Jam Session
Política, literatura, sociedad, música
Datos personales
- Nombre: Javi
- Lugar: León, Spain
En plena incertidumbre general, y de la particular mejor no hablamos, tratando de no perder la sonrisa...
31 diciembre 2007
30 diciembre 2007
Me pregunto en mi fuero interno con qué modelo pegaran estos guantes. Protegen del frío y, de hombres alérgicos, claro. El glamour perdido, qué diría Grabielle Chanel si levantara la cabeza y se probase esos guantes, es todo un enigma. Hoy no me mojo.
La moraleja es clara: de ilusiones vive el tonto de los...perdón, pero ¿a ustedes no les ha sonado algo fuerte eso de meter a León en la primera división de Europa? José Antonio Alonso viaja poco últimamente; aunque en navidad todo es posible, claro. Hay que ver, este hombre que en mi modesta opinión no sabe hablar -al menos no mejor que su jefe- además, no sabe callarse cuando debe -le tenía por hombre sensato conocedor del dicho: más vale parecer tonto y callar que hablar y confirmarlo-. Los periodistas lo llaman su innata discreción; el Diario de León no es un gran periódico y, cada vez, me da más grima echarle un vistazo, pero hay que reconocerles un buen manejo del eufemismo, porque digo yo que no hablarán en serio. Ahora bien, todo sea por hacer la pelota, estamos en tierra propensa al halago fácil y desmerecido y, no sólo eso, el recepcionario del halago, además de creérselo, como no podía de ser de otro modo, lo ve acertado, atinado. Ya saben, esa facilidad que tienen personas de toda índole para mirarse al espejo y ver realmente lo que tienen delante.
29 diciembre 2007
Echen un vistazo a este artículo. Creo que no hay nada mejor para una mañana de Sábado navideño. Compromisos profesionales en la última noche del año me impedirán averiguar si las señoritas de mi tierra llevan la ropa interior del color que se supone preceptivo –y atender correctamente este rinconcito en estos días, claro-. Tenía la impresión de que la tradición sólo atañía a la mujer. De ahí que me haya pasado los últimos días de esta semana recomendando educada y encarecidamente a las señoritas que conozco que no duden en ponerse unas braguitas rojas en nochevieja. Pero, al parecer, no es el único color que trae algo debajo del brazo. Vean que ocurre en la utilización de otras tonalidades en la última noche del año: utilizar ropa interior amarilla trae mucha prosperidad –francamente, ¡Quién se va a comprar unos calzoncillos o unas bragas amarillas!, más ese día-; utilizar ropa interior roja permitirá encontrar el amor ideal –el amor ideal no sé, pero ese día “pillar” no es complicado (me han dicho)-; si la ropa interior se usa al revés, se tendrá mucha ropa nueva –además, siempre se podrá decir que fue un despiste-.
Les dejo tranquilos con sus ocupaciones. Lo que es la vida, aquí criticando al lector y al escritor de best-seller y, ayer, madrugué para ir a comprar la segunda parte de Los pilares de la tierra de Ken Follet, como saben; por si fuera poco, también me compré La bodega de Noah Gordon. Ahora bien, como no quería prostituir, más todavía, mi pequeña biblioteca casera, siguiendo las recomendaciones de Félix de Azúa, Antonio Muñoz Molina e, indirectamente, Arcadi Espada, me compré Los ensayos de Michel de Montaigne, el cual me valió un huevo, sea dicho con el cariño y respeto adecuados a las fechas en que nos encontramos. La cultura, ese algo etéreo, y que cuesta tanto adquirir.
28 diciembre 2007
Hay que ver lo que cambia la gente con un par de retoques, vean aquí como ha quedado nuestra vicepresidenta, quién lo iba a decir, parecía tan bajita...Mientras tanto, nuestro excelso presidente medita como movilizar al electorado a su favor de cara a las próximas elecciones. En el PP se han vuelto bastante precavidos por las inquietudes rupturistas de sus adversarios; Mariano Rajoy ha decidido adoptar una nueva imagen mucho más cercana a los españoles y se prepara para el asalto final a Moncloa dando un toque femenino a sus listas...guardense las espaldas durante el día de hoy. Hay mucho degenerado suelto.
27 diciembre 2007
26 diciembre 2007
Leer es necesario.
Todos deberían saber que leer, como fumar, tiene sus riesgos:
1.- Quienes leen mucho acaban ciegos. Primero son esas gafitas de intelectual, luego las de culo de vaso y acabas como Galdós o Borges, contratando a una tierna manceba que te lea a los pies de la cama.
2.- Quienes leen mucho acaban trastornados. Como don Quijote, o Cela. Una alumna mía me decía que hay por ahí un tonto ambulante que se quedó así de tanto estudiar. Al parecer se tomaba todo tipo de psicotrópicos para mantenerse despierto mientras leía y leía.
3.- Leer agota tu economía. Los libros son caros y no se pueden bajar con el emule. Los que están en internet son clásicos y por tanto largos, así que si los lees en la pantalla todavía te quedas más ciego (ver punto 1).
4.- Leer complica la vida doméstica. Acumular libros se convierte en una obsesión que requiere espacio, metros de estanterías desordenadas, dolorosas cajas en el trastero, mesitas de noche polvorientas... Con la amenaza de cónyuges o hijos: Elige, los libros o nosotros. Y esa pregunta estúpida de las visitas no lectoras: ¿Te los has leído todos?
5.- Leer complica la vida amorosa. ¿Todavías estás leyendo? Pues me duermo...
6.- La lectura suele ser fuente de toda infelicidad. Quienes no leen no tienen más punto de vista que el que les ofrece su cadena de televisión habitual, su peluquero, su estanquera o su compañero de cañas. No necesita contrastar visiones distintas de un hecho, ni ponerse en lugar del otro. Asume que la realidad es plana. Y es feliz.
7.- Los libros generan frustración. La lectura te muestra vidas que nunca llegarás a vivir y lugares que nunca conocerás. Te permite imaginar a los personajes y lugares de las historias del modo que tú quieres. Luego vienen los de Hollywood y te plantan al guapo de turno en unos paisajes de Nueva Zelanda que te cagas, y ya está, tu gozo imaginado en un pozo, porque cómo les explicas tú a los espectadores de la sala que lo que tú habías imaginado era mejor.
8.- La lectura es algo lento y repetitivo. A ver, ¿qué ha cambiado en la lectura en los últimos dos o tres milenios? ¿Leemos más rápido? ¿Se lee a través, renglón sí, renglón no? Nada. Siempre igual, una línea detrás de otra. Y encima hay que esperar más de una hora (una semana, un mes) para que nos cuenten el encuentro amoroso de una pareja, el remordimiento por un crimen, la frustración por una vida anodina, la conquista de una libertad.
9.- Leer no sirve para obtener admiración. Por si alguien no se ha enterado, ser buen lector no cotiza en la bolsa de la vida social. Que alguien cite a buenos lectores que salgan en la tele: ... (silencio prolongado). Antes, con lo de mayo del 68 y todo eso, aún se ligaba citando a Camus, a Brecht, a Quevedo. Pero ahora, como no cites a Jaime Peñafiel...
10.- La lectura no está al alcance de todos. Digan lo que digan, el placer de leer está reservado a unos pocos. Son esos pocos los que gozan casi pecaminosamente cuando descifran un clásico, cuando sienten las pasiones que se imaginaron hace siglos para que les lleguen a ellos casi en exclusiva, cuando se quedan varios días en estado de shock después de leer buenas novelas, cuando se estremecen leyendo un poema, cuando lloran o ríen entre líneas, cuando recomiendan furtivos lecturas que no se venden en Carrefour, cuando no pueden salir de casa sin un libro en el bolsillo, cuando miden sus vidas por los libros que leyeron en cada época... Son una élite, peligrosa y exquisita, que procura captar miembros para su secta, pero que también sabe que muy pocos serán los elegidos. ¿Lo eres tú?
Encontrado en el blog de José Antonio Millán. Yo añadiría algunas cosas de cosecha propia: se tiende a encontrar por la calle, con más facilidad que dinero perdido, esa especie lectora que afirma de modo impepinable devorar los libros en dos o tres días. Yo les aconsejaría que revisen su vocabulario; debería llamarse libro a todo aquel que supera las 800 páginas, al resto, sus hermanos pequeños, debería llamárseles folletos; la gente que me viene de lectora, a mí, que quiero a los libros como a la familia, que me ponen cachondo, que me acuesto con ellos, simplemente les contesto con una sonrisa y una afirmación tácita, pero hipócrita: "por supuesto, es que tú lees mucho, y bien...". Se tiende a decir que lo importante es leer, da igual lo que se lea; evidentemente, eso es una mentira piadosa: no es lo mismo leer poesía, filosofía o a los clásicos de la literatura española o universal que a Dan Brown, los primeros te dan cultura, educación y corrección en la expresión y en el pensamiento de las ideas propias o ajenas; los segundos, te transportan a un mundo de ficción que ante la incultura propia tienden a tergiversar la realidad, ya de por sí, percibida de modo difuso por uno mismo. Hay, incluso, quienes se imponen un ritmo de lectura: "yo leo tres libros a la semana"; eso es un sinsentido; se lee por placer, para aprender, en su defecto, para entretenerse, leer para alcanzar una cifra en el haber de lecturas consumidas, es una bobada solemne -parafraseando a un conocido personaje de la actal política española-, y además, una bobada inane e infructuosa; para sacarle partido a las lecturas no sólo hay que comprenderlas, hay que masticarlas, digerirlas y, finalmente, relamerse con ellas; eso sólo es posible con una lectura reposada y meditada sobre lo que nos trata de transmitir su autor -claro, esto no vale para aquellas lecturas que el autor no transmite nada, porque, nada tiene que transmitir-, y, es que hay libros muy malos, y muy mal escritos. Hay quien tiene cultura de Trivial, y se jacta de ella; no pasa nada, Dios es bueno y misericordioso, y sabrá acoger en su seno, y en su momento, a ignorantes de toda ralea. Perdón por el tono arisco, desabrido y displicente. No todo sienta bien en las navidades.
Se preparan para la fiesta de fin de año. No duermen, no comen, no descansan. Están irascibles. Se ponen estas cosas y, encima, hay que decirlas que están guapas, pobre del que se le olvide. Mujeres, quiénes si no.
24 diciembre 2007
A mis queridísimos lectores: que pasen una feliz Nochebuena y un feliz día de Navidad. Disfruten de los vídeos con dos de los temas emblemáticos de la Banda Sonora del film: Los chicos del coro; la voz del solista Jean Baptiste, es algo excepcional, delicioso, exquisito; pone los pelos de punta. Como intuyo que no les ha tocado la lotería y, tienen la libertad de intuir, y acertar, que a mí tampoco, seguiremos a pie de teclado. Tengan buen provecho por la noche, el conejo en abundancia tiene una digestión difícil -guiño, guiño-.
23 diciembre 2007
A esto lo llamo yo tener un par y expresarse como tal. Créanme, todo lo expresado por Reverte es políticamente correcto, o más.
Entrevista al arquitecto Norman Foster. Larga pero interesante. La faceta del arquitecto y su arquitectura. La receta del éxito: ¿dormir poco y trabajar mucho?. Demasiado simple, siempre hay algo más; pero hay cosas que una entrevista no puede expresar.
¿Dos rostros mirándose o un solo rostro detrás de un largo soporte con una vela?
Buen artículo. La figura de Hitler sigue suscitando comentarios a día de hoy. Es normal y, además, necesario. Pocos personajes y acontecimientos históricos ofrecen un consenso tan amplio sobre lo ocurrido. Al menos desde el extranjero, desde fuera. Aunque me gustaría saber los entresijos de la opinión pública alemana al respecto. Daría la impresión de que coindiría, al menos a grandes rasgos, con la del resto del orbe. Pero si en España todavía hay rémoras del franquismo no veo razón alguna por la que no queden en Alemania vestigios del nazismo. Este es un hecho acallado, silenciado. Parece que tras la Segunda guerra Mundial, toda Alemania al unísono se dio de bruces con la barbarie nazi. Como si no lo hubieran sabido antes. Como si se les cayese entonces el velo que hasta ese momento cubría sus ojos. Se ha escrito mucha literatura sobre la increíble realidad; una nación capaz de dar grandes escritores, músicos, cuna de filosofos y científicos: fue capaz de acometer el mayor genocidio de la historia de la humanidad. Lo sublime y lo ignominioso de la mano. Lo más bello y, a la vez, lo más hórrido, como dos caras de una misma moneda. La contradicción nos es innata, no podemos vivir sin ella. Es como si necesitásemos una faceta para fortalecer su opuesta. Ley de supervivencia psicológica. La prevalencia de la una sobre la otra nos diferencia, pero a la vez nos condena y, nos alimenta. La convivencia más difícil del ser humano no es con sus semejantes, es consigo mismo. Pero, qué difícil es aguantarse.
22 diciembre 2007
Javier Moreno.
Los socialdemócratas de élite comienzan a hacerme gracia, aunque, me pregunto por qué he tardado tanto tiempo en pillársela. Javier Moreno ha vuelto a escribir esta semana, todo un detalle. El primer artículo que publicó, ya como director de El País, me pareció excelente. Arcadi Espada lo calificó como uno de los mejores artículos publicados en ese periódico en los últimos años. Pasar esa criba ya es digno de elogio, incluso para alguien tan prepotente y arrogante como el eximio personaje. Esa fue la impresión que me dio en una entrevista que le hizo Antonio San José: un hombre frío, calculador, inexpresivo en sus gestos, con una seguridad pasmosa…además, es un trabajador nato; a la pregunta de a qué hora estaba en la redacción, si Antonio esperaba una contestación monástica se encontró con otra muy española: “entorno a las 11 de la mañana” y no se crean que se marcha a su casa de madrugada, que va, llega a tiempo para ver Los hombres de Paco, en fin.
Licenciado en Ciencias Químicas, aun así, pienso que no está a la altura de, por poner un ejemplo válido, Juan Luís Cebrián; pero la crítica, como no podía ser de otra manera, lo adora. Yo, en cambio, tengo como vicio innato realizar exégesis de la exégesis. Es fácil. Basta con identificar quién critica y de qué modo. Siguiendo ese camino se pueden obtener datos muy curiosos, incluso quién da de comer a esos críticos y lo agradecidos que están de la manutención.
Ahora bien, sería injusto decir que el Director de El País no es imparcial y objetivo en la búsqueda de Su verdad, más todavía, con todo lo que ha luchado por desenmascarar a esos periodistas de El Mundo, tan ocupados en esclarecer todo lo relacionado con el mayor atentado cometido en España. Para ambos periódicos debería estar claro lo siguiente: una cosa es descubrir y contar la verdad y, otra, muy distinta, que a la gente le guste o se crea lo narrado por ellos. El periodismo, ese gran negocio.
Buceando en las verdades objetivas de Javier Moreno en su último artículo, me encuentro lo siguiente referido al lider de la oposición: “envuelto en una cultivada mezcla de nonchalance, aroma de cigarro habano y afición a los deportes -a lo que cabe sumar las escasas o nulas decisiones arriesgadas que ha tomado en el seno de su organización-, Rajoy pasa por hombre prudente. Pero acreditar que se está capacitado para los más altos puestos de responsabilidad exige también apartar el puro, dejar el fútbol y frenar a los suyos cuando la desmesura les lleva, como en esta ocasión, a poner en peligro todo el entramado jurídico del Estado”. El artículo se refiere a la execrable politización del Tribunal Constitucional, en mi opinión, por ambos partidos políticos. Pero no es el asunto, hagan una prueba, cambien en las líneas en cursiva el nombre propio Rajoy por ZP. Sería igual de verídico; gustaría igualmente a los lectores, esa descripción literaria cargada de imágenes, como a los periodistas de alcurnia; sería la comidilla del resto de analistas políticos; pero…habría una pequeña diferencia: el artículo se habría publicado en otro periódico; y ZP no se lo merecería ¿o si?
Licenciado en Ciencias Químicas, aun así, pienso que no está a la altura de, por poner un ejemplo válido, Juan Luís Cebrián; pero la crítica, como no podía ser de otra manera, lo adora. Yo, en cambio, tengo como vicio innato realizar exégesis de la exégesis. Es fácil. Basta con identificar quién critica y de qué modo. Siguiendo ese camino se pueden obtener datos muy curiosos, incluso quién da de comer a esos críticos y lo agradecidos que están de la manutención.
Ahora bien, sería injusto decir que el Director de El País no es imparcial y objetivo en la búsqueda de Su verdad, más todavía, con todo lo que ha luchado por desenmascarar a esos periodistas de El Mundo, tan ocupados en esclarecer todo lo relacionado con el mayor atentado cometido en España. Para ambos periódicos debería estar claro lo siguiente: una cosa es descubrir y contar la verdad y, otra, muy distinta, que a la gente le guste o se crea lo narrado por ellos. El periodismo, ese gran negocio.
Buceando en las verdades objetivas de Javier Moreno en su último artículo, me encuentro lo siguiente referido al lider de la oposición: “envuelto en una cultivada mezcla de nonchalance, aroma de cigarro habano y afición a los deportes -a lo que cabe sumar las escasas o nulas decisiones arriesgadas que ha tomado en el seno de su organización-, Rajoy pasa por hombre prudente. Pero acreditar que se está capacitado para los más altos puestos de responsabilidad exige también apartar el puro, dejar el fútbol y frenar a los suyos cuando la desmesura les lleva, como en esta ocasión, a poner en peligro todo el entramado jurídico del Estado”. El artículo se refiere a la execrable politización del Tribunal Constitucional, en mi opinión, por ambos partidos políticos. Pero no es el asunto, hagan una prueba, cambien en las líneas en cursiva el nombre propio Rajoy por ZP. Sería igual de verídico; gustaría igualmente a los lectores, esa descripción literaria cargada de imágenes, como a los periodistas de alcurnia; sería la comidilla del resto de analistas políticos; pero…habría una pequeña diferencia: el artículo se habría publicado en otro periódico; y ZP no se lo merecería ¿o si?
21 diciembre 2007
La noche lo confundió, ustedes saben ¿no? Sin duda, y éste es un ejemplo, hay gente que no le cambia la cara con el tiempo. El mismo gesto circunspecto, comedido, concentrado, inteligente, perspicaz...los hay que nacen para linces.
“El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Este es el primer principio del existencialismo solución.” Jean Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo.
20 diciembre 2007
19 diciembre 2007
Ma acaban de enviar este enlace. Disfrútenlo. Dicen en mi barrio que mujer al volante peligro constante. Debería callarme la boca porque soy bastante inútil para estas cosas. Aunque claro, todo tiene un límite y cuando lo he visto me he dicho: Javier, ponlo en el blog. Mujer que persevera vale por dos ¿que no?
Me causa tristeza que después de echarle un vistazo a nuestra ínclita prensa lo más reseñable sea el blog de sexo de El Mundo. La verdad es que no me gusta el nuevo sexólogo encargado del mismo. Los anteriores eran un equipo, lo cual aportaba distintas opiniones, diferentes puntos de vista con el que uno se podía sentir más o menos identificado. El actual administrador del blog es más agresivo, no sale foto, pero deduzco que es más feo. Y un sobrao. Acabo de ver unas fotos sobre unas nuevas prendas femeninas que según él causarán furor: tangas invisibles –creo que de momento sólo hay versión femenina de la prenda en cuestión, cálmense, todo llegará-.
Es una lástima que estos profesionales no aprendan de Lorena Verdún, presentadora de Dos Rombos. Lo que se aprendía sólo viéndola mover las manos. Lo bien que se lo tenía que pasar su novio. ¿O sería sólo de boquilla? –me refiero a sus enseñanzas, claro-.
Es una lástima que estos profesionales no aprendan de Lorena Verdún, presentadora de Dos Rombos. Lo que se aprendía sólo viéndola mover las manos. Lo bien que se lo tenía que pasar su novio. ¿O sería sólo de boquilla? –me refiero a sus enseñanzas, claro-.
18 diciembre 2007
Buen artículo sobre Kafka. Decir que el gran escritor no es de mi gusto, es dejar patente mi ignorancia. Sea, que quede patente. Cuando la realidad y la literatura se mezclan, el mejor libro que se puede leer es el que uno vive. Se puede separar vida y literatura pero, es evidente, que el resultado no es el mismo. No comprender lo que se lee es signo inequívoco de no entender lo que se vive y con quienes se vive. La literatura es vieja maestra de personas y sociedades e inveterado espejo de las mismas. Opino, en cambio, que en la literatura, como en la vida, se comprende lo que se quiere comprender. O, peor aún, lo que interesa.
Cuando se lee un libro, se abre ante nosotros un desconocido: la vida de alguien muy alejado o, por el contrario, muy cercano. Nuestra opinión sobre el libro, y las conclusiones que saquemos, dependerán en gran medida de la afinidad inconsciente que guardemos con su escritor. En el final de nuestras lecturas, como en el final del camino de la vida, descubriremos que hay muchas lecturas que se repiten, muchas vidas paralelas, muchas personas idénticas o, su equivalente poético, muchas almas gemelas.
Quizá entonces surja el desencanto con uno mismo: creerse único habiendo tantas copias, cruel paradoja de la existencia. Y, sin embargo, son tan malas…
Cuando se lee un libro, se abre ante nosotros un desconocido: la vida de alguien muy alejado o, por el contrario, muy cercano. Nuestra opinión sobre el libro, y las conclusiones que saquemos, dependerán en gran medida de la afinidad inconsciente que guardemos con su escritor. En el final de nuestras lecturas, como en el final del camino de la vida, descubriremos que hay muchas lecturas que se repiten, muchas vidas paralelas, muchas personas idénticas o, su equivalente poético, muchas almas gemelas.
Quizá entonces surja el desencanto con uno mismo: creerse único habiendo tantas copias, cruel paradoja de la existencia. Y, sin embargo, son tan malas…
17 diciembre 2007
Manuel Vicent: “Francisco Umbral tenía ángeles en las yemas de los dedos”. Ciertamente. Para algunos hay cosas inalcanzables; por el contrario, se debe desconfiar de aquel que dice tener todo a su alcance. Los logros, muchas veces, son efímeros. Incluso dejan un regusto amargo. Pretender alcanzar, en fin, y como pensamiento de lunes, alimenta por sí mismo, si acaso, más que su objeto. Que tengan buen provecho.
16 diciembre 2007
"Se produce una situación curiosa. Hay un presidente que dice que los cafés valen 0,80 euros y un vicepresidente que dice que cuando un español toma un café deja un euro de propina, con lo que al final estamos pagando 1,80. Es una frivolidad" -Mariano Rajoy dixit-.
Aquí tenemos al sucesor de Umbral en su última. Me lo imaginaba. Lástima que no vea las cosas tan claras en la quiniela hebdomadaria, ni en la vida, claro. Por lo demás, digno sucesor y de su estilo. No hay muchos escritores que hagan literatura de su columna. Raúl del Pozo es uno de ellos; también lo son: Arcadi, Manuel Vicent, Vargas Llosa, De Prada, Burgos, Ignacio Camacho, Dragó, García de Cortázar...y algún/a otro/a.
15 diciembre 2007
Navidades estiradas.
Podemos respirar tranquilos, aliviados, despreocupados y satisfechos. Estamos en buenas manos. Creo que es la lectura más objetiva, justa e imparcial que se puede sacar de la gestión de nuestro gobierno. Y, créanme, lo digo sin retranca. Donde otros verían un sinfín de despropósitos, dislates, incapacidades e ineptitudes, ellos ven una nueva puerta que se abre, una luz en el lúgubre bosque, un clavo al que aferrarse aunque éste se halle incandescente y sea inasible, un motivo más, a sumar, para henchirse como pavos gordos y orgullosos…antes, claro está, de ser trinchados. Y no me malinterpreten la metáfora por Dios, estamos en navidad, o casi.
Si una persona cualquiera, afanada por informarse lo mejor posible de su entorno y circunstancias, al llegar a casa de trabajar, al volver de dejar en el colegio a los bastardillos –perdón, quise decir angelitos, Lapsus Linguae-, o, en fin, nuestra queridísima, y tradicional, familia española, degustando con fruición el opíparo banquete del que, al parecer, gozan en todos y cada uno de nuestros hogares a diario, les da por poner el televisor en esa sagrada hora: se encontrarán en los servicios informativos con un problema común. Y aquí, da lo mismo que veamos el presentado por el hermano de la señora esa que declaró que ella meaba en la ducha por las mañanas, en afinidad con el participante en el concurso que ella presenta, tan necesario para sobrevivir a la tertulia de sobremesa; que, el presentado por la guapa chica rubia, de tez pálida, rostro redondeado, encantadora sonrisa, cabello liso y sugerente cuello a la que, además, tan bien quedan las americanas beis. Huelga decir cual veo, el de Lorenzo Milá, por supuesto.
Pero hablábamos del problema que ha puesto en común acuerdo a noticiarios de las distintas cadenas. Algunos lo llaman economía doméstica –eufemismo utilizado en las colas de las carnicerías -; otros, pérdida de poder adquisitivo –eufemismo técnico, utilizado, mayormente, por políticos que en su día fueron a la universidad-; hay quien directamente dice “que no llega a fin de mes” –utilizado por los cabezas de familia a la hora de los chatos, o sea, cuando están poniendo en práctica su plan de ahorro-…pero el común denominador, a pesar de que non olet, es el parné.
Ahora bien: una cosa es que los sueldos sean irrisorios, que cada vez se compren menos cosas con el mismo dinero, que las familias pasen más hambre, que meterse en una hipoteca hoy día sea motivo suficiente para que le lleven a uno al psiquiátrico, que suba la ropa, que suba la gasolina, los cereales (la tonelada supera los 300 euros), el pienso (un 30 %), la carne (a principios de año, con los nuevos propósitos) de vaca, cerdo y conejo (un 10 % todas ellas), la leche, los huevos…; y, otra muy distinta, que la economía y, más aun, sus responsables directos –nuestro gobierno, para entendernos- tengan la culpa. A las subidas antecitadas debería añadirse el paro y el fracaso escolar, -éste sin incidencia directa, al menos a corto plazo, sobre la economía-, si acaso algún puntilloso.
Aunque sosiéguense, relajen esos músculos, péanse si les place y no molestan al que tienen al lado. Zp y sus edecanes han dado con la solución a todos esos problemas. Y no se crean que esta vez es una tontería. Josep Puxeu, Secretario General de Agricultura y Alimentación, ha dicho que compremos alimentos que no hayan subido de precio –yo ya le he dicho a mi madre que de mayor quiero ser ministro, no parece complicado- y no sólo eso, por si fuera poco, ha recomendado la carne de conejo por ser "sana, ligera, apetecible y barata". Así que, ya saben.
Epílogo: queridos ciudadanos; en estas fechas tan señaladas, cargadas de nostalgia por los que ya no están, reencuentros familiares y celebraciones a tutiplén. Les pedimos que hagan algo por y para ustedes: renuncien al marisco, al cordero y al turrón. Producen caries, hipertrigliceridemia –con el consiguiente riesgo cardiovascular- y un desahogo nada recomendable en sus, ya de por sí, depauperados bolsillos. Se lo pedimos con lágrimas en los ojos, si por nosotros fuese les cederíamos parte de nuestro merecido e insuficiente sueldo. Brinden a fin de año con champagne sin alcohol, porque si no, la DGT les recuerda que les podemos meter un sablazo para que se acuerden de nosotros todo el año. No fumen. No lleguen tarde a casa. No cuenten milongas sobre los reyes magos a sus vástagos, hagan como nosotros, nunca mientan. Follen con moderación, en su defecto, con precaución. Y, por último, y sobre todo, coman conejo: Gobierno de España.
Si una persona cualquiera, afanada por informarse lo mejor posible de su entorno y circunstancias, al llegar a casa de trabajar, al volver de dejar en el colegio a los bastardillos –perdón, quise decir angelitos, Lapsus Linguae-, o, en fin, nuestra queridísima, y tradicional, familia española, degustando con fruición el opíparo banquete del que, al parecer, gozan en todos y cada uno de nuestros hogares a diario, les da por poner el televisor en esa sagrada hora: se encontrarán en los servicios informativos con un problema común. Y aquí, da lo mismo que veamos el presentado por el hermano de la señora esa que declaró que ella meaba en la ducha por las mañanas, en afinidad con el participante en el concurso que ella presenta, tan necesario para sobrevivir a la tertulia de sobremesa; que, el presentado por la guapa chica rubia, de tez pálida, rostro redondeado, encantadora sonrisa, cabello liso y sugerente cuello a la que, además, tan bien quedan las americanas beis. Huelga decir cual veo, el de Lorenzo Milá, por supuesto.
Pero hablábamos del problema que ha puesto en común acuerdo a noticiarios de las distintas cadenas. Algunos lo llaman economía doméstica –eufemismo utilizado en las colas de las carnicerías -; otros, pérdida de poder adquisitivo –eufemismo técnico, utilizado, mayormente, por políticos que en su día fueron a la universidad-; hay quien directamente dice “que no llega a fin de mes” –utilizado por los cabezas de familia a la hora de los chatos, o sea, cuando están poniendo en práctica su plan de ahorro-…pero el común denominador, a pesar de que non olet, es el parné.
Ahora bien: una cosa es que los sueldos sean irrisorios, que cada vez se compren menos cosas con el mismo dinero, que las familias pasen más hambre, que meterse en una hipoteca hoy día sea motivo suficiente para que le lleven a uno al psiquiátrico, que suba la ropa, que suba la gasolina, los cereales (la tonelada supera los 300 euros), el pienso (un 30 %), la carne (a principios de año, con los nuevos propósitos) de vaca, cerdo y conejo (un 10 % todas ellas), la leche, los huevos…; y, otra muy distinta, que la economía y, más aun, sus responsables directos –nuestro gobierno, para entendernos- tengan la culpa. A las subidas antecitadas debería añadirse el paro y el fracaso escolar, -éste sin incidencia directa, al menos a corto plazo, sobre la economía-, si acaso algún puntilloso.
Aunque sosiéguense, relajen esos músculos, péanse si les place y no molestan al que tienen al lado. Zp y sus edecanes han dado con la solución a todos esos problemas. Y no se crean que esta vez es una tontería. Josep Puxeu, Secretario General de Agricultura y Alimentación, ha dicho que compremos alimentos que no hayan subido de precio –yo ya le he dicho a mi madre que de mayor quiero ser ministro, no parece complicado- y no sólo eso, por si fuera poco, ha recomendado la carne de conejo por ser "sana, ligera, apetecible y barata". Así que, ya saben.
Epílogo: queridos ciudadanos; en estas fechas tan señaladas, cargadas de nostalgia por los que ya no están, reencuentros familiares y celebraciones a tutiplén. Les pedimos que hagan algo por y para ustedes: renuncien al marisco, al cordero y al turrón. Producen caries, hipertrigliceridemia –con el consiguiente riesgo cardiovascular- y un desahogo nada recomendable en sus, ya de por sí, depauperados bolsillos. Se lo pedimos con lágrimas en los ojos, si por nosotros fuese les cederíamos parte de nuestro merecido e insuficiente sueldo. Brinden a fin de año con champagne sin alcohol, porque si no, la DGT les recuerda que les podemos meter un sablazo para que se acuerden de nosotros todo el año. No fumen. No lleguen tarde a casa. No cuenten milongas sobre los reyes magos a sus vástagos, hagan como nosotros, nunca mientan. Follen con moderación, en su defecto, con precaución. Y, por último, y sobre todo, coman conejo: Gobierno de España.
14 diciembre 2007
El código de Hammurabi.
Leer y entender las penas que se imponían en nuestro pasado, puede ayudar a comprender el largo camino recorrido por la humanidad. Por la civilización. Por nuestros respectivos estados de derecho. Es una lástima que la información que he manejado no incluyese algún tipo de estadística sobre el crecimiento o decrecimiento de los delitos, ilícitos civiles -no había distinción legal-, ilícitos laborales, ilícitos comerciales...lo que sí muestra este conjunto de normas, es la necesidad social de plasmarlas por escrito. El ser humano no es bueno y correcto por naturaleza. Realmente, se nos ha adoctrinado para el bien a través del castigo y la reprobación de conductas sociales indeseables. Es muy similar al modo en que tratamos de acostumbrar a ciertos animales para que realicen lo que esperamos de ellos. ¿Sería el ser humano capaz de vivir en paz con sus semejantes sin normas que le reprueben su conducta? Presumimos de ser civilizados y vivir en un mundo acorde, pero a veces da la impresión de que si nos retirasen todo el sustento legal que flota a nuestro alrededor, nuestro valores y conductas más elevadas, se verían arrastradas por nuestros impulsos más primigenios. El tema, sin duda, es interesante, persuasivo y de interés general -como el fútbol, las corridas de toros y la última operación de pecho de...- prometo volver sobre el asunto con más calma. Disfruten aquí de un poco de historia sobre el peculiar código. Aquí abajo les escribo alguna de sus peculiares penas:
“Pena de muerte por hurto de propiedad de la Iglesia y el Estado o por recibir bienes robados”.
“Muerte por ayudar a un esclavo a escapar o por refugiar a un esclavo fugitivo”.
“Si una casa mal hecha causa la muerte de un hijo del dueño de la casa, la falta se paga con la muerte del hijo del constructor”.
"Si un hombre golpea a otro libre en una disputa y le causa una herida, aquel hombre jurará "Aseguro que no lo golpeé adrede" y pagará el médico".
"Si un hombre ha ejercido el bandidaje y se le encuentra, será condenado a muerte."
"Si un hombre ha acusado a otro hombre y le ha atribuido un asesinato y éste no ha sido probado en su contra, su acusador será condenado a muerte."
"Si un hombre ha reventado el ojo de un hombre libre, se le reventará un ojo."
"Si revienta el ojo de un muskenu... pagará una mina de plata."
"Si ha reventado el ojo de un esclavo de un hombre libre, pagará la mitad de su precio (del precio del esclavo)".
"Si un hombre conoce carnalmente a su hija, se desterrará a ese hombre de la ciudad."
"Si un hombre, tras la muerte de su padre, yace con su madre, se los quemará a ambos."
"Si un hijo ha golpeado a su padre se le cortará la mano".
"Si un hombre quiere desheredar a su hijo y afirma ante los jueces "Quiero desheredar a mi hijo", los jueces determinarán los hechos de su caso y, si él no ha demostrado las razones de la desheredación, el padre no puede desheredar a su hijo."
"Si una mujer odia a su marido y afirma "No harás uso carnal de mí", se determinarán los hechos de su caso en un juicio y, si se ha mantenido casta y sin falta en tanto que su marido es convicto de abandono y agravio, esa mujer no sufrirá castigo, tomará su dote (sheriktu) y marchará a la casa de su padre."
“Pena de muerte por hurto de propiedad de la Iglesia y el Estado o por recibir bienes robados”.
“Muerte por ayudar a un esclavo a escapar o por refugiar a un esclavo fugitivo”.
“Si una casa mal hecha causa la muerte de un hijo del dueño de la casa, la falta se paga con la muerte del hijo del constructor”.
"Si un hombre golpea a otro libre en una disputa y le causa una herida, aquel hombre jurará "Aseguro que no lo golpeé adrede" y pagará el médico".
"Si un hombre ha ejercido el bandidaje y se le encuentra, será condenado a muerte."
"Si un hombre ha acusado a otro hombre y le ha atribuido un asesinato y éste no ha sido probado en su contra, su acusador será condenado a muerte."
"Si un hombre ha reventado el ojo de un hombre libre, se le reventará un ojo."
"Si revienta el ojo de un muskenu... pagará una mina de plata."
"Si ha reventado el ojo de un esclavo de un hombre libre, pagará la mitad de su precio (del precio del esclavo)".
"Si un hombre conoce carnalmente a su hija, se desterrará a ese hombre de la ciudad."
"Si un hombre, tras la muerte de su padre, yace con su madre, se los quemará a ambos."
"Si un hijo ha golpeado a su padre se le cortará la mano".
"Si un hombre quiere desheredar a su hijo y afirma ante los jueces "Quiero desheredar a mi hijo", los jueces determinarán los hechos de su caso y, si él no ha demostrado las razones de la desheredación, el padre no puede desheredar a su hijo."
"Si una mujer odia a su marido y afirma "No harás uso carnal de mí", se determinarán los hechos de su caso en un juicio y, si se ha mantenido casta y sin falta en tanto que su marido es convicto de abandono y agravio, esa mujer no sufrirá castigo, tomará su dote (sheriktu) y marchará a la casa de su padre."
Esta es la portada con la que el Jueves va a felicitar las navidades a sus queridísimos lectores ¿Les suena de algo? A mí la verdad...de nada. Y eso que la miro y la miro y la vuelvo a mirar. Encontré la foto en el blog de Juan Varela, creo que todavía no ha salido a la venta. Si sale, dense prisa y cómprenla. Nunca se sabe lo que puede llegar a valer una revista. Ni un dibujo, claro.
13 diciembre 2007
Acabo de leer un estupendo artículo titulado: Biología de la hermosura. En la revista Muy Historia nº13 La belleza a través de la historia. Voy a copiar algún párrafo que me ha llamado la atención, aunque el artículo entero es fantástico, disfrútenlo:
“Esa atención que prestamos al aspecto externo es debida al sexo. Su propósito biológico es la reproducción, no la diversión, la comunión de almas afines o la amistad; y el objetivo de la reproducción es la diseminación de los genes y la supervivencia de la especie”.
“Ahora bien, las mujeres tienen una razón más para cuidar su belleza: las demás féminas. Cuando otra mujer es más hermosa, sienten envidia y puede que inconscientemente traten de igualar el tanteo: debe ser tonta, una bruja o una aburrida. Esto es algo curioso. Por un lado las féminas admiran a las mujeres bellas, copian su estilo y eso les permite alcanzar lugares más altos en la jerarquía femenina. Pero, por otro, las envidia, lo cual envenena el placer”.
“La universidad de Hawai realizó un experimento de lo más curioso: un hombre y una mujer atractivos se acercarían a diversos estudiantes y tras una breve introducción les harían una de estas tres preguntas: ¿Te gustaría salir conmigo hoy? ¿Quieres venir a mi apartamento? ¿Quieres acostarte conmigo esta noche? De las mujeres a las que se acercó el chico bandera, la mitad accedieron a salir con él, el 6 % consintió en ir a su apartamento y ninguna respondió que sí a la propuesta directa de sexo. Con los hombres, como todos podemos imaginar, fue completamente distinto. La mitad accedió a la cita, el 69 % dijo sí a la visita al apartamento y el 75 % aceptó el sexo."
“Esa atención que prestamos al aspecto externo es debida al sexo. Su propósito biológico es la reproducción, no la diversión, la comunión de almas afines o la amistad; y el objetivo de la reproducción es la diseminación de los genes y la supervivencia de la especie”.
“Ahora bien, las mujeres tienen una razón más para cuidar su belleza: las demás féminas. Cuando otra mujer es más hermosa, sienten envidia y puede que inconscientemente traten de igualar el tanteo: debe ser tonta, una bruja o una aburrida. Esto es algo curioso. Por un lado las féminas admiran a las mujeres bellas, copian su estilo y eso les permite alcanzar lugares más altos en la jerarquía femenina. Pero, por otro, las envidia, lo cual envenena el placer”.
“La universidad de Hawai realizó un experimento de lo más curioso: un hombre y una mujer atractivos se acercarían a diversos estudiantes y tras una breve introducción les harían una de estas tres preguntas: ¿Te gustaría salir conmigo hoy? ¿Quieres venir a mi apartamento? ¿Quieres acostarte conmigo esta noche? De las mujeres a las que se acercó el chico bandera, la mitad accedieron a salir con él, el 6 % consintió en ir a su apartamento y ninguna respondió que sí a la propuesta directa de sexo. Con los hombres, como todos podemos imaginar, fue completamente distinto. La mitad accedió a la cita, el 69 % dijo sí a la visita al apartamento y el 75 % aceptó el sexo."
12 diciembre 2007
Leyendo una carpeta de artículos de opinión de no sé hace cuanto tiempo, guardada para momentos de especial esparcimiento, me encuentro con Rosa Montero, columnista de el diario El País por la gracia de Dios, Javier Moreno y todos ustedes. No sé si abrir una buena botella de vino me habría producido el mismo efecto que el ocasionado por el casual encuentro. Creo recordar, por algún editorial leído de forma somera en el periódico socialdemócrata en su día, que el artículo causó revuelo, jaquecas, escozores en zonas innombrables y urticaria facial en buena parte de la redacción. Proliferaron -de forma educada, por supuesto-, los venablos viperinos hacia su osada compañera por doquier.
Por entonces todavía lo llamaban El Diario Independiente de la Mañana; muy progresista, como siempre, seguía hablando de Franco y la República Española. El rey, todavía no había tenido el placer de acallar al señor ese que come bananas en Venezuela.
Rosa, nuestra Rosa de España, la auténtica, se atrevió a tocar a uno de los niños bonitos de la izquierda. Quizá el más idealizado, seguido, añorado…el, menos comprendido. Decía Flaubert en su Bobary que “a los ídolos es mejor no tocarlos; algo de su dorada capa se queda inexorablemente entre los dedos”. La frase se podría aplicar a muchas cosas, incluso a muchas personas. De hecho, para estas últimas, el aserto adquiriría cierta profundidad. Pero hoy no me apetece bucear, lo siento de veras.
Estas son las frases que, según la escritora y periodista de El País, salieron de la boca de Ernesto:
“la dictadura del proletariado se ejerce sobre el proletariado mismo”
“tenemos que crear la pedagogía de los paredones de fusilamiento”
“no necesitamos pruebas para matar a un hombre”
“un revolucionario tiene que convertirse en una fría máquina de matar”
Como ven, son verdaderas lindezas. Propias de un joven incomprendido, como tantos otros. Este icono de ciruelos ensoñadores revolucionarios, según el mismo artículo, mandó fusilar a cerca de 200 personas, algunas de su propia mano. Menudo ejemplo a seguir. Parece ser, que el romanticismo implícito en morir por las ideas, no es tal al matar por ellas. Opinen si quieren, es gratis.
Por entonces todavía lo llamaban El Diario Independiente de la Mañana; muy progresista, como siempre, seguía hablando de Franco y la República Española. El rey, todavía no había tenido el placer de acallar al señor ese que come bananas en Venezuela.
Rosa, nuestra Rosa de España, la auténtica, se atrevió a tocar a uno de los niños bonitos de la izquierda. Quizá el más idealizado, seguido, añorado…el, menos comprendido. Decía Flaubert en su Bobary que “a los ídolos es mejor no tocarlos; algo de su dorada capa se queda inexorablemente entre los dedos”. La frase se podría aplicar a muchas cosas, incluso a muchas personas. De hecho, para estas últimas, el aserto adquiriría cierta profundidad. Pero hoy no me apetece bucear, lo siento de veras.
Estas son las frases que, según la escritora y periodista de El País, salieron de la boca de Ernesto:
“la dictadura del proletariado se ejerce sobre el proletariado mismo”
“tenemos que crear la pedagogía de los paredones de fusilamiento”
“no necesitamos pruebas para matar a un hombre”
“un revolucionario tiene que convertirse en una fría máquina de matar”
Como ven, son verdaderas lindezas. Propias de un joven incomprendido, como tantos otros. Este icono de ciruelos ensoñadores revolucionarios, según el mismo artículo, mandó fusilar a cerca de 200 personas, algunas de su propia mano. Menudo ejemplo a seguir. Parece ser, que el romanticismo implícito en morir por las ideas, no es tal al matar por ellas. Opinen si quieren, es gratis.
11 diciembre 2007
10 diciembre 2007
Para que no se lo pierdan, vean aquí el anuncio de Coca cola. Propio de Tolkien ¿no? Siempre he tenido la duda de por qué a pesar de las ingentes ganancias de las multinacionales consolidadas se anunciaban de todos modos. A simple vista parecería un dinero malgastado. La respuesta la obtuve en una entrevista a Lluís Bassat: "tomemos las grandes marcas como un gran ejercito que pasa por delante de una tarima ubicada en un sitio estático, fijo, inamovible. Ese gran ejercito si no diese vueltas en círculo, al ser tan grande, habría generaciones (situadas en la tarima) que se lo perderían, no lo verían entero -quizá sólo una parte-. Es necesario enseñar, mostrar o transmitir a las nuevas generaciones la grandeza de una marca determinada como si se la mostrásemos por vez primera. Esto previene contra el eventual olvido".
08 diciembre 2007
Cuadro similar al que cuelga de las paredes de mi habitación (aunque éste es más provocativo).
Es de mal gusto poner un caramelo delante de un niño y, quitárselo, sin darle a probar del mismo. La consecuencia inevitable es el llanto. El adulto, al cual se le supone haber superado la época del llanto, incluso la de los caramelos, no es inmune a lo percibido por sus sentidos, a menos que los tenga atrofiados por desuso o mala utilización. Decirle a una criatura que no toque algo o no entre en un sitio determinado, sin duda, es incitarla a que efectivamente lo toque o entre en el sitio prohibido. Lo mismo me pasó con mi padre. La decoración es cosa de mujeres, él y yo lo sabemos, pero no lo asumimos. Sobre gustos no hay nada escrito, that is the question! Ni sobre caramelos, claro. Cuando a un servidor le prometen uno, lo quiere; en su defecto vendrá el llanto. Puede, que cambiar un cuadro por otro en una habitación no sea para tanto, pero lo prometido es deuda. La promesa suena en los oídos como melifluos cantos de sirena, embriagadores, lascivos…la promesa de un desnudo. Un desnudo colgado de las paredes de mi cuarto. Para mí sólo. Un desnudo femenino, claro. Las cosas buenas de la vida se hacen esperar, de rogar, pero al final llegan, y son bien recibidas. No podía ser de otra forma. El problema, siempre radica en el ínterin. La imaginación es desbordante y puede desbocarse a parajes inhóspitos. Uno imagina en la espera mientras desespera, casi siempre de forma alejada de la realidad. El desnudo prometido llegó y se colgó, sin apenas ruido. Fui a verlo; subí las escaleras gozoso, curioso, goloso. Con la consiguiente e inevitable babilla sobresaliendo de la comisura de los labios. Allí estaba él. Mas espalda que culo, propiamente. No sé si decepción es la palabra. Hablar de desnudos hoy día es cosa delicada.
06 diciembre 2007
05 diciembre 2007
La navidad, la iglesia y los ateos.
No sé si hablar de la navidad hoy es adelantarme o en cambio llego tarde a la cita. ¿Cómo es posible que los centros comerciales, según me han dicho, lleven más de un mes con adornos navideños? ¿A qué se debe este espíritu navideño? ¿El ateísmo pragmático que envuelve nuestras precarias existencias está en decadencia?
Llama la atención las prédicas quejumbrosas de los párrocos, obispos y demás curia evangelizadora en nuestros tiempos. A nuestros mayores, les extrañaría en demasía el haber llegado a esta situación. La iglesia en su día educó, mandó y adoctrinó a fieles e infieles. Todo ello, hizo de nuestra sociedad el remedo de un pasaje bíblico con las connotaciones de anacronismo implícitas, indefectibles e inevitables. En cualquier caso, la iglesia era una realidad palpable y fácilmente identificable. Poderosa. Rica. Influyente e ininfluenciable. Una institución, sin duda, muy a tener en cuenta en todos los aspectos de nuestra sociedad.
Pero, ni que decir tiene, lo antecitado forma ya parte del pasado. Mera reminiscencia. Hoy la iglesia no tiene la misma presencia que antaño, ni cuantitativa ni cualitativa. Y, para desgracia de ateos, ha sido peor el remedio que la enfermedad. Las nuevas generaciones que crecen a la intemperie asocial, incívica y adeontológica, en la actualidad, echan de menos los valores religiosos tan denostados: ese respeto; esa educación; esos valores éticos; ese, en ocasiones, necesario miedo.
Resulta que es de recibo progresar y tener siempre la vista al frente. Tener nuestro pasado sólo como un referente opcional e insignificante; ni tan siquiera, como una bitácora en la que consultar el itinerario más coherente de acuerdo a nuestros intereses. Estamos en la sociedad de la información, de los derechos, de la igualdad indiscriminada. Nada ni nadie tiene derecho a decirnos qué hacer, qué decir, qué pensar. Cualquier influencia externa, la repudiamos con la certeza apodíctica de seguir la senda correcta de nuestras convicciones, tan arraigadas en todos y cada uno de nosotros.
Claro, como no todo lo que reluce es oro, defender a la iglesia hoy día es una actitud obsoleta, desfasada y anquilosada en el pasado. La iglesia siempre tan cercana a la derechona conservadora. Culpable de la tardía emancipación social de la mujer. Culpable de retrasos en la investigación médica. Culpable en fin, de todos los males que achacan a nuestra sociedad. Es evidente que el hombre no está educado para asumir culpas propias, los culpables son siempre los otros. Decían los sabios orientales que para cambiar el mundo primero debíamos mirarnos nuestro propio ombligo. Pero la sociedad de los derechos, que no de deberes, no admite tales axiomas. Todo es cuestionable, todo es discutible, todo es, en fin, relativo.
Lo anterior, como casi todo en la vida, tiene una excepción: el interés. Basta que se puedan conseguir beneficios de algún tipo para que donde dije digo diga diego. Ahí tenemos a los publicistas llenándonos la retina de nieve, pastores y estrellas de oriente. Todo ateo con progenie, se desvive estos días por encontrar a sus vástagos el traje de pastorcillo más mono para la función de navidad que se celebra en el cole privado. Toda madre carente de fe durante el año, pugna con otras madres porque su niñita sea la elegida para el papel de virgencita, papel que no suele ser vitalicio. Abuelos de toda ralea –aunque fuesen los más rojos del pueblo-, fotografían y graban a sus nietos vestidos de angelitos. Delicioso, ¿verdad?
Es decir, podemos imprecar hasta la saciedad la iglesia y sus dogmas durante todo el año que, cuando llegan las épocas en que se imponen los usos sociales generalizados, nuestras convicciones caen en saco roto –si acaso las tenemos-. Y esto le pasa a todo el mundo por muy catedrático de ateísmo y apologeta vilipendiador de curas que sea. Tanto de lo mismo pasa en Semana Santa. Varios de los que se dicen ateos he visto yo de costaleros, con una devoción tal que me conmueven como el final de Bambi, o más; en fin, la máscara de la vida, ya saben.
Fundamentos de derecho literario: "el olvido es un antídoto infalible contra la fosilización personal: necesitamos olvidar parcialmente para dejar de ser nosotros mismos, para ser de nuevo o para ser otros, para emanciparnos de la esclavitud del yo y conquistar la felicidad de ser otro sin dejar de ser uno mismo, que es quizá la única forma concebible o sensata de felicidad. La felicidad es el olvido. Quien no sabe instalarse en el umbral del instante, olvidando todo lo pasado, no sabrá jamás en que consiste la felicidad; peor aún, nunca hará nada que haga felices a los demás". Rogelio Moreno. La farmacia del olvido (apunte sobre Nietzsche).
Llama la atención las prédicas quejumbrosas de los párrocos, obispos y demás curia evangelizadora en nuestros tiempos. A nuestros mayores, les extrañaría en demasía el haber llegado a esta situación. La iglesia en su día educó, mandó y adoctrinó a fieles e infieles. Todo ello, hizo de nuestra sociedad el remedo de un pasaje bíblico con las connotaciones de anacronismo implícitas, indefectibles e inevitables. En cualquier caso, la iglesia era una realidad palpable y fácilmente identificable. Poderosa. Rica. Influyente e ininfluenciable. Una institución, sin duda, muy a tener en cuenta en todos los aspectos de nuestra sociedad.
Pero, ni que decir tiene, lo antecitado forma ya parte del pasado. Mera reminiscencia. Hoy la iglesia no tiene la misma presencia que antaño, ni cuantitativa ni cualitativa. Y, para desgracia de ateos, ha sido peor el remedio que la enfermedad. Las nuevas generaciones que crecen a la intemperie asocial, incívica y adeontológica, en la actualidad, echan de menos los valores religiosos tan denostados: ese respeto; esa educación; esos valores éticos; ese, en ocasiones, necesario miedo.
Resulta que es de recibo progresar y tener siempre la vista al frente. Tener nuestro pasado sólo como un referente opcional e insignificante; ni tan siquiera, como una bitácora en la que consultar el itinerario más coherente de acuerdo a nuestros intereses. Estamos en la sociedad de la información, de los derechos, de la igualdad indiscriminada. Nada ni nadie tiene derecho a decirnos qué hacer, qué decir, qué pensar. Cualquier influencia externa, la repudiamos con la certeza apodíctica de seguir la senda correcta de nuestras convicciones, tan arraigadas en todos y cada uno de nosotros.
Claro, como no todo lo que reluce es oro, defender a la iglesia hoy día es una actitud obsoleta, desfasada y anquilosada en el pasado. La iglesia siempre tan cercana a la derechona conservadora. Culpable de la tardía emancipación social de la mujer. Culpable de retrasos en la investigación médica. Culpable en fin, de todos los males que achacan a nuestra sociedad. Es evidente que el hombre no está educado para asumir culpas propias, los culpables son siempre los otros. Decían los sabios orientales que para cambiar el mundo primero debíamos mirarnos nuestro propio ombligo. Pero la sociedad de los derechos, que no de deberes, no admite tales axiomas. Todo es cuestionable, todo es discutible, todo es, en fin, relativo.
Lo anterior, como casi todo en la vida, tiene una excepción: el interés. Basta que se puedan conseguir beneficios de algún tipo para que donde dije digo diga diego. Ahí tenemos a los publicistas llenándonos la retina de nieve, pastores y estrellas de oriente. Todo ateo con progenie, se desvive estos días por encontrar a sus vástagos el traje de pastorcillo más mono para la función de navidad que se celebra en el cole privado. Toda madre carente de fe durante el año, pugna con otras madres porque su niñita sea la elegida para el papel de virgencita, papel que no suele ser vitalicio. Abuelos de toda ralea –aunque fuesen los más rojos del pueblo-, fotografían y graban a sus nietos vestidos de angelitos. Delicioso, ¿verdad?
Es decir, podemos imprecar hasta la saciedad la iglesia y sus dogmas durante todo el año que, cuando llegan las épocas en que se imponen los usos sociales generalizados, nuestras convicciones caen en saco roto –si acaso las tenemos-. Y esto le pasa a todo el mundo por muy catedrático de ateísmo y apologeta vilipendiador de curas que sea. Tanto de lo mismo pasa en Semana Santa. Varios de los que se dicen ateos he visto yo de costaleros, con una devoción tal que me conmueven como el final de Bambi, o más; en fin, la máscara de la vida, ya saben.
Fundamentos de derecho literario: "el olvido es un antídoto infalible contra la fosilización personal: necesitamos olvidar parcialmente para dejar de ser nosotros mismos, para ser de nuevo o para ser otros, para emanciparnos de la esclavitud del yo y conquistar la felicidad de ser otro sin dejar de ser uno mismo, que es quizá la única forma concebible o sensata de felicidad. La felicidad es el olvido. Quien no sabe instalarse en el umbral del instante, olvidando todo lo pasado, no sabrá jamás en que consiste la felicidad; peor aún, nunca hará nada que haga felices a los demás". Rogelio Moreno. La farmacia del olvido (apunte sobre Nietzsche).
04 diciembre 2007
Ya tiene un blog cualquiera. Con enlace directo en la web del Ministerio. Y no tiene mala pinta, no se vayan a creer.
Regalo de navidad.
El perfume más caro del mundo.
Se trata del No.I Imperial Majesty, creado en 1872 a petición de la reina Victoria de Inglaterra y que fue elegido para los pasajeros de primera clase del Titanic, ya que se consideraba una joya hasta tal punto que las damas que lo utilizaban lo lucían en el escote prendido al corsé para que todo el mundo lo viera. Cada gota concentra la esencia de 170 rosas. Su continente es un frasco de cristal de la firma Baccarat, con diamantes blancos incrustados (en su cuello), fragmentos de oro de 18 quilates y su tapón reproduce la corona de la reina Victoria . El proceso de fabricación de la fragancia dura un año y se necesitan unos doscientos ingredientes como sándalo indio de más de cincuenta años, jazmín árabe, vainilla de Tahití y alguna de las variedades de rosas con las que trabajan y que cultivan en países como Francia, Bulgaria o Egipto. De cada trece botes que se fabrican suele salir uno perfecto y se tiran los otros doce por tener el más mínimo defecto. Esta fragancia tiene una versión femenina, que incluye entre sus ingredientes una suave vainilla de Tahití que tarda en cristalizar seis meses, y otra masculina, que se basa en madera de sándalo procedente de árboles centenarios de la India. Precio de ganga: 136.000 euros. Se los quitan de las manos.
Populares, conservadores, reaccionarios, pijos, ¿fachas? del PP: abogan por una política fiscal que favorezca las economías más humildes. De ahí la reforma que quieren incorporar en el IRPF; los socialdemócratas, socialistas, progres, hijos del espíritu del proletariado, en cambio, optan por suprimir el Impuesto de Patrimonio, del que sólo son contribuyentes un grupo minoritario -en términos comparativos al número que se podría ver beneficiado por la reforma popular-. ¿En qué se va a ver favorecido el ciudadano de a pie? ¿política para la galería?. La chistera de ZP empieza a tener fisuras. Y, el conejo, comienza a tener hambre.
03 diciembre 2007
"...el análisis de la obras literarias que se practica en las escuelas “no debería tener por finalidad ilustrar los conceptos que acaba de introducir éste o aquél lingüista, éste o aquél teórico de la literatura, sino permitir el acceso a su sentido”, o sea, al “conocimiento de lo humano, que es lo que a todos nos interesa”. La literatura “revela el mundo y nos revela a nosotros mismos”. Una adecuada enseñanza de la literatura sería, por tanto, fundamental “para aprender a pensar poniéndose al lugar de cualquier otro ser humano”.
“Por regla general, el lector no profesional (...) lee esas obras, no para dominar mejor un método de lectura, ni para extraer de él información sobre la sociedad en que fueron creadas, sino para hallar en ellas un sentido que le permita comprender mejor al hombre y el mundo, para descubrir en ellas una belleza que enriquezca su existencia; haciéndolo, logra comprenderse mejor a sí mismo. El conocimiento de la literatura no es un fin en sí mismo, sino uno de los caminos reales que conducen a la realización individual”.
La enseñanza secundaria, que no se dirige a los expertos de la literatura, sino a lectores ordinarios, no puede tener el mismo objeto que la superior: su objeto ha de ser el placer literario per se, “no los estudios literarios”. El corolario de insistencia en la inversa y habitual metodología resulta conocido: es en la enseñanza escolar de la literatura donde se comienza a frustrar lectores –primeros lectores- porque se los equivoca sobre lo que la literatura puede ofrecer..."
Estos párrafos son parte del último artículo publicado por el profesor José Calvo González sobre la obra La literatura en peligro de Tzvetan Todorov en El Mundo de Málaga y en su blog. Disfrútenlo entero aquí y saquen conclusiones.
01 diciembre 2007
"La regulación de la privacidad es esencial en cualquier relación. En las relaciones entre cualquier tipo de animal (incluido el ser humano) existe una especie de coreografía de acercamiento-alejamiento que nos permite negociar con los demás la intimidad que deseamos. Una persona se acerca a otra; la otra siente que el acercamiento viola su espacio personal y se aleja un poco; la primera persona capta ese distanciamiento y se retira. Esta escena, con variantes, ha ido repitiéndose a lo largo de la historia de la humanidad". Encontrado aquí. Es uno de los blogs de la página Muy Interesante. Disfruten de su lectura.
Llámenme clásico pero, si éste es el futuro, me quedo con el formato de siempre.
Duro artículo de Anson.