscencia y mordí y mordí, no sin antes mirar de reojo con aire picarón, a las azafatas vestidas de verde pistacho que alegremente se contoneaban por el avión a 12.000 metros de altura y unos 900 Km de velocidad, en fin, visiones libidinosas cargadas de cierta pudibundia.

Veo la extensión de lo que os he escrito sólo con los prolegómenos y me he dicho, Javi, mañana les cuentas más, la saga continúa, Un saludo a tod@s.

07 marzo 2007

Me voy de viaje.

Muy buenas a todos, siento teneros tan descuidados, pero que sepáis que es por causas de fuerza mayor. El Viernes me voy a Palma de Mallorca a pasar unos días y visitar a un amigo, estaré de vuelta el próximo viernes, con lo que ya veis, me voy una semanita a disfrutar de esa temperatura suave, cálida y primaveral, que en las Baleares luce todo el año. Espero que haya buen tiempo y me permita disfrutar a tope esos días. Como nunca he viajado en avión estoy un poco nervioso, pero bueno, supongo que sea mero trámite y, una vez montado en ese pájaro mecánico, todo temor se disipe. Por otra parte, nunca he salido de mi casa y me he ido de “veraneo”, yo trabajo en verano y para mi es imposible realizar estos placeres en la época correspondiente, aunque esto lo agradezco, ya que me encanta la tranquilidad y me agobian los barullos, con lo que seguro que disfruto mas el viaje que si lo hago en verano.

Hoy por la mañana, cuando fui a por los “billetes” –lo entrecomillo porque no son billetes físicos o propiamente dichos, son electrónicos y sobra con llevar el DNI y el localizador, que es un número que te facilitan al reservar el viaje, para embarcarte en el vuelo correspondiente-. Si me veis ayer preguntando a mi amigo, pensaríais que mi edad mental corresponde a una personita de 5 años, pero bueno, ya me lo ha explicado mi colega y hoy por la mañana la señorita de la agencia –que por cierto era una monada- y ya, más o menos, me hago una ligera idea de cómo va esto.

Como estamos en tiempos en que la seguridad en los aeropuertos se ha incrementado enormemente, tenía cierto miedo de saltarme alguna norma, como llevar un frasco de colonia en el equipaje de mano y me detuviesen como un vil terrorista, pero bueno, ya no estoy tan preocupado, porque con ponerme en huelga de hambre supongo que me dejarían marchar con el frasco de colonia y el resto del equipaje de mano, aunque minúsculas muestras de dinitrotolueno se encontrasen en mi mochila.

Como no podía ser de otra manera, si me ocurren ciertos fenómenos dando un tranquilo paseo por mi ciudad, extrañado me hallaría si todo fuese a la perfección en tan abstruso periplo –para mi, novato de facto en éste redil-. Con lo que la primera sorpresa del día, la tuve cuando me dijo la señorita de los ojos verdes, cabello caoba, tez clara y piel suave –me imagino, no se la toque, soy un caballero-, que tenía el DNI caducado y me exponía a que no me dejasen realizar el viaje. ¡¡Pero cómo!! –exclamé indignado-, pero si, así era, y desde hacía seis meses nada mas y nada menos. Imaginaros mi cara hecha un poema, mi madre diciéndole a la señorita lo despistado que era –sin importarle mis sentimientos, pues me había enamorado perdidamente de ese encanto- y en fin…que tuvimos que dirigirnos –mi madre y yo, la señorita que nos atendió no se quiso venir con nosotros a pesar de mis prolongadas e insinuadoras sonrisas- raudos a comisaría. No tenía fotos carnet encima, normal, uno suele llevar el móvil, un paquete de chicles y otro de condones –por lo que pueda pasar, aunque sean las 12 del mediodía- pero fotos…nones, con lo que antes de ir a comisaría, entramos en una de esas tiendas cercanas a la misma donde te hacen fotos y te las revelan al instante. Mi pinta era deplorable, había salido de casa con un chándal y sin afeitar, pues quería afeitarme el jueves noche para tener la cara fina como el culito de una bebe –el de un bebe macho a lo mejor está ya a estas edades mas rugoso- y encandilar al personal –femenino, por supuesto- balear, ¿quién me iba a decir a mi que iba a tener que sacarme unas fotos? Pero la vida es así, con mi barba de una semana me senté y me la sacó –la foto- cuando vi el resultado, no sabía si era yo o el tunecino.

Al salir de la tienda de fotos nos dirigimos a la comisaría. Al entrar, un cartel nos mostró la bifurcación del pasillo, nos encaminamos, encantados y felices como lombrices, al pasillo habilitado para solucionar los trámites de DNI. En el mostrador había dos seres especiales, si, de esos que en la jerigonza común llamamos funcionarios, burócratas, aquellos que según decía el monólogo, “vayas a la hora que vayas siempre están desayunando”, estos no eran tan especiales, no estaban desayunando, pero no desprendían alegría y felicidad a raudales precisamente –como es común a los de su especie…un poco de sarcasmo ¿no?- tenían una cara de amargados tremendamente currada, no se que cara tendrían si estuviesen poniendo ladrillos en la obra. Una señora que estaba delante de nosotros –muy resuelta ella- iba a renovar el DNI, perdón iba a poner una denuncia porque según ella se lo habían robado y, según yo, se quería ahorrar la tasa correspondiente a haber perdido el documento- el caso es que la señora tenía fotos, eso lo dejo bien clarito a los funcionarios allí presentes, no sabia cuando se lo habían robado, ni quién, ni donde, ni cómo, pero se lo habían robado –sólo el DNI- y ojo, tenía fotos. El funcionario mirando mosca a la paisana, le dijo que tenía que poner la correspondiente denuncia…en otro sitio, la paisana le miró mal y le volvió a decir que tenía fotos. Si las miradas matasen…la que realizó el funcionario en aquel momento creo que estaba tipificada en el Código Penal. El caso es que la señora se fue a la sala de al lado a interponer su denuncia –y supongo que a decirles que tenía fotos y no problem-. No me pareció ver que sacasen a nadie de malos modos, con lo que me imagino que la encantadora señora solucionaría su problema o, quién sabe, lo mismo perdió sus fotos y le dio un jamacuco allí mismo.

Cuando me llegó el turno estaba como nervioso, si, no era mi primera vez, pero aguardaba con cierta emoción a que el funcionario de la mirada oscura me cogiese el dedito y me lo metiese en to lo negro –¡¡en el tintero, eh!!. Después yo me quedé unos instantes con el dedito negro en el aire, mirando un poco aleladamente al de la mirada de tigre, y me dijo muy cortésmente, que si quería me lo podía limpiar en una especie de servilletero que había adosado a la pared, con lo que me limpié el dedito y nos fuimos raudos a la compañía de viajes para decirles que ya estaba todo solucionado.

Bueno esto ha sido la mañana de hoy, tengo que comprar una maleta de viajes de esas que tienen ruedas –cuestión que me llena de felicidad- y prepararla para el viaje, con lo que es probable que no vuelva por aquí hasta el fin del viaje, el próximo viernes, un saludo a tod@s, pasarlo bien, me acordaré de vosotros y, ya os contaré a la vuelta cómo fue todo. Espero que bien.

05 marzo 2007

Mis adorables clases de gimnasia.

Buenos días a todos, ayer, como era de prever, no pude escribir, ya sabéis, nadie va a la romería sin que se acuerde al siguiente día, o algo así, el caso es que las romerías del siglo XXI las carga el diablo, eso sí, vestido de tanga y en vaso ancho. Todavía en estado de trance tras acabar de escuchar el pasodoble que le han dedicado en mi ciudad, León, al alcalde, hoy quería hacer un ejercicio de memoria de mis años mozos concerniente a cómo vivía yo las clases de gimnasia en el colegio, o perdón, de educación física, como a mi amigo Alejandro gusta de corregirme cada vez que intencionadamente menciono las clases que en tan alta estima tenía y corresponden a su especialización.

Cuando era mas joven y tenía el cuerpo terso y sedoso como el de una sílfide…bueno, no vamos a exagerar. Nunca tuve un cuerpo Danone de deportista, casi siempre he tenido arruguillas en la zona correspondiente a la barriga, y en el momento actual, no se si por algún efecto taumatúrgico que se escapa a mi percepción, esas arruguillas se han hinchado formando una sola mas grande y abultada. El caso es que de joven, a pesar de las imperfecciones de mi cuerpo –mínimas, minúsculas, casi imperceptibles- me gustaba el fútbol –me sigue gustando, aunque ahora lo prefiero con fatatas-, lo que pasa, es que además de michelinillos tenía bastante culo, lo que hacía que a pesar de tener, relativamente, bastante técnica –modestia a parte, no se me daban mal esas cosas del regate- me cansase mas rápido, me alcanzase el rival que instantes antes había regateado y en fin, que no pudiese emular a Oliver Aton y su tiro con efecto centrífugo. Con lo que pronto cambiarían mis preferencias, pero bueno, vamos a centrarnos en las clases de Educación Física (en delante de gimnasia aunque no sea lo correcto).

Yo odiaba las clases de gimnasia, lo digo en serio, con el corazón en la mano y todo el compungimiento que me provoca recordar aquellas escenas. Encima, en mi clase eran magníficos. Todos formaban parte de algún equipo de baloncesto o de fútbol, con lo que además de dárseles genial todos los deportes, tenían una condición física excelente, lo que los hacía para mi, inalcanzables. Mi padre, como era músico, optó por mandarme al conservatorio primero y, posteriormente, a clases particulares de acordeón y solfeo, con lo que en vez de ejercitar mis músculos, ejercitaba mis dedos. Ahora mismo se lo agradezco profundamente, pues el asunto me ha reportado beneficios económicos, un trabajo que puedo compatibilizar con los estudios y, en cierta medida, un refugio en el que guarecerme cuando las cosas han salido mal o no todo lo bien que hubiera querido. La música ha sido mi consuelo, ¿que iban mal los estudios? ahí estaba la música; ¿que me enamoraba perdidamente de una señorita que le resbalaban mis agasajos aunque pusiese pucheros? –por cierto, un consejillo, no tratéis de ligar dando pena, ya lo he probado y no funciona- ahí estaba la música; ¿que me sentía incomprendido, marginado y separado de mi grupo de amigos de turno? ahí tenía la música. Podría seguir agradeciendo lo que me ha dado la música el resto del post y de mi vida, pero me alejaría del asunto que hoy me trae hasta aquí. Me voy a referir a la época en la que estudiaba en el colegio, mas tarde, en el instituto, ya me pesaba un poco menos el culo.

Una de las cosas que mas odiaba, que mas pavor me provocaba, que mas atormentaba mi sosegada conciencia, era tener gimnasia a primera hora de la mañana. Yo me considero una persona de difícil despertar, uno no es persona hasta las doce del mediodía –en el mejor de los casos- con lo que imaginaros, entre mi deseado cuerpo y la caraja con la que llegaba, el transcurrir de la clase era un verdadero desastre, una pesadilla lacerante, una piedra en el ZaPato –ligero guiño de corte político-…ya sabéis, un horror.

Lo primero que nos mandaban era correr alrededor del patio. Imaginaros, con mi difícil despertar, mi cuerpo necesita un tiempo para reposar el desayuno, y comenzar el día de esta forma, creerme, no es lo más aconsejable. Pero bueno, esto no eran más que trámites, estiramientos, ejercicios físicos de distinta intensidad…el problema llegaba cuando venían las pruebas físicas, los exámenes de gimnasia. Aquí se descubría el pastel.

Odiaba estas clases, es curioso, suelen ser las clases preferidas de los jóvenes, no se estudia, desconectan de otras asignaturas de mas enjundia intelectual, realizan actividades en grupo…pero para mi eran un caos. En las pruebas era el último de la clase, hasta las chicas me ganaban -que digo me ganaban, me pulían- pero no solo era por eso, si no porque daba una imagen lamentable, torpe, penosa…

Mi prueba más temida eran los 50 metros. Cuanto más me esforzaba, peores resultados obtenía. Me concentraba, hacía el calentamiento correspondiente y cuando Mari tocaba el pito –no lo mal interpretéis- salía con todas mis fuerzas. No sé si porque nunca supe correr, mis resultados en estas pruebas siempre fueron nefastos. Ponía tanto empeño en tratar de superarme, que mi cara se descomponía, se desfiguraba, adoptaba una postura tremendamente forzada, como la de una persona que lleva días sin evacuar y sufre tormentosamente cuando por fin planta el pino –no me hagáis parafrasear aquella canción de Juampa relacionada con el asunto-. Pero lo más penoso de todo, era que tenía en la meta –además de Mari con el pito en la boca- a todos mis compañeros, que sabían lo que sufría en estas pruebas. Así pues, todos me arengaban, me daban ánimos, pero nada, esfuerzo fútil. Terminaba el recorrido extenuado, al límite de mis fuerzas, con un 5 raspado en el mejor de los casos.

No voy a mencionar una por una todas las pruebas, porque se os haría tedioso y tremendamente pesado. Solo deciros que en el balón medicinal, las chicas también lo lanzaban más lejos que yo. En la comba, solía tropezarme. En los malabares, se me iban las pelotas de las manos –como ahora- . En el pino, tuve verdadero pánico, era incapaz de ponerme al revés y tan sólo me salió el día del examen. En fin, tormento tras tormento. Menos mal que con el pasar de los años aquellas clases de gimnasia quedan en el olvido.

Esto va a ser todo por hoy, lo sé, éste post si que ha sido pesado y, encima he tirado tantas piedras encima de mi tejado que seguro que tengo goteras, menuda faena en tiempos de lluvia.

03 marzo 2007

No sé que título ponerle a esto.

Muy buenas a todos, hoy es Sábado Sabadete y ya se sabe, hoy por la noche hay timba, fiesta, mujeres en celo buscando un pito vigoroso, sano y juguetón como el mío. Últimamente tenemos por costumbre, como buena costumbre matizaría, el pasarnos antes de comenzar la noche en busca del tanga perdido, por un sitio al que hacía años que yo no me pasaba. En mis tiempos de instituto, cuando yo iba a la Oh! León, pasábamos por éste lugar. Su nombre es el Porrones. En aquella época era un garito –bueno, algunas cosas nunca cambian- pero lo que ha cambiado es que el pequeño retoño del dueño ha crecido, ha florecido y detrás de una carita sonriente, que yo recordaba de aquellos años, ahora hay un mujerón que tiene los pechos mas grandes que su cabeza, es mas –diría yo-, tiene unos pechos mas grandes que mi cabeza, lo cual ya clama al cielo y, encima la chica está delgadilla. ¿No se dará cuenta su padre que vamos ahí por ella?, bueno, “por ellas”, que barbaridad. Porque lo que es el cachi, le echan la misma basura que en el resto del Húmedo. No se si pasará igual en el resto de España, pero en León el garrafón se lleva mogollón, luego encima los dueños o dependientes lo niegan, si tendrán cara…en muchas ocasiones las bebidas no tienen ni un sabor parecido al que realmente has pedido y, generalmente, suelen colocar al personal con suma facilidad. Con lo que uno, que sale el Sábado por la noche cargado de buenos propósitos –pillar alguna despistada que no le importe montárselo contigo, aunque no tengas coche propio, ni casa, sigas estudiando, viviendo con papá y mamá y, viviendo de las propinas de los Domingos- termina un poco indispuesto y torciéndose el curso natural de la noche.

La verdad, para no variar últimamente, es que el post de hoy no tiene un claro propósito, ni oscuro, escribo raudo antes de que llegue la timba de mus en breves instantes. Estos días ando aquí detrás del ordenador con unas historias relacionadas con la música. Tengo ordenador tan solo desde hace un año, así que imaginaros, soy totalmente lego en éstos ámbitos, no tengo lo que se dice ni idea y a duras penas me defiendo para poneros alguna chorrada aquí todos los días –últimamente mas que de costumbre-. El otro día me encontré con un colega pianista y me aseguro que en la edición de sonidos en el sintetizador –traducido, aunque igual no hace falta, significa crear sonidos a partir de una base dada en el piano, teclado, sintetizador…-teniendo ordenador todo son ventajas, imaginaros cuando lo escuché, se me hincharon los carrillos, pero claro, como todo, una cosa es decir y, otra muy distinta, es hacer. Acabo de meter un CD que me venía con el sintetizador en el ordenador y, vale, si, puedo crear dichos sonidos a través del ordenador, pero es que no tengo ni idea de cómo coño se hace, cómo una vez realizados puedo escuchar la muestra, cómo una vez que estoy conforme con la muestra obtenida la puedo pasar al sintetizador, porque claro, tienen códigos distintos el ordenador y el sintetizador, con lo que aquí me hallo, con el sintetizador enchufado al ordenador, saliéndome en la pantalla gráficos raros, que supuestamente me indican los distintos parámetros que conforman el sonido y puedo modificar, en fin, un rompecabezas de tomo y lomo. A ver si consigo apretarle a mi amigo Alejandro el Logic, Alex se que estás ahí y, me explica cómo va, porque según tengo entendido, a través de éste programa, además de interpretar con el teclado una melodía y salir dicha ejecución plasmada en un pentagrama en la pantalla, también tiene funciones de edición de sonidos, con lo que bueno, todo es ponerse, digo yo, ¡ojo! esto suena entretenido pero luego se hace pesado, aburrido y tremendamente complicado, no me veo yo salir airoso del asunto.


Un saludo a todos, lo sé, el post de hoy es todavía mas cutre que el de ayer y, sabéis que es lo peor, si, que el de mañana será todavía peor. Bueno, si no llego muy tarde de la partida, a lo mejor os hago uno decente, porque mañana no respondo.

02 marzo 2007

Juegos para niños.

Yo no sé quién pone las etiquetas en los videojuegos, lo digo en serio. Ayer por la mañana, después de desayunar mis tostadas untadas de queso Filadelfia y mermelada de melocotón, me dirigí a casa de mi hermana a jugar a la Play, pues la de mi hermano se quemó literalmente, si, no sólo porque se pasaba noche y día detrás del aparatillo expendedor de ilusiones a cartucho, sino porque llegó un momento en que además de imágenes animadas, la maquinilla producía cierto tufillo –que no era de mis tostadas- y un buen día se paró, decidió no darnos mas buenos ratos, una lástima. Ahora acudimos raudos, mi hermano y yo, cada vez que tenemos ocasión, a casa de mi cuñado a viciarnos en el buen sentido de la palabra, si es que el término tiene éste sentido.

Entre los distintos juegos que tenía mi cuñado había alguno interesante y, otros que no les di importancia, precisamente por la edad aconsejada o recomendada en los mismos. Evidentemente, cuando en el juego consta una edad recomendada de trece años, yo y mi persona –que no son exactamente lo mismo- nos abstenemos voluntariamente de participar en el mismo. Faltaría mas, no es que me tenga por una persona plenamente madura intelectualmente, mucho menos sexualmente –no en cuanto al crecimiento de mi pito, que ese lo tengo lozano, sino en cuanto a otras cuestiones de índole práctico-coyundal- pero hombre, sin caer en la presuntuosidad o narcisismo inconcuso, creo que para algo mas que un crío de trece años si doy –en cuanto a éste vicio en concreto se refiere-. Con lo que tras reírse picaronamente mi cuñado y decirme -si, si, trece años…tu prueba y luego hablamos- me decidí gallardamente a demostrarle que iba sobrado –craso error la vanidad, la confianza y la infravaloración-.

El juego, que lamentablemente no recuerdo su nombre, consistía en un dragón morado –de color, no de que se haya metido un opíparo menú de príncipes, princesas y lo que se tercie- que cogía diamantes y quemaba al personal que se le acercaba, bueno –pensé-, esto tampoco tiene mayor dificultad –claro, lo mismo pensé con el Príncipe de Persia al principio y luego me dieron “pal pelo”- con lo que llegué a la siguiente pantalla y de ahí ya no pasé. Glorioso destino de fanfarrón, mientras mi cuñado sonreía para sí.

Yo no tengo ni idea de ésta clase de juegos, además de ser un neófito de los mismos. Pero a mi me parece que los tejueladores –los que etiquetan- se pasaron tres pueblos, o cuatro. Esa pantalla no se la pasaba un crío de trece años ni de coña, al menos en las primeras 15 veces de intento, que fue lo que tardé yo en advertir la presencia de otras pruebas que había que superar, encima tienes que conseguirlo en un tiempo exiguo, que no te permite ni rascarte los…un segundín, porque tendrás que empezar de nuevo. Con lo que ahí me teníais, esforzándome por no pestañear, sin moverme un ápice de la postura inicial, con una concentración tal que si en ese momento entrase alguien por la puerta lo mismo me daba algo…que no, que estas cosas no son para mi. Yo soy mas de Dickens, de Victor Hugo…cuyos libros no me producen sobresaltos y, sin embargo, me emocionan. Cuyas páginas no te dan bonos para conseguir mas life, pero te permiten ver la vida de otra manera. Digamos que te sensibilizan, te ablandan, te acomodan a una realidad alejada en el espacio y en el tiempo, sin necesidad de criar callo en los dedos –por cierto, la palabra callo en la acepción cuarta del diccionario de la RAE significa mujer fea, y yo que pensaba que era un vulgarismo-.

Vamos, que no pienso volver a cambiar mi precioso tiempo por estos juegos de marcianitos avanzados, porque esa es otra, el tiempo te lo consume, te lo abrasa, te lo devora y, cuando quieres darte cuenta, se te ha pasado la tarde, la mañana…la vida, no, hacerme caso, salir a pasear y disfrutar de las cosas buenas que la madre naturaleza nos brinda sin necesidad de cargar la partida anterior, yo trataré de hacerlo, un saludo a tod@s, lo sé, el post de hoy ha sido cutre de c…es que hoy estaba espesito, qué queréis. Espero despesarme con la partida que hoy Viernes tengo dentro un rato, después de cenar. Buen fin de semana, ligar mucho. Por cierto, hoy leí en el Diario de León que el Miércoles en el Salón de Actos –creo que se llama así- del Ayuntamiento de León, hay una conferencia de Jose Antonio Zarzalejos –director de ABC-, si tenéis ocasión no faltéis, seguro que escucharle merece la pena, es a las 20:00, entrada gratuita, hasta cubrir aforo limitado.

01 marzo 2007

Política penitenciaria "humanitaria".

Buenas a todos, escribo éste post un tanto perplejo. Supongo que a estas alturas del día ya os habréis enterado de que el etarra De Juana Chaos terminará el cumplimiento de su pena en el País Vasco y, no sólo eso, es mas que posible probable, que se licencie en su domicilio.

Aquí tenemos una buena muestra de talante, esa conspicua cualidad de la que carecemos el común de los mortales y, sólo corresponde a “elegidos”, “iluminados”, tocados por la varita de la prosodia de la que anda sobrado nuestro presidente. ¿Dónde nos llevará el talante de Zapatero? sólo Diós lo sabe, porque si al menos él lo supiera, yo me quedaría mas tranquilo.

¿Qué ha sido del socialismo en éste país? me refiero al auténtico, al que miraba por el bien de los trabajadores, al que anteponía en sus programas políticos el bien social no discriminatorio, el que defendía a capa y espada la libertad en todas sus manifestaciones y, no hacía muestras del intervencionismo desmesurado con tendencia creciente que se está dando en estos oscuros tiempos de fetichismo socialista.

Nuestro megalómano presidente se ha propuesto pasar a la historia como un hombre pacífico, cómo un buen presidente, con el que los españoles vivieron bien, comieron mejor y, el país creció y creció y, seguirá creciendo, pues el ministerio de trabajo dejó caer el otro día que se necesitan al menos 100.000 inmigrantes mas. Pero claro, ¿cómo no hemos caído los españoles? Si es que no tenemos la fortuna de estar tocados por el talante de nuestro presidente. ¡Qué despistados somos! Resulta que nos quejamos de los altos niveles de paro, niveles acallados por pseudoparámetros sectoriales y temporales presentados por la demoscopia siniestra, y nuestro presidente buscando hombros foráneos, digo yo que con esto de la Alianza de Civilizaciones lo mismo descuida la suya propia.

Pero vamos con De Juana. Ayer mismo viendo el programa 59” debatían el futuro de éste desgraciado. Unos defendían lo que ésta mañana ha ocurrido, es mas, no sólo lo defendían, sino que lo veían necesario. Curioso, rápido se le olvida a los “especialistas” los 25 asesinatos que cometió éste terrorista, si, ya se que por los mismos en nuestra ecuánime justicia ya pagó, pero al menos se deberían haber tenido en cuenta para no otorgarle tamaño beneficio penitenciario ¿no? Claro -alegaban los partidarios de lo que ésta mañana ha ocurrido- no se puede consentir que De Juana pase a la historia como una víctima, como un símbolo de los terroristas, como un mártir…¿víctima, mártir? ¿de quién?¿del Estado de Derecho? Un poco de sentido común por favor. La huelga la inició él sólo, de motu proprio, incluso se le increpó desde la organización terrorista que la iniciara sin su consentimiento, con lo que oye, por mi que se muera de hambre, tal cual. ¿Acaso tuvo piedad de las víctimas que asesinó?¿acaso está arrepentido? ¿No fue éste criminal el que dijo aquello de que las lágrimas de las víctimas son sus sonrisas?...no sigo por que razonar a favor de que éste sujeto se pudra en la cárcel es muy fácil. Enclenque argumento el de los socialistas. La condición de mártir no se busca, se encuentra y, es una pena que nuestro gobierno haya entrado en el juego sucio de la banda armada, es sintomático de la debilidad del mismo o, lo que es peor, de querer realmente hacerle el juego a la banda y dar la espalda al común de los españoles. ¡Pobre Miguel Angel Blanco! Es uno de los nombre propios que a uno le vienen a la cabeza, él si que era un mártir, sólo que le estén poniendo algunos medios en el mismo plano es realmente deleznable.

La otra postura y, que evidentemente ha caído en saco roto, era que continuase en la cárcel, a pesar del delicado o no estado de salud en que se encontrase éste engendro. La razón, no es pseudohumanitaria como de humanitaria ponía a la anterior Rubalcaba ésta mañana, sino ejemplificante, ejemplificante de que el Estado de Derecho funciona, de que tenemos un gobierno duro que desoye chantajes y trueques de los terroristas, de que tenemos un gobierno que está con la sociedad y no con los asesinos, pero sobre todo, ejemplificante para el resto de terroristas que cumplen penas en las cárceles españolas y, ¿si ahora les da a estos angelitos por ponerse todos en huelga de hambre? ¿Qué rayos va a hacer el ejecutivo?, ¿indulto generalizado?¿independencia y autodeterminación para el P.V? ¿”felatio increibilis” para todos los terroristas?...no, no se debía de haber cedido, pero ahora ya es tarde, la Caja de Pandora se ha abierto y de ella saldrán todos los males, no habrá disculpas posibles.

Un saludo a tod@s. Pronto veremos al hombre de la sonrisa de pez zambullirse en su propia pecera.