Jam Session

Política, literatura, sociedad, música

Correspondencia: fjsgad@gmail.com
Mi foto
Nombre:
Lugar: León, Spain

En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...

31 diciembre 2009

Doce uvas, doce campanadas


1. Mantenerme en pie, en la medida de lo posible

2. No soñar, a deshoras

3. Seguir limándome

4. Ser más educado y atento...sería obsceno

5. Intentar no escaquearme

6. Ser consciente de que el día sólo tiene 24 horas

7. No poner obstáculos: ni a mí, ni a los demás

8. Pensar, en primer lugar

9. No olvidar

10. Amar, como ejercicio físico y psíquico habitual

11. Tratar de comprender que la soledad es aparente

12. No dejar nunca de vivir


Por cierto, ¡feliz año!

29 diciembre 2009

O sea, talante, nihil novum sub sole

Las formas, siempre las formas. Que desde la época de Josep Lluis Núñez el F.C.Barcelona no ha tenido suerte con sus presidentes, no es un hecho ni discutible ni discutido. A éste le siguió Joan Gaspart, que era un forofo, un aficionado, un mero alborotador. Y, ahora, Joan Laporta: un pijo malcriado que confunde los ámbitos e intereses de su vida con los de su actual desempeño. Comparar a dichas figuras con la persona de Florentino Pérez, simplemente, un señor, es objeto de delirio y que debe mover a una profunda hilaridad.

"Eres un mierda. Te mereces una hostia" Joan Laporta, elaborador de elegantes protocolos, maestro de ceremonias.


.

Quedan tres días para que tenga lugar un acontecimiento verdaderamente importante en la historia de España, el Planeta Tierra y miles de millones de Galaxias, y ustedes, preocupados por el fin de año. Como saben, José Luis Rodríguez Zapatero, va a ser presidente de la Unión Europea: ¡qué tiemblen ahí afuera! Hay quien cree que las prerrogativas de nuestro presidente al respecto están poco claras o poco determinadas, pero la mayoría sabe, como adelantó Ignacio Camacho, que se basarán, y resumirán, prácticamente, en levantarle el teléfono a Barack Obama. El PSOE va a vender, ya lo verán, yo ya lo estoy viendo, esta presidencia como la panacea a todos los males que nos aquejan. Y la inexistente o insignificante política exterior con que hasta la fecha nos ha asombrado el Ejecutivo del nieto del famoso capitán Lozano, con relevantes amistades como Venezuela, Bolivia o la propia Cuba, se va a ver teñida de fulgurante dorado producido por el inexorable compadreo con la estirpe del antaño vituperado Tío Sam. El optimista desaforado de la Moncloa junto al hombre que ha descubierto que gobernar es bastante más complicado que proferir los elegantes discursos y pegadizos eslóganes de su negro, un blanco muy lírico. Ahora bien, la verdadera gracia del asunto va a estar cuando en el mundo, ancho un cacho, descubran lo que aquí en España ya vamos olvidando: que a pesar de haber estado siempre rodeado de enanos, nuestro querido Zapatero, por alguna razón, nunca ha parecido más alto.


.

Libertad, seguridad. Arraigada dicotomía, inveterada disyuntiva: ¿irresoluble dilema? Clamar por nuestros derechos, gozar de lo individual: bien está, en cuanto averigüemos que todo tiene sus límites. Y desear una mayor protección, salir indemnes de nuestros excesos: eso es todavía mucho mejor, salvo que no se comprenda que ambos guarismos son aritméticamente partícipes de una sustracción. Más albedrío: menor certeza sobre la inexistencia de problemas; más sosiego e imperturbabilidad: inevitable cercenamiento motriz. Es la molestia de lo indefectible.

24 diciembre 2009

Días felices, ¿no?

Si por algo se caracterizan estas tiernas fechas en que nos encontramos es por la poca o nula productividad que de las mismas se puede sacar en cualquier actividad desempeñada. He intentado concentrarme y estudiar todo lo posible durante toda esta semana, pero ha sido cosa en balde. Entre asistir a la tradicional función de navidad de uno de mis sobrinos, ir a comprar los preceptivos regalos y otras preparaciones que se desgajan en el espacio y en el tiempo de los que uno dispone, se me han ido estos días como han llegado: mucho más rápido y de un modo mucho menos consciente de lo que verdaderamente habría deseado. Por no mentar el clima, claro: ese tema tan socorrido en las conversaciones de tantos y tan preocupados ciudadanos cuando se encuentran en el fragor de la cola de una carnicería.

Ha hecho frío, qué duda cabe. Y ha nevado, quién no lo sabe. Pero, a pesar de todo, la gente padece unas dificultades extraordinarias para quedarse en su casa, calentitos y en absoluto silencio. Pues consideran mucho mejor asunto agarrar un resfriado o pegar un patinazo y así colapsar los servicios médicos para que quién realmente lo necesita no pueda ser atendido como se merece. Es, en fin, ese irrefrenable ansia del español por pasar por las manos de su médico, ante las miradas de su enfermera y recibiendo indoloramente las muestras de afecto del petulante farmacéutico.

Vivimos fechas rebosantes de belenes, de alegres villancicos y de mucho niño ruidoso haciendo travesuras a su familia, a sus vecinos y a quien se tercie. Es cosa adorable, no me digan. El otro día, como les decía, fui a ver la obra navideña en la que participaba uno de mis sobrinos. La criatura tiene cinco años, una cara de pillo temible y no puede estarse quieto ni un solo segundo. La obrilla, nada original, por cierto, era una representación del Auto de los Reyes Magos. Mi sobrino, qué rico, hacía de angelote. La obra fue larga, todo hay qué decirlo. Esos papeles, a lo largo de la historia, han sido reescritos por manos mucho más expertas, quién va a poner en tela de juicio semejante afirmación. Pero es que además, justo delante de mí, se sentó un señor que a primera vista no traía consigo ningún peligro, pero que, una vez depositado en su asiento, pude comprobar que sobre su cuello reposaba una cabeza que si bien no atesoraba una gran belleza, tampoco sería precipitado afirmar que tenía un tamaño poco humano y, desde luego, harto opaco. Y, por si fuera poco, llevaba sombrero. El tío. Para poder ver a su derecha había que correrse tres asientos, como mínimo. Y, por encima de él, a buen ojo, sólo era posible observar algo haciendo acopio de toda inverecundia y subiéndote a la propia silla, aun riesgo de que viniese una monja a echarte mano y meterte en el cuarto oscuro.

Ya a mitad de la función, a uno de los angelotes a la derecha de mi sobrino, también muy guapo, le entraron ganas de hacer pipi. La profesora, seria y rigurosa como corresponde a un docente de criaturas de cinco años, había advertido a su tropa que nada de miccionar durante la obra. Pero qué quieren, ¡es la naturaleza! El muchacho, como no se podía aguantar, y tampoco podía pedir a la profesora que le aliviase, se puso a saltar sobre sí mismo. Primero imperceptible y sosegadamente, chico educado. Pero poco después, de un modo absolutamente desproporcionado. Botaba, profería pequeños gemidos, se tocaba el pito. Y la gente, que hasta entonces no había prestado atención alguna a la función, y sí a lo que llevaban puesto sus vecinos, se empezó, literalmente, a tronchar de risa. Las carcajadas fueron sonoras. Y, finalmente, a la profesora no le quedó otro remedio que llevar a la criatura al mingitorio. Huelga decir que la anécdota arrancó una ovación. Por lo demás, mi sobrino cumplió, y echó su buen pis al acabar la memorable composición.

Pasa el tiempo como decía el programa que pasaba la vida, y ayer, en un descanso de la lluvia y la nieve que caería poco después, a calderos, fui a hacer algunas adquisiciones. Compré una yenga, para pasar en familia la noche de hoy. Es un juego sencillísimo y muy divertido. La caja pone “a partir de seis años”, lo cual puede parecer a primera vista un poco lamentable. Pero yo he estado jugando con mis amigos poco antes de salir de fiesta y comprobar los nuevos diseños de lencería de esta temporada, y me lo he pasado genial. Hay que tener un tacto exquisito, oigan. Ya estoy viendo hoy a mi padre, y a sus grandes manos, hacer sus cuitas para que no se le caiga la torre de piezas de madera encima.

No mucho después de esta compra, y como también pasé por delante de una librería, pues la carne es débil, me compré un libro. Vida de Samuel Johnson, de James Boswell, nada menos. Llevaba tiempo detrás de esta joya, y en estas fechas, en las que uno va por la calle con más dinero del cristianamente aconsejado, son inevitables algunos dispendios. Es una biografía. Se considera la obra cumbre del género. Tiene dos mil páginas. Y su autor tardó la friolera de cincuenta años en escribirla. Se me hace la boca agua. Una obra maestra, vaya.

Y de contarles algo les voy a contar poco más. Son días, como ven, bastante iguales para casi todo el mundo. Hoy iré a echar el tradicional mus de nochebuena, y su tradicional copa, ¡a las cinco de la tarde! Y a dicho evento, casi con toda seguridad, seguirá una ronda de cortos hasta que el Rey lea su acostumbrado mensaje navideño (este año dicen que hay novedades de perspectiva, aunque no sé si en el mensaje o en la imagen: en cualquier caso, estaré atento). Pasen una feliz noche y mañana un feliz día de navidad. Y pásenlo con la gente que quieren. Es una lástima que haya que buscar una disculpa en el calendario para hacer algo que debería repetirse con bastante más frecuencia.

21 diciembre 2009

Deseos y mimos

Nos dice Carlos Alsina que ha llegado el invierno, que hace frío, que esta mañana había atascos. Y también nos dice que el Gobierno de España pide precaución, moderación y mucha templanza en la conducción. La profunda y noble razón alegada es que debe de haber, a decir de tan ilustrado conjunto de ilustres, peligro de resbalones, de tropezones o, si no, que se lo digan a algunos directores: sufriendo imponderables no achacables, por esta vez, como dice el venablo de Marchena, a la pericia sin parangón de nuestros peculiares notables. Estamos llegando a la recta final del año, al comienzo de las navidades, al empacho y cogorza de la celebración, y algunos alumbramientos constitucionales todavía sin producirse, supongo que esperando mejor época o, simplemente, a que pase el atracón, la braguita colorada, y todo ese soplón. Mañana cantan los niños el gordo, la dicha, la esperanza llenos de alegría: si toca, me marcharé a Cancún a tomarme una sangría (sin billete de vuelta, aviso). Vivimos fechas llenas de dulzura, vacías de rencores y cargadas de buenos propósitos, aunque todos sepamos que desgraciadamente nunca se den esos pronósticos. En el PSOE dicen que en el PP se alegran de que el país vaya mal y de que el Gobierno no acierte todo lo deseado; pero también afirman, campantes y rimbombantes, que cuando arreglan los problemas, los de la gaviota, se encaprichan, se enfadan, les menosprecian, ya no les hablan. Por eso Mariano Rajoy quiere instaurar en los suyos valores, principios, todo eso que, interesadamente, ya no se lleva, porque tampoco se paga. Pero malo será entonces, que en esta guerra de Romanos y Cartagineses (Antonio García Barbeito dixit), aun cargados de excelentes intenciones, termine a ambos contendientes, saliéndoles el endiablado tiro por la cuneta (guiño a otro guiño de don Santiago González).


.


Rodeado de belleza y juventud, como la que él atesora, duerme plácidamente en el regazo con ruedas dirigibles, capote térmico, y un fino y precioso bordado que mordisquea vistosamente su edredón. Acechan al indefenso cachorro las expresivas miradas de madres amigas, anhelantes de arrullarlo al menos un momento entre sus brazos. Sintiéndose foco de toda atención, de la criatura sale un ruido inocente, minúsculo, como apagado, y las anteriores hembras, tomando como milagro la normalidad de la vida, retozan embriagadas, felices, rebosantes de emoción. Ya una vez en brazos de su protectora, imagen primigenia de su vista, esboza una delicada sonrisa y vuelve a sumirse, tranquilo y reconfortado, en el espeso sopor provocado por la inconmensurable calidez que despliega la ternura materna.

19 diciembre 2009

Anécdota, literatura, es así

Hace un par de días, en León, cayó una de esas nevadas que ilustran las postales en estas entrañables fechas, que sumen en profundos trastornos a las más diversas ciudades, que incluso copan las imágenes de nuestros cada vez más depauperados noticiarios; y, a pesar de ser todo lo anterior verdaderamente asombroso, máxime en invierno, a la hora de costumbre me dirigí a por el pan al concurrido despacho del barrio, que es una de mis desconexiones diarias, vicio nada exótico, por otra parte.

Pensando de un modo razonable en mis propios problemas, cuando abandoné la panadería me fijé en que, sentados plácidamente en el banco de un parque cercano, estaban mi hermano y sus queridísimos amigotes: una pandilla nada exigua de gente ni-ni (ni estudian, ni trabajan), tenida por guapa y simpaticona, y con ostentosas ínfulas de ingenioso truhán. Levantando ligeramente la cabeza hacia el grupo, como dicen ellos, a modo de saludo chungo, me dirigía tranquilamente a mi casa cuando, de repente, pasó rozándome una bola de nieve de un blanco sucio, apretada sin ningún esmero, y disparada cual mujer en rebajas en busca de zapatos baratos u hombres igualmente devaluados. Resultando sorprendido por el no menos sorprendente suceso, me di la vuelta con gesto serio, adusto, circunspecto, displicente, desabrido e insulso y, ¿qué es lo que vieron mis ojos?, pues…un claro, flagrante y obsceno cachondeíto de la rupestre tropa a cuenta y costa del menda lerenda.

Viendo y no creyendo mi persona tal revuelo de pimpollos revoltosos, me dirigí con premura a recordarles la monserga del respeto a sus mayores, de la educación no recibida o con la apariencia de no haber sido suficientemente retenida, y de todas esas nobles cosas que, aun siendo mucho suponer, me supuse que les habrían repetido hasta la saciedad en sus respectivas escuelas. Resultado: nada de nada, oigan.

No obstante, después de todo, yo pienso que al acabar mi escuálida ponencia debió de haber algún punto que no les quedó del todo claro o con el que no estaban totalmente de acuerdo, porque me volvieron a bombardear otra vez, todos a una, como Fuenteovejuna, con renovadas y multiplicadas ganas. En cualquier caso, y como ustedes comprenderán, dado que soy hombre de ideales fijos, irreprimible carácter y con una personalidad de y por bandera, les miré fijamente para que supiesen con quién se las tenían. Pose en balde, señores. Pues…cosa curiosísima, y asaz extraña, ¡finalmente hubo que echar patas!

Por ello hay que decir, sin ningún ánimo de mantenerse en silencio, que está la juventud perdida. Si al llegar a casa, al menos, les cayesen unos azotes…


.


E
sta exquisita columna de Ignacio Camacho, moviéndose en trineo esta semana por las tertulias de la radio.


.


Leyendo a Ignacio Ruiz Quintano, me encuentro con esta precisa, preciosa y necesaria cita de Ruano:

“el tonto, a la hora de acostarse y quedarse solo consigo mismo, no se plantea que es tonto, duda tremenda que acompaña al inteligente hasta la muerte”.

Aquí encuentro, casi sin querer, dos certezas bastante evidentes y, a pesar de ello, totalmente refutables:

1. Es evidente que hay hombres que durante toda su vida no se harán determinados planteamientos.

2. Otros muchos, en cambio, al leer esas líneas, qué duda cabe de que se situarán en el lugar equivocado.


.


Pasen un buen fin de semana. Gracias por leerme. Por cierto, aquí hace un frío del carajo. Ni la calefacción en casa, ni la ropa de abrigo en la calle. Se me están congelando las neuronas, las extremidades, y lo que no les cuento.

Les dejo: voy a ver si me caliento. Y no sean malpensados.

17 diciembre 2009

Volvemos después de la publicidad

Leo en El Mundo que este anuncio ha recibido 45 millones de visitas, y, francamente, es normal:

16 diciembre 2009

Dónde comenzó todo, y más, pero peor, de lo mismo

En el año 2005, volviendo de la Universidad, y aprovechando un descuido en el que pasaban pocas muchachas, posé mi instintiva vista en la portada de una revista que, por aquel entonces, se debía de vender como churros, y la compré. Llegaba a los quioscos cada tres meses, como las notas al ingente esfuerzo realizado por los estudiantes, y solía tratar de temas diversos, interesantes y sumamente útiles como la propia vida. Pues bien, después de casi cinco años, y desaparecida ya la revista Muy especial, he estado leyendo el número titulado Historia de la tierra, del big band al origen de la vida en nuestro planeta. Y tengo que decirles que me ha costado un huevo. Y de los grandes. Una retahíla de compuestos químicos, gaseosos y minerales, servidos juntos pero no revueltos, aunque tratados con aparente sencillez para que lo entienda un lego en Ciencias, como el menda, han hecho de su lectura en estos días un verdadero calvario. A pesar de leerlo con gran interés y detenimiento, la verdad es que no me han quedado muchas cosas en claro. Y eso que venía con dibujitos explicativos. Incluso me resultaron, en su día, más amenos los tratados de Derecho Administrativo de don Eduardo García de Enterría, maestro de maestros en el Derecho que rige la cosa pública.

Para hacer de este sitio algo variado, y para que vean que lo mismo les hablo del pesimista mal informado de la Moncloa que del primo de Rajoy, les voy a colgar unos pequeños y sencillos textos que en la revista, por supuesto, venían ilustrados, y que me parecen de culturilla general, sobre los escenarios en los que pudo gestarse la vida. Aunque la revista se ha quedado desfasada en ciertos aspectos, ¡ya tenemos información sobre Marte!, hay que agradecer que determinados enfoques continúen felizmente como siempre.

Estos son los ámbitos en que pudo alumbrarse el hombre que, en su compleja evolución, a día de hoy, ve telebasura, no lee nada, viste como los monos de los que procede, se comporta, en ocasiones, como lo hacen los animales y, si pudiese, y no estuviese obligado a ello, no haría absolutamente nada productivo durante toda su existencia:

"En otro planeta: la vida pudo aparecer en otro planeta, como Marte y llegar hasta la Tierra a lomos de una roca marciana que salió despedida de la superficie del planeta a causa del impacto de un gran meteorito.

En el mar: de haberse fraguado aquí, la vida habría hecho sus primeros pinitos en las profundidades oceánicas, muy cerca de las llamadas fuentes hidrotermales y a salvo del impacto de los meteoritos.

En el hielo: el profesor alemán Hauke Trinks dice que la estructura porosa del agua de mar congelada ofrece un compartimento donde se retienen burbujas de gas y elementos para edificar la vida.

En la arcilla: los científicos han demostrado que la montmorillonita, una arcilla común, cataliza la síntesis de oligonucleótidos de ARN. El barro pudo ser así otro lugar donde se modeló la vida.

En agua dulce: una última hipótesis defiende que la vida puso surgir en el agua dulce, eso sí, alterada por la actividad geoquímica. Éste es el caso del agua sulfurosa de los géiseres y fumarolas volcánicas".

Espero que les haya resultado curioso el asunto. Dicho esquemilla, se engloba dentro de un artículo titulado Milagro en el mar, rubricado por Enrique M. Coperias, y es uno de los más claritos del monográfico, aunque, a pesar de ello, uno no despeja las suficientes dudas como para ir a dárselas de listo a una cafetería con una de esas guapas chicas de letras, que son las que he frecuentado durante gran parte de mi vida. No sé si me saldría más rentable cambiar de revistas o de mujeres.


.


Este fragmento de artículo de un hombre que ya no está, pero cuya pluma aún pesa demasiado: “El tabaco va siendo ya un vicio de pobres y la España de Felipe es pobre. Se pueden subir los coches, que la gente ya tiene uno para llevar la suegra a Morata de Tajuña, que se ventile la momia. Se puede subir lo caro, que a los del pelotazo todavía les queda la última calderilla de Mario Conde para comprarse relojes suizos, relojes que hasta te dicen qué año te va a dar el infarto. Se puede subir la lencería fina, ahora que vuelve a hacerse el amor con la luz apagada, como manda el Papa Wojtyla, y da igual llevar las bragas viejas. Se pueden subir las corbatas, porque la gente ha encontrado otras maneras de ahorcarse. Se puede subir la gasolina, que todos necesitamos bajar lípidos y nos conviene empujar un poco el coche. Se puede subir la brillantina, ahora que ya nadie va a imitar a Mario Conde. Se pueden subir las compresas y que se arreglen con el corcho del champán de Nochevieja. Se pueden subir las sardinas, que el gentío ya ha aprendido a comer caviar gratis en los cócteles. Se pueden subir los teatros, que la gente de todas maneras no va a ir. Se puede subir el cine, que Hollywood seguirá copando la Gran Vía. Se puede subir lo caro y lo superfluo en general, se puede subir lo innecesario y lo caprichoso, que de todo eso nadie va a prescindir, pero lo que no se puede es subir el tabaco”, Francisco Umbral, El tabaco, ¡año 1994!, releyendo al maestro uno se da cuenta de lo mucho que nos parecemos a esos roedores cuyo principal entretenimiento es correr en el interior de una rueda giratoria. Pero, ¿nos movemos realmente?

15 diciembre 2009

Paisaje, Patti Labelle, criatura de la noche

En España no cejan las corrientes siberianas, ni las humedades instaladas, ni los frentes polares varios. Nos están dejando helados, tiesos, del pálido color de las precipitaciones. Caen los copos de nieve, blancos, inmaculados, autoinmolados, como caen las alegrías y esperanzas de los españoles. Nos quitan el lugar en donde disfrutar del tabaco, y algunos lugares en donde hacerlo de las corridas del verdadero emblema nacional: manifestación recurrente de la extraordinaria capacidad de los políticos para quitarnos todo…menos los problemas, a decir de Barbeito, en pantalón corto. Ciertos catalanes, y ciertos políticos no catalanes, tienden a confundir sus ideas con las de las personas a quienes representan. Luego echan la culpa de sus fracasos a una organización que ellos gestionan, y que dirigen, y que, evidentemente, no funciona. El nacionalista es un ser verdaderamente incapacitado para el entendimiento de lo que no son sus intereses. No ven, en fin, que el problema son ellos. El ministro de trabajo, de cuya existencia duda Martín Ferrand, cree que la subida del Índice de Precios al Consumo es un síntoma inequívoco de mejora en la economía, de crecimiento, de un verde brotar: pero se ha olvidado de hablar de la incidencia del petróleo y la dependencia directa de la mejora de nuestro panorama económico respecto a cómo fluya el mercado energético. Demasiado pedir, para un gabinete que ha propuesto un uso desaforado de determinadas bombillas. En el gobierno de eslóganes sesudos, ideas brillantísimas y propaganda goebbelsiana que sufrimos, creen que en el PP les están haciendo la puñeta: los dirigentes autonómicos de la gaviota se debieron de olvidar de aplaudir y jalear, cual imparciales mítines del PSOE, las propuestas sostenibles para una España mejor. Estos señores aún no se han dado cuenta de que aquí, si no arrimamos el hombro, no vamos a salir adelante. En Génova 13, deberían de tomar como referencia, por ejemplo, a los sindicatos de Toxo y Méndez: fieles a sus ideales, imparciales, siempre están dónde y cuándo más se les necesita y, desde luego, tienen muy claras sus altas y necesarias reivindicaciones. Aunque, desgraciadamente, se confundan.


.


Minutos musicales:




.



Baila, ríe, besa, acaricia, provoca, quiere…de ojos verdes y profundos, como su vestido y el impresionante abismo de su escote, deambula serena y complaciente debido a la seguridad con que la arropa la no poca presencia de sus numerosos seguidores. Toma su bebida a sorbitos cortos, rápidos, juguetones a la vista, pero definitivamente insaciables. Se acerca a distintos grupos, silente felina de prolongadas noches, y escoge a su mochuelo. Será un rato de dicha, de insostenible alegría, de placer sofocado. Más al ocaso del antojo, acudirá presto el olvido. Señor displicente y pasajero de lo inoportuno, en el inasible feudo de su señorío.

14 diciembre 2009

Un precio, una curiosidad, algo más que un concepto

Encuentra, sólo, quien antes busca. Condenando sin ambages al violento, y al fruto de su locura (literal), muchos se preguntan si no se ha cultivado lo que ahora se recoge. ¿Viven -¿vivimos?- inmersos en una testiculocracia, decía en la fresca mañana de hoy, en lo de Carlos Herrera, la conspicua pluma de Marchena? Es bastante probable, y desde luego natural, e instintivo, y no menos espontáneo. Ahora bien, sería conveniente discernir de dónde provienen esta clase de arengas, quién las formula, y quién se lucra, de algún modo, con todo esto. Porque algo está claro, respecto al destinatario: el pueblo ha captado nítidamente el mensaje.



.

Esta mujer ha dado a luz un hijo sin darse cuenta. Ella, ni siquiera sabía que estaba embarazada. Ergo…es de suponer, que tampoco se enteró de cómo se lo hicieron (el hijo).


.

Estoy parcialmente de acuerdo con la redacción de esta noticia. El Gran Wyoming es un verdadero showman, no un intelectual: como así le ha definido mucha gente, entiendo que de su mismo rango. Pero, el periodista Hermann Tertsch, ¡no ha sido presuntamente agredido!: el señor Tertsch, ha sido agredido sin presunciones de ningún tipo.

Como tampoco se producen presuntos homicidios, salvo en la prensa. O se ha matado a alguien, o no se ha matado a nadie.

Sin embargo, en mi opinión, si pueden producirse presuntos asesinatos (aunque esto es doctrinalmente discultible, claro, siendo corriente mayoritaria quienes afirman que en penal no existen las presunciones como tal): simplemente porque averiguar si en el hecho se dan las circunstancias agravantes que suben de categoría la acción típica, antijurídica y culpable no es algo automático, ni inmediato, precisamente. Y dado que, desde luego, la distinción no es gratuita.

11 diciembre 2009

Praxis, Ignacio Camacho, mis circunstancias y yo

En el artículo hebdomadario de psicología de salita de El País Semanal, encuentro esta útil y preciosa leyenda para caminar por este valle de forúnculos:

“Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y discutieron. Uno acabó dando al otro una bofetada. El ofendido se agachó y escribió con sus dedos en la arena: “Hoy mi mejor amigo me ha dado una fuerte bofetada en la cara”.

Continuaron el trayecto y llegaron a un oasis, donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado y herido empezó a ahogarse. El otro se lanzó a salvarlo. Al recuperarse del posible ahogamiento, tomó un estilete y empezó a grabar unas palabras en una enorme piedra. Al acabar se podía leer: “Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida”.

Intrigado su amigo, le preguntó:

–¿Por qué cuando te hice daño escribiste en la arena y ahora escribes en una roca?

Sonriente, el otro respondió:

–Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir la ofensa en la arena, donde el viento del olvido y del perdón se encargará de borrarla y olvidarla. En cambio, cuando un gran amigo nos ayuda o nos ocurre algo grandioso, es preciso grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento de ninguna parte del mundo podrá borrarlo”.

Jenny Moix, La arena y la roca.


.


“La sintaxis es una facultad del alma, decía Paul Valery, una cuestión moral que tiene que ver con el orden del pensamiento. El ser humano es un mono gramático (Paz) que estructura el mundo a través del lenguaje; por eso los griegos llamaban logos tanto a la palabra como a la idea. El hombre habla porque piensa pero también piensa porque habla; privado de la expresión que le da forma y sentido, el pensamiento es sólo una silenciosa forma de naufragio existencial, el fracaso social de una comunicación imposible. El lenguaje es la raíz de la esperanza, anota Carlos Fuentes; somos como hablamos, hablamos porque somos y necesitamos hablar para no dejar de ser”. Ignacio Camacho, en su magistral columna de hoy. Yo tuve una profesora de Lenguaje y Literatura en el Bachillerato, doña María Antonia Cañón, Cañón-Cañón para sus alumnos, que aseguraba que una buena sintaxis era sintomática de una cabeza bien amueblada. ¡Pero quién hacía caso de sus profesoras en el Bachillerato!


.


Ha hecho una tarde radiante, espléndida, maravillosa. Debía, y tras no hacerlo no cabe el arrepentimiento, haberme dedicado al estudio grato, placentero y machacón, pero es asaz complicado que el pajarillo se mantenga en la jaula estando ésta abierta, y llamando a voces, como lo hace, desde fuera, la noble y sabia madre naturaleza, perenne revitalizador de las gentes y sus vidas desde la misma noche de los tiempos. Con lo que aparqué por un momento mis queridísimas, y nunca suficientemente añoradas, leyes, y me dispuse a dar un voltio, un paseo, un estiramiento siempre moderado de los miembros y miembras de mi aún más querido cuerpo. Dada la inusitada temperatura de que gozaba hoy la capital leonesa, estaban aceras, parques y paseos todos ellos ocupados bellamente por viandantes, perritos y hembras puras, frescas y macizas como deliciosa fruta recién vendimiada. Una de mis naturales resistencias numantinas, y de la que con más frecuencia me jacto, es la de aguantarme cuando veo a una mujer de buen ver y no tocar, paseando con un pequeño can adecuadamente peinado, perfumado y vestidito, y no decirla aquello del ¿muerde?, y, ante la respuesta negativa de la dama, preguntarla entonces por la fierecilla. Y no lo hago, básicamente, porque la mujer de hoy día tiene muy mala leche, muy mala baba y muy poco desarrollada la percepción del agudísimo sentido del humor masculino, encajando bastante mal los cumplidos, las anécdotas y los comentarios triviales que le hace un hombre con la única intención de acercarse a ella y dar rienda suelta al poder que, según los anuncios más atrevidos y desinteresados, es capaz de desarrollar un simple desodorante. Y, claro, tampoco lo hago por mi desdichado acento irónico (no sé cómo se lo montará el genial Carlos Alsina). Pues con el tiempo he llegado a la conclusión de que, más aún que su sentido del humor, las mujeres detestan la ironía en los hombres. Esto, siempre y cuando la pillen, por supuesto. Las mujeres odian, repelen y se ponen deliciosamente histéricas cuando conocen a un hombre irónico, anfibológico, correoso o, simplemente, inteligente. Prefieren a un hombre llano, liso, que no destaque, que pase desapercibido. A veces pienso que no quieren a un hombre, a un varón, a un machote, y que sólo desean entregarse frenéticamente a su conocido vicio por las mascotas. Y así, cuando la caprichosa diosa fortuna pone frente a una mujer un caballero hábil, ingenioso o mordaz, la pituitaria de ésta se dispara, y manda fugaces señales a su cerebro para que corra, huya y, por lo que más quiera, no vuelva la vista atrás. Alguna, empero, se queda quieta, y opta por dar uso civilizado a sus incisivos lanzándose sobre la yugular del incauto. Víctima de sus víctimas, infeliz, despistado, simplemente tonto. No les cuento mi particular de hoy por aquello del pecado y el pecador, pero sépase que la desgraciada no rió mi gracia, no alabó mi donosura, no admiró mi talle, mi fuste, mi garbo. A punto estuve de hacerla entrar en juicio perdiendo yo el mío. Pero, ¡quia!, me dije, “las batallas contra la mujeres son las únicas que se ganan huyendo”, se afirma que dijo uno de los más grandes estrategas de todos los tiempos. Y, por lo tanto, me fui. Aunque ahora que caigo, todo el mundo sabe que Napoleón Bonaparte, además, también era un calzonazos. A buenas horas…

Pasen un buen fin de semana. Gracias por leerme. Y conserven siempre su infinita paciencia.

10 diciembre 2009

Más que un club, Eduard, Ribeiro, un profesional, y una explicación

Ruin y deliberado devenir, la politización deportiva. Laporta-Guardiola, ineluctable formación de un curioso tándem: hombres con cara y vida de chico bien; formalidad aparente; corrección viciada; pensamiento exiguo, seco, estéril, nada profundo. Éramos pocos, y parió la abuela: ser de un país con una lengua propia”, afirma el modoso espurio. Desinformado, en todo caso: confusión eterna entre la pretensión, y la simple quimera.

.


Inmovilismo radical. Habla el presentador de Redes: “Cuando todo cambia, la manera más fácil de ser infeliz es no cambiar nunca de manera de ser o pensar”. Yo diría más, empero: ante una respuesta equivocada, nada de reconocimientos, es mucho mejor volver a la carga siguiendo el mismo camino. Variando, en todo caso, la intensidad de nuestro erróneo razonamiento. Y, por consiguiente, su respuesta incrementada.


.


Leo en El Mundo del Sábado, en el Diario libre de Raúl Rivero, estas bellas palabras de un gran poeta: “escribo páginas como éstas para dejar señales…en cada letra que escribo está enhebrado el tiempo, mi tiempo, la trama de mi vida, que otros descifrarán como el dibujo de la alfombra” Julio Ramón Ribeiro. A seguir.


.


Llena la calle con su trabajo, las mañanas con sus repetidos saludos al vecindario, y el mostrador de los bares cercanos con sus prolongados descansos. El mecánico, a veces, incluso se lleva a casa parte de su negocio. Policía gratuito y desinteresado, tranquiliza avizorar su desocupada silueta en lontananza. Sabedor de los más viejos vicios del barrio, sonríe complaciente ante el rutinario conversar de sus propietarios. Y siendo como es mujeriego aciago, despistado intencionado y currante a pocos ratos, se ha terminado convirtiendo en el nuevo confesor de hogaño. Ego te absolvo, recitan sus facturas sin IVA.


.

Bufé libre: tantas veces la idea de esta bitácora. Es semejante al inánime apunte variado, para no sofocar al lector, no agotar su valioso tiempo, y no hacer del placer tedio insufrible. Un poco de aquí y otro poco de allá, añádase sal, no descuide la presentación: sírvase en frío.

08 diciembre 2009

Tres mujeres

Ineptitud diplomática española, versus ingratitud marroquí. Aminatu Haidar no quiere estatuto de refugiado, ni pasaporte español, ni el otorgamiento de una vivienda: ¿inconformista radical?: no, "la nueva Gandhi", dice Raúl del Pozo. España equivoca permisos administrativos y políticos interpretándolos a conveniencia de una causa que no es la suya; Marruecos ha confundido el pasivo con un potencial beneficio. A los españoles nos aprietan por y en todas partes: somos un chollo, una ganga, una muñeca chochona en una tómbola sin rifas. Y Moratinos se encoge: nunca ha sabido muy bien qué es lo que trae entre manos. Outro: España no mata, pero le van a cargar el muerto.


.


"E
l descoloque de la vicepresidenta refleja el descoloque general del Gobierno. Hay una vicepresidenta quemada, un vicepresidente silente que bosteza en las sesiones y ha mentido a la Cámara con el asunto de su hija, y una ministra de Economía de las peores valoradas de la UE” Soraya Sáenz de Santamaría (¿Sorayita?: je).


.


I
mpertérrita a la oscuridad de una tarde de otoño, levanta majestuosa la mirada y la posa a su antojo con el aire grave, insolente y afectado de las sílfides de asfalto. E importunada por el encontronazo con otros ojos, taciturnos, asustadizos y algo sobrecogedores, opta por ceder al chantaje de su inconmensurable ego, fuente inagotable de iniquidades absurdas, y aparta momentáneamente la vista de lo que cree su destino improbable. La virginidad de Venus es el caer de sus párpados. Cuando despierta vuelve la cabeza, se despereza, y escudriña lo imposible: se ha alejado demasiado de donde nunca querría haberse separado.

07 diciembre 2009

El paciente, la gracia, el sentido común, la esencia

No lo entiendo. Por un lado me felicitan y me llenan de agasajos: ¡cumplo años!; por otro, me quieren cambiar por otra, o hacerme prácticamente irreconocible. Requiere el asunto consenso, altura política: demasiado para un país de enanos maleducados. Quienes, en teoría, más me defienden, se marchan de vacaciones cuando necesito de sus mimos, caricias y atenciones. Yo fui hecha con amor, con ternura, con delicadeza. Todos me querían. Y me hicieron, además, personas de cuya experiencia y categoría intelectual nada queda en la actualidad, ni siquiera por aproximación. Si los arquitectos son infinitamente peores: ¿qué esperan de una nueva edificación, más que el pronóstico de un edificio en ruinas?


.


En un momento de la noche, al socaire de muchachas cenicientas y rones pseudoañejos, se formula una pregunta en apariencia carente de trascendencia:

-¿Te sabes el del hombre entre dos vallas?
-No
-Pues vaya, hombre, vaya


.


La política es mala compañera de agradables veladas. Se tiende a su mayor defensa, con desacostumbrada vehemencia y apasionamiento, cuanto más grande es el desinterés por informarnos de ella. Se cree estar del lado de un ideal, de una postura, de unos principios: no de un interés obscenamente tendencioso. No se argumenta, no se escucha: el hombre se escuda, inicia conversaciones sin el necesario ánimo de moverse de su punto de partida. El filósofo, no resuelve: pregunta, se cuestiona, porque nada está claro aunque lo parezca (Fernando Savater, paradójicamente, respondiendo). “Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”, dijo el viejo da Vinci. Pero aquí se cree, en cambio, que cuanto más alto se diga algo estará mucho mejor dicho: y así proceden. Tampoco hay orden.


.


En la tarde de ayer: lluvia, frío, un mus que no pudo ser. Inevitable retiro espiritual, silencioso, aconsejable, nada comprometido. Con el ABC venía Cotton club: jazz, New York, mafia, mujeres de escaparate, claquet, disparos, promesas consagradas. Los músicos siempre han sido muy bien tratados por las mujeres en el celuloide. Nada que ver con la realidad. “Póngame otra, maestro”: dicen, escuchando copas. Sin retintín, los personajes de la vida serían certeros, prudentes, incluso sabios: demasiado pedir, sin subvenciones.

06 diciembre 2009

Comienzan las cenas (y lo que te rondaré, morena)




Mejor no les enseño las comprometidas...

04 diciembre 2009

Lo que no es la cola

"Helvecio elaboró una teoría social de las masas críticas. Existe una bibliografía abundante sobre las masas críticas, pero el modelo más ilustrativo de lo que es una masa crítica dentro de una población, es el que Ronald Fisher, un biólogo evolutivo, excogitó para explicarse por qué algunas especies de pavos ostentan unas colas de longitud excesiva y disfuncional. Ahorro al lector los detalles. El quid del asunto reside en el porcentaje de pavos hembra que prefiere a pavos macho de cola larga. Si el porcentaje es muy alto, será rentable para una pava preferir a un macho colilargo que le asegure hijos también colilargos. Esos hijos tendrán mayores probabilidades de reproducirse que los de cola corta. El azar de la estadística habrá triunfado sobre la selección natural y todos los pavos macho acabarán rematados por colas bellísimas y absurdas. Pensemos ahora en España y en sus costumbres inciviles, huecas, e intelectualmente estériles. ¿Por qué subsisten? Creo que se ha entendido el mensaje. La clave está en la cola del pavo”.

Alvaro Delgado-Gal, La cola del pavo.

03 diciembre 2009

Minutos musicales

Me dice mi hermano que les ponga esto:



pero qué sabrá la juventud...

*Conste que el grupo lo que menos pretendía era, precisamente, criticar a un partido de izquierdas

Voces claras entre los ecos: manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

02 diciembre 2009

Para el chico, para la chica, para los dos...

Los seguidores del Real Madrid podemos estar de enhorabuena. Si no por el juego desplegado por sus futbolistas, sin duda, sí por la profusión de buenas ideas que se incuban en el seno de su directiva. Dado que el equipo está bastante frío, es de suponer que han querido que al menos se calienten sus aficionados. Tanto en el diseño masculino, como en el femenino, aparecen sendos escudos de la entidad blanca. El modelo para la señorita con buen gusto futbolístico será negro, sedoso, elegante, sugerente cual mininas de la noche; el del caballero, en cambio, será blanco, inmaculado, de mucho recato y poco realce. Se viene diciendo desde hacía tiempo: lo importante es hacer una piña. Donde sea.


.


La mesa y el trato en ella es asunto extraordinariamente delicado que se viene masticando desde hace siglos. Si bien a pesar de lo mucho que se ha comido desde entonces, el personal mucho no ha mejorado, ni querido hacerlo, en el ámbito de sus modales.

En este interesante artículo de una revista femenina, que son las que más gustan a los hombres, he encontrado algunas normas de urbanidad, decoro y gran compostura en un banquete ideadas nada menos que por Leonardo di ser Piero da Vinci. Les copio algunas:

"Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a ella, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.

No se debe tomar comida del plato de su vecino a menos que antes haya pedido su consentimiento.

Tampoco hay que poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo, ni se debe limpiar su cuchillo en las vestiduras de su vecino, ni escupir frente a él, ni tampoco de lado..."

En fin, todo un compendio de delicadeza y buenas costumbres para gente fina, de esa que tanto ha abundado y aún abunda por todas partes. Cada vez en mayor número, por cierto.

Al hilo de semejante tema me viene ahora mismo a la memoria, por ejemplo, una anécdota que cuentan a menudo en mi tierra de la que no puedo afirmar un ápice su veracidad, pero sí que en ella late bastante verosimilitud. Estaban don Juan Carlos y doña Sofía hace años invitados en esta tierra leonesa para inaugurar una de esas cosas que los leoneses inauguramos con tan poca frecuencia, y, tras el pomposo acto oficial, las autoridades locales, en el almuerzo, invitaron a tomar a Sus Majestades las tradicionales Sopas de Ajo. Iniciado el convite, la Reina se debió de sobresaltar en demasía, pues todos a su alrededor tomaban la sopa de un modo muy, muy curioso: la sorbían, además sin escatimar en ruido. Ante el gesto de sorpresa de la Reina, el Rey levantó la cabeza, y, mirando a su alrededor, debió de decir: Sofía, adonde fueres…

Aunque hay que decir que si alguien ha descrito con exactitud e irónico acierto lo que ha de acontecer en una buena mesa, ese ha sido el señor de los artículos, don Mariano José de Larra, que Dios tenga en su mesa, per saecula

Absolución: “no existe la educación perfecta”, José Saramago, Ensayo sobre la ceguera, supongo que para descargo de tantas y tan buenas conciencias.

01 diciembre 2009

Nikolai Rimsky Korsakov (1.844-1.908)

Marinero por tradición familiar, a los 29 años, se debió de preguntar a ver si su auténtica vocación iba a ser la música; la respuesta, en su interior, debió de ser verdaderamente satisfactoria, reveladora, incluso impactante: porque llegó a ser profesor del conservatorio de San Petersburgo de 1.871 a 1.905, uno de los creadores de la música rusa moderna y, además, uno de sus principales promotores a nivel internacional.

Estoy estudiando la pieza que les cuelgo debajo, en su edición para piano. Cayó dicha partitura esta mañana en mis manos, delicadamente, cual mujeres a algunos, mientras, por esas casualidades de la vida, ensayaba unos estándar de jazz con un viejo amigo y maestro trompetista de la capital del Bernesga, en la Escuela de Música donde imparte su alto magisterio.

No suena mal: aún me aplauden los dedos.